Mostrando entradas con la etiqueta Patanjali. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Patanjali. Mostrar todas las entradas

24 may 2020

Yoga: La Ciencia del Alma, Osho. Vol. I: parte I, Introducción al yoga



Yoga:

La Ciencia del Alma,

Vol. I
Autor : Osho. 1974.

Discursos sobre los Yoga Sufras de Patanjali,
recopilados en diez volúmenes. Bombay, India



Capítulo 1

Introducción al Yoga


I

Ahora, la disciplina del Yoga.

II

Yoga es la cesación de la mente

III

Entonces el testigo está asentado en sí mismo.

IV

En los demás estados existe una identificación con las modificaciones de la mente.


Vivimos en una profunda ilusión, la ilusión de la esperanza, del futuro, del mañana. El hombre, tal y como es no puede existir sin autoengañarse. Nietzsche dice en algún lugar que el hombre no puede vivir con lo real: necesita sueños, necesita ilusiones, necesita mentiras para existir. Y Nietzsche está en lo cierto. Tal y como es el hombre, no puede existir con la verdad. Esto se ha de entender completamente porque sin entenderlo no se puede entrar en la indagación llamada Yoga.







La mente ha de ser comprendida en profundidad; la mente que necesita mentiras, la mente que necesita ilusiones, la mente que no puede coexistir con lo real, la mente que necesita de los sueños. No solamente estás soñando durante la noche; incluso despierto, estás soñando continuamente. Puedes estar mirándome, puede que me estés escuchando, pero en tu interior discurre una corriente de sueños. Continuamente la mente está creando sueños, imágenes, fantasías.


Los científicos aseguran ahora que un hombre puede vivir sin dormir, pero que es incapaz de vivir sin soñar. En los tiempos antiguos se suponía que el dormir era una necesidad, pero ahora la investigación moderna asegura que el dormir no es necesario. Dormir es necesario en tanto que te permite soñar. El soñar es lo necesario. Si no se te deja soñar pero sí dormir, por la mañana no te sentirás ni fresco, ni vivo. Te sentirás cansado como si no hubieras podido conciliar el sueño.


La noche tiene períodos, períodos de sueño profundo y períodos de sueños. Existe un ritmo; de la misma manera que el día y la noche, hay un ritmo. Al comienzo caerás en el sueño profundo durante unos cuarenta o cuarenta y cinco minutos. Luego empieza la fase del soñar; entonces sueñas. Luego, de nuevo, el sueño sin sueños; luego otra vez el soñar. Toda la noche sigue así. Si se te molesta en tu sueño cuando estás durmiendo profundamente sin soñar, por la mañana no echarás nada en falta, pero si mientras estás soñando, tu sueño es alterado, entonces por la mañana te sentirás completamente cansado y exhausto.


Hoy en día esto puede ser comprobado desde el exterior. Si alguien está durmiendo, tú puedes juzgar si está soñando o está dormido. Si está soñando, sus ojos se estarán moviendo continuamente, como si estuviera viendo algo con los ojos cerrados. Cuando está profundamente dormido, sus ojos estarán inmóviles, no se moverán. De modo que si mientras tus ojos se están moviendo tu sueño es alterado, por la mañana te sentirás cansado. Cuando los ojos están inmóviles, tu sueño sí puede ser alterado. Por la mañana no te sentirás mal.


Muchos investigadores han demostrado que la mente humana se alimenta de sueños; el soñar es una necesidad, y el soñar es un autoengaño absoluto. Y no ocurre solamente así por la noche. Mientras estás despierto, lo mismo se va repitiendo; incluso durante el día puedes comprobarlo. A veces habrá sueños flotando en la mente; a veces no habrá sueños.


Cuando estén los sueños, estarás haciendo algo, pero estarás ausente. Por dentro estarás ocupado. Por ejemplo, tú estás aquí. Si tu mente atraviesa un estado de ensoñación, me estarás oyendo sin escucharme en absoluto, porque tu mente estará ocupada por dentro. Si no estás en un estado de ensoñación, solamente entonces podrás escucharme.


De día, de noche, la mente se desplaza desde la ausencia de sueños al soñar, y luego del soñar a la ausencia de sueños. Es un ritmo interior. Y no solamente estamos soñando continuamente; en la vida estamos proyectando esperanzas en el futuro.


El presente es, casi siempre, un infierno. Puedes seguir en él sólo gracias a la esperanza que has proyectado en el futuro. Eres capaz de vivir el hoy gracias al mañana. Estás esperando que algo suceda mañana; que mañana se abran las puertas del Paraíso. Nunca se abren hoy y cuando el mañana llegue nunca llegará como el mañana, llegará como el hoy, pero para entonces tu mente ya se habrá movido de nuevo. Siempre estás yendo delante de ti mismo; esto es lo que significa soñar. No eres uno con lo real, con lo cercano, con lo que está aquí y ahora; estás en alguna otra parte, yendo por delante, saltando hacia delante.


Y a ese mañana, a ese futuro, le has dados numerosos nombres. Unos lo llaman cielo, otros lo llaman moksha, pero siempre está en el futuro. Uno piensa en términos de riqueza, pero esa riqueza está en el futuro. Otro piensa en el Paraíso, y ese Paraíso llegará después de que hayas muerto, muy lejos, en el futuro. Desperdicias tu presente por eso que no existe; esto es lo que significa soñar. No eres capaz de estar aquí y ahora. Estar simplemente en el presente parece ser difícil.


Puedes vivir en el pasado porque, de nuevo, eso es soñar: recuerdos, memorias de cosas que ya no existen. O puedes vivir en el futuro, lo cual es proyectar, lo cual es, otra vez, crear algo desde el pasado. El futuro no es más que el pasado proyectado de nuevo, con más colorido, más hermoso, más placentero, pero es el pasado refinado.


No puedes pensar en nada más que en el pasado. El futuro no es nada más que el pasado proyectado de nuevo, y ambos no existen. El presente existe, pero nunca estás en el presente. Esto es lo que significa soñar. Y Nietzsche, está en lo cierto cuando dice que el hombre no es capaz de vivir con la verdad. Necesita mentiras, vive a través de las mentiras. Nietzsche dice que seguimos diciendo que deseamos la verdad, pero nadie la quiere. Nuestras mal llamadas verdades no son más que mentiras, hermosas mentiras. Nadie está dispuesto a contemplar la realidad desnuda.



Esta mente no puede entrar en el camino del Yoga, porque Yoga significa una metodología para revelar la Verdad. El Yoga es un método para llegar a una mente sin ensueños. El Yoga es la ciencia del aquí y ahora. El Yoga significa que ahora estás dispuesto a no desplazarte al futuro. El Yoga significa que estás dispuesto a no tener esperanzas, a no saltar por delante de tu ser. El Yoga significa encarar la realidad tal y como es.



Por eso uno puede entrar en el Yoga, o en el camino del Yoga, solamente cuando está absolutamente frustrado con su mente tal y como es. Si aún esperas alcanzar algo a través de tu mente, el Yoga no es para ti. Se necesita una total frustración; la revelación de que esta mente que proyecta es inútil, de que la mente que espera no tiene sentido; no te conduce a ninguna parte. Simplemente vela tus ojos, te intoxica, no permite que la realidad te sea revelada. Te protege frente a la realidad.


Tu mente es una droga. Está en contra de Eso-que-Es. De modo que, a menos que estés absolutamente frustrado con tu mente, con tu forma de ser, con lo que has sido hasta ahora, sólo si puedes abandonar todo eso sin condiciones, entonces podrás entrar en el camino.



Por eso es que muchos se interesan, pero muy pocos entran, porque tu interés puede que sea solamente debido a tu mente. Ahora puedes estar esperando ganar algo a través del Yoga, pero la motivación de lograr algo está ahí. Puedes volverte perfecto mediante el Yoga, puede que alcances el feliz estado del ser perfecto, puede que te unifiques con el Brahman, puede que alcances el sat-chit-anand. Esta puede ser la causa de que estés interesado en el Yoga. Si éste es el motivo, entonces no habrá encuentro entre tú y el camino del Yoga. Entonces estás absolutamente en su contra, moviéndote en una dirección totalmente opuesta.



