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8 feb 2019

Principios del Hatha yoga por Swami Satyananda Saraswati. Parte I: historia del hatha yoga.




Del libro Hatha yoga Pradipika Swami Muktibodhananda




En la literatura del yoga tenemos un numero de textos confiables sobre el Hatha Yoga. El Hatha Yoga Pradipika de Yogi Swatmarama es uno bien reconocido. Otro texto de Yogi Gorakhnath es conocido como Goraksha Samhita. Un tercer texto es Gheranda Samhita del gran sabio Gheranda. Aparte de estos hay un cuarto texto especializado conocido como Hatharatnavali, y fue escrito posteriormente por Srinivasabhatta Mahayogindra. Todos estos textos se considera que fueron escritos entre los siglos seis y quince después de Cristo.




Tambien hay pequeñas referencias sobre el hatha yoga en los antiguos Upanishads y Puranas. Los Upanishads datan de tiempos anteriores al periodo budista, que fue alrededor del siglo seis antes de Cristo. Las referencias que aparecen en los Upanishads indican que la ciencia del Hatha Yoga era bien conocida antes de este período. Hay otro texto importante llamado Srimad Bhagavatam, la historia de Krishna. En ese voluminoso libro, hay referencias al hatha yoga en varios capítulos. 




En la cultura pre-colombina de América se han encontrado evidencias del hatha yoga. Incluso ahora, en San Agustin, una provincia del sur de Colombia en Sudamérica, hay grandes piedras con figuras y tallas que representan las prácticas de hatha yoga. En conclusión, la forma sistemática del hatha yoga comenzó a emerger en India en algún momento durante el siglo seis antes de Cristo. 




Esto nos da un vislumbre de los aspectos históricos del hatha yoga. Durante siglos estos libros han guiado a los aspirantes espirituales. Muchas sectas se formaron también en India, Nepal y el Tibet basadas en el Hatha Yoga. ¿Cual es el tema que tratan estos libros? ¿Es solo el mantener un cuerpo joven, u obtener poderes físicos, siddhis, o es el desarrollar la capacidad de despertar el potencial de energía llamado kundalini, y alcanzar la supraconciencia llamada samadhi? Si analizamos estos textos cuidadosamente el propósito se aclarará. 




En los viejos tiempos el hatha yoga fue practicado por muchos años como una preparación para estados mas elevados de conciencia. Hoy, sin embargo, el propósito real de esta gran ciencia se ha olvidado por completo. Las practicas del Hatha Yoga que fueron diseñadas por los rishis y los sabios de antaño para la evolución de la humanidad, son ahora entendidos y utilizados es un sentido muy limitado. A menudo escuchamos a la gente decir “No practico meditación, solo practico yoga físico, hatha yoga”. Ahora es momento de corregir este punto. Hatha Yoga es una ciencia muy importante para la humanidad de hoy. 




La selección del Hatha Yoga




Para el siglo sexto después de Cristo una gran evolución espiritual había tenido lugar en India durante varios siglos. Dos grandes hombres nacieron en India en el siglo seis antes de Cristo. Uno es conocido mundialmente como Buddha y el otro fue Mahavir, el fundador de la secta Jainista, una tradición de la cultura India. Ambos practicaron seriamente austeridades y ambos predicaron la no-violencia, ahimsa. 




Finalmente, Buddha elaboró sus enseñanzas, que son conocidas como las “Cuatro nobles verdades”. Dos de los sistemas budistas fueron conocidos ampliamente en todo el mundo. Uno se conoce como vipassana y el otro es anapanasati, contemplación. Asi Buddha presento un sistema básico llamado “el óctuple sendero”, era un sistema ético, algo así como los yamas y niyamas del raja yoga. 




Como resultado de la popularidad de Buddha, la meditación se convirtió en el principal sistema de práctica espiritual del subcontinente indio. De todos modos, las prácticas preparatorias fueron ignoradas. La ética y la moral fueron mucho mas enfatizadas. Fue en estos tiempos que los pensadores de India comenzaron a revalorizar el sistema de Buddha. Los indios creen que la meditación es el mejor camino, pero no están de acuerdo en un punto, que uno puede comenzar meditación inmediatamente. En cambio creen que hay que prepararse para esa práctica. 




Quinientos años después de Buddha, y cien años antes de Cristo, en India, en Nalanda en Bihar una gran escuela se formó en la tradición del budismo, devotos del sistema Hinayana. Hinayana significa el “camino pequeño” y es un sistema ortodoxo. Muchos miles de estudiantes de todo el mundo conocido fueron para estudiar religión allí. 




Ademas, habia otro grupo entre los budistas que no estaba de acuerdo con la interpretación ortodoxa de las enseñanzas. Ellos pensaban que no era lo que el Buddha mismo había predicado. Ellos establecieron otra escuela llamada Vikram Shila, a ochenta millas al este de Munger, en Bihar, la cual se convirtió en el centro de enseñanzas de la tradición Mahayana. Mahayana significa “el gran camino”. Ellos no eran budistas ortodoxos, sino mas abiertos, budistas liberales. En esa tradición Mahayana comenzaron a incluir el tantra; aunque estoy no era algo sobre lo que Buddha había predicado, así que los budistas ortodoxos no creían en este sistema. Desde Vikram Shila afloro una secta conocida como Sahajayana, el “camino espontaneo”, y Vajrayana, el cual incluye temáticas sexuales entre el hombre y la mujer. Entonces, la practica de las sectas tántricas eran muy malinterpretadas por la gente ortodoxa. 




Después de unos quinientos años aproximadamente, la popularidad e influencia del budismo fue declinando y así también esas sectas tántricas y sus prácticas. Entonces en los siglos cuatro, cinco y seis después de Cristo, después del periodo de decadencia del budismo en India, algunos grandes yogis retomaron esa ciencia y la presentaron, para purificar el sistema tántrico. Matsyendranath, Gorakhnath y otros pocos yogis de esa tradición encontraron que esta importante ciencia esta siendo ignorada por algunas personas e incorrectamente enseñado por otras. Asi separaron las practicas tántricas del hatha yoga y raja yoga del resto y dejaron fuera todos los rituales del tantra, sin ni siquiera mencionarlos. 




Cuando separaron y escogieron las practicas, tomaron del sistema tántrico las que eran útiles y apropiadas para el yoga. Para ese entonces se volvió necesario clasificar algunas de las instrucciones del tantra. 




Aunque Buddha fue una gran personalidad, sus enseñanzas después permanecieron simplemente como lo que llamamos experiencias psicológicas. De aquí que se vuelva necesario re-introducir un sistema apropiado de meditación. Así fue como el sistema de hatha yoga se estableció. Fue en ese tiempo que Matsyendranath fundó el culto Nath que creia que, antes de comenzar las practicas de meditación, se debería purificar el cuerpo y sus elementos. Este es el tópico del hatha yoga.  


