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18 ago 2020

Estadios del Yoga (los ocho miembros). BKS Iyengar



1. Los estadios del yoga son ocho: yama, niyama, asana, pránáyáma, pratyáhara, dharana, dhyána y samadhi. Todos ellos se hallan integrados, pero, por una cuestión de conveniencia, se los suele estudiar como componentes independientes.


2. Un árbol tiene raíces, tronco, ramas, hojas, corteza, savia, flores y frutos. Cada uno de estos componentes posee una identidad separada, pero cada componente no puede constituir el solo un árbol. Lo mismo ocurre con el yoga. Al igual que todas las partes reunidas conforman un árbol, así también los ocho estadios reunidos forman el yoga. Los principios universales de yama son las raíces, y las disciplinas individuales de niyama conforman el tronco. Las asanas son como varias ramas extendiéndose en distintas direcciones, El pranáyáma, que ventila el cuerpo con energía, es como las hojas que ventilan todo el árbol. Pratyáhára evita que la energía de los sentidos fluya al exterior, igual que la corteza protege el árbol para que no se pudra. Dharana es la savia del árbol que mantiene firme el cuerpo y el intelecto. Dhyána es la flor que al madurar se convierte en el fruto de samádhi, De igual suerte que el fruto es el desarrollo superior de un árbol, la realización de nuestro verdadero sí—mismo (átmá-darshana) constituye la culminación de la práctica de yoga,


3. A través de los ocho estadios del yoga el sádhaka desarrolla la comprensión de su propio sí—mismo. Va avanzando paso a paso desde lo conocido —su cuerpo— hasta lo desconocido. Evoluciona desde la envoltura externa del cuerpo —la piel-hasta la mente. Desde la mente (manas), pasa al intelecto (buddhi), la voluntad (sankalpa), la consciencia discernidora (viveka-khyáti o prajñá), la conciencia (sad-asad-viveka) y finalmente al Sí—mismo (Átmá).


Yama

4. Yama es un nombre colectivo dado a los mandamientos morales universales. Estos mandamientos son eternos, aplicándose sin consideraciones de clase, tiempo o lugar, Estos grandes votos (mahávratas) son la no violencia (ahimsa), la verdad (satya), el no robar (asteya), la continencia (brahmacharya) y el no codiciar (aparigraha). La no-violencia es abstenerse de infligir cualquier tipo de lesión, ya sea fisica o mental, de pensamiento o de hecho. Cuando se abandonan el odio y la animosidad, queda un amor que todo lo abarca. El yogui se muestra inexorable en su apego a la verdad y a la honestidad consigo mismo, y cuanto piensa o habla resulta ser verdad. El controla sus deseos y reduce sus necesidades, de forma que se vuelve más rico sin robar, y las cosas le vienen dadas sin pedirlas. La continencia (brahmacharya) se impone en todo cuanto concierne al sexo, ya sea imaginario o de hecho. Esta disciplina trae como resultado virilidad, así como capacidad de ver lo divino en todas las formas creadas sin que surga la excitación sexual. No se han de desear cosas que no sean necesarias para el mantenimiento de la vida, pues al deseo le sigue la avaricia, que lleva al pesar si uno no consigue lo que quiere. Cuando los deseos se multiplican, la conducta correcta se destruye.


Níyama

5. Niyamas son las reglas para la autopurificación, a saber: pureza (shaucha), contento (santosha), austeridad (tapas), estudio de las escrituras (svádhyáya) y abandono de todas las acciones al Señor (Íshvara pranidhána). El yogui sabe que su cuerpo y sus sentidos son susceptibles a los deseos, los cuales perjudican su mente; por ello observa estos principios. La pureza puede ser de dos clases, interna o externa, y ambas deben ser cultivadas. La última designa la pureza de comportamiento y hábitos, la limpieza de la persona y cuanto le rodea. La primera se basa en la erradicación de los seis males, a saber: la pasión (kama), la ira (krodha), la codicia (lobha), el engreimiento (moha), el orgullo (mada), la malicia y la envidia (mátsarya). Esta erradicación se consigue ocupando la mente con pensamientos buenos y constructivos que conduzcan hacia lo divino. El contento reduce los deseos, nos vuelve más alegres y nos proporciona equilibrio mental. La
austeridad le permite a uno disciplinar su cuerpo para aguantar el infortunio y la adversidad, al dirigir la mente hacia el Sí-mismo interior. El estudio representa aquí la educación de uno para ir en pos de la verdad y la autorrealización.

Por último viene el abandono de todas nuestras acciones al Señor y el total acatamiento de Su voluntad. Así pues, niyamas son las virtudes que calman la mente turbada, y que conducen al sádhaka hacia la paz tanto en su interior como a su alrededor.


Asana


6. Antes de abordar las ásanas, se hace esencial hablar de purusha y prakriti.

Purusha (literalmente “persona") es el principio psíquico universal, que, aunque incapacitado para realizar ninguna acción por si mismo, anima y aviva la naturaleza (prakriti o “el productor”), principio físico universal, el cual, a su vez, mediante sus tres cualidades y poderes evolutivos (gunas), produce el intelecto (buddhi) y la mente (manas).


Purusha y prakriti, actuando de forma conjunta. incitan al mundo material para que entre en actividad. Ambos son ilimitados, sin principio ni final. Prakriti consta de cinco elementos bastos (pancha mahábhutas), a saber: tierra (prithvi), agua (ap), fuego (tejas), aire (vayu) y éter (ákásha). Sus cinco contrapartidas sutiles (tanmátras) son el olfato (gandha), el gusto (rasa), la forma (rupa), el tacto (sparsha) y el sonido (shabda). Estos elementos bastos y sus contrapartidas se funden con las tres cualidades y poderes evolutivos (gunas) de prakriti, esto es, la iluminación (sattva), la actividad (rajas) y la inactividad (tamas), para formar el intelecto cósmico (mahat).

El ego (ahamkára), el intelecto (buddhi) y la mente (manas) forman la consciencia (chitta), contrapartida individual de mahat. Mahat es el germen primario sin evolucionar de la naturaleza, o el principio productivo de donde se desarrollan todos los fenómenos del mundo material. Existen cinco órganos de percepción (jñánendriyas) oídos, nariz, lengua, ojos, y piel— y cinco órganos de acción (karmendriyas) —piernas, brazos, habla, órganos excretores y reproductores. Prakriti, los cinco elementos bastos, sus cinco contrapartidas sutiles, el ego, el intelecto y la mente, los cinco órganos de percepción, los cinco órganos de acción, y purusha, constituyen los veinticinco elementos básicos (tattvas) de la filosofia sámkhya. No se puede hacer un cántaro sin un alfarero, ni una casa sin un albañil. De forma similar, la creación no puede tener lugar sin que purusha, la Fuerza Primordial, entre en contacto con los tattvas. Toda la existencia gira pues en torno a purusha y prakriti.


7. La vida es una combinación del cuerpo, los órganos de percepción y acción, la mente, el intelecto, el ego y el alma. La mente actúa de puente ente el cuerpo y el alma. La mente es imperceptible e intangible. El si—mismo colma sus aspiraciones y sus placeres a través de la mente, que actúa como un espejo. y del cuerpo, que le sirve como instrumento de disfrute y realización.


8. De acuerdo con el sistema de medicina indio (Áyurveda), el cuerpo se compone de siete elementos constituyentes (dhátus), así como de tres humores (doshas). Los siete elementos se denominan asi porque sustentan el cuerpo. Son el quilo (rasa), la sangre (rakta), la carne (márhsa), la grasa (medas), los huesos (asthi), la médula (majjá) y el semen (shukra), Estos mantienen el cuerpo inmune a la infección y las enfermedades.


