29 oct 2012

Asanas: Janu Sirsasana

Janu Shirsasana A


Janu significa "rodilla" y sirsa se traduce como "cabeza". Janu Sirsasana es una postura de tres variantes en que la cadera se abre formando diversos ángulos con los talones. Una pierna se encuentra extendida mientras la otra se dobla por la rodilla. Se toma el pie de adelante con ambas manos y se coloca la cabeza sobre la rodilla. Janu Sirsasana es también una flexión adelante profunda, y estira con eficacia los laterales del torso. 

La respiración y el efecto de los bandhas aplicados en esta postura pueden aumentar en gran proporción la percepción y volumen respiratorio. 
El calor y la presión que ejerce el talón contra el perineo estimula la función del páncreas en los hombres, y alivia también los síntomas de la cistitis.
Esta asana también beneficia a los hombres y tonifica su sistema urinario. Al flexionar el torso hacia adelante estando sobre el talón se estira y fortalece la articulación del tobillo. En la variante C es la más intensa, el calor y la presión que produce el talón mientras el torso se inclina hacia delante es particularmente beneficiosa para las mujeres, puesto que los canales de energía que estimulan el páncreas se encuentran allí, debajo del ombligo. Esta asana es buena para el sistema reproductor femenino, pero no debe practicarse en caso de embarazo.

Janu Shirsasana B

Janu Shirsasana C




Efectos:
Tonifica el hígado y el bazo facilitando, por tanto, la digestión. Asimismo, tonifica y activa los riñones. Las personas afectadas de hipertrofia de próstata se beneficiarán de esta postura permaneciendo en ella durante largo tiempo. Habrán de realizar esta asana junto con Sarvangasana. También se recomienda para quienes padezcan de fiebres ligeras durante largo tiempo.

27 oct 2012

Asanas: Tiriang Mukhaikapada Paschimottanasana



Tiriang es "transversal", mukha, "rostro", ikapada quiere decir "un pie" o "pierna", paschima significa "oeste" o parte posterior del cuerpo, y uttana significa "intenso". Esta asana es la contrapostura de la anterior (ardha baddha padma paschimottanasana)en la que se coloca una pierna en Loto, doblandose por la rodilla hacia adentro, en Tiriang Mukhaikapada Paschimottanasana se dobla en el sentido contrario, apoyando la tibia y el empeine en el suelo. Unidas,  Ardha Baddha Padma Paschimottanasana y Tiriangmukhaikapada Paschimottanasana facilitan la apertura de las articulaciones de la cadera -primero, la rotación de la cadera hacia fuera y luego la rotación hacia dentro-, preparando el cuerpo para el trabajo de cadera aún más profundo que exigen las siguientes asanas.
Ésta asana estira cuadriceps, rodillas, empeines y toda la parte posterior del cuerpo.



Efectos
Se recomienda para las personas afectadas de arco de pie caído o pies planos, Cura las torceduras de los tobillos y las rodillas, y disminuye la hinchazón de piernas.
Junto con Janu Sirsasana y Ardha Baddha Padma Paschimottanasana, esta postura tonifica los órganos de la cavidad abdominal y combate su pereza. Generalmente tratamos mal nuestros órganos abdominales por exceso de indulgencia o por ajustarnos a las etiquetas sociales. Los órganos abdominales son causa de la mayor parte de las enfermedades, y ya los antiguos sabios insistían en que su perfecto funcionamiento es esencial para la longevidad, la felicidad y la paz de la mente. Estas asanas de estiramiento hacia delante mantienen los órganos abdominales en buen estado de salud. Además de mantener los músculos en forma, trabajan también sobre los órganos.

Yoga Darshana-Upanishad

Otros Upanishads en estos links:


Yoga Darshana-Upanishad: Doctrina Secreta del Sistema (Yoga)

Texto

CAPITULO PRIMERO: YAMA

I.1. El gran yogui Dattatreya, magnánimo señor, es él, Vishnu, el grande, el de los cuatro brazos, que reina absolutamente sobre la ciencia del yoga.


I.2. Así pues, su discípulo favorito, Samkriti Maharshi, un día que estaba a solas con su santo guru, inclinándose ante él, le habló juntando las manos en señal de respeto.

I.3. «Enséñame, señor, esta ciencia del yoga, con sus ocho miembros, pues sé que conociéndola me convertiré en un liberado en vida (jivanmukti)».




I.4. Vishnu le respondió: «escúchamen bien Samkriti, te voy a enseñar el yoga».

I.5. Los ocho miembros son: abstenciones (yama), observancias (niyama), posiciones (asana), control de la energía fundamental (pranayama), abstracción sensorial (pratyahara), concentración (dharana), meditación (dhyana) e interiorización completa (samadhi).

I.6. Las diez abstenciones son: no causar daño, comunicarse con sinceridad, no robar, moderación en los placeres sensuales, compasión, ecuanimidad, fortaleza de espíritu, confianza (en alcanzar el objetivo), moderación en la dieta y limpieza.

I.7-8. No causar daño a nadie en acto, palabra o pensamiento, es ahimsa, según el veda, pues atman esta presente en todo, inaccesible a los sentidos, en todos los seres.

I.8. Reconocer a atman en todo es el ahimsa verdadero, como afirman los sabios.
I.9-10. Lo verdadero es lo que se percibe por la visión, el oido y los otros sentidos, pues todo lo que existe es brahman, como dicen los que saben.
I.11. No codiciar con el pensamiento el bien ajeno, sea paja, oro, joyas o perlas, es la honradez.
I.12. Y en el atman no ver su contrario, es ser mas honrado aún: así se expresan los que saben.
I.13. Practicar la moderación sensual, aplicando tu espíritu sin distracción a la búsqueda de brahman, y absteniéndote de las mujeres en acto, palabra y pensamiento, incluso de tu propia esposa, salvo en los dias siguientes a la regla.
I.14. Tener compasión es contemplar al prójimo en acto, palabra o pensamiento, como si fueses tú mismo: así se expresan los que saben.
I.15. Comportarse siempre de la misma forma con respecto a cualquiera, hijo, amigo, esposa, enemigo, es ecuanimidad.
I.16. La octava abstención (fortaleza de espíritu) es no ceder a la debilidad de encolerizarse contra los enemigos, aún cuando ellos te provoquen.
I.17-18. Fortaleza de espíritu es saber que el conocimiento despierta por el renunciamiento al mundo y el estudio de las escrituras sagradas, conjuntamente con la fe en lo que afirma el veda: "yo soy atman y nada más".
I.19. Se progresará en el camino del yoga ahuyentando la gula del alimento que se sirve.
I.20-22. Mantener limpio el cuerpo frotándolo con barro y agua: así se purifica el exterior.
I.21. Pero no hay que olvidar la pureza de espíritu que consiste en saber que se es puro en el fondo de uno mismo.
I.22. Pues el atman es puro, a diferencia del cuerpo que es impuro: quien lo olvide, aún lavando su cuerpo, lo perderá todo, como el insensato que, dejando el oro, coge el puñado de tierra.
I.23-24. El yogui que se sacia con la ambrosía de conocimiento tras haber abandonado el mundo no tiene ningún deber que cumplir.
I.24. Si imagina tenerlo no tendría derecho a ser llamado sabio.
I.25. Conocer atman es comprender que no existe nada que valga la pena hacer en el mundo; así pues, es preciso, por medio de las abstenciones, llegar a comprender el atman como idéntico al inmutable brahman.

CAPITULO SEGUNDO: NIYAMA

II.1. He aquí ahora las observancias (niyama): autodisciplina, contentamiento, creer en lo real, saber dar, devoción o sumisión a lo absoluto, estudio de sí mismo, humildad, abandono y repetición de un mantra; te las voy a explicar.
II.2. La autodisciplina, han dicho los sabios, es ayunar en los tiempos prescritos a fin de mortificarse. Pero más profunda es la ascesis de espíritu cuando se buscan los "porqués y cómos" de la transmigración y el método para liberarse de ella.
II.3-5. Es sin duda un bien estar contento con lo que se gana dia tras dia, al azar de la vida; pero mucho mejor es el contentamiento de que se goza por el renunciamiento, hasta conocer a brahman.
II.6. Por la escritura y por la tradición se está seguro de que el mundo existe: eso es lo que el sabio llama la creencia en lo real.

