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4 jun 2012

Los estadíos del Yoga, Raja yoga y Hatha yoga.


Fuente: "Luz sobre el Yoga" B K S Iyengar


LOS ESTADIOS DEL YOGA 
Tan importantes como el objetivo en mente son los medios adecuados para alcanzarlo. Patanjali enumera estos medios denominándolos los ocho miembros o estadios del yoga para la búsqueda del alma. Son estos: 
1. Yama (mandamientos de la moral universal).
2. Niyama (autopurificación por la disciplina). 
3. Asana (postura). 
4. Pranayama (control rítmico de la respiración). 
5. Pratyahara (retirada y emancipación de la mente de la dominación de los sentidos y los objetos externos). 
6. Dharana (concentración). 
7. Dhyana (meditación). 
8. Samadhi (estado de superconsciencia producido por una profunda meditación, en la que el aspirante individual (sadhaka) se hace uno con el objeto de su meditación: Paramatma o el Espiritu Universal). 

Yama y niyama controlan las pasiones y emociones del yogui y lo mantienen en armonía con las personas de su entorno. Las asanas mantienen el cuerpo sano, fuerte y en armonia con la naturaleza. Por ultimo, el yogui se libera de la conciencia del cuerpo, al que conquista y convierte en vehiculo adecuado del alma. Estos tres primeros estadios constituyen la búsqueda exterior (bahiranga sadhana). 

Los dos estadios siguientes, pranayama y pratyahara, enseñan al aspirante a regular la respiración y de ese modo controlar la mente. Esto ayuda a liberar los sentidos de la esclavitud de los objetos de deseo. Estos dos estadios del yoga se conocen como la búsqueda interior (antaranga sadhana).

Dharana, dhyana y samadhi conducen al yogui hasta lo mas recóndito de su alma. El yogui no mira al cielo para encontrar a Dios, sino que sabe que El se halla en su interior, y su nombre es Antaratma (el Sí-mismo Interior). Los últimos tres estadios lo mantienen en armonía consigo mismo y con su Creador. Estos estadios se llaman antaratma sadhana, la búsqueda del alma. 
Por medio de la meditación profunda, conocedor, conocimiento y cosa conocida se hacen uno. El que ve, la visión y lo visto no poseen una existencia separada. Ocurre igual que con el gran músico, que se hace uno con su instrumento y con la música que de este obtiene. Es entonces cuando el yogui toma conciencia de su propia naturaleza y alcanza la realización de su sí-mismo (atman), la parte del Alma Suprema que reside en su interior. 

Existen diversas vías (marga) por las que un hombre hace el viaje hasta su Creador. El hombre activo encuentra su realización a través de karma marga, en la cual accede a su propia divinidad mediante el trabajo y el servicio. EI hombre emotivo la halla a través de bhakti marga, donde la realización se lleva a cabo por medio de la devoción y el amor a un Dios personal. El hombre intelectual sigue jñana marga, en la que la realización se obtiene mediante el conocimiento. EI hombre reflexivo o meditativo sigue yoga marga, y realiza su propia divinidad a traves del control de la mente. 

Dichoso el hombre que sabe distinguir lo real de lo irreal, lo eterno de lo transitorio y lo bueno de lo agradable por medio de la discriminación y la sabiduría. Doblemente bendito es quien conoce el amor verdadero y sabe amar a todas las criaturas de Dios. Aquel que obra desinteresadamente por el bienestar de los otros con un corazón lleno de amor es tres veces bendito. Mas el hombre que en el interior de su mortal estructura combina conocimiento, amor y servicio desinteresado, es santo, y se convierte en lugar de peregrinación como la confluencia de los ríos Ganges, Sarasvati y Jamuna. Quienes lo encuentran obtienen la calma y se ven purificados. 

La mente es el rey de los sentidos. Quien ha conquistado su mente, sentidos, pasiones, pensamiento y razón es rey entre los hombres y se halla listo para el raja yoga, la unión regia con el Espíritu Universal. Ha obtenido la Luz Interior.  

