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23 nov 2013

El Yoga y la mujer - part. 2: Embarazo y Parto

Por  Geeta Iyengar
Ilustraciones de Alex Grey

Veamos cuáles son las tres etapas importantes en la vida de una mujer desde su juventud, hasta la mediana edad y la vejez:


Éstos son períodos de prueba y jalones de su vida. Veamos ahora de qué modo afectan estas funciones en cada etapa a su cuerpo y a su mente y si la práctica de las asanas y del pranayama pueden serle útiles.



2.Embarazo

Lo que dice el refrán, “lo que siembres recogeras”, es especialmente apto para las mujeres embarazadas. Una mujer que haya cuidado de su salud tendrá la recompensa de un embarazo saludable y de gestar un bebé sano. Para una mujer embarazada es esencial mantener su bienestar físico y mental por ella misma y por el bebé que lleva dentro. 

Hay conceptos equivocados respecto al yoga para las mujeres embarazadas. Algunas mujeres temen que practicar yoga durante el embarazo pueda provocarles un aborto. Esto, sin embargo, nada tiene que ver con la realidad. En las asanas se ejercita el útero para fortalecerlo y hacer que funciones correctamente para tener un buen parto.

“El momento para salvar la vida de un bebé en gestación es antes del embarazo”, como dice el dicho popular. Es totalmente cierto. Ya hemos mencionado el momento adecuado para empezar con las asanas, concretamente la pubertad, y si así se hace ayudará a la sadhaka a estar fuerte en el momento del embarazo. 

El embarazo es un estado natural, como lo es la menstruación. Aunque supone un gran cambio para todo el cuerpo, este vuelve a la normalidad después del parto. 

Aquí se ha de enfatizar un punto importante. Una deficiencia en la secreción interna de la glándula tiroides puede provocar un aborto. Por esa razón, las mujeres han de practicar posturas como shirsasana, sarvangasana, setu bhanda sarvangasana, janushirsasana, antes de la concepción. El correcto funcionamiento de las glándulas endocrinas es de vital importancia para gozar de una buena salud y el yoga ayuda a proporcionar este equilibrio hormonal. Las yogasanas son verdaderamente beneficiosas para prevenir los abortos debido a anomalías o a condiciones patológicas como la inflamación o el desplazamiento del útero. 

Las yogasanas también son útiles para evitar la esterilidad debida a anomalías en los ovarios, las glándulas o las trompas de Falopio. 

Por consiguiente, es recomendable para toda mujer empezar a practicar yoga antes de la concepción,  no solo para mejorar su salud como madre sino para asegurar la salud de las generaciones futuras.

Se aconseja a las mujeres embarazadas que tengan un cuidado especial durante los tres primeros meses. Al igual que la medicina, el yoga aconseja los cuidados prenatales. La madre necesita durante el embarazo sangre de buena calidad, rica en hemoglobina, y tener la presión arterial equilibrada. Las asanas son importantes para evitar signos peligrosos como la hipertensión, un rápido aumento de peso o albúmina en la orina.

Durante este período hay peligro de aborto debido a anomalías en la formación de la placenta, a prolapso (caída de un órgano), o a debilidad de los músculos uterinos. Durante este período es peligroso levantar mucho peso y dar saltos. Las yogasanas, sin embargo, no son violentas; refuerzan los músculos de la pelvis y favorecen la circulación sanguínea en dicha región; fortalecen el aparato reproductor, trabajan la columna vertebral y hacen que el parto sea mas llevadero. 