9. El quilo se forma por la acción de los jugos gástricos sobre la comida. La sangre produce carne y refresca el cuerpo entero. La carne protege los huesos y produce grasa. La grasa lubrica y aporta firmeza al cuerpo. Los huesos sostienen el cuerpo y producen médula. La médula proporciona fuerza y produce semen. El semen no sólo procrea, sino que, según los textos antiguos, en su estado sutil fluye por el cuerpo sutil en forma de cierta energía vital.


10. Los tres humores (doshas) —viento (vata), bilis (pitta) y flema (shleshma)—, proporcionan una salud perfecta cuando se hallan en equilibrio uniforme, Todo desequilibrio que en ellos se produzca es causa de enfermedades. La energía sutil o vital llamada viento genera la respiración, el movimiento, la acción, la excreción y la procreación. Coordina además las funciones de las diferentes partes del cuerpo, así como las facultades humanas. La bilis crea la sed y el hambre. Digiere la comida y la convierte en sangre, manteniendo así constante la temperatura corporal. La flema lubrica las articulaciones y los músculos, y ayuda a curar las heridas. “Mala” son los desechos sólidos, líquidos y gaseosos. A menos que éstos sean excretados, se asientan las enfermedades, alterando el equilibrio de los tres humores.


Las Koshas

11. Según la filosofia del Vedanta, tres son las estructuras o tipos de cuerpo (sharira) que recubren el alma. Están formadas por cinco envolturas (koshas) que se muestran imbricadas e interdependientes.

Las tres Sharíras son: (a) sthula, la estructura hasta o envoltura anatómica;
(b) sukshma, la estructura sutil, que se compone de las envolturas fisiológica, psicológica e intelectual; y (c) karana, la llamada estructura causal —la envoltura espiritual.

Sthula sharira es la envoltura de la alimentación (annamaya kosha).

Las envolturas fisiológica (pránamaya), psicológica (manomaya) e intelectual (vijñanamaya) conforman el cuerpo sutil (sukshma sharira).

Pránamaya kosha incluye los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo, nervioso, endocrino, excretor y genital. Manomaya kosha afecta a las funciones de la percepción consciente, el sentimiento y la motivación que no se derivan de la experiencia subjetiva. Vijñanamaya kosha afecta al proceso intelectual del razonamiento y el juicio que si derivan de la experiencia subjetiva.

Karana sharira es la envoltura de la dicha (ánandamaya kosha). El sádhaka la experimenta de forma consciente cuando se despierta tras un sueño profundo y reparador, así como cuando se halla totalmente absorto en el objeto de su meditación.

La piel recubre todas las envolturas y cuerpos. Ha de ser por tanto firme y sensible al menor movimiento. Todas las envolturas se entremezclan en sus diferentes niveles desde la piel hasta el Si-mismo.


Objetivos de la vida (Purushárthas)

12. El hombre tiene cuatro objetivos en su vida: dharma, artha, káma y moksha.

Dharma es el deber. Sin éste y sin la disciplina ética, el logro espiritual resulta imposible.

Artha es la adquisición de riqueza para lograr la independencia y las metas más altas de la vida. No puede proporcionar una dicha duradera; no obstante, un cuerpo pobremente alimentado es campo fértil para las preocupaciones y las enfermedades.


Kama designa los placeres de la vida, los cuales dependen en gran medida de que el cuerpo se encuentre sano. Como dice el Kathopaníshad, el “sí—mismo” no puede ser experimentado por un individuo débil.

Moksha es la liberación. El hombre iluminado comprende que el poder, el placer, la riqueza y el conocimiento pasan, y no traen la libertad. Es por ello que intenta alzarse por encima de sus cualidades sáttvicas, rajásicas y tamásicas, y así escapar de las ganas de los gunas.


13. El cuerpo es la morada de Brahman. Juega un papel fundamental en la consecución de los cuatro objetivos de la vida. Los sabios eran conscientes de que, aunque el cuerpo se va deteriorando, sirve de instrumento para alcanzar la realización, y por ello ha de mantenerse en buen estado.


14. Las ásanas purifican el cuerpo y la mente y tienen efectos preventivos y curativos. Su número es incontable, y responden a las diferentes necesidades de los sistemas muscular, digestivo, circulatorio, glandular, nervioso, asi como de otros sistemas del cuerpo. Ellas ocasionan cambios a todos los niveles, desde el físico al espiritual. La salud es un equilibrio delicado del cuerpo, la mente y el espíritu. Por la práctica de ásanas, las incapacidades físicas y las distracciones mentales del sadhaka desaparecen, y se abren las puertas del espíritu. Las ásanas proporcionan salud, belleza, fuerza, firmeza, ligereza, claridad de palabra y expresión, sosiego de los nervios y una alegre disposición. Su práctica puede compararse con el crecimiento del árbol del mango. Si el árbol ha crecido sano y fuerte, su esencia se encuentra en el fruto. De igual modo, la esencia destilada de la práctica de asanas es el despertar espiritual del sádhaka, quien se ve libre de todas las dualidades.


15. Existe un error común, y es pensar que tanto ásanas como pránáyáma han de ser practicados conjuntamente desde el momento en que comenzamos la yoga-sádhaná. La experiencia ha demostrado a este autor que si un novicio atiende a buscar la perfección de las posturas, no puede concentrarse en la respiración. Pierde el equilibrio y la profundidad de las asanas. Alcancen firmeza (sthirata) y quietud (achalatá) en asanas antes de acometer ninguna técnica de respiración rítmica. La amplitud del movimiento corporal varía de una postura a otra. Cuanta más pequeña sea la amplitud de movimiento, menor será el espacio en los pulmones y más corto será el ritmo respiratorio. Cuanto más grande sea la amplitud de movimiento corporal en las asanas, mayor será la capacidad pulmonar y más profundo el ritmo respiratorio. Al realizar conjuntamente pranayáma y ásanas, observen que no se vea perturbada la postura perfecta. No aborden el pránáyáma hasta que hayan perfeccionado las posturas. Uno se da cuenta pronto de que cuando se ejecutan correctamente las asanas, la respiración pranayámica se instala automáticamente.


Pranayama

16. El pránáyáma es una prolongación consciente de la inspiración, la retención y la espiración. La inspiración es el acto de recibir la energía primordial en forma de respiración, y la retención se da cuando la respiración es suspendida a fin de degustar esa energía. En la espiración, todos los pensamientos y emociones se vacían con la respiración: entonces, mientras los pulmones están vacios, uno abandona la energia individual, “yo", a la energía primordial, el Átma.

La práctica de pranayama desarrolla una mente estable, sólida fuerza de voluntad, y un juicio fume.


Pratyahra

17.Se trata de una disciplina para poner la mente y los sentidos bajo control. La mente juega un papel dual, Por un lado, busca la gratificación de los sentidos y, por otro, la unión con el Sí-mismo. Pratyáhára aquieta los sentidos y los atrae hacia el interior, conduciendo al aspirante hasta lo Divino.


Dharana, Dhyana y Samadhi

18. Dháraná es la concentración en un solo punto, o la total atención en lo que se está haciendo mientras la mente permanece inmóvil e imperturhable. Con ello, la percepción consciente interior se ve estimulada a integrar la inteligencia siempre móvil, lo que relaja todas las tensiones. Cuando esto continúa durante largo tiempo, se convierte en meditación (dhyána), un estado indescriptible que ha de experimentarse para ser comprendido. 


19. Cuando el estado de dhyana es mantenido durante largo tiempo sin interupción, se funde en samádhi, donde el sádhaka pierde su identidad individual
en el objeto de la meditación.