II.7. En cuanto a saber dar, es el hecho de distribuir a los sabios versados en la escritura lo que se ha ganado justamente o lo que se recibe, por suerte, sin haberlo buscado.
II.8. Cuando el corazón se ha liberado del deseo sensual y de las pasiones, cuando se habla sin mentira, cuando se obra sin violencia, puede decirse que se practica realmente la devoción.
II.9. En cuanto al estudio de sí mismo, es creer en la realidad del mundo (sat), en el conocimiento infinito (cit), en la beatitud perpetua (ananda) y en la permanencia de brahman.

II.10. La humildad es avergonzarse de toda acción que el veda o las reglas usuales juzguen mala y que se haya cometido por debilidad de carácter.

II.11. El abandono es creer sin restricción ni duda alguna en lo que enseña la escritura y atenerse a ella, ocurra lo que ocurra, aun cuando el guru intente hacer creer otra cosa.

II.12. La repetición constante de un mantra (japa) esta prescrita por el veda, los
rituales, los puranas los dharma shastras y las epopeyas.

II.13-14. Se puede hacer japa de dos maneras: pronunciando o en silencio; ahora bien, japa pronunciado, puede ser en voz alta o baja, y si se efectúa silenciosamente, puede ser murmurado o estrictamente mental.
II.15. Ciertamente, con japa en voz alta se obtienen los beneficios prometidos por las escrituras, pero el japa murmurado es mas poderoso aún.
II.16. En cuanto al japa mental, se considera mil veces mas eficaz, pues los mantras no dan los frutos esperados si, por desgracia, los oyen otras personas; por eso, es preciso hacer japa mentalmente.

CAPITULO TERCERO: ASANAS

III.1. Escucha ahora como mantener las nueve posiciones: svastika, vajra, padma, vira, badhra, siddha, mayura, sukha.
III.2. Mantenerse bien derecho con la cabeza erguida y cruzar de forma adecuada las piernas para colocar los dos pies en el hueco de las rodillas dobladas; esto es svastikasana.
III.3. Sentarse directamente sobre los dos tobillos es vajrasana.

III.4-5. Colocar los dos pies sobre los muslos con las plantas hacia arriba, cogiendo el pulgar del pie izquierdo con la mano derecha y el pulgar del pie derecho con la mano izquierda, es padmasana, con la que se vence a la enfermedad.
III.6. Sentarse con el cuerpo erguido y doblar la pierna izquierda para que el pie toque el muslo; esto es virasana.

III.7. Doblar las piernas sin cruzarlas y colocar los talones contra el perineo con las manos sujetando los dos pies, se denomina badhrasana.

III.8. Modificar la posición (anterior) de los dos pies para cruzarlos contra el perineo se denomina siddhasana.

III.9-10. Colocar las palmas de las manos en el suelo, con los codos doblados a la altura del ombligo y levantar el cuerpo horizontalmente, con la cabeza recta y el cuerpo tenso como un bastón, se denomina mayurasana.
III.11. En cuanto a los débiles que adopten cualquier postura fácil, ésa será para ellos sukhasana.

III.12-13. Hay que esforzarse en las posturas, pues si se dominan completamente se reinará sobre los tres mundos.

III.13. No obstante, habrá que ejercitarse a continuación en pranayama.

CAPITULO CUARTO: FISIOLOGIA SUTIL

IV.1. La medida del cuerpo es de ochenta y seis dedos; en su centro arde un gran fuego, tan brillante como el oro fundido.
IV.2. A dos dedos del ano, justo encima del sexo, está un triángulo (muladharachakra); así lo explican los que saben.

IV.3. En cuanto al nudo del ombligo (kanda), se encuentra en medio del cuerpo, a nueve dedos de muladhara; su diámetro es de cuatro dedos y parece un huevo de gallina; una vaina lo envuelve, y el ombligo propiamente dicho se ve en su centro.

IV.6. En el nudo del ombligo esta situado sushumna y setenta y dos mil nadis resplandecen a su alrededor, ¡oh Samkriti!; solamente catorce son importantes.
IV.7-8. Sushumna, ida, pingala, sarasvati, pusha, varuna, hastijihva, yashasvini, alambusa, kuhu, vishvadara, payasvini, shankhini y gamdhara.
IV.9. Pero tres destacan sobre todo: sushumna, ida y pingala.
IV.10. La mas importante de todas, con mucho, es sushumna, que los adeptos del yoga llaman brahma-nadi.

IV.11-12. Dos dedos mas abajo que el ombligo está alojada kundalini.

IV.12. Está formada por tierra, agua, aire, fuego, eter, pensamiento (manas), personalidad (ahamkara) e inteligencia (buddhi).

IV.13. Ella es quien gobierna la acción de los diez alientos vitales (prana) y la asimilación de los alimentos en torno al nudo del ombligo; enroscada sobre si misma, tiene la boca colocada sobre el agujero de brahman.

IV.14. A su izquierda esta ida; pingala se encuentra a su derecha.

IV.15-17. Al lado de sushumna se encuentran kuhu y sarasvati; gamdhara y hastijihva corren paralelas a ida por delante y por detrás, envueltas, a su vez, por varuna, pusha y yahasvini; shankini envuelve a gamdhara. Tendida desde el ano hasta el ombligo se ve, por último, a alambusa.

IV.18-19. Paralela a sushumna, del color de la luna llena, esta kuhu; ida y pingala llegan hasta la nariz, a la altura de las dos fosas nasales; yahasvini llega al pulgar del pie izquierdo; pusha va hasta el ojo izquierdo, paralela a pingala.
IV.20-22. Payasvini alcanza la oreja derecha y sarasvati la lengua; hastijihva va hasta el pulgar del pie derecho; finalmente, gamdhara llega al ojo derecho, mientras que vishvadara se queda en el nudo del ombligo.
IV.23. Hay diez alientos vitales que los yoguis denominan: prana, apana, vyana,
samana, udana, naga, kurma, krikara, devadatta y dhananjaya.

IV.24-25. De estos diez, cinco son importantes: prana, apana, vyana, udana y samana; pero, a su vez, de estos cinco, destacan dos: prana y apana, a los que profesan culto los grandes yoguis; no obstante, prana es el principal.

IV.26. El prana es omnipresente; en la garganta, la nariz, el ombligo y el corazón, reside permanentemente.


IV.27. El apana, por su parte, reside en el ano, los muslos, las rodillas y, en general, la parte inferior del cuerpo, hasta el ombligo.

IV.28. El vyana esta en la cabeza, las orejas, los ojos, el cuello y, en general, hasta la altura de los hombros.

IV.29. Udana habita los miembros y samana todo el cuerpo; los otros cinco alientos vitales habitan la piel, los huesos y la carne.

IV.30-32. La función de prana es regular la respiración y la tos; la de apana las excreciones, vyana produce los sonidos; samana reúne, y udana hace levantarse; ésta es la enseñanza.
IV.33-34. Naga hace eructar; dhanamjaya llena el vientre; kurma permite cerrar los ojos; el hambre viene de krikara; en cuanto a devadatta, ¡oh Samkriti!, es el que nos produce el sueño.

IV.35-38. Los dioses reinan sobre los nadis: el dios de sushumna es shiva, vishnu es el de ida y brahma de pingala; a viraj la sarasvati, a pushan el nadi pusha y a vayu varuna; la hastijihva a varuna, la yahasvini al sol; varuna custodia también la alambusa, y el dios del hambre kuhu; la luna reina sobre los dos nadis gamdhara y shankhini, prajapati sobre prayasvini, y soma sobre vishvadara.
IV.39-42. En ida se mueve la luna, y el sol en pingala; por eso, cuando el prana de pingala entra en ida, se dice que se orienta al norte; se orienta al sur cuando, por el contrario, el aliento va de ida a pingala. La luna y el sol se unen en el interior del cuerpo cuando el aliento reside allá donde se encuentran los dos nadis, ida y pingala.
IV.43-45. Es el equinoccio de primavera cuando el aliento esta en muladhara y es el equinoccio de otoño cuando el aliento esta en la cabeza. El prana, como el sol, recorre los signos del zodíaco, cada vez que se inspira, se retiene el aliento y finalmente se espira.

IV.46-47. Por último, un eclipse de luna se produce cuando el aliento llega a la sede de kundalini siguiendo el conducto de ida; y, cuando sigue el de pingala para llegar a kundalini, es un eclipse de sol.
IV.48-49. El monte meru esta en la cabeza y kedara (monte del Himalaya) esta en la frente; has de saber que entre los dos ojos cerca de la nariz está benarés; kurukshetra (campo de batalla en la Bhagavad Gita) se halla en el pecho; en el corazón esta la confluencia de los rios sagrados ganges, yamuna y sarasvati; el kamalalaya, por fin, se sitúa en la base de la columna vertebral.
IV.50. Preferir los tirthas (lugares de ablución) reales a los que oculta el cuerpo, es preferir vulgares lentejuelas a diamantes depositados en la mano.
IV.51. Tus pecados serán borrados, aunque hagas el amor con tu mujer o, incluso, con tu propia hija, si practicas las peregrinaciones en tu cuerpo, de un tirtha a otro.