En este período las asanas que mas se recomiendan son Parvatanasa, Supta Virasana, Upavishta Konasana, Baddha Konasana, Shirsasana y Supta Padangusthasana. Estas posturas expanden la cavidad pelviana y crean espacio dentro del útero, asegurando una correcta circulación sanguínea y sitio para que el niño pueda moverse. Además, si se practica pranayama se relaja el sistema nervioso, se gana confianza y valor, y se vence la fatiga. Incluso las posturas invertidas realizadas correctamente son beneficiosas; mi padre y yo hemos guiaado a muchas mujeres en su practica de asanas hasta el noveno mes del embarazo. Sin embargo, cuando la respiración se vuelve pesada es mejor no continuar. La propia mujer, cuando se encuentra en un estado avanzado de su gestación es quien mejor puede jusgar. Puede darse cuenta de que ciertas posturas no son factible para ella debido a la pesadez que nota en la pelvis y el abdomen y por consiguiente también en el corazón. En esos casos, las asanas como Shirsasana, Sarvangasana y Halasana se han de interrumpir, pero otras posturas como las posturas sentadas con la espalda cóncava y las asanas de fortalecimiento de la columna si son aconsejables. La práctica de dichas asanas aligerará el abdomen y la pelvis, que estarán así mejor irrigados. Sin embargo, los pranayamas ujjayi y viloma se pueden realizar durante todo el embarazo. 

En las primeras etapas de la gestación pueden hacer su aparición las nauseas matinales, la apatía y la debilidad. A veces se producen pequeños sangrados y dolores en la región pelvidana, inchazon o adormecimiento de los pies, venas hinchadas y varices, dolor de espalda, estreñimiento, variación en la presión arterial, toxemia, dolor de cabeza, pereza, visión borrosa y retensión de orina. Para todos estos transtornos las asanas son fabulosas. 

No obstante, es aconsejable seguir un tratamiento médico si se descubre que el feto está en una posición anormal (cruzado o transversal) o si está muerto. El yoga practicado cuando el feto esté ya en posición de salida no puede hacer ningún daño. 

Al poco de haber tenido un aborto se puede reiniciar la práctica de las asanas y del pranayama, pero sin fatigar los órganos abdominales. Si se mantiene una constancia y un progreso, se puede aumentar gradualmente el tiempo de práctica y el número de asanas. 

Indicaciones especiales
Se recomienda a todas las mujeres que fomenten su salud después del matrimonio y antes del embarazo mediante la práctica regular de asanas y de pranayama. 

Las que ya han concebido, durante los tres primeros meses pueden practicar todas las asanas y pranayamas salvo urdhva prasarita padasana, jathara parivartanasana, paripurna navasana y todas las asanas de estiramientos hacia atrás.

Practique todas las asanas de pie, estiramientos hacia adelante, sentada y supinas, invertidas y torsiones, especialmente las que estiran la columna y ensanchan la pelvis. 

Las mujeres que padecen hipotiroidismo tienen tendencia a los abortos, para remediar esto, se recomiendan las asanas invertidas.

Para facilitar el parto, se han de practicar las siguientes asanas con frecuencia hasta muy avanzado el embarazo: Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Upavishta Konasana y las asanas de estiramientos hacia adelante. De hecho, cada vez que tenga algo de tiempo libre puede practicarlas. 

Después de tres meses, cuando el feto ya va creciendo, la práctica que ha de seguir hasta el momento del parto es la siguiente: 
Asanas: Utthita Trikonasana, Utthita Parsvakonasana, Virabhadrasana I, Ardha Chandrasana, Parsvottanasana, Prasarita Padottanasana, Janu Shirsasana, Baddha Konasana, Upavistha Konasana, ciclo de Virasana,  Supta Virasana Parvatanasana, Salamba Shirsasana, Parsva Shirsasana, Parivrita Eka Pada Shirsasana, Salamba Sarvangasana, Halasana, Eka Pada Sarvangasana, Urdhva Padmasana en Sarvangasana, Bharadvajasana I, Savasana.
Pranayama: respiración profunda, ujjayi pranayama, viloma pranayama, surya bhedana pranayama, nadhi shodana pranayama. 
Si se produce un aborto conviene practicar viloma pranayama en savasana y surya bhedana pranayama durante dos o cuatro semanas. Después ya se puede empezar con las asanas invertidas comenzando durante algunos días sólo con salamba sarvangasana y halasana. Posteriormente se puede añadir salamba shirsasana y cuando se ha recuperado la energía por completo se pueden reanudar paulatinamente las asanas de pie y las de estiramientos hacia adelante. 
Las mujeres que tengan  tendencia a abortar comprobaran que las yogasanas son muy beneficiosas. Durante el embarazo habrán  de practicar todas las asanas de la guía que se enumeró anteriormente y pranayama y sus variaciones. 