20. En samádhi, el sádhaka pierde consciencia de su cuerpo, respiración, mente, inteligencia y ego. Vive en la paz infinita. En ese estado, su sabiduría y pureza, combinados con la sencillez y la humildad. resplandecen. Mas no sólo él resulta iluminado, sino que también ilumina a aquéllos que a el acuden en búsca de la verdad.


21. Yama, niyama, ásana y pránáyama constituyen partes esenciales del yoga de la acción (karma). Ellos mantienen el cuerpo y la mente sanos para realizar todos los actos que complacen a Dios. Pránáyáma, pratyáhára y dháraná son partes del yoga del conocimiento (jñána). Dhyána y samádhi ayudan al sádhaka a fundir su cuerpo, mente e inteligencia en el océano del Sí—mismo. Tal es el yoga de la devoción y el amor (bhakti).


23. Estas tres corrientes de jñana, karma y bhakti vierten en el rio del yoga y pierden su identidad. Así, la sola senda del yoga dirige a cada tipo de sadhaka, desde el flojo (mñdha) hasta el controlado (niruddha), hacia la libertad y la beatitud.


Fuente: Luz sobre el pranayama. BKS IYENGAR

INDICE DEL LIBRO
LUZ SOBRE EL PRANAYAMA

19 mar 2019

La respiración y la destrucción de las aflicciones (Y.S:I.34) clase con Professor N A Narasimhan

Clase del día 07 de marzo de 2019
Mysore, 12:45 pm

Estas clases fueron grabadas en Anantha Research Institute en Mysore, la escuela de Dr M A Jaryashree y Professor M A Narasimhan , y traducidas al español. 

Venimos conversando en las clases previas acerca de los sutras del capítulo Samadhi Pada. En las charlas previas habíamos hablado de algunos obstáculos que pueden presentar cuando estamos practicando yoga, lo cual se debate en el sutra I.30. 


Este día Professor M A Narasimhan nos dijo: 



El tema que Patanjali está tratando aquí es acerca de las aflicciones mentales y fisicas que se pueden presentar durante la practica de yoga:


vyādhistyānasaṃśayapramādālasyāviratibhrāntidarśanālabdhabhūmikatvānavasthitatvāni cittavikṣepāste’ntarāyāḥ ||30||

(Sutra I.30 :  La enfermedad, pereza mental, duda, falta de entusiasmo, letargo, apego a los placeres sensorios, falsa percepción, no poder lograr concentración y perderla cuando se logra, son las distracciones obstructoras).



Para estas aflicciones (kleshas) se presenta una metodología mental que consiste en practicar los valores opuestos. Contra la tendencia a la depresión, volvernos positivos. Es difícil cuando, estamos depresivos, escapar de esa tendencia e incluso de la enfermedad, y lleva tiempo volver a la normalidad. En el sistema indio se cree que si tenemos una enfermedad física, se debe a dos factores: una es que cuando se tiene una aflicción mental por determinado tiempo, esta se manifiesta  como enfermedad. Cuando esa enfermedad empieza, no solo debo contrarrestarla físicamente con medicamentos sino también con cambios y restricciones en el estilo de vida. Si vas al medico ayurvédico  te dirá cual comida debes ingerir, que estilo de vida debes llevar junto con la medicina que debes tomar. En los tiempos antiguos también se daba un mantra asociado  a la curación de la enfermedad.



Otro tipo de enfermedad es la perdida de la inmunidad hacia los elementos de la naturaleza y el clima, se cura tomando medicina, ya sea natural o farmaceutica regular. Encontramos que la medicina alopática no tiene en cuenta restricciones en la alimentacion y el estilo de vida. Mientras que en el ayurveda, al ser una teoría que viene del tiempo de los upanishad y por ende asociada con ellos, también se tiene en cuenta la mente com integrande el ser para curar la enfermedad. Aunque esta ciencia no incluye como objetivo el cambio interno, pero si considera el cuerpo , el sistema nervioso y la mente. 



Patanjali explica un método curativo facil para superar dolencias como por ejemplo la depresión. 

Y.S. I. 34 
pracchardanavidhāraṇābhyāṃ vā prāṇasya ||34||
"Por la exhalación y retención de la respiración se destruyen las aflicciones, kleshas y se logra estabilidad."

Cambiar los patrones de la propia respiración nos habilita para modificar los síntomas de las dolencias o desequilibrios, y superar las dolencias y/o los problemas con el tiempo. 

Cambiar los patrones de la respiración produce un cambio en los patrones del funcionamiento del sistema nervioso. Pranayama es básicamente la purificación del sistema nervioso. Prana se expresa fisicamente como respiración, es un vinculo entre la mente y el cuerpo. Todos los pensamientos se convierten en neuroquímicos, y todos los neuroquímicos se convierten en ideas. Hay un link, hay una relación muy cercana, entre los neuroquímicos y los pensamientos. Por ejemplo, cuando ves un tigre sientes miedo, ya sea que decides pelear o decides salir corriendo. Cuando eso sucede el sistema nervioso produce neuroquímicos en el cuerpo como adrenalina, que se transforman en un poder extra y fuerza para resolver la cuestión. Cuando la situación termina quedas exhausto, y luego mediante la hiperventilación el sistema corporal vuelve a un estado normal. No importa si el tigre es real, o si es visto en un sueño, todo el sistema metabólico del cuerpo cambia.


Así de las ideas o pensamientos se producen químicos, y de los químicos se vuelve a las ideas.  Cuando tenemos una impresión fuerte que fue grabada mediante los neuroquímicos, después cuando vamos a dormir esos neuroquímicos vuelven en forma de ideas  y aparecen como sueños. El sueño es una descarga del exceso de químicos innecesario. Hay una co-relación muy cercana entre estos. Usando los pensamientos podemos cambiar la función de los neuroquímicos en el cuerpo. Un estado de gran exaltación nos deja mas alterados, y el cuerpo se puede enfermar. Entonces, ¿como volver a un estado de salud y equilibrio? Patanjali nos habla de dharana, dhyana y samadhi asi este estado anormal puede volver a la normalidad. Es una mirada psicológica y también física para producir normalidad por nosotros mismos sin necesidad de agentes externos. 


La respiración es crucial, cuando los patrones de respiración cambian, los patrones neuronales de energía también lo hacen. ¿Qué hace la energía neuronal en nuestro cuerpo? Hablamos de cinco vayus principales. Vayu es aire, pero no sólo es respiración. Respiración es expandir los pulmones, puede ser mediante la contención de la respiración. Con la respiración yóguica no sólo extiende la respiración, también se puede reducir  la presión sanguínea y otras cosas. 


Los dos mayores vayus, entre diez,  son prana y apana. Prana es el soporte de la fuerza vital, que mantiene la juventud del cuerpo. Prana rejuvenece, y si se domina este continúa hasta la vejez. Cuando llega la vejez se pierda esta fuerza de rejuvenecimiento. Asi empezamos a vernos mas viejos. Cuando hacemos pranayama esta fuerza de rejuvenecimiento continua hasta la vejez, los años que llevamos de vida no parecen los mismos que llevamos en el cuerpo. Apana vayu esta a cargo de la digestión y eliminación de toxinas en el cuerpo. Las toxinas se producen y  acumulan porque comemos todo lo que queremos sin medir, y parte de eso se digiere y se convierte en energía alimentando nuestro sistema por apana vayu.  Pero aquello que no llegamos a consumir, esas cosas no deben estar en el sistema,  apana se encarga de eliminarlas.



