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6 may 2016

El Bhagavad Gita de acuerdo a Gandhi: cap. 12 "El Yoga de la Devoción"


Evangelio de la acción desinteresada


Interpretación de Gandhi


Capítulo XII

Vemos así que la visión de Dios sólo es posible por medio de una devoción total. El contenido de la devoción debe venir como cosa natural. Este capítulo debe ser aprendido de memoria. Es uno de los más cortos. Los signos de un devoto deben ser cuidadosamente observados.


Dijo Arjuna:

1. Entre los devotos que así TE adoran, constantemente dedicados a TÍ,  y aquellos que rinden culto a lo Imperecedero, Inmanifestado, ¿cuáles son los mejores Yoguins?

Dijo el Señor:

2. Considero como los mejores Yoguins a aquellos que, fijando su mente en MÍ, siempre junto a MÍ, ME adoran con la mayor fe.

3. Aquellos que adoran lo Imperecedero, lo Indefinible, lo Inmanifestado, lo Omnipresente, lo Impensable, Inmóvil, Inmutable.

4. Manteniendo la totalidad de los sentidos en absoluto control, mirando todo con ojos imparciales, dedicados al bienestar de todos los seres, ciertamente ellos vienen hacia MÍ.

5. Pero es mayor el esfuerzo de aquellos cuya mente está fija en lo Inmanifestado; porque es muy difícil para los mortales encarnados alcanzar la meta de lo Inmanifestado.

El hombre mortal puede sólo imaginar lo Inmanifestado, lo Impersonal; y como su lenguaje le falla, a menudo lo describe negativamente como "Neti, Neti" (Esto no, esto no). Y así, aun los iconoclastas no son, en el fondo, mejores que los idólatras. Rendir culto a un libro, ir a la iglesia u orar con la cara en cierta dirección, todas estas son formas de rendir culto al Sin Forma en una imagen o un ídolo. Sin embargo, ambos, el destructor de ídolos y el adorador de ídolos, no pueden perder de vista el hecho de que existe algo que está mas allá de toda forma, Impensable, Sin Forma, Impersonal, Inmutable. La meta suprema del devoto es llegar a ser uno con el objeto de su devoción. El Bhakta se extingue, se sumerge y se funde en el Señor. Este estado puede ser alcanzado más fácilmente por la devoción hacia alguna forma, y así se ha dicho que el camino directo hacia el Inmanifestado es en realidad el más largo y el más difícil. 

6. Aquellos que dedican a MÍ todas sus acciones, haciendo de MÍ el todo en todo, que me adoran con la meditación de una devoción total. 

7. De esos, cuyos pensamientos están concentrados en MÍ, oh Partha, muy pronto YO soy el Libertador del océano de este mundo de muerte.

8. Fija tu mente en MÍ,  descansa en MÍ tus convicciones; así sin duda permanecerás solamente en MÍ en el más allá.

9. Si no puedes fijar tu mente constantemente en MÍ, entonces trata de alcanzarme por el método de la práctica constante , oh Dhananjaya. 

10. Si tampoco puedes seguir el método de una práctica constante, concéntrate en el servicio a MÍ; también así, sirviéndome, alcanzarás la perfección. 

11. Si eres incapaz aun de hacer esto, entonces dedícalo todo a MÍ y con la mente controlada, renuncia al fruto de las acciones. 

12. Mejor es el conocimiento que la práctica, mejor que el conocimiento es la concentración, y mejor que la concentración es la renuncia a los frutos de la acción, de la cual se obtiene directamente la paz. 

"Práctica" (abhyasa) es la práctica del Yoga de la meditación y control de los procesos psíquicos; "conocimiento" (jñana) es el esfuerzo intelectual; "concentración" (dhyana) es el culto de la devoción. Si como resultado de todo esto no hay renuncia al fruto de las acciones, la "práctica" no es práctica, el "conocimiento" no es conocimiento, y la "concentración" no es concentración.

(En otra oportunidad, Gandhi dio esta explicación: "Parece que el sendero de escuchar, meditar y comprender puede ser más fácil que el sendero de yama, niyama, pranayama y asana, a los cuales me he referido; más fácil puede ser la concentración y el culto, y más fácil que la concentración puede ser la renunciación a los frutos de las obras. El mismo método no puede ser igualmente fácil para cada uno. Ciertamente están entremezclados. En todo caso, no se debe desear ser un devoto. Hay que alcanzar la meta por el método que se pueda. Mi papel es decirles simplemente a quién deben considerar como un verdadero devoto.")