Quien ha conquistado su mente es un raja yogui. La palabra raja significa rey, y la expresión raja yoga implica un completo dominio del propio ser (Sí-mismo). Aunque Patanjali expone las distintas formas de controlar la mente, en ningún lugar de sus aforismos afirma que esta ciencia sea el raja yoga, sino que la denomina astanga yoga o los ocho estadios (0 miembros) del yoga. Sin embargo, por el hecho de implicar un dominio completo del sí-mismo, puede ser llamada la ciencia del raja yoga. 

Svatmarama, el autor del Hatha Yoga Pradipika (hatha = fuerza o esfuerzo enérgico), llamo a la misma senda hatha yoga debido a que exige una disciplina rigurosa. 

Generalmente se cree que el raja yoga y el hatha yoga son completamente distintos, diferentes y opuestos el uno al otro: que los Yoga Sutras de Patanjali versan sobre disciplina espiritual y el Hatha Yoga Pradipika de Svatmarama se ocupa únicamente de disciplina física. No es asi, ya que raja yoga y hatha yoga se complementan constituyendo una única aproximación hacia la Liberación. Al igual que un montañero necesita escaleras, cuerdas y crampones, ademas de una buena forma física y disciplina para escalar los helados picos del Himalaya, también al aspirante a yogui le son necesarios el conocimiento y la disciplina del hatha yoga de Svatmarama para alcanzar las alturas del raja yoga expuesto por Patanjali . 

Esta via del yoga actúa como fuente para las otras tres vías. Proporciona calma y tranquilidad, y prepara la mente para una entrega a Dios total y absoluta del ser, en la cual estas cuatro vías se funden en una sola. 

28 may 2012

Sisya y guru (discípulo y maestro)


Fuente: "Luz sobre el yoga" de B K S Iyengar

El Siva Samhita divide a los sadhakas (alumnos o aspirantes) en cuatro clases: 1) mrdu (flojo); 2) madhyama (medio); 3) adhimatra (superior); y 4) adhimatratama (el supremo). Este último, el mas elevado, es el único capaz de cruzar el océano del mundo manifiesto. 

Son flojos aquellos aspirantes que carecen de entusiasmo, critican a sus profesores, se muestran rapaces e inclinados a las malas acciones, comen mucho, se hallan subyugados por las mujeres y son inestables, cobardes, enfermizos, dependientes, rudos en el hablar, muestran un carácter débil y carecen de virilidad. El guru (profesor 0 maestro) lleva a tales aspirantes solamente por el camino del mantra yoga. Con mucho esfuerzo, el sadhaka puede alcanzar la iluminación en doce años. (La palabra mantra deriva de la raíz man, que significa "pensar". Mantra significa, pues, un pensamiento sagrado o una plegaria que ha de repetirse con plena comprensión de su significado. Lleva un tiempo largo, años quizás, hacerlo arraigar en la mente de un sadhaka flojo y aun es necesario mas tiempo para que de fruto.) 

De mente ecuánime, capaz de soportar privaciones, perfeccionista en el trabajo, suave en el hablar y moderado en todas las circunstancias: así es el aspirante medio, al que, reconociendole sus cualidades, el guru lleva por la senda del laya yoga, que proporciona la liberación. (Laya significa devoción, absorción 0 disolución).

De mente estable, capaz del laya yoga, viril, independiente, noble, compasivo, dispuesto siempre a perdonar, veraz, joven y valiente, respetuoso y devoto para con su profesor, absorto en la practica del yoga: así es un aspirante superior. Puede obtener la iluminación en seis años de práctica. Su guru instruye a tan vigoroso hombre en el hatha yoga

De gran virilidad y entusiasmo, bien parecido, bravo, versado en las escrituras, estudioso, de mente sana, exento de melancolía, que se mantiene joven, regular en la comida, con perfecto control de sus sentidos, libre de temor, limpio, habil, generoso, inclinado a ayudar a todos, firme, inteligente, independiente, dispuesto siempre a perdonar, con buen caracter, palabra amable y devoto para con su guru, es el aspirante del tipo supremo, apto para todas las formas de yoga. Puede lograr la iluminaci6n en tres años. 