Pero para eso prana y apana deben funcionar correctamente, si no habrá problemas en nuestro sistema. Prana y apana están al nivel del ombligo, prana esta sobre el ombligo y apana por debajo en cuanto a sus funciones. Ahora sabemos que apana esta mas cerca del corazón que del ombligo. Hoy en día estamos mas propensos a las enfermedades que antes, porque las toxinas no son eliminadas apropiadamente debido a nuestros malos hábitos alimenticios. Prana y apana no están trabajando adecuadamente. Cualquier cambio drástico  en nosotros nos pone en desequilibrio. 


Necesitamos mas oxígeno, porque el oxígeno es lo que hace crecer el prana. Queremos que el apana suba y que prana llegue también hacia el ombligo, estos vayus se juntan en esa zona.  Para estabilizarlos que hacemos, tenemos que respirar desde el ombligo,  tomar una respiracion profunda significa que debes respirar desde el ombligo. Poder expandir el ombligo y al exhalar meter el ombligo. En este movimiento del ombligo, lo que sucede es que hay un tejido entre el estomago, y los pulmones y el corazon, es el diafragma. Cuando inhalamos el diagragma baja y libera mas espacio para que se expandan los pulmones. Luego cuando exhalamos, hacemos una contracción en esa zona, la zona de los pulmones se tiene que  contraer por completo y el diafragma sube. Eso es lo que hacemos durante el pranayama. Luego esta la retención de la respiración, durante cierto tiempo se mantienen en la posición expandida o la posición contraída. Esto produce que la energía que se distribuye en el sistema toma patrones diferentes que antes. Esta es la función del prana y apana diferente. Tu maestro te enseña diferentes tipos de pranayamas, puede ser para la indigestión, para la relajación, para desórdenes de la respiración, etc. En todo el mundo la gente hace menos ejercicios y come mas comida, la mayoría esta constipado, y eso se transforma en molestias físicas y mentales, gases, indigestión. Todo esto se debe a la digestión inapropiada. Por eso nadi shodana trae balance entre los cinco vayus y eso nos vuelve saludables. 


Otra área que se vuelve mas saludable beneficiada y equilibrada por el pranayama son las emociones. Respecto a nuestras emociones, normalmente nosotros somos concientes de los cambios emocionales solo cuando estos se expresan y no antes, digamos que no sabes que te vas a enojar hasta que te enojas. Si supieras de antes, tendrías control sobre esa expresión de la emoción, si no lo se desde antes, probablemente me exprese gritando o incluso golpeando a alguien , tal vez ni me de cuenta y después me arrepienta, especialmente con las emociones negativas. Pero reparar las acciones del pasado toma mucho mas tiempo que si las controlamos por anticipado.


¿Cómo controlo mis emociones en ese sentido? 
Para ese propósito sirve el pranayama. Normalmente respiramos sólo en un fosa nasal, hasta que nos convertimos en expertos del pranayama. Cuando nos volvemos expertos del pranayama respiramos en ambas fosas nasales por igual. Por eso, si estas a punto de tener un ataque de enojo, observa en que fosa nasal estas respirando, izquierda o derecha. Digamos que estas respirando en la fosa nasal izquierda, entonces debes taparla y respirar solo por la fosa nasal derecha. Después de tres minutos tu emoción cambiara hacia el sentimiento opuesto. Por eso "pracchardanavidhāraṇābhyāṃ vā prāṇasya

Si tienes dolor de cabeza, cualquier dolor en cualquier parte, empieza a respirar en la otra fosa nasal y siente esa dolor o emocion salir de tu cuerpo con la respiración, siéntelo moverse con la respiración desde el lugar donde se origina hasta salir de tu cuerpo. Debes sentirlo. Eso se llama, en yoga, respirar hacia afuera el dolor desde el lugar del dolor, dentro de 5 o 6 minutos lo lograras si ya has practicado algo en pranayama, sino también pero tomará mas tiempo. Cuando respiras y retienes el aire, también sucede que el dolor aumenta. Pero luego cuando exhales el dolor desaparecerá y ni siquiera recordaras que lo tenías. Puedes exhalar el dolor y la depresión, cualquier emoción usando esta técnica de respiración.




Siempre haz tu práctica observando tu respiración. En India se dice, cuando quieres dormir, tienes que dormir del lado izquierdo, cuando te quieres despertar levantate del lado derecho. ¿Por qué? porque es otra manera de cambiar los patrones de respiración. Supon que estás respirando del lado derecho, pero quieres respirar de la izquierda. Cuando tapas uno de los orificios entonces respiras por el otro. Cuando te tiendes del lado izquierdo , la respiración se mueve del lado izquierdo y se activa el hemisferio derecho del cerebro. El hemisferio de las emociones y otros tipos de experiencias. El lado izquierdo es el intelectual y analítico, y lo necesitamos cuando estamos despiertos, no queremos que disturbe nuestro sueño. Por eso tendemos a la izquierda para dormir, y a la derecha para despertar. Si se practica tres o cuatro meses de pranayama se puede manipular facilmente eso sin necesidad de tapar con los dedos o tenderse de lado. Luego no necesitas tapar puedes solo pensar "quiero respirar por la izquierda o por la derecha" y sucede, porque la mente es capaz de controlarlo. 



Después de practicar podemos respirar igualmente por ambas fosas nasales, la fosa izquierda es ida y la derecha es píngala. Ida representa a la luna y píngala al sol, el nadi lunar y el nadi solar, respirar en el nadi lunar activa las emociones y respirar en el nadi solar activa el intelecto. Pero estos nadis no están normalmente en conexión, o respiramos mucho en la derecha o mucho en la izquierda. En el mundo que vivimos hoy estamos mayormente en el hemisferio izquierdo. Por eso nos sentimos inquietos, hacemos cosas constantemente porque nuestro lado analítico esta en constante actividad. Cuando esto sucede empezamos a imaginar todo tipo pensamientos cargados de miedos, de peligros, todas suerte de  negatividades. Es solo el hemisferio derecho que nos hace positivos, confiados, nos hace ver un futuro mejor. 

Cuando estos dos estan equilibrados, el trabajo mental se vuelve coherente, no somos ni muy emocionales ni muy intelectuales, en balance acciones y reacciones se vuelven normales y la actividad se desarrolla en sushumna el canal central . La actividad en el canal central, produce balance entre los dos hemisferios. Cuando encontramos coherencia entre estos dos hemisferios, es cuando estaremos respirando en las dos fosas nasales. Estos son grandes logros y solo se consiguen después de practicar pranayama, dhyana y asana los tres juntos .



Traducción al español: Patricia Aballay

22 ago 2017

Controlando la respiración se aquieta la mente









Basandonos en el texto Yoga Sutras de Patanjali, observaremos como podemos aplicar practicamente la información proporcionada por el sabio Patanjali guiándonos en el camino del yoga. 


















YOGA SUTRA 1.34

pracchardanavidhāraṇābhyāṃ vā prāṇasya ||34||

pracchardana: exhalación, expulsión
vidhāra: retención
ābhyāṃ: por estas dos
vā: o
prāṇasya: de la respiración



"O la calma se alcanza por el control de la exhalación o retención de la respiración."





En este sutra Patanjali explica que si queremos alcanzar el estado de calma y estabilidad del sistema mental (cittaprasādana) una forma es mediante la observación y/o control de la respiración. 




En los sutras anteriores y en los consecutivos a este se explican diferentes formas de obtener el estado de “chitta vritti nirodha” (leer sutra I.2) en el cual el conjunto mental no sufre modificaciones (las modificaciones o vrittis serían pensamientos, emociones, recuerdos, imaginación, etc. y están numeradas en el sutra I.6, la palabra nirodha significa que estas se controlan). Y también se hace referencia al estado de “cittaprasādana“ que significa estabilización emocional, pacificación; claridad, estado de paz, serenidad perfecta (sutra I.33).