Las mujeres con tendencia a abortar debido a problemas glandulares o debilidad muscular y constitución débil, han de concentrarse en la práctica de las asanas de estiramientos hacia adelante sentadas y supinas e invertidas. Maha Mudra y Savasana son esenciales. En ningún caso se deben practicar las asanas abdominales y lumbares. Se ha de seguir este programa como un medida curativa en todo momento, tanto si se está embarazado como sino. 

Parto

Las contracciones del parto son naturales, son una especie de señal de los diversos músculos de la zona pelviana y la zona adyacente. La mayor parte de las mismas van obviamente dirigidas a los músculos del útero que se contrae y relaja en una serie de espasmos hasta conseguir la expulsión del bebé. Sin embargo, el miedo y la fatiga mental pueden agravar los dolores del parto y retrasar el nacimiento del bebé.

Si se practican yogasanas durante el embarazo, éstas fortalecerán los músculos del útero para optimizar su funcionamiento durante el parto. Baddha Konasana y Upavistha Konasana son extraordinarias pues ensanchan la cavidad pelviana y dilatan el cuello del útero. El pranayama fortalece los nervios y ayuda a que la madre respire con calma durante los períodos entre las contracciones, lo cual es esencial para un parto fácil. Ayuda a relajar los nervios y a evitar las tensiones mentales. 

Si el parto es normal o aunque se tenga que realizar una cesárea, es aconsejable retomar las asanas y el pranayama a fin de favorecer la recuperación y el fortalecimiento de los órganos abdominales. 

Indicaciones especiales

Durante el primer mes después del parto: tras dos semanas de reposo se puede hacer Savasana, Ujjayi y Viloma Pranayama (de 20 a 30 minutos en total), cada mañana o cada tarde, o por la mañana y por la tarde. En pranayama se tonifican los músculos y los órganos abdominales, que reciben un masaje en dirección a la columna y hacia el pecho. Esto refuerza el abdomen y ayuda al útero a volver a la normalidad. También mejora la calidad de la leche materna, purificándola y aumenta la secreción de leche. Además, con esta práctica se relaja todo el sistema nervioso. 

Segundo mes: se han de practicar las asanas de la semana anterior además de las que se indican para la semana correspondiente:

Primera semana
Vrksasana, Utthita Trikonasana, Utthita Parsvakonasana, Salamba Sarvangasana, Halasana.
Segunda semana
Virabhadrasana, Janu Sirsasana
Tercera semana
Paschimottanasana, Janu Sirsasana, Salamba Sirsasana, Maha Mudra
Cuarta semana
Parvatanasana, Paripurna Navasana, Setu Bandha Sarvangasana, Bhardvajasana. 

Duración: para Salamba Sarvangasana, Halasana, Setu Bandha Sarvangasana y Paschimottanasana, aproximadamente 3 a 5 minutos para las demás 15 a 20 segundos. Sin embargo la práctica del yoga se debe adaptar a cada persona, se puede aumentar la duración según nuestra fortaleza física; la práctica del yoga no debe producir cansancio. Junto a este programa se ha de realizar pranayama. 

Tercer mes: la madre ha recobrado su silueta y sus órganos se han fortalecido; el cansancio postnatal también ha desaparecido Cuando se ha recobrado la normalidad se pueden volver a practicar todas las asanas de pie, las asanas abdominales y lumbares y torsiones. 

Efectos: la práctica de las asanas después del parto refuerza la columna; el vientre y el abdomen no acumulan grasa, la cintura tiende a reducirse y las nalgas no se quedan flácidas. Tiran de los músculos pectorales hacia arriba y así los pechos no se caen. La debilidad debida al sangrado desaparece y se tonifica el sistema nervioso. 

Cesárea: en el caso de una parto difícil o de una cesárea se ha de practicar Savasana, Ujjayi Pranayama I y Viloma Pranayama I hasta que cierre la herida. Esto normalmente supone unos dos meses. Pasado ese tiempo se pueden reemprender las siguientes asanas: 
Salamba Sarvangasana, Halasana, Setu Bandha Sarvangasana, Parvattanasana, Janu Sirsasana, Maha Mudra y Savasana. 