Yoga significa que ahora no hay esperanzas, que ahora no hay futuro, que ahora no hay deseos. Uno está dispuesto a conocer Eso-que-Es. Uno no está interesado en lo que pudiera ser, en lo que debería ser, o en lo que debiera ser. ¡No se está interesado en eso! Uno está interesado solamente en lo que es, porque sólo lo real puede liberarte, solamente la realidad puede ser la liberación.



Se requiere un desespero total. Ese desespero es llamado dukka por Buda. Y si te encuentras realmente sumido en el sufrimiento, no tengas esperanzas, porque tus esperanzas lo único que harán será prolongar ese sufrimiento. Tu esperanza es una droga. Solamente puede ayudarte a llegar a la muerte y a ninguna otra parte. Todas tus esperanzas solamente pueden conducirte a la muerte. Te están conduciendo ya.


Abandona toda esperanza, todo futuro, toda ilusión. Es difícil. Hace falta valor para encarar lo real. Pero ese instante le llega a todo el mundo, antes o después. A todo ser humano le llega un momento en que se siente en total abandono. Todo carece de sentido para él. Y cuando toma conciencia de que todo cuanto hace es inútil, que vaya donde vaya no va a ninguna parte, que toda la vida no tiene sentido, de repente, la esperanza desaparece, el futuro desaparece y por primera vez se sintoniza con la Existencia, por primera vez te encaras con la realidad.


A menos que ese instante te llegue... puedes seguir practicando asanas, posturas; eso no es yoga. El Yoga es un giro hacia adentro. Es un giro de ciento ochenta grados. Cuando dejas de moverte en el futuro, cuando no vas hacia el pasado, entonces empiezas a moverte hacia tu propio interior porque tu ser está aquí y ahora, no en el futuro. Estás presente aquí y ahora; puedes penetrar esta realidad. Pero en este caso, la mente ha de estar aquí.


Este instante es el indicado por el primer sutra de Patanjali. Antes de que hablemos sobre el primer sutra, hemos de entender algunas cosas más. Primero, el Yoga no es una religión; recuerda esto. El Yoga no es hindú, ni es musulmán. El Yoga es pura ciencia, como las Matemáticas, como la Física o la Química. La Física no es cristiana, la Física no es budista. Aunque los cristianos hayan descubierto las 'leyes físicas, la Física no es cristiana. Es un accidente el que las leyes de la Física hayan sido descubiertas por cristianos. La Física sigue siendo simplemente una ciencia. El Yoga es una ciencia; es un hecho accidental el que los hindúes la descubrieran. No es hindú. Es pura matemática del ser interior. Por esto un musulmán puede ser un yogui, un cristiano puede ser un yogui, un jaino, un baudha, puede ser un yogui.


El Yoga es ciencia pura y Patanjali es la figura más relevante en el mundo del Yoga. Este hombre es singular. No hay otro comparable con Patanjali. Por primera vez en la historia de la Humanidad, este hombre elevó a la religión al nivel de ciencia, hizo de la religión una ciencia, simples leyes; no se necesita creencia alguna.


Las mal llamadas religiones necesitan creencias. No hay otras diferencias entre una y otra religión: la diferencia solamente es de creencias. Un musulmán tiene ciertas creencias, un hindú otras, un cristiano otras. La diferencia es de creencias. El Yoga no contiene ninguna creencia, el Yoga no dice que se tenga que creer en nada. El Yoga dice que lo experiencies (*). Del mismo modo que la ciencia dice que experimentes, el Yoga dice que lo experiencies. El experimentar y el experienciar son lo mismo, pero sus sentidos son diferentes. Experimentar quiere decir algo que puedes hacer en relación al exterior; experienciar significa algo que puedes hacer interiormente. El experienciar es un experimento interno.
(* N. del T.- En inglés en el original, "to experience", sin traducción exacta al castellano y distinto de "to experiment "= "experimentar".)


La ciencia dice: no creas, duda tanto como puedas. Pero tampoco tengas creencias en contra porque el ir contra algo es, de alguna forma, una clase de creencia. Puedes creer en Dios, puedes creer en el concepto de no-Dios. Puedes decir que Dios existe con una actitud fanática; puedes decir exactamente lo contrario -que Dios no existe- con el mismo fanatismo. Los teístas, los ateos, todos son creyentes, y la creencia no pertenece al plano de la ciencia. "Ciencia" quiere decir experimentar algo, eso que existe por sí mismo; no se necesita de ninguna creencia. Por esto, lo segundo que has de recordar es que el Yoga es existencial, experimental, experiencia!. No se requiere ninguna creencia, no se necesita de fe alguna; solamente el valor de experienciar. Y de eso es de lo que se carece. Eres capaz de creer con facilidad porque con el creer no vas a ser transformado. La creencia es algo añadido, algo superficial; tu ser no es cambiado, no pasas a través de ninguna mutación. Puede que seas hindú y al día siguiente te conviertas en cristiano. Simplemente cambias, cambias el Gita por la Biblia. Puedes cambiado por el Corán, pero el hombre que ensalzaba el Gita y que ahora ensalza la Biblia, es el mismo. Solamente sus creencias han cambiado.


Las creencias son como los vestidos. No se transforma nada substancial; permaneces siendo el mismo. Disecciona un hindú, disecciona un musulmán; por dentro son lo mismo. El acude a un templo; el musulmán aborrece el templo. El musulmán acude a la mezquita y el hindú aborrece la mezquita, pero por dentro son el mismo ser humano.



Creer es fácil porque no se te pide que hagas nada; solamente es un vestido superficial, un decorado. Algo que puedes dejar de lado cuando quieras. El Yoga no es una creencia. Por eso es difícil, arduo, y a veces parece imposible. Es un enfoque existencial. Llegarás a la Verdad, pero no a través de la creencia, sino a través de tu propia experiencia, a través de tu propia realización. Eso significa que tendrás que ser totalmente cambiado. Tus puntos de vista, tu modo de vida, tu mente, tu psique, han de ser aniquilados por completo tal como son. Se ha de crear algo nuevo. Solamente con eso nuevo te pondrás en contacto con la realidad.


Por eso el Yoga es ambas cosas: una muerte y una nueva vida. Has de morir a lo que eres y a menos que mueras no podrás renacer de nuevo. Lo nuevo está escondido en tu interior. Eres solamente su semilla y la semilla debe caer y ser absorbida por la tierra. La semilla ha de morir; solamente entonces lo nuevo brotará de ti. Tu muerte se convertirá en tu nueva vida. El Yoga es ambas cosas: una muerte y un nuevo nacimiento. A menos que estés dispuesto a morir, no podrás renacer. Por eso, no es cuestión solamente de cambiar de creencias.


El Yoga no es una filosofía. Afirmo que no es una religión, afirmo que no es una filosofía. No es algo sobre lo que puedas pensar. Es algo que tendrás que ser; el pensar no te servirá de nada. El pensar ocurre en tu cabeza, no está en las raíces de tu ser, no es tu totalidad. Es simplemente una parte, una parte funcional; puede ser adiestrada. Y puedes argumentar con lógica, puedes pensar racionalmente, pero tu corazón seguirá siendo el mismo. Tu corazón es tu centro más profundo; tu cabeza es solamente un ramal. Puedes vivir sin cabeza; no puedes vivir sin corazón. Tu cabeza no es la base.


El Yoga se ocupa de la totalidad de tu ser, de tus raíces. No es algo filosófico. Por eso con Patanjali no vamos a pensar ni a especular. Con Patanjali trataremos de conocer las supremas leyes del ser, las leyes de la transformación, las leyes de cómo morir y cómo renacer de nuevo, las leyes de un nuevo orden del ser. Por eso lo llamo ciencia.



Patanjali es singular. Es un Iluminado como lo son Buda, Krishna,
Cristo, Mahavira, Mahoma, Zarathustra, pero es diferente en un aspecto.
Buda, Krishna, Mahavira, Zarathustra, Mahoma, ninguno tuvo una actitud
científica. Son grandes fundadores de religiones, cambiaron por completo
el modelo de la mente humana y su estructura, pero su enfoque no es
científico.