13. El que no tiene mala voluntad para nadie, el que es cordial y compasivo, el que ha abandonado todo pensamiento de "mío" o "Yo", que considera iguales el dolor y el placer, que es paciente en el sufrimiento; 

14. El que está siempre contento. dotado del Yoga, autodisciplinado, de firmes convicciones, el que ha dedicado su mente y su razón a MÍ, tal devoto (bhakta) es muy amado por MÍ.

15. El que no perturba al mundo y no es perturbado por el mundo, el que está libre de regocijo, resentimiento, miedo y vejaciones; ese hombre Me es muy querido.

16. el que no espera nada, el que es puro, hábil, indiferente, tranquilo, que no se entrega a nuevos compromisos; tal devoto es amado por MÍ.

17. El que no se regocija, no se lamenta ni se aflige, el que no codicia, el que abandona lo bueno y lo malo; tal devoto es amado por MÍ.

18. El que es igual para enemigos y amigos, el que considera iguales el respeto y el desdén, el frío y el calor, el placer y el dolor; el que está libre de apego;

19. El que aplica la misma medida a la alabanza y a la censura; el que es silencioso, satisfecho con lo que le pertenece; el que no tiene hogar, el que es de mente firme; tal devoto es amado por MÍ. 

20. Aquellos que practican la esencia de la religión (dharma) como YO te la he enseñado, con fe, teniéndome a MÍ como su meta; esos devotos son sumamente amados por MÍ. 

Así termina el duodécimo capítulo, titulado "El Yoga de la Devoción", en el diálogo entre Sri Krishna y Arjuna sobre la ciencia del Yoga como parte del conocimiento de Brahman, en el Upanishad llamado el Bhagavad-Guita.



Índice completo del libro Bhagavad Gita de acuerdo a Gandhi:



24 ago 2014

El proceso místico del Yoga y los Yoga Sutras de Patanjali, por Visuddha-sattva Das - parte 2/2

La meta del yoga se describe como samadhi

En los Yoga-sutras también se explica que el samadhi no puede ser alcanzado antes de dominar las técnicas del yoga que son referidas al aspecto más interno o antaranga. Mediante esas técnicas, las cuales culminan en samadhi, son revelados los misterios del yoga y se adquieren los siddhis o poderes místicos. Patanjali describe esas técnicas en la sección llamada Vibhuti-pada, donde se exponen los problemas filosóficos esenciales involucrados en el estudio y la práctica de la ciencia del yoga. Puesto que esos temas están de alguna manera relacionados con la conquista de un tipo de liberación (kaivalya), la sección de los Yoga-sutras donde son expuestos se llama Kaivalya Pada. Antiguamente, todos los estudiantes del yoga tenían que aprender de memoria y meditar regular y profundamente en estos sutras, con el propósito de dilucidar su oculto significado.

A la palabra sutra se le ha dado el significado etimológico de “cuerda” o “cordón”, pero esta definición no es la más precisa, pues también puede significar “hebra”, “hilo” o “fibra”, en comparación al cordón sagrado de un brahmana. En el Vayu Purana y el Skanda Purana, encontramos una definición más precisa de la palabra sutra:

“Un sutra es un código o colección de aforismos que expresa la esencia de todo conocimiento en un mínimo de palabras. Debe ser universalmente aplicable e impecable en su representación lingüística.”

En las primeras acepciones de algunos autores sobre el término, los sutras son considerados como una hilada o cadena de aforismos memotécnicos, junto con explicaciones verbales. Ese encadenamiento de códigos o fórmulas concisas, tenía el propósito de resumir y recordar las postulaciones filosóficas, una tras otra, así como un rosario en la que se ensarta una sucesión de sartas. De tal entretejimiento se puede extraer la esencia de una determinada doctrina. Esta comparación analógica, es una aproximación al significado de la palabra sutra dentro de nuestro contexto.