IV.52. Los verdaderos yoguis que profesan un culto a su atman no necesitan tirthas de agua ni dioses de madera y de barro.

IV.53. Los tirthas del cuerpo sobrepasan infinitamente a los del mundo, y el tirtha del alma es el mas grande: los demás no son nada junto a él.

IV.54. El espíritu, si está manchado, no puede ser purificado en los tirthas en que se baña.

IV.55. Lo mismo que un jarro que contiene alcohol no será purificado por el agua, aun cuando lo lavases cien veces.

IV.56. Sin embargo, el agua del conocimiento, impartido por los maestros de yoga purificará el espíritu manchado, pues es la de un verdadero tirtha.

IV.57. Shiva habita en tu cuerpo: serías necio adorándolo en las imágenes de piedra, o de madera, con ceremonias, devociones, votos o peregrinaciones.

IV.58. El verdadero yogui mira en si mismo, pues sabe bien que las imágenes son talladas para ayudar a los ignorantes a aproximarse al gran misterio.

IV.59. El único vidente verdadero es el que ve el brahman real, único y sin segundo, como idéntico a su atman.

IV.60-63. Y después, por el renunciamiento, comprenderás: yo soy atman; entonces verás que el atman habita en el fondo de todos los seres; y la visión del omnipotente, del supremo brahman imperecedero, te librará de todo dolor.

CAPITULO QUINTO: PURIFICACION DE LOS NADIS

V.1-2. Habiendo ajustado tu actitud a lo que enseñan las escrituras sagradas, habiendo purificado todo exceso de sensualidad y aprendido lo que es el yoga, con espíritu sereno y veraz, podrás iniciar la práctica.

V.3-6. Afírmate en atman, escucha bien lo que enseñan los maestros, instálate en un ashram situado en un lugar agradable en lo alto de una colina, a orillas de un rio, o en un bosque, no lejos de un bosquecillo de bilva (arbol sagrado), y ejercítate en las posturas, cuidando tener el cuerpo recto, inmóvil y con la boca cerrada. Fijando los ojos en la punta de la nariz, verás en ella el disco de la luna, destilando gota a gota la ambrosía.
V.7-9. Introduciendo el aire inspirado por ida hasta el vientre, meditando sobre el fuego que arde en medio del cuerpo, percibirás en ti el sonido (nada) perpetuo; entonces, expulsarás el aire por el canal de pingala.
V.10. Luego harás lo mismo sustituyendo ida por pingala; practica así al menos tres veces al dia y seis tandas cada vez.
V.11. Así lograrás purificar tus nadis; tu cuerpo se tornará luminoso, resplandeciente, a causa del fuego interior, y oirás claramente el sonido místico.
V.12. Tendrás entonces que purificar el propio atman.
V.13. En efecto, aunque eternamente puro, luminoso y hecho de beatitud, tu atman esta como oscurecido, manchado por la suciedad de la ignorancia.

V.14. Gracias al conocimiento verdadero, podrás quitar el fango y devolverle su pureza.


CAPITULO SEXTO: PRANAYAMA

VI.1. He aquí el control del aliento;


VI.2. Es preciso saber que los tres tiempos que acompasan su respiración no son otros que los fonemas que constituyen el pranava (AUM).



VI.3. Cuando haces descender el aire hasta tu vientre por ida, medita en la letra A, durante al menos dieciséis medidas.
VI.4. Cuando retienes el aire en ti, medita en la letra U, durante al menos dieciséis medidas, al tiempo que haces resonar OM.
VI.5. Y cuando rechazas el aire por el canal de pingala, medita en la letra M, procurando ocupar treinta y dos medidas.
VI.6. Ese es el verdadero pranayama.

VI.7-10. Haz descender de nuevo el aire por el canal de pingala, meditando en la letra A, durante al menos dieciséis medidas. Retén luego el aire en ti, meditando en la letra U y esforzándote en retener el aire durante sesenta y cuatro medidas repitiendo el pranava. Y, para terminar, expulsa el aire siguiendo el canal ida, meditando en la letra M durante al menos dieciséis medidas.
VI.11. Si practicas este control durante seis meses, serás maestro; al cabo de un año, verás a brahman; por eso, debes esforzarte sin cesar.
VI.12-14. Inspirar el aire es puraka; retenerlo como se llena una olla, es lo que se llama kumbhaka; la espiración se llama rechaka. El control hace transpirar; es el efecto menos interesante; con mayor practica hace temblar; los que mejor lo ejecutan adquieren el poder de levitación; cuanto mejores son, mas se elevan.
VI.15-17. Mediante el control es cierto que purificas a fondo tu espíritu; entonces tu gloria se distingue rodeando tu cuerpo de luz. El espíritu y el aliento se unen y se establecen en atman; entonces es cuando, impulsado por el control, puede elevarse el cuerpo del adepto.
VI.18. Por el saber asi adquirido se consigue la liberación del samsara (cadena de renacimientos); se puede entonces abandonar puraka y rechaka, y limitarse a kumbhaka; todos los pecados se borrarán y se obtendrá el conocimiento mas elevado.
VI.19. Por el pranayama el espíritu se torna claro y sutil, los cabellos grises recuperan su color, nada hay que no se pueda lograr. Por eso debe practicarse una y otra vez el control del aliento.
VI.20-24. Si practicas el control del aliento inspirando profundamente el aire, al alba y en el crepúsculo, antes de que amanezca, o al mediodia si lo prefieres, retén tu aliento en la punta de la nariz, en el ombligo o en los dedos de tus pies, y lograrás vivir cien años. Pues el aliento esta bien dominado si se retiene en la punta de la nariz; si lo retienes en el ombligo, la enfermedad no hará presa en ti, y si es mantenido en los dedos de los pies, tu cuerpo se tornará brillante.
VI.25-30. Bebe el aire inhalándolo por la boca con ayuda de la lengua: no tendrás jamás sed ni hambre y no conocerás jamás la fatiga. Si mantienes el aliento en la raíz de la lengua, podrás beber la ambrosía y conocerás la verdadera felicidad. Inhalándo por ida y conservándo el aliento entre las dos cejas, beberás el nectar y mantendrás siempre tu cuerpo con buena salud. Ayudándote con las dos nadis (ida y pingala) y conduciendo el aire hasta el ombligo, serás preservado de todo mal. Y si durante un mes entero bebes el néctar gota a gota, inhalando el aire tres veces al dia y conservándolo conforme a las reglas en un punto elegido de tu cuerpo, ningún mal procedente de los vientos o la bilis podrá jamás herirte.
VI.31. Las enfermedades de los ojos son curadas por el aliento en la frente, así como las de los oidos por el aliento retenido en los oidos, y las jaquecas por el aliento retenido en el fondo de la cabeza.
VI.32-35. Así, en la postura llamada svastikasana, teniendo bien dominado el espíritu, haciendo ascender suavemente apana y repitiendo el pranava, el adepto debe, con sus manos, aislarse del mundo exterior; sus pulgares cerrarán sus dos oidos, sus índices cerrarán sus ojos y otros dedos sus dos fosas nasales; mantendrá así el apana en el interior de su cabeza hasta conocer la beatitud, pues el aliento alcanzará entonces la puerta de brahmarandhra.
VI.36-51. En ese momento, el sonido (nada, bajo la forma de la sílaba mística OM) se manifestará de pronto como si se soplara en una caracola; será luego como un trueno y, cuando el aliento llegue por fin a lo alto de la cabeza, oirás el fragor de una cascada de montaña, y tu atman, complaciéndose en este ruido, se mostrará en verdad a ti...