Patanjali es como un Einstein en el mundo de los Budas. Es un
fenómeno. Fácilmente pudo haber ganado el premio Nobel como Einstein,
o Bohr, o Max Planck, o Heisenberg. Tiene la misma actitud, el mismo
enfoque de una mente rigurosamente científica. No es un poeta; Krishna
es un poeta. No es un moralista; Mahavira es un moralista. Básicamente
es un científico y piensa en términos de leyes y llegó a deducir las leyes
absolutas del ser humano, la estructura suprema del funcionamiento de la
mente humana y de la realidad.



Y si sigues a Patanjali descubrirás que es tan exacto como una
fórmula matemática. Simplemente haz lo que dice y llegará el resultado. El
resultado tendrá que llegar; es como dos más dos: suman cuatro. Es como
si calientas agua hasta los cien grados y se evapora. No se necesita
creencia alguna; simplemente hazlo y lo verás. Es algo que hay que hacer
y ver. Por eso digo que no hay comparación; nunca ha existido sobre esta
Tierra un hombre como Patanjali.



Puedes encontrar poesía en los dichos de Buda; está allí. Muchas
veces mientras Buda se expresaba, era poético. El reino del éxtasis, el
reino del saber supremo es tan hermoso, que la tentación de ser poético
es mucha; la belleza es tal, la felicidad es tal, que uno empieza a
expresarse en lenguaje poético.



Pero Patanjali se resiste a esto. Es muy difícil. Nadie ha sido capaz de
resistirse. Jesús, Krishna, Buda, todos se volvieron poetas. El esplendor, la
belleza, cuando explota en tu interior provoca que te pongas a bailar, que
empieces a cantar. En ese estado eres como un enamorado que se ha
enamorado del universo entero.


Patanjali resiste eso. No empleará la poesía, ni siquiera empleará un sólo símbolo poético. No tratará nada poéticamente, no hablará en términos de belleza. Hablará en términos matemáticos. Será exacto y te proporcionará máximas. Esas máximas son indicaciones sobre lo que hay que hacer. El no estallará en éxtasis, no dirá cosas que no puedan ser dichas, no intentará lo imposible. Solamente establecerá las bases, y si sigues esas bases llegarás a la cumbre que está más allá. Es un matemático riguroso.


22 mar 2020

Introduccion a los Yoga sutras de Patanjali, parte I. Por Swami Satyananda Saraswati

Del libro "Four chapters on freedom"



Estructrua del texto



Este libro es un comentario de los Yoga Sutras, una escritura de 196 sutras (versos) escritos por el sabio Patanjali. En inglés el texto se puede llamar "Versos sobre Yoga", pero en realidad la palabra sutra significa "hilo". La palabra implica que las palabras escritas transmiten un pensamiento continuo subyacente, las variadas ideas se conectan juntas como las piedras de un mala (rosario hindú) para formar una filosofía completa. 



La escritura también es llamada Yoga Darshana, que a groso modo se puede traducir como "Filosofía del Yoga", pero en realidad la palabra darshana tiene un significado mucho mas profundo. Literalmente, significa "ver". La palabra deriva de drish, que significa "ver" y está relacionada a la palabra drashta, "el que ve". Darshana es el proceso de ver a través del yoga, pero eso no significa mirar con los ojos, tampoco con  algún otro sentido en el mundo externo. Significa mirar algo mas allá de los sentidos y mas allá de la mente. Es un proceso de ver con los ojos y los demás sentidos cerrados, y con la mente bajo total control. Yoga Darshana es un método de percepción mas elevada, es un medio "para ver lo invisible" o "para ver con visión espiritual".





La escritura es reconocida como el texto mas preciso y científico que se haya escrito sobre yoga. Está dividido en cuatro capítulos: 



1. Samadhi Pada

Capítulo sobre el samadhi consiste en 51 versos. Este capítulo trata los siguientes temas:

Definicion de yoga

Propósito del yoga

Vritti (modificaciones mentales)

Práctica y desapego
Samprajnata y asamprajnata samadhi
Medios para lograr experiencia
Ishwara (pura conciencia)
Aum
Obstáculos en el progreso
Métodos de armonización de la mente
Sabeeja y nirbeeja samadhi

2. Sadhana Pada
Capítulo sobre la práctica consiste en 55 versos. Discute los siguientes temas:
Klesha (tensiones fundamentales de la vida)
Eliminación de los klesha
Propósito de destruir klesha
El conocedor y lo conocido
Conciencia y falta de conciencia
El camino hacia prajna (conocimiento intuitivo)
Los ocho miembros  del yoga de Patanjali
Yama (código social)
Niyama (código personal)
Método para controlar los pensamientos negativos
Resultados de perfeccionar yama y niyama
Asana (posición de sentado)
Pranayama (control del prana)
Pratyahara (retirada de los sentidos)

3. Vibhooti Pada
Capítulo sobre los poderes psíquicos consiste en 56 versos. Trata los siguientes temas:
Dharana (concentración)
Dhyana (meditación)
Samadhi (superconciencia)
Samyama (concentración, meditación y samadhi)
Parinama (transformación de la conciencia)
Naturaleza de la apariencia externa
Poderes psíquicos

4. Kaivalya Pada
Capítulo sobre la unicidad consiste en 34 versos. Trata los siguientes temas:
Medios para obtener poderes psíquicos
Causa de la individualidad
El individuo y la mente cósmica
Karma (acciones y pensamientos predestinados)
Unidad de todas las cosas
Teoría de la percepción
La mente como un instrumento inconciente
El camino hacia kaivalya
Kaivalya



Todos los versos están en una secuencia metódica; cada uno tiene su lugar por un propósito especifico. El sabio Patanjali se mueve de un verso al siguiente, de un tema a al siguiente, con lógica impecable. 


Cada palabra sánscrita tiene un significado exacto en el contexto de la escritura. Algunas palabras técnicas son definidas con precisión dentro del texto mismo. Esto minimiza los malentendidos y confusiones que puede surgir  a través de palabras que cambian su significado coloquial con el correr del tiempo. Alguna palabras no tienen un equivalente exacto en ingles; a veces dos o mas palabras sánscritas tiene el mismo significado literal en inglés, pero tienen implicaciones muy diferentes en el contexto de la práctica de yoga y la experiencia. La traducción ha superado estos problemas al tiempo que conserva el significado y el flujo.


El texto es una obra maestra de brevedad y claridad. El sabio Patanjali ha eliminado todas las palabras innecesarias por las siguientes razones. 
  • Para permitir la memorización fácilmente por los discípulos; recuerden, no había imprentas en aquel tiempo.
  • Para permitir que los versos sean objeto de indagación; muchas palabras serian confusas
  • Para prevenir mala cita y mala interpretación.

Aunque breve al máximo, los versos contienen la esencia del yoga de Patanjali del principio al fin, pues contienen un máximo de información en un mínimo de palabras. 


Los versos son pura poesía combinada con sublime precisión científica. Para obtener el mejor entendimiento de este libro, sugerimos que primero leas con cuidado tanto los versos como los comentarios juntos, luego lentamente lee los versos solos, uno tras otro. Esto te permitirá seguir la increíble secuencia y fluidez de la exposición del sabio Patanjali. 



Definición

El sabio Patanjali llamó a su sistema yoga. No le dio un titulo especifico para diferenciarlo de otro camino de yoga. Sin embargo, desde el tiempo que se escribieron los Yoga sutras, su método ha sido llamado Patanjali yoga -el yoga del sabio Patanjali.


Patanjali yoga es ampliamente identificado como el mismo raja yoga, el camino real del yoga. Nosotros, sin embargo, preferimos definir el yoga de Patanjali como un sistema específico dentro del amplio sistema del raja yoga. De acuerdo con nuestra definición, raja yoga incluye los siguientes sistemas:





  • Kundalini yoga, también llamado laya yoga
  • Kriya yoga
  • Mantra yoga
  • Dhyana yoga como es descripto en el Bhagavad Gita
  • Patanjali yoga


Raja yoga (incluyendo el yoga de Patanjali) es la ciencia de la mente. En vez de explorar el mundo exterior como otras ciencias, raja yoga se ocupa en explorar el mundo interno y desatar el poder y conocimiento que está contenido dentro nuestro. Es la ciencia de la disciplina mental e incluye varios métodos para hacer a la mente aguda. El sabio Patanjali mismo define su método de yoga como "la eliminación de las fluctuaciones de la mente". Nosotros preferimos llamar a la mente "la punta visible de la conciencia pura", que abarca las capas conscientes, subconscientes e inconscientes del ser. Por consiguiente, traducimos la definición de Patanjali como sigue: "Yoga es el control de los patrones de la conciencia".