Este sutra nos da una de esas herramientas, la cual es ciertamente muy accesible y muy simple. Observa tu respiración, sigue la inhalación y la exhalación, concéntrate en ella. Puedes hacerlo en cualquier posición siendo lo ideal en una postura sentada. Puedes hacerlo en cualquier momento del día, incluso mientras realizas otras actividades. La mente intentará divagar con los pensamientos una y otra vez, pero no te desesperes, es parte del proceso de purificación. Continúa adelante, deja que el pensamiento pase y vuelve a tu objeto de contemplación. Es cuestión de ir cambiando poco a poco los patrones de conducta de la revoltosa mente. La mente está muy acostumbrada a recibir estímulos constantemente, tal es así que la mente moderna se aburre fácilmente. Con este método de observación de la respiración no solo cambiaremos los patrones mentales sino que también nos dará un amplio conocimiento y conciencia de nuestra actividad mental. La práctica de yoga está orientada a nuestra paz, tranquilidad, calma, serenidad; por eso estas practicas son incluso mas importantes que nuestra secuencia diaria de asanas.




La respiración es un objeto de contemplación perfecto. Está con nosotros durante toda nuestra vida, todo el tiempo. Tenemos acceso a ella siempre que queramos. La mente está muy asociada con la respiración. Muchos sabios han dicho que donde va la mente el prana la sigue. Recordemos que en este caso prana es sinónimos de respiración, es decir la fuerza o energía vital. Es por eso que cuando estamos alterados emocionalmente la respiración adquiere patrones irregulares. En cambio cuando nuestra mente está concentrada en algo, ya sea meditando en un objeto o simplemente estudiando o leyendo un libro, la respiración se vuelve muy calma y estable hasta el punto de casi desaparecer. Del mismo modo si queremos modificar el estado mental podemos lograrlo utilizando y regulando nuestra respiración. Si regulamos el prana regularemos la actividad mental. Siempre que estemos en una situación difícil o intensa podemos tomar varias respiraciones profundas, tratar de ralentizar la entrada y salida de aire. O también podemos meditar en este objeto, la respiración. Podemos hacerlo sentados en padmasana o cualquier otra posición, observando y regulando el aire durante una determinada cantidad de tiempo. Recuerden que incluso podemos practicarlo en cualquier ocasión ya sea caminando, trabajando, incluso estando en una conversación.






Esta técnica yóguica es muy parecida a la técnica de meditación budista llamada “anapana”. En anapana la única diferencia es que la respiración no se regula, solamente se observa sin modificarla. Con el tiempo de practicar anapana, la respiración se vuelve muy lenta hasta casi desaparecer y la mente entra en profunda meditación y quietud. 






Regular la respiración (la práctica de pranayama) es regular el prana y el apana, las dos principales formas de prana (energía vital) y es la base de la práctica de “hatha yoga”. Hatha significa justamente la unión y equilibrio de esas dos energías, el sol y la luna. Cuando las energías opuestas se equilibran la mente alcanza un estado de paz y calma. Podemos entonces interpretar este sutra mas allá de solo observar la respiración, también podemos regularla y eso es justamente practicar pranayama. De aquí que el el sutra figuren palabras clave como “vidhāraṇa” que significa retención o contención, y “pracchardana” o expulsión, exhalación. 





En conclusión sabemos que disponemos de estas herramientas para calmar y aquietar el conjunto mente/conciencia. Por eso cuando practicamos ashtanga yoga y regulamos la respiración por mas de una hora, al terminar la práctica sentimos un estado de paz y quietud. Eso es lo maravilloso del yoga y los yoga sutras, que podemos experimentarlos y verificar su veracidad. 



¡Espero que les sirva para aplicarlo en su práctica!





Autora: Patricia Aballay








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Saha Nau Bhunaktu | 
Saha Viiryam Karavaavahai | 
Tejasvi Nau-Adhiitam-Astu Maa Vidvissaavahai | 
Om Shaantih Shaantih Shaantih || 


Que lo Divino nos proteja. 
Que disfrutemos unidos los frutos de nuestras acciones.
Que aunemos nuestra fortaleza para el bien de la Humanidad
y que nuestro aprendizaje sea luminoso y útil.
Que nunca haya enemistad entre nosotros.
Om, PAZ, PAZ, PAZ.



11 jul 2017

Pranayama IV, por TKV Desikachar: Enfoque en prāṇāyāma

Del libro "El corazón del yoga"

TKV DESIKACHAR Y SU PADRE SRI T KRISHNAMACHARYA 

Enfoque en prāṇāyāma


Existen algunas técnicas que nos ayudarán a mantener la concentración en prāṇāyāma. Al concentrarnos en la respiración, podemos enfocarnos en el flujo del aliento, su sonido o en el lugar donde está ocurriendo la mayoría del trabajo. Lo anterior se determinará por la fase en la que nos encontremos. Por ejemplo, durante la exhalación y al retener la respiración después de aquella, nuestra concentración está dirigida hacia el abdomen. Por lo contrario, se dirige hacia la región pectoral cuando inhalamos y retenemos la respiración después de inhalar.


Aunque parezca fácil, de hecho, seguir sólo el movimiento de la respiración es muy difícil, porque suele cambiar en el momento en que nos concentramos en ella y así optamos por controlar la proporción de la respiración natural, sólo para perjudicarla. Cuando seguimos la respiración nos inclinamos a seguir una de dos direcciones, ya sea que nos ocupemos de sentirla o sólo la observemos. Si es esto último, no tenemos que hacer nada con la actividad de la respiración en sí. Es como observar el flujo de un río. Cuando logramos hacerlo, nos encontramos casi en un estado de meditación. Esta es la razón por la cual a veces se nos aconseja que sólo observemos la respiración: al hacerlo, nuestra mente se tranquiliza. No es fácil, pero es maravilloso.


Hay otras técnicas que nos ayudan a mantener la concentración en prāṇāyāma. Una de ellas es llamar a nuestra mirada interna, una práctica en la cual sostenemos los ojos en una posición fija con los párpados cerrados. Usamos tanto nuestros ojos que no es fácil mantenerlos quietos. Ya sea que estemos mirando o escuchando, oliendo o probando, de una u otra manera nuestros ojos siempre están involucrados; por lo tanto siempre tienen mucha presión. Cerrar los ojos es un momento muy importante en prāṇāyāma. En la mirada interna dirigimos los ojos como si estuvieran viendo el vientre, el ombligo, la punta de la nariz o el punto entre las cejas. O sostenemos una imagen ante nuestros ojos, como por ejemplo una luna llena, un amanecer o el signo de un mantra.


Mirar es un ejercicio. Cuando empezamos a practicar este tipo de miradas, corremos el riesgo de tener dolores de cabeza si lo hacemos durante la aspiración y la exhalación. Se aconseja empezar este ejercicio de la manera que se prefiera, pero sólo mientras se retiene la respiración. Es más fácil así, porque todo está quieto.


La mirada interna no es natural. Por lo general los ojos se están moviendo constantemente, aún cuando están cerrados. En esta técnica de mirada interna tratamos de conservarlos fijos en un punto específico. De cierta manera es como si ignoráramos a los demás sentidos. El efecto es hacer descansar a los sentidos.


Otra técnica que nos ayuda a mantener la concentración durante prāṇāyāma es usar las manos y los dedos. A menudo vemos posiciones de mano como la de las imágenes de Buda. A las posiciones de las manos se les llama hasta mudrā. Hasta significa “mano” y mudrā tiene muchos significados, pero aquí podemos entenderla como un símbolo.