CAPITULO SEPTIMO: PRATYAHARA

VII.1-4. Escucha ahoralo que se llama la retirada de los sentidos; consiste en obligar a éstos, de forma expresa, a volverse sobre sí mismos, mientras que su verdaderannaturaleza es dispersarse en el exterior. Por otra parte, la verdadera retirada de los sentidos es ver el brahman en todas las cosas, como enseñaban los rishis. Hagas lo que hagas, bueno o malo, hazlo hasta el dia de tu muerte percibiendo en ello el brahman; eso es la retirada de los sentidos.
VII.5-9. Celebrar el ceremonial de los ritos solemnes o domésticos según las reglas del veda y percibir en ellos el brahman: eso es la retirada de los sentidos. Puedes conducir también el aliento por tu cuerpo, de un lugar a otro, desde los dientes hasta la garganta, o desde la garganta al pecho, desde el pecho hasta el ombligo y desde el ombligo hasta muladhara, donde mora kundalini; hasta las caderas y los muslos, hasta las rodillas, las pantorrillas y hasta los dedos de tus pies; eso también es la retirada.
VII.10-14. Si obras así, se desvanecerán tus pecados y desaparecerán tus
enfermedades, como enseñan los que saben...

CAPITULO OCTAVO: DHARANA

VIII.1. Y ahora dharana, de la que conocemos cinco clases, referentes a los cinco elementos con sus homólogos corporales. En el espacio en el centro del cuerpo debe mantenerse el espacio exterior y, del mismo modo, el aire exterior debe ser mantenido en el prana y el fuego en el fuego del abdomen; se deben mantener también las aguas en los líquidos del cuerpo y la tierra en las partes terrosas; eso es dharana, ¡oh Samkriti!
VIII.3-4. Pronuncia el mantra YAM-VAM-RAM-LAM en el orden adecuado; este tipo de dharana te librará del pecado. Desde los pies hasta las rodillas, el cuerpo pertenece a la tierra; de las rodillas al ano, es el agua; desde ahí hasta el corazón, es el fuego, y el aire hasta el centro de la frente; la cabeza pertenece al espacio (akasha).
VIII.5-6. En la tierra se ve brahman. Vishnu en la parte acuosa. Maheshvara (Shiva) habita en el fuego. Ishvara habita en el aire y shiva en la parte de tu cuerpo que pertenece al elemento espacio.
VIII.7-8. Puedes, también, si lo prefieres, meditar solamente en shiva para liberarte de todo mal; lo verás en tu atman lleno de sabiduría y beatitud, morando en purusha, principio único de este mundo.
VII.9. Y con todo tu espíritu mirando fijamente al no-manifestado, carente-de-forma e indefinible, comprobarás que el principio único, bajo la forma del pranava, no es otro que tu atman; es entonces cuando, retrayendo tus sentidos, te unirás a tu atman.

CAPITULO NOVENO: DHYANA
IX.1-2 Pasarás entonces a la meditación profunda, por la que se destruyen para
siempre los lazos de la transmigración (samsara). Con humildad absoluta, se medita sobre el señor, el brahman-verdad-realidad, el brahman-pura-trascendencia. Así, el verdadero yogui, libre de las leyes de la existencia, para siempre casto y viviendo todas las cosas, medita sobre ishvara, comprendiendo "yo soy él".
IX.3-5. Y puede meditar también sobre ishana, la verdad, el conocimiento no dual, puro, eterno y sin pasado, lo mismo que sin presente ni futuro; sutil, incognoscible, imperceptible, sin olor ni sabor, no mensurable; el único que no es otro que atman, ser-conciencia-beatitud (sat-cit-ananda).
IX.6. Comprendiendo "yo soy este brahman", alcanzarás la liberación.

CAPITULO DECIMO: SAMADHI

X.1-2. Cuando aparece en ti el conocimiento verdadero de la unidad de tu atman con el atman cósmico, es lo que se llama samadhi, pues el atman es en verdad idéntico al brahman omnipresente, perpetuo, único y sin segundo.
X.3. Puedes así comprender que sus formas son ilusorias; no es dualidad, ni mundo fenoménico, ni tampoco transmigración.

X.4. Así como el espacio dentro de la olla no es distinto del espacio que la rodea, así también no hay mas que un atman, y solo los ignorantes lo llaman jivatman o ishvara.
X.5-6. Debes decirte en verdad: "yo no soy ni cuerpo, ni aliento vital, ni sentidos, ni pensamiento, ni ninguna otra cosa; pues yo soy el testigo único; ¡yo soy shiva!, ¡yo soy shiva! Sí, yo soy el brahman; soy extranjero en este mundo, no hay nadie junto a mi. Así como la espuma y las olas nacen en el océano y en él se disuelven, así también, el mundo nació de mi y en mi se disuelve".
X.7-8. El que sabe eso alcanza de golpe la inmortalidad convirtiéndose en purusha. Y la conciencia universal, omnipresente y luminosa, resplandece en su corazón: así alcanza el brahman.
X.9-11. Si no ve nada mas que "eso", permaneciendo siempre en samadhi, es para siempre el brahman y ve su alma en él; el mundo se desvanece entonces; ya no queda mas que la alegría.
X.12. Calló entonces Dattatreya, y Samkriti, ya apacigüado, buscó refugio en su alma y no conoció más la inquietud.
Tal es la upanishad.


El cuerpo astral, los misterios de la mente y la percepción extrasensorial (Parte I)