Específicamente, Patanjali yoga es el sistema que consiste en ocho etapas: yama, niyama, asana, pranayama, pratyahara, dharana, dhyana y samadhi. Por eso es reconocido como ashtanga yoga, el yoga de las ocho etapas. 







Las bases y fecha de los Yoga Sutras


Una tradición dice que Hiranyagarbha (Brahma) formuló los Yoga sutras. Puede ser, pero para simplificar podemos decir que los formuló a través de un hombre llamado Patanjali.

Algunos expertos dice que el sabio Patanjali vivió en el cuarto siglo AD; otros dicen en el 50 AD, algunos dicen que vivió en el 400 DC e incluso hay quienes dicen que existió hace 5000 años. Una fecha ampliamente aceptada aunque incierta es aproximadamente 400 años antes de Cristo. Esta fecha es estimada por varios métodos. Un método es comparar las prácticas y filosofía de los Yoga Sutras con aquellas que se hallaban en otros textos, tales como anteriores Upanishads y las escrituras de Samkhya y Budismo. La principal falla es que no se puede determinar una fecha confiable de los antiguos textos. Ademas no podemos decir realmente quien influenció a quien y que texto fue primero. También, una escritura no tiene porque estar ligada a la época de un sistema filosófico; una escritura puede ser escrita cientos de años después de su formulación, desarrollando y proliferando una filosofía especifica.



Un hombre llamado Patanjali parece haber escrito dos o tres textos en sánscrito sobre gramática y medicina, llamados Mahabhashya y Charakapratisanskrita. No se puede saber con certeza si fue el mismo Patanjali que escribió los Yoga Sutras. Si fue él, entonces sería que los Yoga Sutras fueron escritos aproximadamente al mismo tiempo o un poco después de la existencia de Buddha y del gran gramático Panini, eso es aproximadamente 500 años después de Cristo.



La base de los Yoga Sutras es con certeza la filosofía Samkhya, la cual se dice que ha sido formulada por el rishi Kapila. Este sistema existe desde antes de que surgiera el Budismo; de hecho, el Buddha mismo estudió Samkhya en un ashram llamado Alarkalam tempranamente en sus estudios para la iluminación. Samkhya era una filosofía muy popular en ese tiempo en India. El sistema Samkhya prescinde de todas las teorías sobre Dios; dice que la existencia o no existencia de Dios es irrelevante para la sadhana personal, la práctica espiritual. Buddha decía lo mismo, él no enseñó a creer en Dios ni a no creer. En este aspecto la influencia del Samkhya en las enseñanzas de Buddha es clara. El sabio Patanjali por otra parte, difiere tanto del Samkhya como del Budismo e introduce el concepto de Dios, pero lo hace de manera inteligente y como un poderoso medio en la sadhana de aquellos que se inclinan hacia el camino del bhakti yoga. Ninguna de esta información está ligada a determinar la fecha de los Yoga sutras.


Algunos dicen que el sabio Patanjali fue influenciado por el Jainismo, otros dicen que él influenció al Jainismo. Se dice que el Budismo está en parte basado en los Yoga sutras, mientras otros dicen que Patanjali basó la mayoría de su texto en las creencias y prácticas Budistas. Es probablemente un poco de ambos casos, ya que ningún sistema se desarrolla aislado.Todos y cada uno de los sistemas ha sido influenciado por sistemas previos y contemporáneos.



Cada persona con algún conocimiento sobre Budismo puede ver claramente semejanzas cercanas entre las enseñanzas de Buddha y Patanjali, especialmente en las reglas básicas como yama y niyama y en los conceptos filosóficos básicos, pero no se sabe si los Yoga Sutras aparecieron antes o después de Buddha. La influencia de los Yoga sutras puede observase claramente en textos Budistas posteriores como el Vishuddi Magga, pero aún así esto no es prueba para establecer la fecha de los yoga sutras.



Es interesante notar que el sabio Patanjali no citó directamente o hizo referencia a ningún otro texto. De aquí podríamos pensar que fueron formulados antes de muchas bien conocidas escrituras y sistemas religiosos de India. Por otra parte, el lenguaje usado en los Yoga sutras es posterior al usado en el tiempo de Buddha. Esto parece fijar de manera concluyente en la fecha ampliamente aceptada de aproximadamente 400 AC, pero nuevamente hay muchos otros factores a considerar. El lenguaje de los Yoga Sutras puede haberse actualizado después de que se escribió el manuscrito original, después de que se perdió el original, o los Yoga Sutras pudieron haber existido en forma no escrita mucho antes de que se pusieran en papel.




Nuestra opinión se puede resumir diciendo que todas las técnicas del raja yoga existían mucho antes del sabio Patanjali, incluso en una forma latente dentro de la mente inconsciente colectiva. Los Yoga sutras son probablemente una compilación de versos de conocimientos previos trasmitidas de guru a discípulo por tradición oral. Fue el genio de alguien llamado Patanjali quien puso el sistema en completo de manera escrita y comprensible.




Si está interesado en la historia del Sabio Patanjali y los Yoga Sutras, le sugerimos que lo estudie más a fondo. No estamos realmente interesados en la identidad o fecha de Patanjali, porque él (¿o ella?) Es simplemente un portavoz de la sabiduría eterna que es la herencia de toda la humanidad. Realmente no importa si su nombre era Patanajali o Buda, Singh o Smith; si era indio, chino o aborigen. Ni siquiera importa cuándo se escribió el texto porque contiene sabiduría eterna y que no pertenece a ninguna época específica. Es aplicable a todas las edades y todas las personas, sin importar el origen. Es el contenido y la aplicación de los Yoga Sutras lo que es importante.





Comentarios

Muchos comentarios han sido escritos acerca de los significados ocultos dentro de los versos de los Yoga sutras. Los mas conocidos son:


  • Yoga Bhashya de Vyasa (fecha incierta)
  • Tattva Visharadi de Vachaspati Mishra (aprox siglo 9)
  • Bhojavritti de Bhoja Raja (siglo 11)
  • Yoga Vartika de Vijnana Bhikshu (siglo 14)
  • Raja Yoga de Swami Vivekananda (siglo 19)


Todos estos comentarios están disponibles. Hay algunos otros comentarios tradicionales, e incluso comentarios de comentarios Por ejemplo Ganesha Bhatt escribió una explicación de los comentarios Yoga Vartika. Algunos comentarios han sido escritos en este siglo (siglo 20) incluyendo este comentario.



Las ocho etapas



Patanjali da una amplio espectro de técnicas que lentamente armonizan la mente y gradualmente nos inducen a una percepción mas sutil. Aunque el principal camino del sabio Patanjali está contenido dentro de ocho etapas fundamentales. Las primeras cinco son:


1. Yama (codigo social)
2. Niyama (codigo personal)
3. Asana (postura sentado)
4. Pranayama (control del prana)
5. Pratyahara (retirada de los sentidos)


Estos primeros cinco estados son la práctica del yoga exotérica o bahiranga o externa.


6. Dharana (concentración)
7. Dhyana (meditacion)
8: Samadhi (superconciencia)



Los últimos tres estados son la práctica del yoga esotérica o antaranga, interna.


Los primeros cinco miembros anulan la conciencia, mientras que los últimos tres expanden la conciencia. Los estados mas avanzados pueden ser practicados con éxito solo después de practicar los miembros preparatorios previamente. Los estadios hasta pratyahara eliminan gradualmente las distracciones externas, mientras que las prácticas de dharana en adelante remueven los pensamientos perturbadores y las manifestaciones psíquicas, así la mente cesa sus funciones. El ida (mundo interno) se equilibra con el pingala (mundo externo) para que el sushumna (mundo trascendental) comience a funcionar en samadhi.