Aunque el Siva Samhita y el Hatha Yoga Pradlpika mencionan los periodos de tiempo dentro de los cuales puede llegarse al éxito, en ninguna parte establece Patanjali el tiempo necesario para la unión del alma individual con el Alma Divina Universal. Según él, abhyasa la práctica constante y decidida) y vairagya (La ausencia de deseos) calman y tranquilizan la mente. Patanjali define abhyasa como un esfuerzo de larga duración llevado a cabo devotamente y sin interrupciones, que sienta unos cimientos solidos. 

EI estudio del yoga no es como el trabajo que se realiza para la obtención de un diploma o de un titulo universitario por alguien que busca un resultado favorable dentro de un tiempo fijado. 

Los obstáculos, ensayos, fracasos y tribulaciones en la senda del yoga pueden eliminarse en gran medida can la ayuda de un guru. (La silaba gu significa oscuridad y ru indica luz. Solo es un guru quien elimina la oscuridad y aporta la iluminación.) EI concepto de guru es profundo y cargado de significado. No se trata de un guia ordinario , sino de un profesor espiritual que enseña un modo de vida , y no simplemente como ganarse la vida. Él transmite el conocimiento del Espíritu , y quien recibe tales enseñanzas es un sisya, un discípulo.

Entre guru y sisya se entabla una relación muy especial que trasciende la existente entre padre e hijo, entre marido y mujer o entre amigos. Un guru se halla libre de todo egotismo. Conduce devotamente al sisya hacia su objetivo último sin ninguna apetencia de fama 0 ganancia. Él muestra la senda de Dios y vigila los progresos de su discípulo guiándole a lo largo del camino. Inspira confianza, devoción, disciplina, conocimiento profundo e iluminación a través del amor. Con fe en su alumno , el guru se esfuerza en procurar que aquel asimile 1a enseñanza, y le anima a hacer preguntas y a conocer la verdad mediante el análisis.

Un sisya  debería poseer las cualidades necesarias para una elevada realización y desarrollo. Debe tener confianza, devoción y afecto a su guru. Ejemplo perfectos de la relación entre un guru y su sisya son los de Yama (el dios de la Muerte) y Nachiketa, en la Kathopanisad, y el de Sri Krishna y Arjuna en la Bhagavad Gita. Nachiketa y Arjuna obtuvieron 1a i1uminación gracias a su mente unifocalizada, su gran anhelo y su espíritu investigador. El sisya ha de sentir autentica hambre de conocimiento asi como espíritu de humildad, perseverancia y tenacidad de propósito. No debe acudir al guru por simple curiosidad.  Ha de poseer sraddha (fe dinámica), y no deberá desanimarse si no le es dado alcanzar el objetivo en el tiempo esperado. Requiere una enorme paciencia calmar la mente inquieta que se halla coloreada por las experiencias pasadas y por samskara (residuos acumulaclos de pensamientos y acciones pasadas). 

Sólo con escuchar las palabras del guru no le será posible al sisya asimilar sus enseñanzas. Esto es lo que se desprende de la historia de Indra y Virochana. Indra, rey de los dioses, y Virochana, un príncipe de los demonios, acudieron juntos a su preceptor espiritual, Brahma, a fin de obtener el conocimiento del Ser Supremo. Ambos escucharon las mismas palabras de su guru: pero mientras Indra obtuvo fácilmente la iluminación, Virochana no pudo obtenerla. La memoria de Indra se había desarrollado gracias a su devoción al tema enseñado y a su amor y fe para con el maestro. Se sentía unido a su guru. Estas fueron las razones de su éxito. La memoria de Virochana se había desarrollado solo a través de su intelecto, sin que sintiera devoción alguna por el tema enseñado ni por su preceptor. Siguió siendo lo que era desde un principio: un gigante intelectual. Regreso siendo un escéptico. Indra tenia humildad intelectual, mientras que Virochana estaba poseido de fuerte altivez intelectual que le hacia imaginar como un acto de condescendencia por su parte el acudir a Brahma. El enfoque de Indra era devoto, el de Virochana práctico. A Virochana le motivaba la curiosidad, y buscaba un conocimiento práctico que creía le seria útil para, mas adelante, adquirir poder. 