Capítulo 9: El cuerpo astral, los misterios de la mente y la percepción extrasensorial
Fuente: "El libro de Yoga" de Swami Vishnu Devananda
Swami Vishnu Devananda
Una de las cosas que ha proporcionado más quebraderos de cabeza a los investigadores científicos es la persistente repetición de historias que entrañan percepciones extrasensoriales. Tales historias continúan saliendo a luz sin una explicación satisfactoria. Hay una en la que un hombre soñó que su hijo era muerto durante una batalla. Despertó y miró el reloj. Eran las dos de la madrugada. Al día siguiente recibió un telegrama comunicándole que su hijo había dejado de existir a las dos de la madrugada.
Otra mujer soñó que era visitada por su hijo, quien le dijo: "Voy a abandonar este mundo e ir a otro lugar mejor, sin poder verte". Al día siguiente recibió un mensaje diciendo que su hijo había abandonado el mundo físico.
Tratando de interpretar estos ejemplos diarios, se tropieza con serias dificultades. La mayoría de la humanidad cree solamente en lo que perciben sus sentidos. Tales personas aceptan como algo incuestionable cualquier cosa que les llega a través de los sentidos. No comprenden que sus sentidos, en el mejor de los casos, son instrumentos imperfectos y que la mente está constantemente corrigiendo los informes equivocados que éstos les envían.
El pensamiento científico moderno ha alcanzado un grado que ha obligado a los físicos a abandonar el mundo ordinario de nuestra experiencia, el llamado mundo de las percepciones sensoriales. Han tenido que cruzar la barrera que divide lo físico de lo metafísico. La teoría de la filosofía oriental que trata la relación entre el observador y la realidad, es muy utilizada entre los físicos actuales. En la filosofía Vedanta se describe el mundo como algo irreal desde el punto de vista absoluto. Carece de realidad independiente sin los sentidos y la mente del observador y, por lo tanto, es verdadero solamente en términos relativos.
El conocimiento que adquirimos a través de los distintos sentidos, varía de acuerdo con la naturaleza del instrumento utilizado para observar los objetos. Nuestros sentidos nos engañan al aportarnos un conocimiento que cambia frecuentemente. No existe un sentido universal que sería una máquina común de medir la realidad del observador. El "sentido común" crea a menudo falsas imágenes. Un palo sumergido en el agua asemeja estar partido, aunque en realidad no es así. Lo dulce y lo amargo, lo caliente y lo frío, el sol y la tierra,
todo el universo objetivo de materia y energía, no existe con independencia de la mente y los sentidos. Incluso el tiempo y el espacio no son nada más que el poder de la mente. No hay nada que limite al hombre en el tiempo y en el espacio, si no es la mente. Todas las limitaciones y barreras desaparecen cuando desaparece la mente.
En nuestro presente estado de realización, todo el conocimiento que poseemos del universo es un residuo de impresiones empañadas por sentidos imperfectos. La realidad está muy lejos de nuestro estado de conciencia actual. Existen ondas electromagnéticas, como los rayos gamma, los rayos X, los rayos cósmicos, etc., que no son visibles al ojo humano. Sin embargo, a través de instrumentos modernos, somos capaces ahora de constatar la existencia de longitudes de onda de tan alta y baja frecuencia. Los científicos modernos estudian estas limitaciones de los sentidos humanos y su estudio les aproxima más y más a la metafísica.
Ahora se plantea esta cuestión: si los sentidos ordinarios no son fidedignos, ¿qué hay sobre la percepción extrasensorial? ¿Es un hecho? ¿Podemos creer en ella?
Desde el punto de vista absoluto, la respuesta es que ambas, la percepción extrasensorial y la experiencia ordinaria de los sentidos, tienen sus limitaciones y son, por lo tanto, imperfectas, ya que todo el conocimiento objetivo puede se tenido  únicamente a través de la mente, la cual es imperfecta.
La más elevada verdad se percibe solamente cuando trascendemos el plano tridimensional creado por los sentidos y la mente, y vamos más allá del tiempo y del espacio.
Las experiencias ordinarias que obtenemos a través del contacto del cuerpo y de la mente pertene3cen al plano tridimensional y el "inexplicable" fenómeno llamado conocimiento extrasensorial pertenece el plano cuatridimensional.
Los fenómenos ordinarios que ocurren en nuestras vidas son milagros para aquellas criaturas que viven en planos bidimensionales. Supongamos que hay criaturas que viven en el plano bidimensional. Para ellos no hay conciencia de espacio. Consecuentemente no pueden percibir lo que ocurre en el espacio. Una vía férrea es un espacio de una sola dimensión, por lo tanto, un maquinista puede describir su posición desde un solo punto, una estación o una marca kilométrica. Pero la superficie del mar es un mundo bidimensional, en el que el
capitán de un barco fija su posición en latitud y longitud. El piloto de un avión tiene que dirigir su aparato a través de un mundo tridimensional, latidud, longitud y también en elevación sobre el suelo, lo que es el espacio.
El conductor del tren vive en un plano unidimensional, el capitán del barco en un plano bidimensional y el piloto de avión en un mundo tridimensional. El capitán del barco no tiene idea del espacio y, por consiguiente, todo lo que ocurra a través del espacio es un misterio inexplicable para él. Si el señor X es bidimensional, y el señor Y es tridimensional imaginemos esta situación. El señor X tiene que transportar un objeto a cierta distancia y el señor Y le ayuda. El señor Y lleva el objeto a través del espacio. Repentinamente, éste desaparece de la vista del señor X, y momentos más tarde se materializa al ser descendido por el señor Y. Para el señor x esto resulta un misterio inexplicable, mientras que para el señor Y es algo ordinario.
Así, del mismo modo, ciertas cosas que ocurren en un plano cuatridimensional son un misterio para la gente ordinaria del mundo. La teleportación, o movimientos de las cosas desde una habitación cerrada a otra a través de paredes concretas, sin ayuda de ningún contacto físico, es un misterio para los seres de la tierra que viven en un mundo tridimensional. Un ser superior, que viva en un plano superior al nuestro, puede hacer muchas cosas que son misterios inexplicables para nosotros. Puede llevar cosas pesadas a su plano cuatridimensional y volverlas al plano tridimensional. cuando el objeto es transferido al plano cuatridimensional, puede penetrar a través de la materia sólida de nuestro mundo, del mismo modo que las ondas radiofónicas atraviesan las paredes. Así pues, la teleportación, la telepatía y todas las otras cosas que no pueden ser explicadas muy claramente, son, en realidad, fenómenos de un mundo cuatridimensional. Hay todavía planos superiores que son más útiles que nuestro mundo y el hombre opera en estos planos más elevados con su cuerpo astral, que opera en el plano astral, del mismo modo que el cuerpo opera en el plano físico. La mente y los sentidos pertenecen al plano astral que no perece cuando muere el cuerpo.
Vishnu Devananda
El cuerpo astral se compone de diecinueve elementos: cinco órganos de acción, cinco órganos de conocimiento, cinco pranas o aires vitales y cuatro instrumentos interiores que son mente, intelecto, ego y subconsciente. Algunos ocultistas piensan que está compuesto de alguna forma de materia sutil o semifluida, invisible al ojo físico. Todos los seres humanos tienen un cuerpo astral, y, en efecto, el cuerpo astral está más próximo al alma que el cuerpo físico. Pero hay que destacar aquí que el alma está contenida en estos cuerpos, que son solamente vehículos de ella. Durante la vigilia, el cuerpo astral opera con la cooperación del cuerpo físico. Durante el sueño profundo el cuerpo astral se sustrae en mayor o menor grado y revolotea justo encima del cuerpo físico. El mismo fenómeno ocurre cuando el individuo está bajo la anestesia o durante un desmayo. Algunos estudiantes de ocultismo pueden proyectar conscientemente el cuerpo astral fuera de su cuerpo físico y viajar a voluntad. El cuerpo astral y físico están conectados por medio de un cordón sutil, a través del cual pasa la corriente vital. En efecto, ambos cuerpos están conectados por este cordón y, cuando se rompe, la muerte se produce instantáneamente. Así pues, en el momento de la muerte el cordón se separa y durante el sueño profundo permanece intacto.
Todas las percepciones extrasensoriales y los considerados misterios inexplicables son las funciones del cuerpo astral en un plano dimensional más elevado. Todas nuestras experiencias en el estado de vigilia o durante el sueño son producto de la mente y los sentidos, como lo son también los varios productos de las percepciones extrasensoriales. En efecto, nada puede verse o percibirse sin la mente, y la mente es todo para nosotros en el momento presente. Aunque el cuerpo físico y el astral son diferentes, ambos están controlados por la mente.
Los yoguis conceden gran atención y esfuerzo a controlar la mente y utilizan el poder mental conseguido para desvelar los misterios escondidos del hombre. La mente es inestable por naturaleza, ya que a cada momento se ve afectada por la vista, el sonido y demás percepciones de los objetos externos, que le llegan a través de los sentidos. Por lo tanto, para dominar el ser la mente debe ser separada de los objetos sensoriales, apartada de cualquier dirección en que produzca, liberada de todas las distracciones y mantenida bajo control. Las tres prácticas superiores, conocidas como concentración, meditación y estado de superconciencia, completan las disciplinas mentales y físicas. Es muy difícil controlar y disciplinar la mente errante. El Hatha Yoga prescribe varios métodos para comenzar, de tal forma que el estudiante puede manipularla más facilmente a medida que avanza en sus prácticas de Yoga. El gran yogui Swatmarama, autor de Hatha Yoga Pradipika, el célebre tratado de Yoga, hace resaltar que el objeto de practicar Yoga es prepararse para alcanzar la comunión con nuestro propio ser superior y no únicamente para obtener los siddhis (poderes físicos y psíquicos).
El control sobre la mente aporta varios poderes yóguicos que los yoguis auténticos nunca se preocupan de valorar. Estos poderes son utilizados a menudo con fines egoístas por estudiantes menos avanzados. Se pierden si se demuestran a la curiosidad pública.
Como los cuerpos físico y astral están intimamente conectados y la mente es el auténtico dueño del cuerpo, resulta esencial saber algo sobre ella.
El cuerpo sutil o astral es el cuerpo de la mente y los sentidos, fuera del cual se produce el cuerpo denso de la materia. La mente y la materia son los poderes que ocultan la conciencia del espíritu que crea el mundo. Estos poderes se conocen en sánscrito como maya shakti, que aparentemente hacen del todo (purna) una parte (apurna): de lo infinito, lo finito, y de lo informe, la forma. Maya shakti puede describirse como la mente universal del Ser Supremo, que en los seres individuales se hace mente individual, ego y sentidos.
La mente y sus funciones
En la escala de evolución, la mente funciona en varias fases, dependiendo del cuerpo en que opera. De este modo va desde lo subconsciente a la simple conciencia, evolucionando gradualmente a la autoconciencia, hasta que, por fin, alcanza la conciencia universal. En los reinos inferiores, como el vegetal y el animal, la mente se manifiesta en un estado en que la conciencia es automática. Esta porción de la mente predomina en la planta y el animal. Los seres humanos también la poseen y constituye una gran ayuda en su presente estado de desarrollo. Esta mente es conocida como el subconsciente o mente instintiva (en sánscrito, chitha). La mente del hombre funciona en más de un plano. Hoy en día los psicólogos han reconocido las fases variantes del proceso mental y han avanzado muchas teorías para explicarlas, pero su conocimiento sobre el trabajo de la mente está en pañales. En la filosofía Yoga puede obtenerse un interesante estudio de las funciones de la mente.
Planos subconscientes de la mente
Ilustración del "Libro de Yoga" de Swami Vishnu
Devananda
A primera vista puede parecer que la parte consciente de la mente humana realiza la mayor parte del trabajo, pero es suficiente una pequeña reflexión para mostrar que el razonamiento consciente de la mente es sólo una de sus funciones. En un sentido amplio, la mente del hombre funciona en los tres planos de esfuerzos: subconsciente, consciente y superconsciente, cada uno gradualmente sombreado por el inmediatamente superior o inferior, como los colores del arco iris. El hombre comparte el plano subconsciente de la mente con los animales inferiores. Es el primer estado de desarrollo mental en la escala de la evolución. El primer albor de la mente instintiva puede encontrarse incluso en el reino mineral. Después en el reino vegetal, crece más distintamente y más elevado en la escala. De nuevo, en el mundo animal, se experimenta un incremento en la manifestación de la mente automática desde la inteligencia casi similar a la de la planta de las formas inferiores hasta alcanzar un grado casi igual al de la formas más inferiores del ser humano. Después, entre los hombres, vemos difuminarse gradualmente este proceso hasta llegar al intelecto, el principio medio de la mente. Pero incluso los hombres muy evolucionados de hoy utilizan la mente subconsciente y, en distintos grados, son utilizados por ella. Aunque no podemos existir sin ella, hemos de aprender a usarla y guiarla inteligentemente. Todos nosotros hemos alcanzado el presente nivel de desarrollo tras un largo viaje a través de 840000 cuerpos de varios reinos, tales como el mineral, el vegetal y el animal; sin embargo, se trata solamente de la aurora; el día completo está muy lejos. El intelecto, la segunda fase de la mente, que el hombre civilizado usa en la actualidad, ha sido desplegado solamente hasta un grado muy pequeño. Para muchos el desarrollo intelectual es sólo el principio. Si lo analizamos, podemos ver que muchos seres humanos son poco mejor que animales. Sus mentes funcionan casi exclusivamente en el plano instintivo, aunque sombreadas por los rayos procedentes del intelecto. La mayoría de la gente es conducida por líderes políticos y de varias comunidades o tribus. Esto no es sino el instinto animal, o instinto de rebaño, en el que toda la manada sigue al líder. De nuevo vemos que la mayoría de la gente piensa muy poco; pensar es algo meramente automático en sus vidas diarias.
Las fases inferiores del trabajo de la mente instintiva son análogas al mismo trabajo manifestado en el reino vegetal: nacimiento, crecimiento, decadencia y muerte. Son procesos automáticos. Esto es común a la planta, al animal y al hombre. Estos procesos son las funciones de la mente instintiva. Durante la existencia del cuerpo -sea de planta, de animal o de hombre- el trabajo de regeneración, cambio, digestión, asimilación, eliminación, circulación, etc., lo efectúa esta porción de la mente. Estas funciones involuntarias son solamente una pequeña porción del trabajo de la mente instintiva. En la escala de evolución del animal se hicieron necesarias ciertas cosas para su existencia. Como lo poderes de razonamiento no estaban desarrollados para enfrentarse a estas exigencias, la mente instintiva tomó el lugar del intelecto. El instinto de lucha, esta función de la mente animal para su preservación y protección, predomina todavía en el hombre. Aunque el intelecto del hombre evolucionado refrena el instinto de violencia debido a la luz obtenida de las facultades superiores desarrolladas, la mente poco evolucionada, por el contrario, sigue los impulsos de la naturaleza inferior.
Las funciones instintivas, como la construcción del nido, la emigración ante la proximidad del invierno, la hibernación, el cuidado del pequeño, etc., son todas funciones de la mente subconsciente, la cual es esencial para la existencia del animal. Hasta el desarrollo del intelecto, la mente instintiva realiza todo el trabajo del intelecto sin razonar. Otra función de la mente subconsciente consiste en hacer automáticamente cosas que hemos aprendido a través del intelecto. Cuando aprendemos cosas de memoria, lo que hacemos en realidad es aprenderlas a fondo en el plano intelectual y después pasarlas al plano subconsciente por mentalización. Este proceso es una manifestación superior de la mente subconsciente y es debido al contacto y combinación con el intelecto desarrollado. Muchas de nuestras actividades diarias, tales como caminar, pintar, coser, conducir, etc., se hacen automáticamente. Si no, el intelecto se cansaría al tener que efectuar estas tareas diarias consciente o intelectualmente.
La mente subconsciente es también un servidor obediente; como no puede razonar, tiene que ser guiada a menudo por el intelecto del individuo o de alguna otra persona. Cualquier idea del intelecto que le llega consciente o subconscientemente es expresada con fidelidad al pie de la letra. Viejas nociones y tensiones que yacen en el subconsciente puede corregirse o hacerse desaparecer por medio de instrucciones adecuadas procedentes del intelecto del individuo o de otra persona. Es asombroso notar cuán valiosa resulta la mente subconsciente; por ejemplo, cuando tenemos que tomar una avión por la mañana temprano, todo lo que tenemos que hacer, es sugerir a la mente subconsciente que nos despierte a cierta hora, y ella se encarga de hacerlo.