Lactancia

Tras el parto, la madre ha de asegurarse el descanso físico y mental. Los músculos abdominales se quedan flácidos después de dar a luz, en esta etapa están indicados Savasana y el pranayama Ujjayi I.

Al bebé se le ha de alimentar con la leche materna. En medicina se dice que para cada medida de leche materna se requieren cuatrocientas medidas de oxígeno. En savasana el abdomen y los órganos internos no sobresalen y en Ujjayi Pranayama la cavidad torácica se expande por completo Por ende, aumenta la absorción de oxígeno y favorece la lactancia. 

A partir del primer mes se recomienda practicar las asanas de la parte recomendada para posparto; éstas estimulan la hipófisis, que segrega la prolactina que controla la lactancia. Estas asanas también alivian la pesadez de los pechos y los reafirman. Después del parto se suele acumular grasa en la zona de las nalgas, caderas y pechos y hay una tendencia a la flacidez. Se ha de controlar el aumento de grasa y se han de reforzar los órganos abdominales. A los dos meses del parto ya se pueden practicar las posturas que ayudan a contraer los músculos abdominales y pelvianos para que vuelvan a su forma anterior. 

No hay ningún peligro en practicar yoga tras una operación quirúrgica como una tubectomía o una estirpación de útero. No obstante, se ha de ir con cuidado y gradualmente, y sólo tras un riguroso descanso, evitando los esfuerzos y los sobreestiramientos. Por consiguiente es esencial una práctica correcta. 

7 nov 2013

Ashtanga Yoga durante el embarazo

Por Betty Lai. Traducido por Josefina Coisson Certified Spanish Translator.

Las siguientes pautas están dirigidas a practicantes de Ashtanga Yoga con experiencia, que tengan un embarazo normal. Si usted no tiene experiencia en Ashtanga, debería practicar clases de yoga suave prenatal o bajo supervisión de un profesor de Ashtanga Yoga calificado que tenga experiencia en clases para embarazadas. La información que se presenta en este artículo se basa principalmente en mi propia experiencia con el embarazo; por lo tanto, las pautas pueden incluir demás, o de menos, según se aplique a su caso. También he incluido información sobre Yoga Mala por Sri K. Pattabhi Jois, quien es mi guru y me dio sus consejos luego de que mi primer embarazo culminó con un aborto espontáneo. Siguiendo sus consejos, continué mi práctica de una manera más consciente y equilibrada y tuve un segundo embarazo que fue exitoso. 

La practicante de Ashtanga Yoga embarazada puede cultivar la consciencia de la nueva vida que está creciendo en su interior mientras prepara su cuerpo para el parto y para la recuperación posparto. La práctica del Ashtanga Yoga durante el embarazo debe ser modificada para adaptarse al bebé que está creciendo y proteger la placenta. Si experimenta contracciones, hemorragia o cesación prolongada de movimiento fetal, abandone la práctica inmediatamente y consulte a su médico. Siempre practique como si el vientre (el bebé) fuera más grande de lo que en realidad es. Acomode su práctica de yoga a un nivel y una intensidad más leves que los de la práctica anterior al embarazo. Este artículo está dirigido a practicantes de Ashtanga Yoga embarazadas que regularmente practican Primera Serie. Si su práctica se encuentra a un nivel de series mayor, usted debería modificarla según los principios básicos que se enumeran en este artículo. Por lo general, durante las primeras semanas de embarazo, el principio de “escuche a su cuerpo” no tiene mucha importancia ya que su cuerpo aún está acostumbrado a la práctica que realizaba antes de quedar embarazada. Su cuerpo, con el embarazo, no le dirá nada hasta después del cuarto mes o más. El objetivo de este artículo es ayudar a las practicantes de Ashtanga Yoga embarazadas a minimizar los riesgos de la práctica rigurosa del yoga durante el embarazo y a la vez sacar el mayor beneficio posible de esta práctica durante y después del
embarazo.