Existen muchas posiciones de mano. La posición de una mano descansando en la otra es dhyāna mudrā, el mudra de contemplación. En el cin mudrā, el pulgar y el índice de la mano izquierda se colocan como en un círculo (la mano derecha se usa para regular la respiración por las fosas). Cuando nuestra mente se distrae durante prāṇāyāma los dedos se separan y así, podemos notar que hemos perdido la concentración. De esta manera el mudrā también puede ser una forma para asegurar nuestra concentración en la respiración.


Para usar estas técnicas de enfoque al máximo, lo mejor es emplear sólo una, a través de toda la práctica de un día. Es más fácil descubrir algo cuando enfocamos nuestra atención en una técnica, que si se divide la atención en varias experiencias. Si usted va de un enfoque a otro durante el curso de doce respiraciones, podrá perder la concentración totalmente.


Para terminar, una palabra para recordar. Se dice que debemos hacer por lo menos doce respiraciones en cualquier sesión de prāṇāyāma. El número doce se relaciona con un antiguo ritual hindú en el cual contamos con los dedos, colocando el pulgar en varias posiciones en la mano cada vez que aspiramos, empezando en la base del índice. La figura muestra el orden en que se cuentan las respiraciones.


El método tradicional para contar las respiraciones en prāṇāyāma




Mas pensamientos sobre prāṇāyāma 

P: Es muy difícil para mi contar mientras estoy reteniendo la respiración.

R: Eso es interesante. De hecho, retener la respiración nos proporciona un momento de quietud, un momento en el cual podríamos hacer algo como contar. Aún más, se dice que el mejor momento para introducir un mantra no es al inhalar o al exhalar, sino mientras retenemos la respiración. Algunos mantras son muy largos. Los podemos recitar precisamente mientras retenemos la respiración, porque no tenemos que estar concentrados en ella. Se dice que un momento de retención de respiración es un momento de meditación, un momento de dhyāna. Por esto su comentario me sorprende. Puede ser que usted deba usar el método de contar con el dedo; sólo coloque el pulgar en una articulación de un dedo al momento de inhalar, entonces cambie el pulgar a otra articulación, a un ritmo de un golpe por segundo, para contar la duración de la retención. A veces esto ayuda. La meta final será no hacer uso de ninguna técnica.


P: ¿En verdad deberíamos poder practicar prāṇāyāma sin contar las respiraciones, o las proporciones entre las fases de la respiración?

R: Sí. ¿Qué cosa es prāṇāyāma que ser uno con la respiración? Pero es muy difícil, por eso tenemos tantas técnicas. Normalmente nuestro cuerpo tiene su propio ritmo y no estamos conscientes de nuestra respiración. Al contar estamos ocupados en ella. Muchas personas dicen que prāṇāyāma es aburrido; dicen que el sólo hecho de sentarse allí y hacer ejercicios de respiración es muy ridículo. Parece que los āsanas son un reto mayor y producen un resultado visible. Pero cuando estamos totalmente ocupados en prāṇāyāma, entonces ¿quién se aburre con los números? Contar o marcar la respiración, las proporciones y las técnicas, sólo son los medios y no las metas. La meta es no usar ninguna técnica en lo absoluto. Cuando podemos estar sólo con la respiración, observándola activamente, entonces estamos practicando la forma más elevada de prāṇāyāma. Pero es más fácil decir que hacer.



P: ¿Puede decirnos algo más sobre retener la respiración después de exhalar

R: Usamos esta clase de respiración cuando queremos enfocar nuestro trabajo en el área abdominal. Por lo general, retener la respiración después de exhalar es más difícil que hacerlo después de inhalar.


P: ¿Se puede relajar el diafragma durante la retención de la respiración después de inhalar o exhalar?

R: No hay por qué relajar deliberadamente el diafragma si se inhala en la forma correcta. Pero si se levanta el pecho demasiado al inhalar, los pulmones se expandirán más allá de su límite natural y el diafragma será arrastrado hacia adentro y arriba. Se dará cuenta de esto si siente una pequeña restricción en la garganta después de inhalar. Aquí es cuando se debe relajar conscientemente el diafragma. Por otro lado, cuando contraemos muy fuerte el abdomen al exhalar, el aire fluye hacia fuera, tan rápido, que no se puede controlar bien. De forma similar, el aire que fluye al inhalar no se podrá controlar tampoco, si el abdomen está aún contraído después de exhalar, sin importar qué tan completa haya sido la exhalación. Si oye o siente un sonido ahogado al empezar la inhalación, es seguro que haya contraído el abdomen demasiado fuerte. Lo puede sentir en la garganta.

Cada vez nos esforzamos de más, causamos tensión en el diafragma. Entonces, si hemos contraído demasiado el abdomen al exhalar, deliberadamente debemos relajar el diafragma también.


P: ¿Se debe preparar de la misma manera todos los días para una práctica difícil de un prāṇāyāma?

R: Nos podemos preparar de varias formas. Es cierto que siempre es necesario hacer alguna acondicionamiento. Si nuestro propósito es hacer una proporción de respiración en particular y escogemos bien los āsanas correspondientes, entonces la preparación puede ser relativamente corta. Si queremos practicar retención de respiración después de inhalar y exhalar, por ejemplo, no haremos muchas posturas agotadoras de antemano.


P: ¿Usted hace siempre prāṇāyāma después de los āsanas ?

R: Es mejor hacer esto, siempre y cuando no sean muy agotadores y nos ayuden a respirar mejor. Hay excepciones, pero como regla general hacemos āsanas antes de prāṇāyāma.


P: ¿Podemos desarrollar la habilidad para mirar fijamente?

R: Claro que sí. Para empezar, mire con intensidad al centro del movimiento de la respiración, esto es, al área del diafragma. Al inhalar usted dirige su mirada ahí y al retener la respiración también sostiene la mirada en ese lugar. Cuando exhale, permita que los globos oculares volteen para abajo hacia el ombligo. El siguiente paso sería sostener su mirada en el mismo punto durante toda su práctica de prāṇāyāma, sin importar si está aspirando o exhalando. Así que empiece por contemplar sólo mientras retiene la respiración y después inténtelo mientras inhala y retiene la respiración. Después de unos meses, es probable que pueda mirar fijamente sin ningún problema durante su práctica de prāṇāyāma.



P: ¿En realidad utiliza los músculos de los ojos al mirar con fijeza o sólo se lo imagina?

R: No se pueden relajar los músculos de los ojos mientras se está contemplando; los estamos usando. Pero las diversas técnicas para ello tienen diferentes efectos. Muchas personas están tan tensas que sus cejas siempre están fruncidas. Recomiendo que estas personas vean para abajo, cuando inhalan y exhalan. Cuando los globos de los ojos están hacia abajo, el área entre las cejas simplemente no puede estar tensa. Mirar al punto entre las cejas puede crear tensión muscular. Esta técnica no es la apropiada si hay mucha tensión en esa área. La práctica de contemplar se debe hacer paso a paso, si no, nos dolerá la cabeza.


P: ¿Utiliza la técnica del yoga, de contemplar una vela con el propósito de meditar?

R: Fijar la mirada en una vela es una forma exterior de mirar. En India tenemos la costumbre de mirar al sol a través de cierta posición de las manos todos los días. La idea detrás de esto es que nos familiarizamos con la forma del sol y así podamos visualizarlo con nuestros ojos internos durante prāṇāyāma. Mirar una vela, lo que se llama trāṭaka, es algo similar, pero no es necesario relacionarlo con prāṇāyāma. Algunas veces lo usamos como un ejercicio de los ojos. La mirada fija en prāṇāyāma se dirige al interior más que al exterior, porque en esta técnica nos estamos orientando a lo que tenemos dentro de nosotros.


P: ¿Nos podríamos distraer al retener un mudrā durante prāṇāyāma si nos concentramos en la posición de nuestras manos?