La mente subconsciente no solamente recoge las instrucciones acertadas del intelecto, sino también las equivocadas; así los temores innecesarios, ansiedades y preocupaciones creados durante nuestras actividades diarias son recogidos por la mente subconsciente y proyectados más tarde a la mente consciente. Un shock o temor durante la infancia puede atormentar a una persona incluso cuando es vieja, a menos que sea tratado con sugerencias opuestas.

Las sugerencias hipnóticas se dirigen a la mente subconsciente. El hipnotizador, tras provocar un severo shock en la mente consciente del individuo, procede a manipular la mente subconsciente de su sujeto. Como la mente subconsciente del individuo ha cesado temporalmente de funcioonar, el subconsciente está bajo el control del hipnotizador. Cualquier sugerencia que éste le haga, será transmitida implícitamente. La técnica empleada aquí es algo que merece una seria consideración, ya que los constantes shocks provocados conscientemente por el hipnotizador afectan la mente consciente del individuo, la cual, a su vez, no puede darse a sí misma las sugerencias apropiadas. Ésta es la principal objeción a la sugestión hipnótica. En algunos casos, la sugestión hipnótica puede ayudar al individuo si se lleva a cabo puramente por una persona desinteresada, aunque tales personas son raras. Es poco aconsejable someter la propia voluntad a la voluntad de otra persona. Más aún, las sugerencias del propio intelecto son el mejor camino para guiar la propia mente subconsciente. El método yóguico de conseguir el control sobre la mente inferior y desarrollar la mente superior se explica en el capítulo 10, al hablar de la kundalini y de la meditación en los chakras.

En la mente o plano subconsciente yacen todo el conocimiento e impresiones recibidas de varias fuentes. No solamente de esta vida, sino de previas encarnaciones; es algo así como un almacén que contiene todo lo conocido y desconocido que ha recibido a través de la herencia y otras fuentes que ha desplegado en sí mismo. También contiene el conocimiento que le proporciona el intelecto, así como el conocimiento obtenido de la asociación con otros. Es un experiencia común que un pasaje olvidado de la juventud se proyecte repentinamente desde la mente inferior, incluso aunque no hubiéramos pensado en él durante muchos años. Algunas personas obtienen la memoria de su vida pasada, aunque es muy raro. La naturaleza mantiene apartados de la conciencia los misterios de la vida pasada; de otra forma aumentarían nuestras tensiones mentales al revivir buenos y malos recuerdos pasados.

Algunas personas son capaces de hacer cosas que no han hecho o aprendido en esta vida; algunos niños pintan o cantan bien sin haber ido incluso a una escuela. Otros nacen oradores, autores o predicadores. El conocimiento que han adquirido en sus vidas previas yace en la mente subconsciente. Tales personas son llamadas genios o talentos. En efecto, este talento no es sino el conocimiento adquirido a través del esfuerzo constante en vidas anteriores. Una persona que ahora se esfuerza en dominar una disciplina, puede ser un genio en su próxima vida, ya que acarrea todo el conocimiento subconsciente adquirido en ésta.

Para concluir lo expuesto sobre la fase inferior de la mente, que conocemos como asiento de las emociones inferiores, instintos, pasiones, deseos, apetitos, avaricia y lujuria, debemos recordar también que existen emociones elevadas, aspiraciones y deseos de conocimiento en los hombres avanzados, que proceden de la mente espiritual desplegada y no solamente de la mente inferior. El principio mental inferior es el más grosero y bajo de los tres principios mentales y es el que está dispuesto a ligarnos estrechamente a la tierra y a las cosas terrenales.