Traducción al español por Patricia Aballay

15 feb 2014

Biografía Sri K Pattabhi Jois

SRI K PATTABHI JOIS



Infancia



Yogacharaya Shri K. Pattabhi Jois (Guruji) nació en la luna llena de julio de 1915, en Kowshika, una pequeña villa localizada a 150 Km. de Mysore en el estado sureño de Karnataka. Su padre era astrólogo y sacerdote en la villa de aproximadamente 70 familias. Guruji era el niño del medio de nueve hermanos, y desde la edad de 5 años, como la mayoría de los niños brahmines, comenzó tempranamente sus estudios de los vedas y rituales Hindúes.



A los 12 años, fue a una demostración de Yoga en su escuela, lo que lo inspiró a aprender más de esta antigua práctica. Estaba tan entusiasmado con su nuevo descubrimiento, que se levantó temprano a la mañana siguiente para conocer al impresionante Yogui que había visto: Sri T. Krishnamacharya, uno de los más distinguidos Yoguis del siglo XX.



Luego de interrogar a Guruji, Krischnamacharya aceptó tomarlo como su estudiante, y por los siguientes dos años, sin saberlo su familia, Guruji practicó bajo la estricta y grandiosa tutela del Yogui cada día después de la escuela, caminando 5 Km. temprano en la mañana para llegar a la casa de Krischnamacharya. Cuando leía el Ramayana y otros libros sagrados sobre el vedanta en su casa, sus familiares le decían: “¡Oh, miren qué gran Pandit!, ¿porqué estás desperdiciando el tiempo leyendo libros? Anda a atender a las vacas”.



Mysore



Cuando Guruji cumplió catorce años, recibió la iniciación del cordón de brahman -la ceremonia en la cual el niño brahmin se convierte en hombre y es iniciado en la vida espiritual-. Poco tiempo después de la significativa ceremonia, y con dos rupias en su bolsillo, Guruji huyó de su casa secretamente para procurar estudios de Sánscrito en la Universidad Sánscrita de Mysore. Luego de bajarse del tren, fué directo al departamento de admisiones, mostró su cordón para probar que era un Brahmin (esto le garantizaría una admisión gratuita), y fue aceptado en la escuela.



Se dedicó arduamente a sus clases y estudios, y continuó con su práctica de Yoga incluso dando demostraciones que le garantizaron privilegios alimenticios en la universidad. Con poco dinero, la vida fue dificil en un comienzo para Guruji, quien también mendigó comida en la casa de los brahmines. Eso fue, tres años antes de finalmente escribirle a su padre y decirle donde estaba y qué estaba haciendo.



En 1932, asistió a una demostración de Yoga en la universidad, y se complació al descubrir que el Yogui en el escenario era su Guru, Sri Krishnamacharya. Habiendo perdido el contacto con él luego que Guruji abandonó Kowshika, recomenzaron su relación en Mysore, la cual duró 25 años.



El Maharaja



Durante este tiempo el Maharaj de  Mysore, Sri Krishna Rajendra Wodeyar, cayó enfermo repentinamente. Informado acerca de un notable yogui que podría ayudarlo  en aquello donde otros médicos habían fallado, pidió buscar a Krishnamacharya, Quien lo curó a través del Yoga. En gratitud, el Maharaj estableció una Yoga Shala para él en los terrenos del palacio, y lo envió, en compañia de estudiantes modelos como Guruji, a una gira alrededor del país con la finalidad de dar exhibiciones, estudiar textos,  e investigar otros estilos y escuelas de Yoga.  Alrededor de cien estudiantes fueron matriculados en la Shala del Palacio.



El Maharaja sentía especial aprecio por Guruji y en ocasiones lo llamaba al palacio a las 4 de la mañana para que realizara demostraciones. En 1937, le ordenó a Guruji enseñar Yoga en la Universidad  Sánscrita, en contra de su deseo de permanecer como estudiante. Guruji estableció su primer departamento de Yoga, el cual dirigió hasta su retiro en 1973. El departamento fue cerrado permanentemente después de su retiro.



El Maharaja murió en 1940, con lo cual finalizó el largo patrocinio de Krishnamacharya en Mysore. Con el tiempo, el estimado profesor partió a Madrás en 1954, y sólo quedaron tres dedicados estudiantes:  Guruji, su amigo C. Mahadev Bhatt, y Keshavamurthy. Guruji fue el único que consideró enseñar el trabajo de su vida, y continuar el legado de Krishnamacharya en Mysore.



Familia



Mientras Guruji estudiaba con Krishnamacharya, una muchacha fuerte y de gran voluntad comenzó a asistir a sus demostraciones de yoga en la Universidad Sánscrita, acompañada por su padre, un académico de sánscrito.  



Un día, luego de una de las demostraciones, Savitramman quien en ese entonces sólo tenía 14 años, le dijo a su padre: ” Quiero casarme con ese hombre”. Estando de acuerdo, el padre se le acercó a Guruji  (quien en ese entonces tenía  18 años) y lo invitó a su casa en la villa de  Nanjangud, a 20 Km. de allí. Guruji aceptó respetuosamente.  Luego de conocer más sobre el joven Yogui y su familia, el padre de Savitramma acordó la unión, al igual que el padre de Guruji, a pesar de que el horóscopo de la pareja reportó que la unión no era adecuada. “Adecuada o no, quiero casarme con él”, declaró Savitramma, quien tiempo después fue conocida cariñosamente como Amma (madre). Se casaron ese año en un amoroso encuentro,  el cuarto dia luego de la luna llena en Junio de 1933, en el cumpleaños de Amma.



Luego de la boda, Amma regresó con su familia y Guruji regresó a su cuarto en la universidad. No se volvieron a ver por tres o cuatro años hasta 1940, cuando Amma se unió a su esposo en Mysore para comenzar su vida juntos. Tuvieron tres hijos: Manju, Saraswati y Ramesh, cada uno de ellos se convirtieron posteriormente en grandes profesores de Yoga.



Amma fue la primera alumna de Guruji, y tambien recibió un certificado de enseñanza de Krischnamacharya. Amma fue como una madre para los estudiantes de Guruji, tanto occidentales como Indios, su presencia resultaba tan entrañable como la de él. Ella era amable y amorosa, simpre lista para convidar un cafe  o una palabra de apoyo. debido a que ella tambien era versada en Sánscrito, usualmente corrgia a Guruji  cuando cometia errores o para recordarle algun verso sánscrito que él olvidara, para la diversión de todos los presentes.