Pre-embarazo y concepción

Usted puede continuar realizando sus asanas habituales hasta que se confirme el embarazo. El practicar una rutina normal le ayudará a mantener un ciclo menstrual regular y tal vez hacer que la ovulación sea más predecible. Si tiene dificultades para concebir, intente disminuir la intensidad de su práctica para permitir que el cuerpo dirija su energía hacia la concepción y la implantación.

Primer trimestre

Una vez que se confirma el embarazo (semana 5), abandone la práctica de asanas completamente o sólo haga estiramiento suave. Este paréntesis de 2 meses en la práctica normal del Ashtanga Yoga es una salvaguarda importante contra los aspectos rigurosos a nivel físico que tiene la práctica. El tiempo de descanso le da a la placenta la oportunidad de prenderse firmemente. Si se le va demasiada energía en su práctica de yoga, es posible que su cuerpo rechace el embarazo. Sri K. Pattabhi Jois aconseja a las mujeres que no practiquen nada de Ashtanga Yoga durante el primer trimestre, especialmente si han tenido pérdidas anteriormente. Sin embargo, bajo su supervisión directa en el Instituto de Investigación de Ashtanga Yoga, él les ha prescripto asanas a alumnas embarazadas durante el primer trimestre basándose en cada caso en particular. Practicar Ashtanga Yoga durante el primer trimestre de embarazo es su elección. Existe evidencia que sugiere que la práctica suave de yoga durante el primer trimestre ayuda a la mujer a retener su embarazo ya que elimina toxinas del organismo. La disminución de las náuseas durante o después de la práctica de yoga puede indicar que las toxinas se están eliminando. Si se siente muy descompuesta a la mañana, posiblemente deba ahorrar su energía y esperar que las descomposturas de la mañana terminen (normalmente durante el 4º mes) para retomar la práctica de yoga. Si se siente bien haciendo yoga aun cuando tiene descomposturas por la mañana, trate de no hacerlo con el estómago vacío. Beba agua durante la práctica para evitar la deshidratación y las contracciones uterinas.

Si se hace un ultrasonido, averigüe a dónde está implantada la placenta. Conocer su ubicación, puede brindarle mayor conciencia de cómo la práctica afectará la unión física de su bebé con su cuerpo.

Segundo trimestre

 Temperatura ambiente y agua: asegúrese de que no haga demasiado calor en el ambiente. Beba pequeñas cantidades de agua durante la práctica si se le seca la garganta o siente náuseas. No intente eliminar gran cantidad de transpiración durante la práctica.

Modifique la vinyasa entre postura y postura: no practique: saltos, salto hacia delante,salto hacia atrás, chakrasana, ni rol. En lugar de ello, camine o gatee. Si usted tiene un cuerpo pequeño, es aconsejable que no realice movimientos de salto durante el primer trimestre, ya que su útero puede ser menos amortiguado en el impacto que en un cuerpo de tamaño más grande.

Ujjayi Pranayama: puede practicarlo [YM 27], pero sea conciente de la fuerza de sus bandhas si usted es practicante de Ashtanga Yoga experimentada (ver a continuación)

Bandhas:
Uddiyana bandha
practique liberando Uddiyana bandha hacia abajo en la preparación para trabajar. Su vientre necesita espacio para crecer; en esta etapa no debe ajustar o levantar los músculos abdominales. A veces, practicar Uddiyana bandha durante elembarazo puede provocar náuseas.

Mula bandha:
Puede practicarla si logra involucrar los músculos que están cerca del cuello uterino sin causar contracciones uterinas pero es posible que no sea una buena idea generar contracciones cerca del cuello del útero mientras el bebé aún está bajo.Cuando el bebé sube (por ejemplo en el mes 5 o 6), es posible que sea cómodo practicar la mula bandha.

Suryanamaskar A
En los movimientos de inclinación hacia abajo, mantenga el pecho al menos a 80-85 grados del piso. Coloque las manos frente a los pies en vez de alinearlas con ellos. Dé pasos, en vez de saltar. Cuando comience a sentir que su vientre necesita más espacio, comience la secuencia con los pies separados a la altura de la cadera en samasthiti antes de inclinarse hacia abajo.