Su santidad Swami Sivananda, un gran maestro de Yoga, fundador de la Divina Sociedad, de Rishikesh, Himalayas, dice en su libro Los Misterios de la Mente:
 La emoción es un poder motor, como el vapor de una máquina. Ayuda en la evolución. Si no hubiera sido por la presencia de la emoción, se hubiera pasado a un estado de pasividad e inercia. Empuja a la acción o movimiento. Es un favor divino. Pero no hay que ser presa de las emociones; no hay que permitir que hiervan en nosotros. Hay que dejarlas que se eleven lentamente del océano de la mente y se apacigüen con tranquilidad. Hay personas que gustan de oír noticias de acontecimientos sensacionales sólo para despertar sus emociones; estas personas viven de emociones; de otra forma se sentirían bastante necios. Esto es una gran debilidad.

El amor, el odio, la cólera, la avaricia, el temor, la envidia, los celos, son emociones de la mente. Todas las malas cualidades proceden de la cólera. Por este motivo se enseña a los estudiantes de Yoga a controlar la cólera. De este modo las restantes cualidad negativas desaparecen por sí mismas. Más aún, las emociones afectan las glándulas endocrinas, que están gobernadas por el sistema nervioso y producen desórdenes en el normal funcionamiento de los órganos internos.

Recientemente, los doctores Harold Wolff y Stewart Wolff, del Hospital de Nueva York, realizaron un cuidadoso e insólito estudio sobre el comportamiento del estómago y la digestión de un paciente cuyo viente había sido reventado por un disparo accidental, dejando un boquete abierto para el resto de su vida. A través de esta ventana en la pared intestinal, los doctores pudieron estudiar los misterios de la digestión humana.

De acuerdo con el informe de los doctores Wolff, la emoción más perjudicial es la ansiedad, que es la causa de las úlceras. Las investigaciones mostraron que el estómago del paciente era rosa pálido, y con muchos pliegues cuando estaba relajado, pero rojo brillante, liso y tenso cuando se inflamaba. Ambos, el estómago y la cara, empalidecían cuando era presa del pánico. La depresión le producía un corte de los jugos gástricos y su estómago se veía casi incapaz de digerir la comida.

La mente subconsciente o instintiva es denominada ehitha en la filosofía Vedanta. Gran parte de nuestra mente subconsciente consiste en experiencias sumergidas, memorias lanzadas al fondo, pero recuperables. El primer síntoma de vejez es que se hace difícil recordar las personas y los lugares. No es difícil encontrar la razón. La mente, como se sabe, recuerda generalmente por medio de asociaciones. En la vejez, uno todavía puede recordar pasajes que ha leído en la escuela y en el colegio, pero, al mismo tiempo, le resulta muy difícil recordar lo que ha leído la noche anterior. Esto es debido a que la mente subconsciente ha ido perdiendo su poder de entender y almacenar ideas, a medida que las células del cerebro han ido degenerando. Con la degeneración de las células del cerebro causada por ansiedades, preocupaciones y excesivo trabajo, el poder de la memoria se pierde en seguida, y solamente algunas pequeñas impresiones llegan a la mente subconsciente.

El proceso de razonamiento está limitado únicamente al campo de la conciencia. El campo de la mentalización subconsciente es mucho más amplio que el de la mentalización consciente. Los mensajes, en su momento, se proyectan como un flash desde la mente subconsciente. Sólo un pequeño porcentaje de actividades mentales tienen lugar en el campo de la conciencia. Cuando se conduce un coche por una calle abarrotada de personas, aunque se vaya hablando con los amigos o pensando en algunos problemas, se gira, se frena y se utiliza el cambio casi subconscientemente. Cuando no sentamos a pensar intensamente en la solución de algún problema es muy probable que fallemos, pero, a veces, durante el sueño, este problema se soluciona subconscientemente y se proyecta a la mente consciente al despertar. Durante este período, la mente subconsciente trabaja como un hombre al volante mientras conduce.

Incluso durante el sueño, esta mente trabaja sin descanso y clasifica, arregla, compara y distribuye todos los actos y problemas y busca soluciones satisfactorias y apropiadas. Con ayuda de la mente subconsciente, podemos desechar las tensiones de los órganos externos e internos y darles una relajación adecuada.

Todas las funciones vegetativas involuntarias del cuerpo, que se realizan por debajo del plano consciente, están bajo el eficaz control de la mente subconsciente. La inteligencia subconsciente, cuando se manifiesta como instinto, raramente falla. Un animal distingue casi instintivamente la hierba venenosa de la buena. Pero el trabajo del instinto es limitado. Funciona como una máquina. Luego llega al estado superior de conocimiento (intelecto), que es falible y comete errores. A menudo, su alcance es mayor aquí. Lo llamamos razón

18 oct 2012

Yogasanas, consideraciones del cuerpo y la salud. Por B K S Iyengar

Rejunté y subí varias notas de Iyengar referidas al trabajo en asana, podés ver las demás en estos links:
Asana por Iyengar
La práctica de Asana por Iyengar
El cuerpo físico. Estabilidad. Por Iyengar


La verdadera naturaleza de la salud
Del libro "Luz sobre la vida" de B K S Iyengar

Lo único que la mayoría de las personas le pide al cuerpo es que no les perturbe. La mayoría de las personas se sienten sanas si no sufren enfermedades ni dolores, inconscientes de los desequilibrios que existen en sus cuerpo y sus mentes y que en última instancia provocarán enfermedades. El yoga tiene un triple impacto en la salud. Mantiene sana a la gente sana, impide el desarrollo de enfermedades y ayuda a recuperar la buena salud.
Pero las enfermedades no son únicamente un fenómeno físico. todo lo que perturba vuestra vida y vuestra práctica espirituales es una dolencia y acabará manifestándose en una enfermedad. Como la mayoría de la gente moderna ha separado sus mentes de sus cuerpos, y sus almas han sido desterradas de sus vidas corrientes, olvidan que el bienestar de cuerpo, mente y espíritu está íntimamente entretejido como las fibras de nuestros músculos.
La salud empieza con la firmeza corporal, pasa a convertirse en estabilidad emocional, luego lleva a la claridad intelectual, a la sabiduría, y finalmente a desvelar el alma. Sí, la salud puede clasificarse de muchas maneras. Tenemos la salud física, con la que todos estamos familiarizados, pero también existe la salud moral, la salud mental, la salud intelectual e incluso la salud de nuestra consciencia, la salud de nuestra conciencia y finalmente la salud divina. Todas están relacionadas y dependen del grado de consciencia en el que vivimos.
Pero un yogui nunca olvida que la salud debe empezar con el cuerpo. El cuerpo es el hijo del alma. A los hijos hay que alimentarlos y educarlos. La salud física no es una mercancía por la que podamos regatear. Ni puede ingerirse como si fuera una medicina o una pastilla. Debe obtenerse sudando. Es algo que debemos ir construyendo. En nuestro interior debemos crear la experiencia de belleza, liberación e infinito. Eso es salud. Las plantas y los árboles sanos dan muchas flores y frutos. De igual modo, una persona sana emite sonrisa y felicidad cual rayos solares.
La práctica de yogasana a fin de obtener salud, de estar en forma o de mantener la flexibilidad, es la práctica externa del yoga. Pero aunque es una aspiración legítima desde la que empezar, no es el fin. Al ir penetrando en el cuerpo interior, la mente se va sumergiendo en el asana. La primera práctica externa sigue siendo seca y periférica, mientras que la segunda práctica, más intensa, inunda literalmente al practicante de sudor, empapándolo lo suficiente como para que pueda buscar los efectos más profundos del asana.
No hay subestimar el valor de asana. Incluso las asanas sencillas permiten experimentar los tres niveles de la búsqueda externa, que reporta firmeza corporal; la búsqueda más interna, que reporta ecuanimidad en la inteligencia, y la búsqueda más interna, que reporta benevolencia de espíritu. Aunque un principiante no suele ser consciente de estos aspectos al ejecutar un asana, no por ello dejan de estar presentes. Suelo oír a gente diciendo que se encuentran más ligeros y enérgicos cuando practican unas pocas asanas. Cuando un principiante experimenta este estado de bienestar, no se trata meramente de los efectos externos y anatómicos del yoga, también se trata de los efectos fisiológicos y psicológicos de la práctica.
Mientras el cuerpo no goce de una salud perfecta se permanecerá atrapado en la consciencia física. Eso distrae de la tarea de curar y cultivar la mente. Necesitamos cuerpos sanos para desarrollar mentes sanas.
El cuerpo puede convertirse en un obstáculo a menos que trascendamos sus limitaciones y acabemos con sus compulsiones. Por ello debemos aprender a explorar más allá de las fronteras conocidas, y eso significa ampliar e interpretar nuestra percepción consciente y aprender a ser dueños de nosotros mismos. Asana es el método ideal para ello.