Amma murió en 1997, su pérdida fue devastadora para toda su familia, así como para toda  la familia de estudiantes de Yoga.



Enseñanzas



La vida, en los primeros años no fue fácil. A pesar de que Guruji tenía una posición como profesor de Yoga en la Universidad Sánscrita,  su salario de 10 rupias al mes era apenas adecuado para mantener una familia de cinco miembros. (Sus circunstancias mejoraron un poco a mediados de  los cincuentas cuando se convirtió en profesor)



En 1948, Guruji estableció el Instituto  de Investigaciones de Ashtanga Yoga (Ashtanga Yoga Research Institute, siglas AYRI ) en su pequeño hogar de apenas dos habitaciones en Lakshmipuram, con la finalidad de experimentar con los aspectos curativos del Yoga. Muchas importantes figuras locales, desde jefes de la policia hasta contables y doctores practicaron con él. Varios médicos locales incluso le enviaban  a Guruji sus pacientes, para que él los ayudar en los tratamientos de Diabetes, problemas del corazón y presión sanguínea, y gran variedad de otros males.



En 1964, Guruji agregó una extensión en la parte de atrás de su casa, creando un salón de Yoga con una capacidad de 12 estudiantes, y un salon de descanso  arriba. El mismo año un Belga llamado Andre van Lysbeth llegó a AYRI por la recomendacion de  Swami Purnananda, un antiguo estudiante de Guruji.



Durante dos meses, Guruji le enseñó al extranjero las asanas primarias e intermedias. Poco después, van Lysebeth escribió un libro llamado “Pranayama”  en el cual aparecia una foto de Guruji, e introducia al maestro de Ashtanga ante el público europeo. Éstos  (los europeos) fueron  los primeros occidentales en llegar a Mysore a estudiar con él. Los americanos llegaron posteriormente en 1971.



Guruji ya habia viajado ampliamente  alrededor de la India con Krischnamacharya y Amma, conociendo Yoguis, debatiendo con académicos y dando exhibiciones de Yoga. En sus viajes, conoció a Swami Sivananda, y al Shankaracharya de Kanchipuram, también se hizo amigo de  Swami Kulyananda y Swami Gitananda, ambos muy reconocidos por sus investigaciones científicas en Yoga.



El Ashtanga de Guruji se había extendido por la India, pero no había traspasado las fronteras hasta 1973 (El mismo año en que se retiró de la universidad sánscrita) cuando fue invitado a  Sao Paulo, Brasil. El año siguiente fué a Encinitas, California, siendo éste el primero de muchos viajes para enseñar en el extranjero, incluyendo Francia, Suiza, Finlandia, Noruega, Inglaterra y Australia.



En los siguientes 20 años, el nombre de  Pattabhi Jois y el Ashtanga Yoga se extendió lentamente alrededor del globo, y el número de estudiantes que iba a Mysore se incrementó firmemente. En 1998, Guruji se mudó a  Gokulam, un suburbio de Mysore, pero continuó  enseñando en el instituto de Lakshmipuram. Para entonces, estaba recibiendo más alumnos de todas partes del mundo, del que podia soportar el pequeño salón, con lo que comenzaron la construcción de un salón más grande, opuesto a su casa en Gokulam.



La nueva Shala abrió oficialmente en  2002, con muchos dias de Pujas y ceremonias. Cuatro años después, su sueño de abrir una escuela en los Estados Unidos  se realizó con el lanzamiento de un instituto en Islamorada, Florida. Guruji condujo las ceremonias de apertura en 2006, el cual fue su último viaje al extranjero.



Pasando el  Linaje

Pattabhi Jois y Sharath

En  2007, Guruji se enfermó gravemente, recuperándose sólo lo suficiente para enseñar un poco más de Yoga. Para finales del año siguiente, luego de siete décadas de enseñanza continua, gradualmente se retiró de sus clases diarias, dejando el instituto en las capaces manos de su hija Saraswathi y su nieto Sharath.



Guruji falleció en su casa en Mysore, el 18 de mayo de 2009 a los 93 años. Su muerte fue una trágica pérdida para la comunidad mundial de Yoga. Toda su vida la dedicó a infundir en sus estudiantes  compromiso, consistencia e integridad- y a representar de manera realista en su propia vida, el comportamiento de un amo de casa y Yogui-. Es debido a la virtud de su propia e inmortal fe y entusiasmo que la práctica que aprendió de Krishnamacharya ha permanecido viva. Es por esto, por su devoción a la enseñanza diaria de Yoga, que su legendario trabajo perdurará tambien.
Sharath





Fuente: http://kpjayi.org/biographies/k-pattabhi-jois

Traducción: BalaKrsna Dasa





6 feb 2014

El yoga de Patanjali: su origen, fundamentos y nociones básicas

Tapiz de Patanjali
EL ORIGEN DEL YOGA Y LOS YOGA SUTRAS:

El origen del Yoga se remonta a las fuentes del pensamiento y la espiritualidad de la India. Su base son los Veda, parte fundamental de lo que se denomina "Canon Hindú".

El estudio de los Veda inspiró a sabios antiguos y recientes las seis escuelas de pensamiento conocidas como Darshanas. Darshana significa "espejo". Un espejo que puede reflejar, de golpe y en su totalidad, la vida de quien se encuentre ante él. Cada uno de los seis Darshanas adoptó su propio punto de vista acerca de la vida, de su origen, de sus padecimientos, del camino que lleva a la felicidad y la sabiduría, etc..

El Yoga es uno de los Darshana. Su inspirador básico es Patanjali, sobre quien se sabe poco. Poco puede afirmarse a ciencia cierta acerca de él y , él mismo, no se cita ni una sola vez a lo largo de su obra sobre Yoga.

El Yoga se desarrolló, pues, en medio de un intenso movimiento espiritual y pedagógico, que configuró lo que ahora conocemos como pensamiento oriental. Se consolidaron multitud de escuelas. Entre ellas, con unas características propias bien acentuadas, el Yoga, que se movió a un campo más experimental y vivencial.

El primer texto de Yoga, conservado íntegramente, son los Yoga-Sutra de Patanjali. Patanjali fijó su enseñanza en unos breves aforismos llamados sutras. Los sutras se caracterizan por su escaso número de palabras, por un laconismo que se encuentra más allá de los límites de la gramática. El texto está, así pues, libre de ambigüedades pero lleno de esencia; es tajante pero universal en su contexto.