Suryanamaskar B:
Cuando dé un paso hacia adelante para pasar desde Adho Mukha a Virabhadrassana, permita que el talón del pie que está detrás se levante del suelo (pero deje la parte de adelante del pie bien apoyada) para evitar la formación de una uddiyana bandha y la compresión del vientre; sus manos y sus brazos deberán soportar más peso ahora. Luego de que el pie que tiene hacia delante se estabilice en la posición del Guerrero, apoye en el piso el talón del pie que está atrás a un ángulo de 80-85 grados, como se hace habitualmente, con respecto al pie de adelante. Mantenga activos y firmes la pierna y el pie de atrás en la posición virabhadrasana. Comience la secuencia con los pies separados a la altura de la cadera en samasthiti en el 6º mes o cuando se necesite más espacio.

Evite las rotaciones extremas ya que pueden provocar movimientos bruscos en la placenta.
Utthita trikonasana B
Utthita parsvakonasana B
Marichyasana C 
Marichyasana D [YM 87 “ Las mujeres embarazadas no deben practicar esta
asana después del segundo mes"]

Evite las posturas que hacen presión sobre el útero con el talón mientras se pliega hacia adelante o se sienta:
Ardha baddha padmottanasana [YM 63] (modificación: no se pliegue, y pase el brazo por detrás de la espalda para agarrar el dedo gordo del pie sólo si el vientre no se siente incómodo y apretado en esta posición)
Janu sirsasana C 
Marichyasana B
Marichyasana D [YM 104 n.44]
Garbha pindasana [YM 104 n.44] (modificación: siéntese en una posición relajada con las piernas cruzadas y no haga el rol) La posición del loto y medio loto generalmente, a menos que pueda hacer el loto de manera suelta sin pellizcar las rodillas.

Evite las posturas sobre el vientre o las que pueden comprimir el vientre:
Bhujapidasana
Kurmasana
Supta kurmasana
Posturas de segunda serie de esta naturaleza

Inclinación hacia abajo (parada o sentada) en general: cuando se pliegue hacia abajo, mantenga el pecho al menos a 80-85 grados del piso, particularmente en posiciones que se realizan con las piernas juntas. Concéntrese más en estirar la columna hacia arriba que en inclinarse hacia adelante. Si lo prefiere, separe las piernas a un ángulo mayor pero mantenga el pecho levantado.

Posición de las manos en posturas sentadas: para evitar la compresión del vientre, no coloque las manos alrededor de la mitad del pie, como se hace habitualmente. En lugar de ello, agárrese los dedos de los pies y manténgalos lo más flexionados posible.

Navasana:
Alterne cada serie con un pie sobre el piso mientras extiende la otra pierna. Tener un pie sobre el piso le ayudará a mantener el equilibrio y prevenir la presión sobre la parte baja de la espalda y la zona abdominal.

Baddha konasana y posturas con ángulos amplios
Los músculos y ligamentos de la ingle y la zona sacroilíaca están más relajados durante el embarazo. Por lo tanto, tenga cuidado de no estirar demás en estas posiciones.

Utthita Parsvasahita
A medida que crece el vientre, coloque la pierna hacia el costado del vientre y no hacia el frente. Trabaje con la pierna estirada en vez de doblarla hacia el cuerpo.

Posturas sobre la espalda en general: Para evitar la reducción de flujo sanguíneo hacia el útero, no permanezca sobre la espalda por más de tres minutos por vez. Si tiene dificultades para respirar, náuseas o mareos mientras realiza posiciones sobre la espalda, no realice ninguna posición sobre la espalda.

Supta padangusthasana:
Evite [YM 101]. Esta secuencia de movimientos requiere tiempo sobre la espalda y puede provocar demasiada compresión del vientre cuando se presiona la pierna hacia la cara y luego hacia el piso. Si elije realizar esta postura, no fuerce la pierna hacia la cara y luego hacia el piso. Concéntrese en extender el talón alejándolo de la cadera y a la vez fortalecer la entrepierna y la pierna.