Los ocho estadíos progresivamente estabilizan los cinco koshas, o envolturas de las personas: annamaya (fisica), pranamaya (pránica o bioplasmática), manomaya (mental), vijnamaya (intuitiva) y anadamaya (dichosa).





Yama y niyama



Los cinco yamas son satya, veracidad; ahimsa, sentimientos de no violencia hacia todas las cosas, humanos y animales; asteya, honestidad; brahmacharya, control sexual o abstinencia, y aparigraha, no posesividad. Los niyamas son también cinco: shaucha, limpieza; santosha, contentamiento, tapah, austeridad; swadhyaya, auto estudio; e Ishwara pranidhana, rendirse a la voluntad cósmica. Los yamas fueron creados para armonizar las propias interacciones sociales y los niyamas tienen la intención de armonizar los propios sentimientos internos. Todas las reglas, yamas y niyamas, son diseñadas para reducir la fricción entre las acciones externas y las actitudes internas. Hay una relación en dos sentidos: la mente estimula las acciones externas y las acciones externas estimulan a la mente. Si las acciones externas no son armoniosas, entonces la mente estará perturbada. Por el contrario, una mente perturbada tenderá a producir acciones discordantes. Es un círculo vicioso, donde la agitación interna conduce a la agitación externa y donde, a su vez, la agitación externa conduce a una mayor agitación interna. Los yamas y niyamas pretenden romper el círculo vicioso y así calmar la mente con acciones sensibles y actitudes sensibles hacia uno mismo, hacia la vida y hacia lo que nos rodea.



Aunque los yamas y niyamas consisten solo en diez votos, abarcan una amplia gama de las actividades humanas. Abordan el problema de la perturbación mental desde el borde exterior, la periferia, pero también es el comienzo de cambios más profundos que pueden surgir de una exploración más profunda de la mente. Las reglas no son fáciles de aplicar, pero incluso su aplicación limitada conllevará a una mayor paz en la mente. Su aplicación perfecta puede alcanzarse solo con la auto-realización.




Asana es definida por Patanjali como la postura sentada firme y confortable. En teoría, esto puede incluir muchas asanas del hatha yoga, pero aquí prácticamente incluye unas pocas como padmasana y siddhasana. El propósito de la asana en el yoga de Patanjali es equilibrar los diferentes impulsos nerviosos, sensaciones de dolor y placer, calor y frío y todas las sensaciones opuestas.


Pranayama es practicado para concentrar las fuerzas pránicas de la estructura humana. Lo que conlleva al control y a la mente unidireccional.



Pratyahara significa "reunirse hacia adentro". La práctica se refiere a controlar y frenar las tendencias extrovertidas de la mente para que la conciencia se pueda dirigir hacia adentro. Es imposible explorar los reinos internos de la mente si uno es adicto, está perturbado y distraído por la experiencia sensorial externa. Por lo tanto, las experiencias sensoriales, como el sonido, el olor, se reducen. Todas las técnicas meditativas tales como antar mouna, ajapa japa y trataka, son en principio acerca de inducir a un estado de pratyahara. Pratyahara, en un sentido mas amplio, también incluye el corte de las sensaciones psíquicas y mentales internas.



Dharana significa concentración de la mente. Es un paso previo a la meditación y se ocupa de fijar la conciencia en un objeto con exclusión de todos los demás. Si se ha alcanzado el estado de pratyahara entonces las perturbaciones externas deberían haber sido eliminadas, aunque la mente está aun llena de charlas internas en forma de memorias del pasado y proyecciones a futuro. La mente piensa en y trata de revivir las experiencias placenteras del pasado, esta obsesionada con las experiencias desagradables o está planeando o temiendo al futuro.


Varios métodos se pueden usar para inducir la mente en un punto o dirección. Las religiones en general tratan de inducirla mediante rituales, servicios en la iglesia, pooja (adoración), cantos, kirtan, rezos y mucho mas. El yoga de Patanjali utiliza símbolos psíquicos como puntos focales para la concentración interna. Puede ser el guru que uno sienta, una deidad, una indagación; puede ser casi cualquier cosa. Tiene que ser algo que atraiga espontáneamente la atención del individuo y debe ser elegido para adaptarse a la naturaleza inherente de la mente y la personalidad.


Dharana requiere practica regular y consistente. Gradualmente uno percibirá aspectos mas profundos de ese símbolo; su naturaleza arquetípica comenzará a revelarse. Y espontáneamente se fluirá hacia dhyana.


Dhyana es simplemente una extensión de Dharana. Surge cuando uno está listo para mantener un flujo suave y no fluctuante en la concentración hacia el símbolo interno por un período de tiempo. La mente se moldea alrededor de un patrón en forma de símbolo psíquico. El flujo  de la conciencia es a menudo comparado con el suave fluir del aceite. Eventualmente esto conllevará a la eliminación de la dualidad; el que observa, lo observado y la observación emergen en unidad, y el propio ser se fusiona con el estado de samadhi.



Samadhi: el Sabio Patanjali enumera diferentes niveles de samadhi, pero una buena definición es la siguiente del Katha Upanishad (111:10)

"Cuando los cinco sentidos de percepción junto con la mente, estan en reposo, cuando incluso el intelecto ha detenido sus funciones, ese, dicen los sabios, es el estado supremo".


Éste es el estado donde hay una ausencia completa de ambas modificaciones mentales, internas y externas, todo lo que permanece es la conciencia. Samadhi otorga auto-realización. En el Bhagavad Gita dice (2:53):


"Cuando el intelecto, habiendo quedado perplejo al escuchar las palabras de las Escrituras, permanece inamovible en samadhi, entonces alcanzarás la auto-rrealización".



La explicación y definición más sencilla de samadhi se da en el Yoga Chudamani Upanishad (111-113):


"Doce (rondas prolongadas) de pranayama conducen a pratyahara. Doce (duraciones extendidas de) pratyahara conducen a dharana. Doce de estos dharanas conducen a dhyana y doce de esos dhyanas resultan en samadhi."



CONTINUAR LEYENDO EN INTRODUCCIÓN PARTE II


Fuente: "Four chapters on freedom" Swami Satyananda Saraswati
Traducción: Patricia Aballay


INDICE DEL LIBRO


28 ago 2016

Oración a Patanjali




La oración a Patanjali se recita primero en pequeñas frases, con una pausa para repetir luego de cada frase. A continuación se recita el verso entero. En este video se puede aprender de la mano de Nitya Mohan. 

26 ene 2016

Los cinco estados de la mente en los yoga sutras



Cinco estados de la mente

Los yoga sutras (Patanjali), y su comentarista el sabio Vyasa, nombran cinco estados de la mente, de los cuales el estado de unidirección de la mente (ekagra) es el estado deseado para la práctica de Yoga. Éstos cinco estados de la mente alcanzan desde la mente gravemente perturbada hasta la mente completamente dominada.

Kshipta/perturbada
Mudha/embotada
Vikshipta/distraída
Ekagra/unidireccionada o enfocada
Nirodhah/dominada

Para saber como estamos con nuestra práctica es muy útil estar al tanto de estas etapas.  Podemos verificar en el momento, y en general en el día a día en que nivel uno está funcionando. Este análisis nos revela la profundidad de la práctica que uno puede ser capaz de lograr en el presente.

Sólo dos de los estados son deseables. De los cinco estados de la mente, los últimos dos (enfocada y dominada) son los que se requieren para la práctica mas profunda de meditación yoguica. Para la mayoría de la gente, la mente está generalmente en uno de los primeros tres estados (perturbada, embotada, distraída). Hacer frente a la mente perturbada y la mente adormecida es un modo de progresar, llegando así a una mente simplemente distraída, desde donde se puede trabajar con más facilidad en la formación de la mente unidireccionada.

Estabilizar la mente en un solo punto... Sabiendo esto, podemos hacer frente a nuestras mentes a fin de estabilizarla gradualmente en el cuarto estado, el estado de enfoque en un solo punto. Este es el estado de ánimo que nos prepara para el quinto estado, en el que hay dominio de la mente. (Los dos primeros estados pueden también ser tan dominantes o intensos que manifiesten lo que los psicólogos llaman enfermedad mental.)