Las palabras de un sutra no llegan a formar una frase pero ofrecen suficiente base para que el profesor pueda desarrollar su lección. El sutra vincula enseñante y enseñanza pero es incapaz de clarificar, por sí mismo, todos y cada uno de los puntos de la obra. Este estilo condensa hasta tal extremo el mensaje que se convierte en incorruptible. Fácil de memorizar, la conservación íntegra del texto queda garantizada. De hecho, el primer paso en la enseñanza consiste en la retención memorística de los sutras, solo una vez conseguido esto, el profesor empieza a explicar lo aprendido. Así podemos establecer un modelo muy claro de origen-elaboración-transmisión-enriquecimiento de los Yoga-Sutra de Patanjali.

El Yoga no fue, en su origen, inventado por Patanjali. Ya en los Vedas, en los Upanishads y en otros textos aparece la noción, la palabra "yoga". En realidad presenta multitud de significados. Patanjali nos muestra su genio al definirlo en relación con la actividad mental.

Patanjali define así el Yoga: "Yoga es la capacidad de dirigir la mente hacia un objeto exclusivamente y de mantener esa dirección sin ninguna distracción".

En tanto no se alcance este estado, el hombre no puede unirse plenamente a Dios. No puede controlar sus sentidos. Los logros son inestables, las recaídas frecuentes. Sobre la base de esta definición, patanjali analiza el funcionamiento de la mente y cita gran número de medios, a nuestro alcance, para poner en orden una mente agitada. El autor explica, finalmente, cómo tal mente convierte extraordinario a un hombre por su potencial y sabiduría.

El objetivo final del Yoga es conseguir una mente estable en un cuerpo sano. El Yoga no es una religión. Es un conocimiento, una disciplina, una experiencia que se adapta a las circunstancias, idiosincrasia y demanda de cada persona. No debe ser confundido con el hinduísmo ni con ninguna otra religión. Patanjali no insiste en la necesidad de creer en Dios para avanzar en el camino del conocimiento, ni incluye en su obra el punto de vista que, acerca de Dios, presenta el Vedanta. Su Dios no es el Amo del Mundo, es el Maestro.

ESTRUCTURA DE LOS YOGA SUTRAS: 

Los Yoga-Sutra de Patanjali se dividen en cuatro capítulos:

El primero se titula Samadhipadah y está compuesto de 51 sutras. Su contenido es:

Definición de Yoga.
Definición de mente y sus funciones.
Cómo alcanza la mente el estado de Yoga.
Características y cualidades iniciales del practicante de Yoga.
Dios, Maestro Universal.
Posibles interrupciones en el camino del Yoga: síntomas y tratamiento.
Gratificantes consecuencias de la progresiva concentración de la mente.

El segundo se titula Sadhanapadah y está compuesto de 55 sutras. Su contenido es:

Obstáculos a la clara percepción de la realidad. Sus características y efectos.
Los actos realizados bajo el efecto de los obstáculos sus efectos dolorosos. La confusión de lo que percibe y de lo que es percibido.
Existencia y característica de lo que es percibido: los Guna.
La claridad en la percepción de la realidad, base del bienestar.
El proceso del Yoga consiste en el gradual crecimiento de sus ocho miembros: descripción de los dos primeros (Yama y Niyama) y sus efectos.
Descripción de los dos siguientes miembros (Asana y Pranayama) y sus efectos.
Descripción del quinto miembro (Pratyahara) y sus efectos.

El tercero se titula Vibhutipadah y está compuesto de 55 sutras. Su contenido es:

Descripción de los tres últimos miembros del Yoga (Dharana, Dhyana y Samadhi).
La concentración continuada sobre un objeto (Samyama). Necesidad y concecuencias de mantener un continuo estado de atención frente al cambio de la calidad.
Posibles objetos de Samyama y los efectos de cada uno de ellos.
Advertencia sobre los peligros del Samyama.
La libertad, fin último del Yoga.

El cuarto capítulo se titula Kaivalyapadah y está compuesto de 34 sutras. Su contenido es:

El cambio inteligente, base del Yoga.
El papel del profesor en cambios de su alumno.
Obstáculos al cambio hacia la claridad.
Los Guna, base del cambio.
Realidad de las cosas que percibimos.
Lo que percibe en nosotros se diferencia progresivamente de lo que es percibido.
Progresivo acercamiento al estado de claridad. 

CONCEPTOS BÁSICOS DEL YOGA:

Primer punto:

-Prakrtti-Citta-Purusha. La concepción que los Yoga-Sutra presentan del mundo se basa en la diferenciación entre lo es inmutable y lo que se modifica continuamente. Se afirma en la obra que, en nuestro interior, existe una realidad inmutable, absolutamente clara y sin error que denomina Purusha o Drashtar.

Frente a esto existe en nosotros y a nuestro alrededor la realidad modificable e interpretable (la mente, Citta, la realidad palpable, Prakrtti). La confusión de estas dos entidades tan diferenciadas lleva al error, a la confusión y al sufrimiento. Su diferenciación, por la concentración, a todo lo contrario.

-Pramana-Viparyaya-Vikalpah-Nidra-Smrti. Son las cinco actividades de la mente (comprensión, comprensión defectuosa, imaginación, sueño profundo y memoria, respectivamente). Su combinación configura nuestra manera de ser. La confusión de lo que percibimos y deducimos con ella y la realidad tal como es llevada al error y al sufrimiento. Según el Yoga, la mente no es nuestro "yo".

-Abhyasa-Vairagya. Es el fundamento de todo esfuerzo a mejorar y la base de la práctica de Yoga: el esfuerzo adecuado y el desapego a los frutos de la acción.
Esta noción es muy importante ya que describe una actitud concreta ante la realidad y en la misma práctica de Asana y Pranayama. 

Así pues, en un primer momento, vemos que Yoga se presenta como un esfuerzo de concentración de la mente, dirigido a distinguir lo mutable de lo inmutable por medio del buen uso de las actividades mentales y con una actitud de esfuerzo sostenido y desapego frente a los resultados.

Segundo punto:

-Parinama. El cambio, relacionado con el paso del tiempo, provoca que situaciones muy similares sean, en el fondo, distintas y nos induce a actuar sin revisar nuestros actos y adecuarlos a la nueva situación, llevados por hábitos y comportamientos ligados a la memoria. El Yoga de Patanjali pretende apercibirse de este cambio, actuar con justicia a cada momento y, con la ayuda de un profesor competente, aprovechar en beneficio del alumno este proceso constante de cambio en nosotros. El profesor ayuda al alumno a cambiar a mejor, a percibir la realidad de cada momento.

-Guna. Los tres estados de al realidad sujeta a modificaciones (pesadez-apresuramiento-claridad). En el origen de todo cambio está su equilibrio siempre cambiante y la preponderancia de un estado sobre los otros dos.

Así pues, la comprensión y adecuación al cambio no siempre visible a simple vista, es la base del acto adecuado y del bienestar.