Las llaves para abrir nustro potencial son las cualidades de pureza y sensibilidad. La cuestión fundamental acerca de la pureza, o simplemente limpieza o higiene, como suele denominarse en los textos yóguicos, no es sobre todo moral. Se trata de que la pureza permite la sensibilidad. La sensibilidad no es debilidad ni vulnerabilidad; es una claridad de percepción que permite una acción juiciosa y precisa.

Por otra parte, la rigidez tiene su origen en la impureza, en las toxinas acumuladas, tanto en un sentido físico como mental, en cuyo caso decimos que son prejuicios o estrechez mental. La rigidez es insensibilidad. El sudor del esfuerzo y la visión interior nos aportan, a través de un proceso de eliminación y autoeducación, tanto pureza como sensibilidad.

La pureza y la sensiblidad nos benefician no sólo respecto al viaje interior, sino también en relación a nuestro entorno externo, el mundo exterior. Los efectos de la impureza son, pues, indeseables. Provocan que desarrollemos duros caparazones a nuestro alrededor. Si levantamos un caparazón bien rígido entre nosotros mismos y el mundo que está más allá de nuestra piel, nos estaremos privando de la mayoría de las posibilidades que nos ofrece la vida. Estaremos desconectados del libre fluir de la energía cósmica. De ese modo resulta muy difícil dejarse nutrir o permitir la salida de toxinas. Vivimos en una cápsula, lo que el poeta denominó una "ciudadela vana".

Como mamíferos, somos homeostáticos. Eso significa que mantenemos ciertos equilibrios constantes en el cuerpo, como por ejemplo la temperatura, adaptándonos a los cambios y a los desafíos provenientes del entorno. La fuerza y la flexibilidad nos permiten mantener un equilibrio interno, pero el ser humano intenta cada vez con más insistencia dominar el entorno en lugar de controlarse a sí mismo. La calefacción central, el aire acondicionado, los coches que utilizamos para desplazarnos trescientos metros, las poblaciones que permanecen iluminadas durante toda la noche y los alimentos importados desde cualquier parte del mundo fuera de temporada son ejemplos de cómo intentamos soslayar nuestro deber de adaptarnos a la naturaleza, pasando a intentar forzar a que ésta se adapte a nosotros. Con ello lo único que conseguimos es tornarnos frágiles y quebradizos. Incluso muchos de mis estudiantes indios, que ahora se sientan todos en sillas en sus casas, se están volviendo demasiado rígidos para poder adoptar la postura del loto con facilidad.

Supongamos que perdéis el trabajo. Se trata de un desafío externo que conlleva otras preocupaciones, como cómo pagar la hipoteca, y alimentar y vestir a los hijos. También representa una sacudida emocional. Pero si se está equilibrado, si existe una ósmosis energética entre vosotros y el mundo exterior, os adaptaréis y sobreviviréis, encontrando otro trabajo. Pureza y sensibilidad significa que recibirmos un cheque cósmico cada día de nuestras vidas. Cuando a través de la práctica empieza a notarse armonía e integración en las envolturas internas del ser, se inicia de inmediato un proceso de armonización e integración con el mundo en que vivimos.

Un gran beneficio del yoga, incluso para los que llevan poco tiempo de práctica, es la felicidad que aporta, un estado de contento autosuficiente. La felicidad es buena en sí misma y una base desde la que progresar. Una mente agitada no puede meditar. Una mente feliz y serena nos permite proseguir nuestra búsqueda así como vivir con arte e ingenio. ¿Es que la Declaración de Independencia de los Estados Unidos no habla de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad? Si eso lo hubiera escrito un yogui, habría dicho la vida, la felicidad y la búsqueda de la libertad. A veces la felicidad puede conllevar estancamiento, pero si la libertad proviene de una felicidad disciplinada, ahí existe la posibilidad de una auténtica liberación.

Como ya he dicho, el cuerpo no debe ni descuidarse ni mimarse en exceso, pues es el único instrumento y el único recurso con el que contamos para embarcarnos en la búsqueda de la libertad. En ocasiones parece que esté bien visto apreciar al cuerpo como algo no espiritual, pero no obstante, nadie puede permitirse el lujo de descuidarlo. En otras ocasiones está bien visto gratificarse a través del cuerpo y despreciar lo que no es físico: no obstante, nadie puede negar que haya más en la vida que el mero placer o dolor físicos. Si abandonamos o gratificamos el cuerpo llega la enfermedad y aumenta nuestro apego por él. El cuerpo deja entonces de servir como vehículo para el viaje interior y es como llevar una rueda de molino atada al cuello por el camino real que conduce al alma. Si decís que sois el cuerpo, estáis equivocados. Si decís que no sois el cuerpo, también estáis equivocados. La verdad es que aunque el cuerpo nace, vive y muere, no podéis tener un vislumbre de lo divino si no es a través de él.

El yoga considera al cuerpo de un modo bastante distinto que los deportes occidentales, que tratan al cuerpo como si fuese un caballo de carreras, tratando de hacer que sea más y más rápido, compitiendo con otros cuerpos en velocidad y fuerza. Hoy día existe en la India lo que podría considerarse como "Olimpíadas yóguicas", en las que los practicantes de yoga compiten entre sí. A mí no me parece censurable. A lo largo de mi vida he ofrecido infinidad de demostraciones por todo el mundo a fin de popularizar el yoga. Aunque se trate de exhibiciones de yoga que lo presentan como un arte, la esencia del yoga no está en la demostración externa sino en una educación interna. El yoga es hermoso y divino a la vez. En última instancia, lo que el yogui busca es la luz interior, así como belleza, infinitud y liberación. Antaño, un periodista me llamó "el Iyengar de hierro", y tuve que corregirle, explicarle que yo no era duro como el hierro, sino como el diamante. La dureza del diamante forma parte de su utilidad, pero su verdadero valor reside en la luz que brilla a través de él.

Así pues, ¿cómo deberíamos encarar y practicar asana de manera que nos llevase a la salud y la pureza? ¿Qué camino conduce de la flexibilidad a la divinidad? Los Yoga Sutras del sabio Patañjali proporcionan la base de una vida yóguica. Resulta curioso que sólo cuente con cuatro versículos que tratan específicamente de asana. Cada una de esas menciones merece ser estudiada y comprendida en profundidad. Patañjali dijo que las asanas reportan perfección el cuerpo, belleza en la forma, gracia, fortaleza, compacidad, y la dureza y luminosidad de un diamante. Su definición básica de asana es: "sthira sukham asanam". Sthira significa firme, fijo, estable, resistente, duradero, sereno, calmo y tranquilo. Sukha significa deleite, bienestar, alivio y beatitud. Asanam es el plural sánscrito de asana. Así pues, la presentación de un asana debería ser ecuánime, imperturbable y serena a todos los niveles del cuerpo, mente y alma. O como ya dije antes: "Asana es perfecta firmeza corporal, ecuanimidad en la inteligencia y benevolencia de espíritu".

En última instancia, cuando todas las envolturas corporales y todas las partes de la persona se coordinan al realizar un asana, se experimenta el cese de las fluctuaciones mentales y también la liberación de las aflicciones. En asana hay que alinear y armonizar el cuerpo físico y todas las capas del cuerpo sutil emocional, mental y espiritual. Eso se llama integración. ¿Pero cómo alinear esas envolturas y experimentar esa integración? ¿Cómo hallar una transformación tan profunda en lo que desde fuera parece simplemente estirar y torcer el cuerpo adoptando posturas desacostumbradas? Empezando por percepción consciente.

15 oct 2012

Asanas: Kapotasana

Kapotasana A
Kapota significa paloma o pichón. En esta postura el pecho se expande e hincha como el de una paloma; de ahí su nombre.

Si la respiración es adecuada, y los bandhas trabajan, Kapotasana expandirá por completo la caja torácica, al empujar profundamente el aire hacia las costillas y el pecho. 

Fortalece y ablanda toda la espalda intensamente, abre la garganta y los hombros, aumenta la capacidad respiratoria. 


Kapotasana B


  Efectos
La postura tonifica toda la región de la columna al provocar una circulación correcta de la sangre a su alrededor. Gracias al estiramiento de la región pelviana, los órganos genitales se mantienen sanos. Se eleva el diafragma y ello ejerce un masaje suave sobre el corazón ayudando a fortalecerlo. El pecho se expande completamente. Es esencial dominar Kapotasana antes de abordar los estiramientos hacia atrás más difíciles.