El sisya ha de atesorar, por encima de todo, amor, moderación y humildad. El amor engendra valor, la moderación crea abundancia y la humildad genera poder. Valor sin amor es brutalidad. La abundancia sin moderación conduce a la excesiva autocomplacencia y a la decadencia. El poder sin humildad alimenta la arrogancia y la tiranía. El autentico sisya es instruido por su guru en un poder que nunca le abandonará, pues con el retorna al Uno Original, a la Fuente de su Ser.

4 may 2012

Chitta viksepa: distracciones y obstáculos

Fuente: "Luz sobre el Yoga" B K S Iyengar

Las distracciones y obstáculos que impiden la prácitca del yoga de los aspirantes son: 
  1. Vyadhi: la enfermedad que perturba el equilibrio físico. 
  2. Styana: la languidez o falta de disposición mental para el trabajo.
  3. Samsaya: la duda o la indecisión.
  4. Pramada: la indiferencia o insensibilidad.
  5. Alasya: la pereza. 
  6. Avirati: la sensualidad, el despertar del deseo cuando los objetos sensoriales poseen la mente. 
  7. Bhranti darsana: el conocimiento falso o no válido, o ilusión.
  8. Alabdha bhumikatva: el fracaso en la consecución de una continuidad de pensamiento o concentración, lo que impide la visión de la realidad. 
  9. Anavasthitattva: la inestabilidad en el mantenimiento de la concentración que se ha obtenido tras una larga práctica. 
B K S Iyengar
Todavía existen, sin embargo, otros cuatro impedimentos: 1) duhkha, el dolor o la desgracia; 2) daurmanasya, la desesperación; 3) angamejayatva, la falta de firmeza en el cuerpo; y 4) svasa-prasvasa, la respiracion inestable. 

Para ganar una batalla, el general hace una exploración del terreno y del enemigo, y planea medidas contrarrestantes. De forma parecida planea el yogui la conquista del Sí-mismo. 

  1. Vyadhi. Adviertase que el primero de los obstáculos es la mala salud o la enfermedad. Para el yogui su cuerpo es el principal instrumento de logro. Si el vehículo se estropea, el viajero no puede seguir adelante. Si el cuerpo no responde por efecto de la mala salud, el aspirante poco puede lograr. La salud física es importante para el desarrollo mental, pues normalmente la mente funciona a través del sistema nervioso. Cuando el cuerpo se halla enfermo o el sistema nervioso afectado, la mente se torna inquieta o permanece embotada e inactiva, y la concentración o la meditación resultan imposibles. 
  2. Styana. Una persona afectada de languidez carece de meta, de rumbo a seguir y de entusiasmo. Su mente y su intelecto se embotan por la inactividad, y sus facultades se oxidan. El constante fluir mantiene puro el torrente que desciende del monte, mientras que en el agua estancada en una zanja nada bueno puede florecer. Un ser apático es como un cadáver viviente, pues es incapaz de concentrarse en nada. 
  3. Samsaya. El ignorante, el falto de fe y el indeciso se destruyen a sí mismos. ¿Cómo van ellos a gozar de este mundo o del próximo o a disfrutar de felicidad alguna? Quien busca debe tener fe en sí mismo y en su maestro. Ha de confiar en que Dios está siempre a su lado y ningún mal puede alcanzarle. Cuando la fe brota en el corazón, destierra de él la lujuria, la malicia, la pereza mental, la jactancia espiritual y la duda, y así, libre de todos estos impedimentos, el corazón permanece sereno y tranquilo. 
  4. Pramada. La persona que padece pramada se halla imbuida de su propia importancia, carece de humildad y cree que sólo ella es sabia. Indudablemente conoce lo que es correcto y lo que no, pero permanece indiferente con respecto a lo correcto, y escoge lo placentero. A fin de satisfacer sus pasiones egoístas y sus sueños de gloria personal, sacrificará deliberadamente y sin escrúpulos a todo aquel que se interponga en su camino. Tal persona es ciega a la gloria de Dios y sorda a Su palabra. 
  5. Alasya. Para vencer el obstáculo de la pereza es necesario un inagotable entusiasmo (virya). La actitud de un aspirante es similar a la de un enamorado: siempre anhelante por unirse a la amada pero sin dar nunca pie a la desesperación. La esperanza ha de ser su escudo, y el valor su espada. Debe hallarse libre de odio y de pena. Con fe y entusiasmo logrará vencer la inercia del cuerpo y de la mente. 
  6. Avirati. Es el ansia tremenda de objetos sensoriales que surge una vez que éstos han sido concientemente abandonados; y que tan dura resulta de reprimir. Sin hallarse atado a ellos, el yogui pretende a disfrutarlos con ayuda de los sentidos, sujetos éstos totalmente a su dominio. Mediante la práctica de pratyahara consigue liberarse del apego y emanciparse del deseo, con lo que halla contento y sosiego. 
  7. Bhranti darsana. Una persona afectada de falso conocimiento padece de engaño y cree que sólo ella ha visto la Luz Verdadera. Posee un poderoso intelecto pero carece de humildad y alardea de sabiduría. Si permanece en compañía de grandes almas, y guiada por ellas, logra establecerse firmemente en la senda recta y supera su flaqueza. 
  8. Alabdha bhumikatva. Al igual que un montañero fracasa en su intento de alcanzar la cima por falta de fuerzas, así también la persona que no puede superar su incapacidad de concentración es incapaz de hallar la realidad. Puede haber tenido atisbos de ella, mas no puede verla claramente. Es como el músico que en sueños ha percibido divinos sones pero es incapaz de evocarlos despierto y no puede reproducir el sueño. 
  9. Anavasthitattva. El individuo afectado de anavasthitattva ha llegado tras un duro esfuerzo a obtener una perspectiva de la realidad. Dichoso y enorgullecido de sulogro, se vuelve flojo en su práctica (sadhana). Pose pureza y un gran poder de concentración y ha llegado a la encrucijada final de su búsqueda. Incluso en este último estadio resulta esencial el empeñó continuo y segui la senda con infinita paciencia y firme perseverancia, sin mostrar nunca flojeza alguna que entorpezca el avance por el camino de la realización de Dios. Habrá de esperar hasta que la Gracia Divina descienda sobre él. En la Kathopanisad se nos dice: "El Sí-mismo no se realiza mediante el estudio o la instrucción; ni por la sutileza del intelecto; ni por el mucho aprendizaje; sino sólo en aquél que anhela por Él, y a quien Él escoge. En verdad a éste el Sí-mismo le revela Su verdadera esencia."
Para superar los obstáculos y obtener una felicidad pura y completa, Patañjali ofrece diversos remedios. El mejor de ellos es el remedio cuádruple de: maitri (benevolencia), karuna (compasión), mudita (deleite) y upeksa (indiferencia). 