Tercer punto: 

-Samyama. La tarea de concentración de la mente sobre un mismo objeto, de manera repetida y fiel, se conoce como Samyama. El profesor puede ser de gran ayuda al alumno a la hora de escoger ese objeto. Esta práctica repetida largo tiempo, lleva a la comprensión del objeto y a la adquisición de una progresiva estabilidad mental. Asimismo se adquieren capacidades relacionadas con dicho objeto. Los Yoga-Sutra insisten en la conveniencia de ejercer el desapego ante todas estas posibilidades, ya que el último es la libertad.

-Viniyoga. Noción que expresa que cada persona, al iniciarse en el Yoga, parte del punto en que se encuentra. Sus características, demanda personal y manera de pensar y actuar deben ser tenidas en cuenta por su profesor.

Así pues, cada persona, siendo idéntica en funcionamiento a las demás, es un ser diferenciado. El profesor debe comprender a su alumno en toda su realidad personal y social, verle tal como es, proponerle los ejercicios adecuados a cada momento y ayudarle a comprender la necesidad de no ligarse a los resultados obtenidos.

Cuarto punto:

-Yama-Niyama-Asana-Pranayama-Pratyahara-Dharana-Dhyana-Samadhi. 
Son los ocho componentes del Yoga que propone Patanjali.
Yama: relación con nosotros mismos.
Niyama: relación con el mundo exterior.
Asana: práctica de ejercicios físicos.
Pranayama: práctica de ejercicios respiratorios.
Pratyahara: dominio de los sentidos.
Dharana: capacidad de dirigir la mente.
Dhyana: capacidad de interaccionar con lo intentamos comprender.
Samadhi: total integración con el objeto de nuestra comprensión.
Estos ocho miembros crecen armónica y simultáneamente en el practicante de Yoga. Es una visión global del ser humano, capaz de relacionarse consigo mismo y con los demás sin comflicto, de comprender lo que le rodea y actuar correctamente y, ante todo, de basar sus cambios en la observación de algo tan basto como es el cuerpo en ejercicio y la respiración. La reducción de impurezas físicas y mentales es el origen de toda mejora personal.

-Klesha. Los obstáculos que impiden esta claridad de percepción. Son la comprensión defectuosa (Avidya), la confusión (Asmita), el exceso de apego (Raga), las aversiones irracionales (Dvesha) y el sentimiento de inseguridad (Abhinivesha).

Así pues, el Yoga se plantea como un ejercicio continuado de atención, en práctica física y respiratoria y en la vida diaria, para vencer los obstáculos a la clara percepción y desarrollar todas las potencialidades del ser humano.

Quinto punto:

-Ishvara. Dios como Maestro último.
(Cabe destacar que el Yoga no es una religión, ni es necesario ser creyente para avanzar en su práctica).   

-Shradda-Virya-Smrti. Son las tres cualidades fundamentale del practicante de Yoga. Respectivamente la fe, la fuerza y la memoria.

Así pues, se nos presenta la posibilidad de un doble trabajo. El esfuerzo sostenido y consciente ante los cambios, por una parte, el abandono y la confianza en algo o alguien que está por encima de nosotros, por otra.


Fuente: estudio preliminar de Claude Maréchal y Joan A. Enreig a los Yoga Sutras de Patanjali en la versión y comentarios de T.K.V. Desikachar.

15 jun 2012

Ashtanga Yoga práctica y filosofía. Los ocho miembros en la práctica de Vinyasa Yoga.


Texto extraído del libro "Ashtanga Yoga, practice and philosophy" de Gregor Maehle
Introducción

Durante un viaje de estudio al Ashtanga Yoga Research Institute en Mysore en 1996, le pregunté al maestro de Ashtanga K. Pattabhi Jois acerca de la importancia de diferentes Escrituras para el método de Ashtanga Vinyasa. Con las palabras “Este es el yoga de Patanjali”, él señaló que el texto de principal importancia para esta escuela era el Yoga Sutra compilado por el antiguo vidente Patanjali. Él dijo que era un texto difícil y que sólo el estudio sincero podría llevar a una comprensión. Él me instó a comprometerme diariamente con el estudio del Yoga Sutra por un largo tiempo. La combinación de estos estudios con la práctica diaria del Ashtanga Vinyasa me llevó a comprender finalmente que el Yoga Sutra y el método del vinyasa son en realidad dos lados de la misma moneda.

Aquel es el tema central de este libro. Para que la práctica de yoga sea exitosa, no puede haber separación entre la práctica y la filosofía. Es más, los nuevos enfoques de la práctica provinieron siempre de la filosofía, mientras que la práctica prepara al intelecto para la filosofía. De hecho, el Yoga Sutra sugiere que la investigación filosófica – svadhyaya, o vichara como la llama Shankara – es en sí misma una forma de práctica y un ingrediente esencial del camino hacia la libertad.

Este texto está dedicado a unir nuevamente estos dos aspectos y a restaurar lo que históricamente fue un sistema, que se perdió a través del tiempo.



El Redescubrimiento del Sistema de Ashtanga Vinyasa



La idea de que el Yoga Sutra y el sistema del vinyasa son dos lados de una moneda estuvo muy presente desde el comienzo del linaje contemporáneo del Ashtanga Yoga. K. Pattabhi Jois recibió el método de vinyasa de su maestro T. Krishnamacharya; el maestro de Krishnamacharya, Ramamohan Brahmachary, le ordenó buscar la última copia que quedaba de una Escritura difícil de localizar, el Yoga Korunta, que se creía que había sido compilado por el antiguo vidente Vamana.


Krishnamacharya

Según la biografía de Krishnamacharya, el Yoga Korunta, no contenía solamente el sistema de vinyasa, sino también el Yoga Sutra de Patanjali y su comentario, Yoga Bhasya, compilado por el Rishi [sabio] Vyasa. Estos estaban juntos en un volumen. De esto podemos ver que en la antigüedad lo que ahora se considera dos sistemas que comparten el mismo nombre – el Ashtanga Yoga de Patanjali y el Ashtanga Vinyasa del Rishi Vamana – eran de hecho uno.

Aquí vemos también la idea de que la filosofía yóguica se enseña junto con la práctica.

La práctica de asana (postura) sola supone un peligro. Según K. Pattabhi Jois, “Los métodos parciales del yoga fuera de tono con su propósito interno pueden fortalecer a los seis enemigos (deseo, ira, codicia, ilusión, encaprichamiento y envidia) alrededor del corazón. El sistema de Ashtanga completo practicado con devoción conduce a la libertad dentro del corazón de uno”.