Sé conciente de en que estado está tu mente...

1. Kshipta / perturbada: La mente kshipta es perturbada, inquieta, preocupada, errante. Este es el menos deseable de los estados de la mente, porque está en conflicto. Puede estar gravemente perturbada, moderadamente perturbada, o levemente alterada. Podría estar preocupada, agitada, o caótica. No es simplemente la mente distraída (Vikshipta), tiene la característica adicional de estar negativa, intensa y emocional.

2. Mudha / embotada: La mente mudha está estupefacta, torpe, pesada, olvidadiza. Con este estado de ánimo, hay menos movimientos en el proceso de pensamiento. Es un estado apagado o con sueño, algo así como lo que uno experimenta cuando está deprimido, y no queremos significar sólo la depresión clínica. Es esta pesada estructura de la mente podemos entrar cuando no queremos hacer nada, estamos letárgicos, postrados en el sofá.

La mente Mudha está apenas más allá del Kshipta, mente perturbada, porque la perturbación activa se ha establecido, y la mente puede ser un poco más fácil de entrenar desde este lugar. Poco a poco la mente puede aprender a ser un poco más firme de una manera positiva, sólo ocasionalmente distraída, que es el estado Vikshipta. Entonces la mente puede seguir adelante en la formación de los estados Ekagra y nirodhaḥ.

3. Vikshipta / distraído: La mente Vikshipta está distraída, y ocasionalmente estable o centrada. Este es el estado de ánimo a menudo reportado por los estudiantes de la meditación cuando están despiertos y alerta, ni notablemente perturbada ni aburrida y letárgica. Sin embargo, en este estado de ánimo, la atención se mueve fácilmente hacia aquí y allá. Esta es la mente de mono o la mente ruidosa que la gente suele nombrar como perturbadora de la meditación. La mente puede concentrarse por períodos cortos de tiempo, y se distrae entonces en alguna atracción o aversión. Entonces, la mente es traída de nuevo, sólo para volver a distraerse.

La mente Vikshipta en la vida diaria puede concentrarse en cualquier proyecto, pero también podría vagar de aquí para allá, o ser presionada fuera de su curso por alguna otra persona o influencia externa, o por una incipiente memoria. Esta mente Vikshipta es la postura que uno quiere lograr a través de las prácticas fundamentales de yoga, de manera que uno puede entonces seguir la unificación de la mente o Ekagra y la maestría que se obtiene en el estado Nirodha.

4.  Ekagra / en un solo punto: La mente Ekagra se encuentra en un solo punto, centrada, concentrada (Yoga Sutra 1.32). Cuando la mente ha alcanzado la capacidad de estar en un solo punto, comienza la práctica real de la meditación del yoga. Esto significa que uno puede concentrarse en las tareas que nos ocupan en la vida diaria, practicando karma yoga, el yoga de la acción, siendo conscientes del proceso mental y sirviendo conscientemente a otros. Cuando la mente en un solo punto, otras actividades internas y externas no nos pueden distraer.
La capacidad de concentrar la atención es un habilidad primaria para la meditación y samadhi.

La persona con una mente concentrada simplemente continúa con los asuntos de su vida, sin ser molestado, ni afectado, y no se involucra con otros estímulos. Es importante señalar que esto se entiende de una manera positiva, no como algo negativo como no involucrarse con otras personas u otras prioridades internas. La mente en un solo punto está plenamente presente en el momento y capaz de atender a las personas, pensamientos y emociones según su voluntad.

La mente en un solo punto está capacitada para hacer las prácticas de concentración y meditación, lo que lleva a uno mismo hacia adentro en dirección al samadhi. Esta capacidad de concentrar la atención es una habilidad primordial que el alumno debe desarrollar para la meditación y el samadhi. 


5. Nirodhah / dominada: La mente nirodhah está altamente dominada, controlada, regulada, moderada (Yoga Sutra 1.2). Es muy difícil capturar el significado del estado Nirodhah de la mente mediante la lectura de las descripciones escritas. La verdadera comprensión de este estado de la mente sólo viene a través de las prácticas de meditación y contemplación. Cuando la palabra Nirodhah se traduce como controlada, regulada o restringida, puede ser fácilmente malinterpretado su significado como la supresión de pensamientos y emociones. 

Suprimir los pensamientos y las emociones no es saludable y no es lo que se busca aquí. Más bien, tiene que ver con un proceso natural cuando la mente está en un punto y se vuelve progresivamente más silenciosa en la medida que la meditación se profundiza. No es que los patrones de pensamiento desaparecen, o son reprimidos, pero la atención se desplaza hacia el interior, o más allá de la corriente de impresiones internas. En esa profunda quietud, hay un dominio sobre el proceso de la mente. Ese dominio significa Nirodhah.

En el segundo sutra de los Yoga Sutras (I, 2), el yoga se define como "Yogash Chitta Vritti Nirodhah", que se traduce aproximadamente como "El yoga es el control [nirodhah] de los patrones de pensamiento en el campo de la mente". Por lo tanto, este estado Nirodhah de la mente es la meta y la definición de Yoga. Es la puerta por la que vamos más allá de la mente.

4 abr 2015

Las doctrinas yoguicas

Libro: "YOGA INMORTALIDAD Y LIBERTAD" de Mircea Eliade

LAS DOCTRINAS YOGAS
PUNTO DE PARTIDA

Cuatro conceptos fundamentales y solidarios, cuatro "ideas-fuerza", nos introducen de inmediato en el corazón del espiritualismo indio: el karman, la maya, el nirvana y el yoga. Puede escribirse una historia coherente del pensamiento indio partiendo de cualquiera de estos conceptos fundamentales o "ideas-fuerza"; irremisiblemente nos veremos obligados a hablar de los otros tres. En términos de filosofía occidental, diremos que, desde la época post-védica, la India ha tratado principalmente de comprender: 

1°) la ley de la causalidad universal, que solidariza al hombre con el Cosmos y lo condena a transmigrar indefinidamente; es la ley del karman; 

2°) el misterioso proceso que engendra y sostiene al Cosmos, y al cumplirlo, hace posible "el eterno retorno" de las existencias: es la maya, la ilusión cósmica, soportada (más grave aún: valorizada) por el hombre mientras está enceguecido por la nesciencia (avidya); 

3°) la realidad absoluta "situada" en algún lado más allá de la ilusión cósmica entretejida por la maya, y también fuera de los límites de la experiencia humana condicionada por el karman: el Ser puro, el Absoluto, con cualquier nombre con que se le designe: el Yo (atman), Brahmán, el incondicionado, el trascendente, el inmortal, el indestructible, el Nirvana, etc.;

4°) finalmente, los medios para llegar al Ser, las técnicas adecuadas para adquirir la liberación (moksa, mukti): el conjunto de estos medios o técnicas constituye en realidad el Yoga.

Se comprende entonces cómo queda planteado, para el pensamiento indio el problema fundamental de toda filosofía: la búsqueda de la verdad. Para la India, la verdad no es esencial por sí misma; se convierte en algo esencial gracias a su función soteriológica, porque el conocimiento de la verdad ayuda al hombre a liberarse. La posesión de la verdad no constituye la meta suprema para el sabio indio: lo es la liberación, la conquista de la libertad absoluta. Los sacrificios que está dispuesto a soportar el filósofo europeo para alcanzar la verdad en sí y por sí misma —sacrificio de la fe religiosa, de las ambiciones mundanas, de la riqueza, de la libertad personal y aun de la vida— tales sacrificios no son aceptados por el sabio hindú si no es con miras a la liberación. Liberarse equivale a forzar otro plano de existencia, a apropiarse de otro modo de ser por encima de la condición humana. Para la India, no solamente el conocimiento metafísico se traduce en términos de ruptura y muerte (al "quebrar" la condición humana, uno muere para todo lo humano), sino que este conocimiento implica necesariamente una prolongación de naturaleza mística: el renacer a un modo de ser no condicionado, lo que significa la liberación, la libertad absoluta.