R: Naturalmente. Es por esa razón que practicamos todas estas técnicas de forma gradual. Si usted fuera a aprender prāṇāyāma conmigo, hasta después de mucho tiempo le mencionaría estas técnicas y las introduciría poco a poco y con mucho cuidado. Todo lo que hagamos para reunir nuestra energía se debe hacer gradualmente. Si hacemos algo demasiado rápido, nos puede agotar.


12 oct 2016

Pranayama III, T K V Desikachar: Tecnicas de prāṇāyāma


Del libro "El corazón del yoga"



Tecnicas de prāṇāyāma

Ujjāyī

En una de las prácticas de prāṇāyāma llamada ujjāyī, o respiración de garganta, deliberadamente contraemos un poco la laringe, estrechando el paso del aire. Esto produce un leve ruido en la garganta mientras respiramos. La traducción de ujjāyī es “lo que aclara la garganta y domina el área del pecho.” Se debe pedir ayuda a un maestro para decidir si esta es la técnica de respiración más conveniente para uno, y si no, cuál sería la mejor.

La respiración Ujjāyī tiene muchas variaciones. Por ejemplo, podemos aspirar por la garganta y entonces tapar una fosa nasal y dejar un poco abierta la otra para exhalar. A esta técnica se le llama anuloma ujjāyī. En una técnica prāṇāyāma llamada viloma ujjāyī, inhalamos por la fosa nasal y expiramos por la garganta. Esta técnica se usa para prolongar la inhalación. En ujjāyī prāṇāyāma es importante seguir la siguiente regla: cuando regulemos la respiración a través de la fosa nasal, nunca respiremos por la garganta al mismo tiempo.



Nāḍī śodhana






En la técnica para prolongar la exhalación y la inhalación, respiramos alternando las fosas nasales y no usamos la garganta para nada. Cerramos una fosa y mantenemos la otra parcialmente cerrada, entonces aspiramos primero por la izquierda, y exhalamos por la derecha, luego aspiramos por la derecha y exhalamos por la izquierda y así sucesivamente. Para controlar la abertura de las fosas utilizamos un mudrā de mano. A esta técnica se le llama nāḍī śodhana, nāḍī es el pasaje o la vena por la que fluye la respiración y la energía; śodhana significa “limpieza.” La figura a continuación muestra la posición de la mano para nāḍī śodhana. Por lo general, trabajamos por mucho tiempo con ujjāyī antes de introducir nāḍī śodhanaa nuestra práctica.






Si tiene gripa o si sus fosas nasales están bloqueadas de alguna manera, no debe practicar la respiración por fosas alternadas. Si se fuerza la respiración a través de las fosas puede traernos complicaciones. En prāṇāyāma es importante seguir esta regla: no debe forzar nada bajo ninguna circunstancia. Si se usan las fosas para controlar la respiración, éstas no deben tener ninguna obstrucción. Si no es así, se debe practicar la respiración de garganta.



Śītalī

Otra técnica de respiración muy útil incluye el uso de la lengua. Durante la aspiración hacemos una curva juntando las orillas de la lengua para que se forme una especie de tubo, entonces respiramos a través de él. Durante la inhalación el aire pasa por la lengua húmeda, enfriando y refrescando la garganta. Para estar seguros deque la lengua permanece húmeda, la doblamos hacia atrás lo más posible presionándola contra el paladar durante toda la exhalación, para que en la siguiente respiración esté tan fresca como al principio. Podemos exhalar por la garganta o a través de las fosas alternadas. A esta técnica se le llama śītalī prāṇāyāma. Śīta significa “fresco.”

Aquellas personas que no pueden enrollar la lengua de esta manera, pueden lograr el mismo efecto de frescura utilizando otra técnica, en la cual abren un poco la boca separando los dientes de abajo de los de arriba al momento de aspirar, y colocan la lengua con cuidado en el espacio entre los dientes, una posición en la cual el aire puede aún fluir sobre la lengua. Exhalan otra vez por la garganta o por las fosas alternadas. Esta clase de respiración se llama śītkarī prāṇāyāma.

Las técnicas de ujjāyī, nāḍī śodhanay śītalī nos ayudan a dirigir nuestra atención a donde se encuentra la respiración en nuestro cuerpo. Este enfoque nos ayuda a unificar la mente, que es una contribución esencial para los efectos físicos de cualquiera de las técnicas prāṇāyāma que estemos practicando.
Śītalī


Kapālabhātī

Esta es una técnica que respiración que se usa en especial para limpiar. Si tenemos mucha mucosidad en los pasos de aire o sentimos presión y bloqueos en el pecho, a menudo se recomienda respirar rápido. En esta práctica, deliberadamente respiramos más rápido y al mismo tiempo utilizamos la respiración abdominal (esto es, de diafragma) y no la de pecho. En kapālabhātī la respiración es corta, rápida y fuerte. Usamos los pulmones como bombas, creando tanta presión cuando expelen el aire, que los pasos se limpian de basura desde los pulmones hasta las fosas nasales. Kapāla significa “cráneo” y bhātī “lo que trae ligereza.” Es bueno hacer Kapālabhātī cuando sentimos la cabeza pesada o confusa. Si tenemos problemas con los senos nasales o si sentimos entumecida el área alrededor de los ojos, kapālabhātī puede ayudar a limpiar esta área también.



Bhastrika 

Esta palabra quiere decir “fuelle.” En la respiración bhastrika el abdomen se mueve como un par de fuelles. Si una fosa está tapada, entonces aspiramos el aire rápidamente por la fosa abierta y exhalamos fuerte por la otra.

Las técnicas de respiración kapālabhātīy el bhastrika comparten el mismo principio general, en concreto, que limpiamos los pasajes de las fosas nasales con la fuerza de la respiración. No hay duda que debemos ser muy cuidadosos con estas técnicas, porque existe el peligro de crear tensión en la respiración. Al hacerlo rápido, podemos marearnos; por esta razón siempre terminamos la práctica de kapālabhātī con algunas respiraciones lentas. Es importante que no respiremos rápido muchas veces, sino que después de unas cuantas rápidas hagamos otras tantas lentas, en las que pongamos énfasis en la exhalación prolongada.


El proceso gradual de prāṇāyāma 

Cuando nos comprometemos con la práctica de prāṇāyāma, lo debemos hacer paso a paso. Es importante que descansemos unos minutos después de que terminamos nuestra práctica de āsana y antes de empezar prāṇāyāma, ya que estamos iniciando algo nuevo: dirigir nuestra atención hacia la respiración y no al cuerpo. El tiempo entre la práctica de āsana y la de prāṇāyāma no es sólo para descansar, también ayuda a nuestra mente a hacer la transición de una práctica a la otra. Si no descansamos entre las dos podemos desarrollar tensiones, debido a que el cuerpo no puede hacer una transición inmediata. Siempre debemos descansar entre la práctica de āsana y la de prāṇāyāma.

Al practicar prāṇāyāma es importante encontrar una posición, sentados, en la cual podamos permanecer por largos periodos y pararnos sin sentir rigidez. Un aspecto importante de nuestra postura prāṇāyāmaes conservar la espina derecha. Para muchas personas arrodillarse es cómodo; a otras les es más fácil sentarse con las piernas cruzadas en posición de flor de loto; aún es aceptable sentarse en una silla. Para las personas que se están recuperando de problemas como enfermedades del corazón, se recomienda que se recuesten en un sillón para hacer sus ejercicios de respiración. Debido a que en prāṇāyāmaestamos tratando, más que nada con la respiración, al sentarnos para efectuar esta práctica, el cuerpo no debe de molestar a la respiración. Lo que más nos importa en la práctica de āsana es el cuerpo. Al usar aquí la respiración, debemos adoptar unapostura para prāṇāyāmaen la cual pongamos una mínima atención al cuerpo. Lo único que se pide durante prāṇāyāmaes que estemos cómodos y que tengamos la espina derecha.