Sin embargo, hoy, estamos en la situación en la cual por un lado existen estudiosos que intentan comprender el Yoga Sutra sin conocer sus prácticas, mientras que por otro lado existen muchos practicantes de Ashtanga Vinyasa que están establecidos en la práctica, pero que no conocen la filosofía de su sistema. Ambos aspectos practicados juntos harán la práctica fácil, porque sabemos a dónde conduce y cómo llegar hasta allí. Sin la práctica dedicada, la filosofía se puede convertir en mera teoría. Una vez establecidos en la práctica, interiorizaremos rápidamente la filosofía y lograremos el yoga superior.

La Relevancia del Ashtanga Yoga Hoy

Yo no afirmo aquí que el Vinyasa Yoga sea la única forma del Yoga de Patanjali. Eso sería absurdo. Sin embargo, es una de las representaciones más auténticas del Sutra de Patanjali que aún están vivas.

Este sistema es precioso – y relevante – hoy porque fue concebido por el antiguo vidente Vamana, el autor del Yoga Korunta, especialmente para las cabezas de familia (grihasta). Una cabeza de familia es alguien que tiene un trabajo y una familia, y vive y trabaja en la sociedad: como opuesto a un monje, un ermitaño o un asceta (sannyasi). Algunas formas de yoga están estructuradas para ermitaños que no tienen responsabilidades sociales y, por lo tanto, pueden comprometerse con técnicas de meditación todo el día.

Sin embargo, ser un ermitaño o un asceta nunca fue un requerimiento para el yoga. Como explica el Bhagavad Gita, “Uno que lleva a cabo externamente sus obligaciones sociales, pero internamente permanece libre es un yogui”. Si todos dejaran de realizar sus responsabilidades sociales,  el texto continúa, “este mundo estaría arruinado por motivos obvios”. Así, no necesitamos preocuparnos si la responsabilidad por otros nos distrae de dedicar más tiempo a nuestra práctica, ya que cumplir con las responsabilidades de uno es la práctica. Pero lo que es importante es cómo practicamos. ¿Cómo invertimos el precioso tiempo que podemos destinar a la práctica?

Cuando T. Krishnamacharya terminó su capacitación, su maestro, R. Brahmachary, le dijo que debería casarse, tener una familia y enseñar a sus conciudadanos. Esto sorprendió al joven hombre: estando tan bien capacitado, podría llegar a ser un gran erudito o el abad de un monasterio. Pero como maestro de yoga de sus conciudadanos, tendría un estatus social muy bajo.

Brahmachary le dijo a Krishnamacharya que estudiara el Yoga Korunta, ya que sabía que lo prepararía mejor para enseñarles a las cabezas de familia. El Vinyasa Yoga descripto en este texto era la forma ideal del Yoga de Patanjali para las cabezas de familia, ya que requería sólo alrededor de dos horas de práctica al día.
Los Ocho Miembros del Yoga y Cómo Funcionan Juntos

Según Patanjali, existen ocho miembros del yoga. Se puede comprender cómo funcionan en conjunto por la siguiente historia:

Había una vez una pareja que vivía feliz en un país que tenía un rey injusto. El rey se puso celoso de su felicidad y encarceló al hombre en una torre. Cuando su esposa llegó a la torre a la noche a reconfortarlo, el hombre le pidió que volviera a la noche siguiente con un hilo de seda largo, un hilo fuerte, una cuerda, una soga, un escarabajo y miel. Si bien la esposa estaba desconcertada por el pedido, regresó a la noche siguiente con todas las cosas. Su esposo le pidió que atara el hilo de seda al escarabajo y que untara la miel sobre sus antenas. Luego, debía colocar el escarabajo en la pared de la torre con su cabeza mirando hacia arriba. Al oler la miel, el escarabajo comenzó a trepar por la torre con la expectativa de encontrar más, arrastrando el hilo de seda. Cuando llegó arriba de la torre, el hombre agarró el hilo de seda y le pidió a su esposa que atara el hilo fuerte al otro extremo. Además, le pidió que atara la cuerda al otro extremo. Una vez que él tuvo la cuerda, el resto sucedió rápidamente. Con la soga atada a la cuerda, él aseguró un extremo de ella y, bajando, escapó hacia la libertad.

La pareja son, por supuesto, yoguis. La prisión en la torre representa la existencia condicionada. El hilo de seda simboliza la purificación del cuerpo a través del asana. El hilo fuerte representa el pranayama, la extensión del aliento, la cuerda simboliza la meditación y la soga representa el samadhi, el estado del ser puro – una vez que se tiene esta soga, es posible la libertad de la existencia condicionada.

Los ocho miembros del yoga de Patanjali se relacionan con la práctica del Ashtanga Vinyasa de este modo:

El primer miembro consiste en un conjunto de preceptos éticos que aseguran que el yogui interactúe de manera armoniosa con la comunidad que lo rodea. Los preceptos éticos son: no dañar a otros, ser sincero, no robar, tener sexo sólo con el cónyuge de uno y abstenerse de la codicia.

El segundo miembro consiste en observancias que aseguran que el cuerpo y la mente no se contaminen una vez que fueron purificados. La purificación en el yoga no tiene nada que ver con el puritanismo. Se refiere más bien a la “colorabilidad” del cuerpo y de la mente. La “colorabilidad” es la propensión del cuerpo/mente de asumir un condicionamiento o una marca del entorno. Las observancias son limpieza física y mental, contentamiento, simplicidad, estudio de los textos sagrados y aceptación de la existencia del Ser Supremo. Los primeros dos miembros se ponen en práctica inicialmente desde el exterior y forman una plataforma desde la cual se emprende la práctica. Una vez que nos establecemos en el yoga, se vuelven nuestra segunda naturaleza: surgen naturalmente.

Sri K Pattabhi Jois
El tercer miembro es asana. Al conocer la verdadera naturaleza de uno, se manifiestan muchos obstáculos en el cuerpo, por ejemplo, enfermedad, pereza y torpeza. El cuerpo influye profundamente y, si estuviera en una mala condición, afectaría al funcionamiento de la mente y el intelecto. A través de la práctica de las asanas del yoga, el cuerpo se hace “fuerte y ligero como el cuerpo de un león”, para citar a Shri K. Pattabhi Jois. Sólo entonces proporciona el vehículo ideal para el camino del yoga.

Como explica el Yoga Sutra, cada pensamiento, emoción y experiencia nos deja una huella subconsciente (samskara) en la mente. Estas huellas determinarán quiénes seremos en el futuro. De acuerdo con el Brhad Aranyaka Upanishad, mientras no se alcance la liberación, el alma, como una oruga que se arrastra desde una brizna de pasto a la siguiente, por la fuerza de sus impresiones en esta vida, localizará y atraerá a un nuevo cuerpo en una nueva vida.