  1. Maitri no es mera benevolencia, sino también un sentimiento de unidad con el objeto de benevolencia (atmiyata). Una madre experimenta una intensa alegría ante los éxitos de sus hijos por razón de atmiyata, este sentimiento de unidad. Patañjali recomienda maitri para obtener sukha (felicidad o virtud). El yogui cultiva maitri y atmyata para el bien, transformando a los enemigos en amigos, sin malicia para con nadie. 
  2. Karuna no es unicamente mostrar piedad o compasión y derramar lágrimas desesperanzadas ante la desgracia (duhkha) ajena. Es compasión unida a una acción devota por aliviar la desdicha de los afligidos. El yogui hace uso de todos sus recursos -físicos, económicos, mentales o morales- para aliviar el dolor y el sufrimiento de otros. Comparte su fuerza con los débiles hasta hacerlos fuertes, su coraje con los tímidos hasta que se vuelven valientes con su ejemplo. Rechaza la máxima de que "sobreviven sólo los más aptos" y, en cambio, hace que los débiles sean lo bastante fuertes para sobrevivir. Se convierte en el asilo de todos. 
  3. Mudita es un sentimiento de agrado ante la labor bien realizada (punya) por otra persona, aunque sea un rival. A través de mudita el yogui se libra de muchas desazones, al no mostrar irritación, aversión o celos para con otro que ha alcanzado el fin perseguido y que él no ha podido lograr. 
  4. Upeksa no es asimismo un mero sentimiento de desdén o desprecio para con la persona que ha caído en el vicio (apunya) o bien de indiferencia o superioridad con respecto a ella, sino un autoexamen exploratorio acerca de cómo habríamos acutado ante las mismas tentaciones. Es, asimismo, un examen de hasta qué punto uno es responsable del estado en que el infortunado ha caído y un intento de devolverlo al camino recto. El yogui comprende las faltas de los demás viéndolas y estudiándolas primero en sí mismo. Este autoestudio le enseña a ser caritativo con todos. 
El significado profundo del cuádruple remedio de maitri, karuna, mudita y upeksa no puede ser percibido por un espíritu agitado. Mi experiencia me ha llevado a la conclusión de que, para el hombre o la mujer corrientes de todas las comunidades del mundo, el camino para lograr la quietud de la mente es trabajar con determinación dos de los ocho estadios del yoga mencionados por Patañjali, a saber asana y pranayama