La figura a continuación muestra las posibles posturas para la práctica de prāṇāyāma. Padmāsana o la postura de flor de loto (1) es una buena posición para practicar prāṇāyāmay bandha, siempre y cuando podamos permanecer en ella cómodamente. La otra posición con las piernas cruzadas, siddhāsana (2) y sukhāsana (3) son más cómodas e igual de efectivas. Pocas personas pueden permanecer sentadas por mucho tiempo en vīrāsana(4), pero la mayoría de nosotros tenemos la tendencia a encorvar la parte baja de la espalda en esta posición. En vajrāsana(5) tenemos la disposición de hundir la espalda. Otra postura buena es sentarse derechos en un taburete.

Posturas para pranayama


La postura sentada que escojamos dependerá de la duración de nuestra práctica de prāṇāyāma. Digamos que queremos hacer veinte respiraciones, dando cinco segundos a cada inhalación y a cada exhalación. Eso no nos tomará más de tres minutos. Existen varias posiciones en las cuales podemos sentarnos cómodamente por este tiempo. Pero si planeamos nuestra práctica para que incluya aspiraciones y exhalaciones de más de cinco segundos, que incluya retención de respiración y veinticuatro respiraciones, la posición que fue confortable para tres minutos no lo va a ser para está práctica más larga. Por lo tanto debemos escoger una posición más sencilla. Entre más larga sea nuestra práctica de prāṇāyāma, necesitaremos una postura sentada más cómoda.

Krishnamacharya y estudiante


La proporción de la respiración 

Además de las diversas técnicas de respiración, la proporción de las diferentes fases de la respiración entre ellas, es muy importante. Ya hemos descrito de varias maneras cómo se pueden enfatizar las diferentes fases de la respiración. En prāṇāyāma también se puede arreglar la proporción entre la inhalación y la retención que le sigue, entre la exhalación y la retención después de ésta. Las muchas posibilidades de estas proporciones se pueden dividir en dos categorías aproximadamente.
            

Que la inhalación, la exhalación y la retención tengan la misma duración. Lo llamamos samavṛttiprāṇāyāma (sama significa “lo mismo” y vṛtti “mover”). Esta clase de práctica de prāṇāyāma es buena para las personas que usan un mantra en sus ejercicios de respiración; pueden hacer la aspiración, la exhalación y la retención de cada respiración, con el mismo número de repeticiones de mantra.
            

Las distintas fases de la respiración tienen diferente duración. Se llama viṣamavrtti prāṇāyāma. La regla general de esta práctica es permitir una exhalación dos veces más larga que la inhalación.

Otro punto importante en la práctica de prāṇāyāma es saber cómo encontrar la proporción apropiada de respiración, para nuestras necesidades individuales. No siempre respiramos en la misma proporción; podría ser que necesitáramos un nuevo porcentaje, para mantenernos atentos en la práctica o porque tuviéramos que tomar en cuenta otras necesidades inmediatas. Si la relación de respiración es muy fácil, nuestra práctica de prāṇāyāma se volverá mecánica y sí es muy complicada, podrá crear una resistencia que por sí sola causará problemas.
            
Se deben de tener en cuenta dos factores para escoger una proporción de respiración apropiada: qué podemos hacer y cuáles son nuestras metas. En este momento lo que podemos hacer depende de qué tan bien inhalamos, retenemos la respiración, exhalamos y retenemos la respiración otra vez. Es fácil descubrirlo si observamos nuestra respiración durante la práctica de āsana. Nos podemos dar una buena idea de los límites de nuestra respiración, al observar si ésta se tambalea cuando el cuerpo le exige más, en ciertas posturas.
            
Aquí tenemos un ejemplo de cómo podemos observar nuestra respiración en los diferentes āsanas , para encontrar la proporción de respiración adecuada, según nuestras necesidades. Escojamos tres posturas diferentes: una flexión hacia delante como paścimatānāsana, una flexión hacia atrás como bhujaṅgāsana y sarvāngāsana o pararse sobre los hombros, una postura en la cual el área de la garganta se restringe y los órganos abdominales presionan al diafragma. En estos āsanas , aspiremos y exhalemos en la misma duración, digamos, seis segundos para cadauna. Ahora imaginemos que el resultado es éste: la respiración es cómoda y libre en la flexión hacia delante; en la flexión hacia atrás, tanto la inhalación como la exhalación son más cortas y al pararse sobre los hombros la exhalación es buena pero la inhalación es demasiado corta. De este experimento podemos deducir que tenemos dificultades para alargar la inhalación.
            

Creo que debería ampliar esta explicación. Lo más probable es que podamos hacer la exhalación tan larga como queramos, al flexionarnos hacia delante, porque la contracción del diafragma y del abdomen no se restringe, así la exhalación es fácil. De la misma manera, en la postura invertida podemos prolongar la exhalación tanto como queramos. Por lo general es más difícil exhalar suavemente en esta posición, porque el peso de los órganos abdominales en el diafragma empujan hacia fuera el aire y así se acelera la exhalación. Si alguien puede controlarla a pesar de esto, entonces le será fácil prolongar la respiración en prāṇāyāma. La inhalación corta en bhujaṅgāsana (una postura que estimula la inhalación como el ritmo natural de respiración)y la inhalación corta al pararse sobre los hombros muestran que, de algún modo, la fase de inhalación en nuestro ciclo de respiración se restringe. Los āsanas no sólo nos hablan de nuestro cuerpo. Si establecemos una proporción en la cual la inhalación y la exhalación tengan la misma duración y observamos la respiración por cierto tiempo en varios āsanas , también podemos aprender mucho de la respiración.
            

A partir de este ejemplo podemos diseñar una práctica de prāṇāyāma en la cual la exhalación se prolongue más que la inhalación. Podríamos decidir respirar en una proporción de 1:2, esto es, haciendo la exhalación dos veces más larga que la inhalación. Al hacerlo, estimulamos a los pulmones para que se llenen completamente, lo que a su vez, ayudará a una inhalación más grande. Para prolongar la inhalación debemos trabajar con la exhalación.
            
Siempre debemos considerar las cosas más obvias, antes de hacer preguntas como ésta en nuestra práctica. Si somos principiantes en el yoga y sólo hemos hecho unos pocos ejercicios y ahora queremos practicar prāṇāyāma, no nos debemos imponer metas muy ambiciosas, como por ejemplo, que con sólo un mes de práctica podamos retener la respiración o retenerla después de exhalar a los dos meses de práctica. Al principio nuestras metas deben enfocarse más en encontrar lo que necesitamos, para desarrollar un interés más profundo en nuestra práctica. Sólo debemos incrementar el tiempo de la retención de la respiración después de inhalar y exhalar gradualmente. En cada nivel, es importante que después de cada sesión de prāṇāyāma que hayamos escogido correctamente nos sintamos bien, de la misma manera que lo deben estar nuestro cuerpo y nuestra respiración. Si ponemos atención a lo anterior, practicaremos de tal manera que al final nos será posible ejercitar todo tipo de prāṇāyāma.
            
Nuestras metas determinan lo que podríamos hacer a corto plazo; están relacionadas con nuestras necesidades y con la dirección que tomará nuestro yoga. Debemos aceptar el lugar donde nos encontramos y luego movernos hacia donde queremos ir. En el yoga, la noción de movernos del punto donde estamos ahora al punto que queremos alcanzar debe estar presente siempre. Con seguridad ésta es una de las definiciones del yoga

Desikachar enseñando pranayama