Esto significa que el cuerpo que tenemos es nada sólo la acumulación de nuestros pensamientos, emociones y acciones pasados. Esto requiere ser comprendido y contemplado profundamente. Significa que el asana es el método que nos libera del condicionamiento pasado almacenado en el cuerpo hasta llegar al momento presente. Se debe notar que practicar sólo enérgicamente superpondrá una nueva capa de huellas subconscientes basadas en el sufrimiento y el dolor. También aumentará la identificación con el cuerpo. En yoga, la identificación con algo que es transitorio se denomina ignorancia (avidya).

Al principio, esto puede sonar bastante abstracto, pero todos los que vimos morir a un ser amado, recordaremos el discernimiento profundo que, una vez que se produce la muerte, el cuerpo luce como una cáscara vacía. Puesto que el cuerpo es nuestro vehículo y el depósito de nuestro pasado, necesitamos practicar asana hasta el punto en el cual nos sirve bien, mientras liberamos y soltamos el pasado que está almacenado en éste.

El yoga es el camino del medio entre dos extremos. Por un lado, podemos llegar al extremo de practicar fanáticamente y esforzarnos por un ideal, mientras negamos la realidad del momento presente. El problema aquí es que siempre nos identificamos sólo a nosotros mismos con lo que queremos ser en el futuro y no con lo que somos ahora. El otro extremo es defendido por algunas escuelas de psicoterapia que focalizan sobre los traumas pasados. Si hiciéramos esto, estos traumas podrían incrementar su control sobre nosotros, definiéndonos por las “cosas que emergen” y el “proceso que estamos experimentando”. El asana es una invitación a decir adiós a estos extremos y llegar a la verdad en el momento presente.

¿Cómo se manifiestan en el cuerpo las emociones, los pensamientos y las impresiones pasadas? Algunos estudiantes de yoga experimentan mucha ira al comenzar a flexionarse hacia adelante. Esto se debe a la ira pasada almacenada en los ligamentos. Si dejáramos ir conscientemente a la ira, la emoción desaparecería. Si no, saldrá a la superficie de alguna otra manera, posiblemente como un acto de agresión o una enfermedad crónica. Otros estudiantes sienten ganas de llorar después de una retroflexión intensa. El dolor emocional se acumula en el pecho, donde funciona como una coraza, endureciendo alrededor del corazón. Esta coraza se puede disolver en la retroflexión. Si soltáramos la coraza, resultará un sentimiento de alivio tremendo, acompañado a veces de llanto.

La rigidez extrema se puede relacionar con la rigidez mental o la incapacidad para dejarse llevar por situaciones desconocidas. La flexibilidad extrema se puede relacionar con la incapacidad para tomar una posición en la vida y poner límites. En este caso, la práctica de asana necesita basarse más en la fuerza, para crear un equilibrio y aprender a resistir el ser llevado por situaciones inapropiadas. El asana nos invita a reconocer el pasado y a dejarlo ir. Esto a su vez nos traerá al momento presente y nos permitirá soltar conceptos limitantes tales como quién pensamos que somos.

El cuarto miembro es pranayama. El prana es la fuerza vital, también referido como respiración interior; pranayama quiere decir extensión del prana. Los yoguis descubrieron que la oscilación del prana ocurre simultáneamente con los movimientos de la mente (chitta vrtti). La práctica del pranayama es el estudio y el ejercicio de la respiración hasta un punto en el cual se pacifica y no agita a la mente.

En el sistema de vinyasa, el pranayama se practica aplicando la respiración Ujjayi. La respiración se extiende a lo largo estrechando ligeramente la glotis. Aprendemos a dejar que el movimiento siga a la respiración, que finalmente conduce al cuerpo sin esfuerzo a subirse a las olas de la respiración. A estas alturas, no somos nosotros quienes movemos el cuerpo, sino más bien el poder del prana. Somos capaces de respirar en todas partes del cuerpo, lo cual es equivalente a esparcir el prana de manera uniforme totalmente. Esto es ayama – la extensión de la respiración.

El quinto miembro es pratyahara – la retracción de los sentidos. El Maitri Upanishad dice que, si uno se preocupa con los objetos de los sentidos, la mente se exacerba, lo cual conduce a la ilusión y el sufrimiento.# Sin embargo, si el combustible de los sentidos se retiene, la mente se reabsorbe en su fuente, el corazón. El “corazón” en yoga no es una metáfora para las emociones, sino para nuestro centro, que es la consciencia o el sí mismo.

En Vinyasa Yoga, la retracción de los sentidos se practica a través de drishti – el punto focal. En lugar de mirar alrededor al practicar asana, que lleva a los sentidos hacia afuera, permanecen internos llevando nuestra mirada hacia las localizaciones prescriptas. El sentido del oído se repliega escuchando el sonido de la respiración, que al mismo tiempo nos da información acerca de la calidad de la asana. Focalizando nuestra atención, desarrollamos lo que la filosofía tántrica llama el centro (madhya). 

Desarrollando el centro, la mente finalmente se suspende y el prana, que es una manifestación del aspecto femenino de la creación, la Diosa o Shakti, deja de oscilar. Entonces se reconoce el estado de la consciencia divina (bhairava).

El sexto miembro es dharana – concentración. Si has tratado de meditar en un espacio vacío entre dos pensamientos, sabrás que la mente tiene la tendencia a asirse al próximo pensamiento que surja. Puesto que los objetos tienen forma, y el sujeto que atestigua – la consciencia – es informe, tiende a ser pasado por alto por la mente. Se necesita mucha concentración para vigilar la consciencia cuando las distracciones están disponibles.

Entonces, la práctica de la concentración es un prerrequisito para la meditación propiamente dicha. El entrenamiento de la concentración nos permite mantenernos focalizados en cualquier objeto que se elija. En primer lugar, se seleccionan objetos simples, que a su vez nos preparan para el penúltimo “objeto”, la consciencia informe, que no es otra cosa que la consciencia pura.

La concentración en Vinyasa Yoga se practica centrándose en los bandhas. A nivel externo, el foco está en Mula y Uddiyana Bandha (los cierres pélvico y abdominal inferior), pero a nivel interno está sobre el vínculo del movimiento, la respiración y la consciencia (bandha = vínculo [o lazo]). Al llegar a este vínculo, tenemos que soltar el patrón de ondas cerebrales beta, que acompaña normalmente a la concentración. En cambio, necesitamos cambiar a un patrón alfa, que permite focos múltiples y lleva simultáneamente a la consciencia de todo, o a estar en este momento, que es la meditación.