Al estudiar las teorías y prácticas del Yoga tendremos ocasión de referirnos a las demás "ideas-fuerza" del pensamiento hindú. Mientras tanto, empecemos por deslindar las acepciones de la palabra yoga. 

Etimológicamente, deriva de la raíz yuj, "ligar", "mantener oprimido", "uncir", "poner bajo yugo", de donde derivan también en latín jungere, jugum, en inglés yoke. El término yoga sirve en general para designar toda técnica de ascesis y cualquier método de meditación. Evidentemente, estos ascesis y esas meditaciones han sido valorizadas en forma diferente por las múltiples formas de pensamiento y movimientos místicos indios. Como veremos pronto, existe un Yoga "clásico", un "sistema de filosofía" expuesto por Patanjali en su célebre tratado Yoga-Sutra. y es de este sistema que hay que partir para comprender la posición del Yoga en la historia del pensamiento indio. Pero al lado de este Yoga "clásico", hay innumerables formas "populares", asistemáticas, de yoga; también las hay de yoga nobrahmánico (yogas budista y jaina) y sobre todo de yoga de estructura "mágica", "mística", etc. 

En el fondo, es el termino mismo de yoga el que permitió esa gran variedad de acepciones: En efecto, si etimológicamente yuj quiere decir "ligar", es sin embargo evidente que el "lazo" al que esta acción de atar debe llevar, presupone, como condición previa, la ruptura de los lazos que unen el espíritu al mundo. En otras palabras: la liberación no puede efectuarse si previamente no nos hemos "desligado" del mundo, si no hemos comenzado por sustraernos al circuito cósmico, condición indispensable sin la cual nunca llegaríamos a encontrarnos a nosotros mismos ni a dominarnos: aún en su acepción "mística", es decir aún significando la unión, el Yoga implica el desligamiento previo de la materia, la emancipación con respecto al mundo. Su intensidad depende del esfuerzo del hombre ("poner bajo yugo"), de su autodisciplina, gracias a la cual se puede conseguir la concentración del espíritu, aún antes de haber pedido —como en las variedades místicas del Yoga— ayuda a la divinidad. "Ligar", "mantener oprimido", "poner bajo yugo", todo eso tiene por objeto la unificación del espíritu y abolir la dispersión y los automatismos que caracterizan a la conciencia profana. Para las escuelas del Yoga "devocional" (místico), esta "unificación" no hace más que preceder, evidentemente, a la unión verdadera, la del alma humana a Dios.

Lo que caracteriza al Yoga, no es sólo su aspecto práctico, sino también su estructura de iniciación. El Yoga no se aprende solo, es necesaria la dirección de un maestro (guru). En la India, estrictamente hablando, los demás "sistemas de filosofía", lo mismo que toda ciencia u oficio tradicional, son enseñados por maestros, siendo por eso mismo iniciaciones: desde hace milenios son transmitidas en forma oral, "de boca a oído". Pero el Yoga presenta en forma más precisa aún su carácter de iniciación, pues como ocurre en las otras iniciaciones religiosas, el yogui empieza por abandonar el mundo profano (familia, sociedad) y, guiado por su gurú, se dedica a superar en forma sucesiva la conducta y los valores propios de la condición humana. Cuando hayamos visto hasta qué punto se esfuerza el yogui para perder contacto con la condición profana, nos daremos cuenta de que él sueña con "morir para esta vida". Efectivamente, asistimos a una muerte seguida de un renacimiento con otro modo de ser: el representado por la liberación. La analogía entre el Yoga y la iniciación se perfila más aún si pensamos en los ritos de iniciación, "primitivos" o no, que persiguen la creación de un "cuerpo nuevo místico" (simbólicamente asimilado al cuerpo del recién nacido, según los primitivos). 

Ahora bien, el "cuerpo místico"; que permitirá al yogui insertarse en la modalidad trascendente, desempeña un papel importante en todas las formas del Yoga, principalmente en el tantrismo y la alquimia. Desde ese punto de vista, el Yoga retoma y prolonga, en otro plano, el simbolismo arcaico y universal de la iniciación, ya atestado en la tradición brahmánica (en donde el iniciado justamente, es llamado el "nacido dos veces"). El re-nacimiento de iniciación se define, en todas las formas del Yoga, como el acceso a una modalidad no profana y difícilmente descriptible, expresada por las escuelas hindúes bajo diferentes nombres: moksa, Nirvana, asamkrta, etc.

De todos los significados que posee en la literatura hindú la palabra "yoga", el mejor expresado es el que se relaciona con la "filosofía" Yoga (yoga darsana) tal cual está expuesta en el tratado de Patanjali, el Yoga-Sutra, y en sus comentarios. Un darsana, evidentemente, no es un sistema de filosofía, en el sentido occidental (darsana: vista, visión, comprensión, punto de vista, doctrina, etc...., de la raíz drs: ver, contemplar, comprender, etc.). Pero no por eso deja de ser un sistema de afirmaciones coherentes, extensivo a la experiencia humana, a la que trata de interpretar en su conjunto, con el objeto de "liberar al hombre de la ignorancia" (por variadas que sean las acepciones del término ignorancia). El Yoga es uno de los seis "sistemas de filosofía" indios ortodoxos (ortodoxo en su significado de: tolerados por el brahmanismo, a diferencia de los sistemas heréticos, como por ejemplo el budismo o el jainismo). Y este Yoga "clásico" tal cual fuera formulado por Patanjali e interpretado por sus comentaristas, es también el más conocido en Occidente.

Comenzaremos pues nuestra investigación por un repaso de las teorías y prácticas Yoga, tal como fueron expresadas por PatanjaliTenemos varios motivos para proceder así: primeramente, porque el trabajo de Patanjali es un "sistema de filosofía"; en segundo lugar porque en él se encuentran condensadas gran número de indicaciones prácticas relativas a la técnica ascética y al método contemplativo, indicaciones que las otras variedades del Yoga (variedades asistemáticas), deforman o más bien coloran según sus propios conceptos; finalmente porque el Yoga-Sutra de Patanjali es el resultado de un esfuerzo enorme, no sólo para reunir y clasificar una serie de
prácticas ascéticas y recetas contemplativas conocidas por la India desde tiempos inmemoriales, sino también para valorizarlas desde un punto de vista teórico, fundiéndolas, justificándolas e incluyéndolas, en una filosofía.

Pero Patanjali no es el creador de la "filosofía" Yoga, como tampoco es —ni podía ser— el inventor de las técnicas yoguis. Él mismo confiesa (Yoga-Sutra, I, 1) que no hace más que publicar y corregir (atha yoganusasanam) las tradiciones doctrinarias y técnicas del Yoga. Las sociedades exclusivas de ascetas y místicos indios, ya conocían, en efecto, mucho antes que él, las prácticas yoguis. Entre las recetas técnicas conservadas por la tradición, Patanjali ha elegido las ya verificadas por una experiencia secular. En lo concerniente a los cuadros teóricos y el fundamento metafísico que Patanjali otorga a esas prácticas, su aporte personal es mínimo. No hace más que retomar, a grandes rasgos, la filosofía Samkhya, ordenada por él en base a un teísmo bastante superficial, donde exalta el valor práctico de la meditación. Los sistemas filosóficos Yoga y Samkhya son tan parecidos que la mayoría de los conceptos expresados por uno son válidos para el otro. Las diferencias esenciales son escasas: 

1°) mientras el Samkhya es ateo, el Yoga es teísta, ya que postula la existencia de un Dios supremo (Isvara); 
2°) mientras que, según el Samkhya, el único camino hacia la salvación es el del conocimiento metafísico, el Yoga otorga considerable importancia a las técnicas de la meditación. 

En resumen, el esfuerzo verdadero de Patanjali fue dedicado a la coordinación del material filosófico —sacado del Samkhya— concerniente a las recetas técnicas de la concentración, la meditación y el éxtasis. Gracias a Patanjali, el Yoga, que era de tradición mística, se convirtió en un "sistema de filosofía".