La mente (manas) y la respiración (prana) se hallan intimamente conectadas, y la actividad o el cese de la actividad de una afecta a la otra. De ahí que Patañjali recomendara el pranayama (control rítmico de la respiración) para obtener la serenidad mental y la paz interior. 

2 may 2012

Chitta Vrtti: las causas de modificaciones en la mente

Fuente: "Luz sobre el Yoga" de B K S Iyengar

B K S Iyengar
Patañjali registra en sus Yoga Sutras cinco clases de chitta vrtti, creadoras de placer y dolor. Éstas son: 

1. Pramana (un modelo o ideal), por el cual la mente mide o conoce las cosas y valores, y que el hombre acepta por: a) evidencia directa, como es el caso de la percepción (pratyaksa); b) inferencia (anumana); c) testimonio o palabra de una autoridad aceptable cuando la fuente del conocimiento ha sido comprobada como segura o digna de confianza (agama).

2. Viparyaya (una visión que se demuestra errónea tras ser sometida a estudio). Ejemplos de viparyaya serían un diagnóstico médico equivocado basado en hipótesis falsas, o la primitiva teoría astronómica según la cual el Sol daba vueltas alrededor de la Tierra. 

3. Vikalpa (la fantasía o imaginación que se apoya en la mera expresión verbal, sin basarse en los hechos). Un mendigo puede sentirse feliz al  imaginarse derrochando millones mientras que el avaro rico puede morir de hambre por creerse pobre. 

4. Nidra (la experiencia del dormir), en la cual se dan una ausencia de ideas y experiencias. Cuando un hombre se halla profundamente dormido, no recuerda su nombre, su familia, su posición social, su conocimiento, su saber, ni siquiera su propia existencia. Cuando al dormir un hombre se olvida de sí mismo, despierta descansado; pero si un pensamiento perturbador irrumpe en su mente en el momento de dormirse, no descansará como es debido. 

5. Smrti (la memoria, la retención de las impresiones de objetos que un ha experimentado). Hay gente que vive en el pasado, aunque el pasado se quede ya a su espalda. Sus recuerdos, felices o tristes, los retienen encadenados al pasado y no pueden romper sus ataduras. 

Patañjali enumera cinco causas de chitta vrtti, creadoras de dolor (Klesa). Son:

1. Avidya (la ignorancia o el desconocimiento).
2. Asmita (el sentido de individualidad que limita a una persona y la distingue de un grupo, pudiendo ser físico, mental, intelectual o emocional). 
3. Raga (el apego o pasión).
4. Dvesa (la aversión o repulsión).
5. Abhinivesa (el amor o ansia por la vida, asimiento instintivo a la vida terrenal y al goce corporal; temor a ser separado de todo ello por la muerte). 

Estas causas de dolor permanecen sumergidas en la mente del sadhaka (aspirante o buscador); son como esos iceberg cuyas cabezas apenas afloran en lo mares polares. Hasta que no son concienzudamente controladas y erradicadas, no puede haber paz. El yogui aprende a olvidar el pasado y no piensa en el mañana. Vive el eterno presente.

Al igual que la brisa agita la superficie de un lago provocando la distorsión de las imágenes que en él se reflejan, así también las chitta vrtti alteran la paz de la mente. Las aguas mansas de un lago reflejan la belleza que las circunda. Cuando la mente se halla en calma, la belleza del Sí-mismo aparece reflejada en ella. El yogui aquieta su mente mediante el estudio constante y la liberación de su ser de todo deseo. Los ocho estadios del yoga le enseñan el camino.