Setu bandhasana:
Evite esta postura luego del 4º mes [YM 103-104]. Esta postura requiere la fuerza de los músculos abdominales (uddiyana bandha) para estabilizar la forma de puente de la postura. Existe riesgo de ejercer presión sobre el cuello, perder el equilibrio y caerse debido al peso adicional del embarazo.

Inclinaciones hacia atrás: En el Urdha Mukha, mantenga el vientre relajado y muévase hacia el arco deliberada y lentamente, concentrándose en mantener las manos planas sobre el piso y los brazos estirados. Si siente tirantez indebida, no realice inclinaciones hacia atrás completas. La ubicación de la placenta y el ángulo particular de su útero pueden influir en su habilidad para hacer inclinaciones hacia atrás, así que no sepreocupe si debe dejar de practicarlas. Si puede hacerlas cómodamente, trabaje en el arco lentamente y no intente hacerlo perfecto ni forzando demasiado los músculos. El vientre no debe sentirse incómodo o presionado. Permita que se relajen las psoas,los huesos frontales de la cadera y la parte superior de los muslos. Preste atención si la parte baja de la espalda siente presión cuando realiza las inclinaciones hacia atrás. Debido al peso adicional del vientre, la parte inferior de la espalda naturalmente se siente más presionada para soportar el peso de la parte de adelante del cuerpo. Por lo tanto, evite la presión sobre la parte inferior de la espalda durante la inclinación hacia atrás. Sin embargo, la inclinación suave hacia atrás ayudará a enderezar la columna y aliviar los dolores de espalda debidos al aumento de peso. No deje caer el peso del cuerpo hacia atrás ya que existe un riesgo de estirar demasiado los músculos abdominales. Una alternativa a la inclinación completa hacia atrás es una postura modificada de puente.

Inversiones: Evite la postura sobre la cabeza. [YM 116 “Las mujeres embarazadas no deben practicar esta postura”.] Existe riesgo de lesionar el cuello debido al exceso de peso, particularmente si no es una postura habitual. Si decide practicar inversiones,asegúrese de que puede mantener el equilibrio, de que puede fortalecer el cuello y los brazos para adaptarse al nuevo peso y de que no tiene problemas de presión sanguínea. Debido a que las inversiones generalmente provocan una uddiyana bandha durante la entrada y la salida de la postura, podría haber presión sobre la zona abdominal. Si siente presión sobre la zona abdominal mientras entra o sale de una posición invertida, no continúe con la postura.

Savasana:
Recuéstese sobre su lado izquierdo en posición fetal para evitar la compresión del flujo sanguíneo hacia el útero. Coloque una toalla o una colchoneta enrollada bajo su cabeza para brindar comodidad al cuello. También puede colocar un manta enrollada o una almohada en forma cilíndrica entre las piernas y sostener una en sus brazos para brindar comodidad al vientre.

Tercer Trimestre
Se aplican todas las pautas mencionadas anteriormente y se agregan las siguientes: 
Suryanamaskar A y B:
Continúe colocando las manos en frente de los pies en los movimientos de inclinación hacia delante, utilizando la punta de los dedos en vez de las palmas de las manos para tocar el piso en dwi y trini (la segunda y la tercera
vinyasas) y posiciones similares. Si el vientre crece demasiado (en el 8º mes por ejemplo) de manera que le resulta dificultoso inclinarse hacia delante en suryanamaskarsin ejercer presión sobre la cadera o la rodilla, evite la suryanamaskary sustitúyala por suryanamaskar(un total de 10 A ).

Posición de las manos en posiciones sentada: En vez de agarrarse los dedos de los pies con ambas manos, coloque una de las manos sobre la muñeca o el antebrazo de la mano opuesta mientras continúa estirando el pecho. Por ejemplo: en janu sirsasana A,con la pierna derecha flexionada y la pierna izquierda extendida, tire hacia usted los dedos del pie izquierdo con su mano izquierda mientras sostiene su muñeca o antebrazo izquierdo con la mano derecha. Esta modificación le permite mantener el flujo de energía entre el pie y la mano en las inclinaciones hacia adelante mientras proporciona apoyo para la parte inferior de la espalda. ¡No es necesario utilizar correas! También puede simplemente sostener los costados de las pantorrillas.