La tradición hindú considera al Samkhya como al darsana más antiguo. El significado del término samkhya parece haber sido "discriminacíón",  siendo el objeto principal de esta filosofía el disociar el espíritu (purusa) de la materia (prakrti). El tratado más antiguo es la Samkhya Karika, de Isvarakrsna: la fecha no ha sido aún definitivamente establecida, pero de ningún modo puede ser posterior al siglo v después de Cristo (Ver la nota I, 1 al final del libro). Entre los comentarios de Samkhya Karika el más útil es Samkhya tattva-kaumudi, de Vacaspatimisra (siglo xi). Otro texto importante es el Samkhya-pravacana-sutra (probablemente del siglo xiv) con comentarios de Anirudha (siglo xv) y de Vijnanabhiksu (siglo xvi).

No debemos exagerar, por cierto, la importancia de la cronología de los textos Samkhya. En general, todo tratado filosófico hindú comprende conceptos anteriores a la fecha de su redacción, a menudo muy antigua. Si encontramos en un texto filosófico una interpretación nueva, no significa por eso que no haya sido encarada anteriormente. Lo que parece "nuevo" en los Samkhya-Sutra puede tener, muchas veces, innegable antigüedad. Se ha concedido una importancia excesiva a las alusiones y polémicas que eventualmenle se descubren en esos textos filosóficos. Tales referencias pueden muy bien tener por objeto opiniones mucho más antiguas que aquellas a las que parecían referirse. Si bien es posible precisar, en la India —donde es más difícil que en otros pueblos— la fecha de redacción de los diferentes textos, mucho más difícil es establecer la cronología de las ideas filosóficas mismas. Tal como el Yoga, el Samkhya tuvo también una prehistoria. Muy probablemente, el origen
del sistema debe ser buscado en el análisis de los elementos constitutivos de la experiencia humana, con el objeto de distinguir aquellos que en la hora de la muerte abandonan al hombre, y aquellos que son "inmortales", en el sentido de que acompañan al alma en su destino de ultratumba.

Un análisis semejante se encuentra ya en el satapatha Brahmana (X, 1, 3, 4); divide al ser humano en tres partes "inmortales" y en tres mortales. En otras palabras, los "orígenes" del Samkhya están unidos a un problema de carácter místico, a saber: lo que subsiste del hombre después de la muerte, lo que constituye el verdadero Yo, el elemento inmortal del ser humano.

Una larga controversia, que aún se prolonga, interesa a la persona misma de Patanjali, el autor de los Yoga-Sutra. Ciertos comentaristas indios (el rey Bhoja, Cakrapanidatta, el comentarista de Caraka en el siglo xi, y otros dos del siglo xviii) lo identificaron como Patanjali, el filósofo que vivió en el siglo ii antes de Cristo. La identificación fue aceptada por Liebich, Garbe y Dasgupta y rechazada por Woods, Jacobi y A. B. Keith (ver Nota I, 2). De cualquier modo, en definitiva, esas controversias acerca de la edad de los Yoga-Sutra son de escasa importancia, puesto que las técnicas de la ascesis y la meditación expresadas por Patanjali son por cierto de considerable antigüedad; no forman parte de sus descubrimientos, ni de los de su tiempo; habían sido probadas muchos siglos antes que él. Por otra parte, los autores indios raramente presentan un sistema personal: en la gran mayoría de los casos se contentan con formular las doctrinas tradicionales en el lenguaje de su época. Esto se verifica en forma más típica aún en el caso de Patanjali, cuyo único objetivo es el de compilar un manual práctico de técnicas antiquísimas.

Vyasa (siglo vii-viii) ha hecho un comentario sobre esto, el Yogabhasyay Vacaspatimisra (siglo ix), una glosa: Tattvavaisaradi que ocupan un lugar preponderante entre las contribuciones a la comprensión de los Yoga Sutra. El rey Bhoja (principios del siglo xi) es el autor del comentario Rajamartanda, y Ramananda Sarasvati (siglo xvi) escribió Maniprabha. Finalmente, Vijnanabhiksu hizo mención de la Yoga-bhasya, de Vyasa, en su notable tratado Yogavarttika (sobre las ediciones y traducciones de textos yoguis, Nota I, 2).

Para el Samkhya y el Yoga, el mundo es real (no ilusorio, según la concepción del Vedanta). Sin embargo, si el mundo existe y perdura, lo debe a la "ignorancia" del espíritu: las innumerables formas del Cosmos así como su proceso de manifestación y desenvolvimiento, sólo existen en relación con la medida en que el espíritu, el Yo (purusa) se ignora, y a causa de esta ignorancia de orden metafísico, sufre y se esclaviza. En el momento preciso en que el último Yo haya encontrado su libertad, recién entonces la creación, en conjunto, se reabsorberá en la substancia primordial.

Es en esta afirmación fundamental (más o menos explícitamente formulada) según la cual el Cosmos existe y perdura gracias a la nesciencia del hombre que podemos encontrar la causa de la depreciación de la Vida y del Cosmos; depreciación que ninguna de las grandes construcciones del pensamiento hindú pos-védico ha tratado de disimular. A partir de la época de los Upanishad, la India rechaza el mundo tal cual es y desvaloriza la vida tal como se revela a los ojos del sabio: efímera, dolorosa, ilusoria. Un concepto como éste no conduce ni al nihilismo, ni al pesimismo. Se rechaza este inundo y se desprecia esta vida, porque se sabe que existe otra cosa, más allá del devenir, de la temporalidad, del sufrimiento. En términos religiosos, casi se podría decir que la India rechaza el Cosmos y la vida profunda, porque anhela un mundo y un modo de ser sagrados.

Los textos hindúes repiten hasta la fatiga esta tesis, según la cual la causa de la "esclavitud" del alma, y como inmediata consecuencia el origen de infinitos sufrimientos, reside en la solidaridad del hombre con el Cosmos, en su participación, activa o pasiva, directa o indirecta, en la Naturaleza. Aclaremos: la solidaridad con un mundo no sagrado comporta participación en una Naturaleza profana.

Neti! Neti! exclama el sabio de los Upanishad: "¡No! ¡no!; Tú no eres esto, ni tampoco esto otro!". En otras palabras; tú no perteneces al Cosmos en decadencia, tal como lo ves ahora, no eres arrastrado necesariamente a esta Creación; decimos necesariamente, en virtud de la ley propia de tu ser. Pues el Ser no puede mantener relación alguna con el no-ser; ahora bien, la Naturaleza no posee una realidad ontológica verdadera: es, en efecto, devenir universal. Toda forma cósmica, por más compleja y majestuosa que sea, termina por disgregarse: el mismo Universo se reabsorbe periódicamente, por "grandes disoluciones" (mahpralaya) en el molde primordial (prakrti). Ahora bien, todo lo que llega a ser, se transforma, muere, desaparece, no pertenece a la esfera del ser; expliquemos una vez más, no es sagrado. Si la solidaridad con el Cosmos es la consecuencia de una desacralización progresiva de la existencia humana y, en consecuencia, de una caída en la ignorancia y en el dolor, el camino hacia la libertad nos lleva necesariamente hacia una des-solidarización para con el Cosmos y la vida profana. (En ciertas formas del Yoga tántrico, esta des-solidarización es seguida por un esfuerzo desesperado de resacralización de la existencia).

Y sin embargo, el Cosmos, la Vida, tienen una función ambivalente. Por un lado, proyectan al hombre en el sufrimiento y, gracias al karma, lo incluyen en el ciclo infinito de las transmigraciones; por otra parte, lo ayudan, indirectamente, a buscar y a encontrar la "salvación" del alma, la autonomía, la libertad absoluta (moksa, mukti). Más sufre el hombre, en efecto, es decir que más solidario es con el Cosmos más le invade el deseo de liberación y más le atormenta la sed de salvación. Las ilusiones y formas cósmicas se ponen, de esa forma —y eso en virtud y no a despecho de su magia propia, y gracias al sufrimiento que incesantemente alimenta su infatigable devenir— al servicio del hombre, cuya finalidad suprema es la liberación, la salvación. "Desde Brahmán hasta la simple brizna de hierba, la Creación (srsti) es para el bien del alma, hasta que se llegue al conocimiento supremo." (Samkhya-Sutra, III, 47.) El conocimiento supremo, es decir la liberación no sólo de la ignorancia, sino también y en primer lugar, del dolor, del sufrimiento.