El séptimo miembro es dhyana – meditación. Meditación significa descansar, sin influencias, entre los extremos de la mente y de pronto “ser” en lugar de “convertirse en”. La diferencia entre este miembro y el anterior es que en la concentración existe un esfuerzo de la consciencia para excluir a todo lo que no es relevante para nuestro objeto elegido. En la meditación, hay un flujo constante de impresiones del objeto y de la consciencia hacia el objeto, sin ningún esfuerzo de la voluntad. Los objetos típicos elegidos son el loto en el corazón, el sonido interior, la respiración, el sentido del yo, el proceso de percepción y el intelecto, la deidad de la meditación de uno (ishta devata) o el Ser Supremo.

En el Vinyasa Yoga, la meditación comienza cuando, más que hacer la práctica, estamos siendo hechos o movidos. En este momento, nos damos cuenta que, puesto que podemos observar el cuerpo, no somos el cuerpo, sino una entidad que atestigua. La práctica del vinyasa es el constante ir y venir de las posturas, el constante cambio de formas, a lo cual nos aferramos. Es en sí misma una meditación sobre la impermanencia. Cuando llegamos al punto de darnos cuenta que todo lo que conocimos hasta ahora – el mundo, el cuerpo, la mente y la práctica – está sujeto a un cambio constante, hemos llegado a la meditación sobre la inteligencia (buddhi).

Sin embargo, la meditación no ocurre solamente en dhyana, sino en todos los estadios de la práctica. De hecho, el sistema de Ashtanga Vinyasa es una meditación en movimiento. En primer lugar, meditamos sobre la posición del cuerpo en el espacio, que es asana. Luego, meditamos sobre la fuerza vital que mueve al cuerpo, que es pranayama. Luego, sobre los sentidos a través de drishti y escuchar la respiración, que es pratyahara. Meditar sobre el vínculo de todos los aspectos de la práctica es la concentración (dharana).

El octavo miembro, samadhi, es de dos tipos – con objeto y sin objeto. El samadhi con objeto es cuando la mente en un primer momento, como una piedra preciosa transparente, refleja fielmente lo que es dirigido y no produce sólo otra simulación de la realidad. En otras palabras, la mente se aclara hasta tal punto que no modifica la entrada sensorial en absoluto. Para experimentar esto, tenemos que “descondicionarnos” hasta soltar todos los programas limitantes y negativos del pasado. Patanjali dice, “La memoria se purifica como si se vaciara de su propia forma”. Luego, todo lo que puede ser conocido acerca de un objeto es conocido.

El samadhi sin objeto es la forma más alta del yoga. No depende de un objeto para su surgimiento, sino más bien es revelado el sujeto o la consciencia que atestigua, que es nuestra verdadera naturaleza. En este samadhi, se suspenden las olas del pensamiento, lo cual lleva al conocimiento de aquello que siempre estuvo allí: la consciencia o el sí mismo divino. Este estado final está más allá del alcance, más allá del hacer, más allá de la práctica. Es un estado del ser estático puro descripto por el término baivalya – un estado en el cual hay libertad e independencia total de cualquier simulación externa que fuera.

En las descripciones físicas del yoga, el samadhi se alcanza suspendiendo los extremos de la mente solar (pingala) y lunar (ida). Este estado surge cuando la respiración interior (prana) entra en el canal central (sushumma). Entonces, la realidad verdadera o profunda de pronto destella.

Por Qué Aún se Aplica Una Práctica Tradicional

Una vez un campesino le habló al sabio Ramakrishna así: “Yo soy un simple aldeano. Por favor, deme en una oración un método por el cual yo pueda obtener la felicidad”. La respuesta de Ramakrisna fue: “Acepta totalmente el hecho de que eres una máquina operada por Dios”. Se necesita comprender esto profundamente. El ego se produce a través de la creencia de que los individuos ejercitan el libre albedrío; y a su vez el ego produce sufrimiento. En el Bhagavad Gita, el Señor Krishna dice, “Todas las acciones son hechas en todos los casos por las gunas (cualidades) de la prakriti (naturaleza). Aquel cuya mente está engañada por el egoísmo piensa que es el hacedor.

Esto significa que el cosmos entero, incluyendo nuestro complejo cuerpo-mente, es una máquina inconsciente operada por Dios. Nuestro sí mismo, que es consciencia pura, es siempre inactivo. Meramente atestigua. Dejar de lado que nosotros somos quienes actuamos se repite en el Yoga Sutra por el uso de Patanjali del término kaivalya. Este estado final del yoga es la realización de la completa independencia de la consciencia. Puesto que es completamente independiente, no tiene manera de influenciar al mundo. Como un espejo que simplemente refleja, la consciencia nunca puede rechazar ni aferrarse a los objetos de su elección. Deja el sentido de agencia,# Krisna dice: “Sólo un tonto cree que es el hacedor”.

La renuncia de la ilusión del libre albedrío se refleja en el sistema de vinyasa por la aceptación del sistema original, como está expuesto por el Rishi Vamana. Por supuesto, es fácil inventar nuestra propia secuencia de asanas, y posiblemente resultará en éxito comercial y fama. Pero luego, corremos el riesgo de caer por el ego, que dice ‘yo soy el hacedor y el creador’. Somos sólo consciencia pura – el vidente, el testigo, el sí mismo – que, como dice el Samkhya Kanika,no juega una parte activa en este mundo.

Aquello no significa que no podamos adaptar la práctica por algún tiempo, si hubiera dificultades o se necesitara practicar yoga terapia. Necesitamos volver al sistema original siempre que fuera posible. El sistema del Rishi Vamana conduce a través de la estructura externa y la limitación a la libertad interior. Si practicáramos constantemente secuencias hechas por nosotros mismos, crearíamos limitación interior a través de la libertad exterior.

Los rishis de antaño no concebían las artes ni las ciencias antiguas por ensayo y error. El método que ellos empleaban era samyama, que combina concentración (dharana), meditación (dhyana) y absorción (samadhi). De esta manera, se puede obtener el conocimiento profundo de cómo son las cosas en realidad. Patanjali mismo explica en el Yoga Sutra cómo obtuvo su conocimiento. El conocimiento de la mente, él dice, se obtiene haciendo samyama en el corazón.

Él también explica cómo se puede comprender el cuerpo. El conocimiento médico, dice, se obtiene practicando samyama en el chakra del ombligo. Así llegó a ser la ciencia del Ayurveda. Se debería mencionar que Patanjali compiló el Charaka Samhita, un texto ayurvédico. Cuando estudiamos y practicamos hoy las ciencias antiguas, necesitamos hacerlo con un sentimiento de respeto y devoción.

Las enseñanzas de los maestros antiguos nunca se declararon inválidas. Sólo se acrecentaron siempre.