Inclinaciones hacia adelante: Coloque las piernas a la altura de la cadera o a una distancia mayor para adaptarse al vientre de mayor tamaño.

Inversiones: No practique inversiones durante el tercer trimestre. Estas posiciones provocan presión indebida en la placenta. Durante las últimas 8 semanas de embarazo,estimule el flujo de energía hacia abajo y la posición correcta del bebé hacia abajo(Posición Fetal Óptima) para facilitar el trabajo de parto.

Intuición y bebé: Si siente que algo no está bien o si parece que su bebé rechaza ciertas posturas, no realice esas posiciones. Cada embarazo es diferente.

Trabajo de parto y parto
Practicar Ashtanga Yoga antes y durante el embarazo puede mejorar la resistencia y la confianza de la mujer durante el trabajo de parto y el parto. El progreso del trabajo de parto es un asunto muy particular y depende de muchas variables, incluida la historia familiar de partos, la proporción del tamaño de la cabeza del bebé con respecto al tamaño de la pelvis de la mujer, la posición del bebé, la cantidad de dilatación y borramiento que existe cuando comienza el trabajo de parto. La buena salud que proporciona la práctica del yoga facilita la liberación apropiada de hormonas que son necesarias para un trabajo de parto (vaginal) y un parto normal. Las técnicas de respiración disciplinadas que se aprenden en el Ashtanga Yoga pueden ayudar de alguna manera a manejar el dolor. El condicionamiento adquirido por la mula bandha puede ayudar a pujar de manera más eficiente que sin ese condicionamiento. Si opta por tomar analgésicos, la práctica de yoga le ayudará a sentir las contracciones de manera suficiente como para no entregarse por completo a estímulos externos para dar a luz al bebé. Pase lo que pase, ¡esté abierta a lo inesperado!

Posparto
Espere tres meses antes de retomar una práctica completa de Primera Serie. Este periodo le permitirá al útero reducir el tamaño sin interferencias. Debido a que el Ashtanga Yoga dirige la energía hacia arriba, espere a que todo el loquios haya sido despedido del útero para evitar calambres y hemorragia persistente. Otra razón por la cual deben esperarse tres meses, es que los músculos, los ligamentos y las articulaciones aún están blandas debido al embarazo y al parto, lo cual la hará más proclive a lesionarse durante el periodo de posparto. Cuando comience a practicar nuevamente, realice los movimientos de inclinación hacia abajo de manera gradual. Cuando se sienta cómoda para hacerlo, retome la práctica de mula bandha para reafirmar el perineo y prevenir la incontinencia. La Uddiyana bandha se torna más sencilla derealizar a medida que el útero se contrae al tamaño normal.

Aborto espontáneo
En caso de aborto espontáneo, espere al menos un mes antes de retomar su práctica de yoga. Si bien puede sentir una gran necesidad de sanar sus sentimientos de duelo y pérdida por medio de la práctica del yoga, el útero todavía necesita tiempo para volver al estado previo al embarazo.

Comentarios
Si ha recibido el enlace a este artículo, envíeme un correo electrónico para contarme cómo fue su embarazo y si esta información fue útil. Sus comentarios ayudarán a actualizar este artículo y ayudar a otras embarazadas que practiquen Ashtanga Yoga a tener un embarazo saludable y seguro. Namaste. 

Fuentes, recursos y agradecimientos
 Libros
Jois, Sri K. Pattabhi. Yoga Mala. New York : North Point Press, 2002. Citations noted in brackets.
Griffyn, Sally and Michaela ClarkeAshtanga Yoga for Women. Berkeley : Ulysses Press, 2003.
 Practicantes de Ashtanga Yoga y maestras-madres
 Jen Schradie, San Francisco Bay Area
Cathy Louise Broda,
Purple Yoga HawaiiLynne Pinette, Reino Unido
Josefina Coisson Certified Spanish Translator. Traducción al español.