La palabra sutrama también alude al “hilo”, de donde se puede desenvolver o llegar a extraer o hilar más extensamente aquello cuya esencia está condensada en el aforismo o fórmula concisa (y a menudo críptica), el cual constituye propiamente el sutra. Es curiosos notar, por comparación filológica con la Cábala hebrea (Kabalah o Qabbalah), que la palabra yehida, significa “el alma de las cosas”, término que podría compararse al de la palabra sutra o sutrama.*

* En la idea de unidad de la tradición cabalística, yehida significa el “hilo”, o “un hilo de la gracia”, siendo esta gracia llamada Sekhina. Salvando las diferencias de fondo, que las hay, entre la Cábala, que en hebreo significa “tradición” (el traditum latín), y el proceso védico de conocimiento, es particularmente interesante, al menos en estos significados aparentemente paralelos de la palabra “hilo” entre ambas tradiciones (sutray yehida). Sus adeptos ortodoxos, dicen que la Cábala es el estudio que conduce a la comprensión simbólica de Dios como "Causa de las Causas”, pareciendo provenir de la palabra gabal, de la cual se deriva gabbalah, “aquello que es recibido o trasmitido”.

Se cree que la aparición de los textos védicos llamados Sutras, ocurrió en una época en que las distintas escuelas filosóficas estaban interrelacionadas. De allí la dificultad de la determinación exacta de las fechas aproximadas de aparición de los sutras, que se considerada incluida en el vasto reservorio de la literatura de los Upanisads, los textos filosóficos cuyo propósito es elucidar los conceptos védicos más concisos o condensados. Se supone que entre la aparición de Upanisads más importantes y el siglo III o IV, hubo una fértil actividad de investigaciones filosóficas, algunas de cuyas formas han podido ser históricamente conocidas.

Los sutras cayeron en desuso cuando fueron escritos los comentarios (bhasyas) de las diferentes escuelas filosóficas. Sin embargo, la forma textual del sutra no se considera arcaica, pues de acuerdo a la definición dada en los Puranas, la importante función de los sutras como aforismos o declaraciones solemnes, es de vital importancia en la comprensión final del conocimiento védico. Además de los Yoga-sutras de Pantajli, la literatura de los sutras (Shrauta-sutras, Grhya-sutras, Dharma-sutras, y Shulba-sutras) adquiere su expresión culminante en el Vedanta-sutra, una de las conclusiones fundamentales de la sabiduría védica y de su propósito último. Tal es el caso del Narada-bhakti-sutra, el cual fue compuesto por el gran sabio Narada Muni, el maestro espiritual de Vyasadeva.

Quienes pretendan dominar rápidamente los secretos del Yoga fracasarán en sus intentos. Aunque puedan continuar el estudio teórico del Yoga no comprenderán su verdadero significado. El Yoga es una forma de vida para purificar la mente y fortalecer el carácter, y su eficiente disciplina (sadhana) necesita ser practicada bajo la sabia orientación de un maestro o preceptor calificado.

Sólo cuando el poder de discriminación se vuelve suficientemente estable y consistente para el despertar de la conciencia, es posible cortar con las ilusiones ordinarias mundanas y ver la vida en su realidad desnuda, bajo la visión de la trascendencia. Ese es en efecto el propósito del Kriya-yoga, al cual se refiere Patanjali en el comienzo de la segunda sección (Sadhana-pada) de sus Yoga-sutras, donde se da una sinopsis de los klesas o sufrimientos materiales y las causas de toda aflicción y miserias surgidas por el apego a los objetos del deseo, lo cual constituye realmente la base del sistema de yoga descrito por Patanjali.

Cuando la visión interna de la verdadera comprensión comienza a abrirse como un resultado de la práctica del Kriya-yoga, cesan las perturbaciones de la dualidad material y el alma se enrumba definitivamente hacia el viaje de retorno a la morada prometida, el verdadero hogar divino.


Estructura de los Yoga-sutras


Los Yoga-sutras de Patanjali es el tratado básico, autorizado y más útil entre la literatura acerca del yoga. Comprende cuatro secciones (Padas), con un total de 196 sutras o aforismos, en los cuales se explica, mediante una exposición sistemática, la filosofía esencial y la técnica del yoga de una manera maravillosamente condensada.

El sistema de pensamiento de su obra es de naturaleza dualista (advaita), esbozando un sendero hacia una liberación que llama kaivalya, que implica el desapego material y también de los seres y los aspectos de la realidad inferior mediante la meditación o concentración mental.

Quien lea por primera vez o superficialmente este tratado, su contenido temático puede parecer extraño, irregular o desorganizado. Sin embargo, un estudio más profundo y cuidadoso revelará el basamento racional de los Yoga-sutras. La siguiente sinopsis es un resumen del la estructura de la obra.

La Sección I se titula Samadhi Pada. Trata de la naturaleza general del yoga y su técnica. Está concebida para responder a la pregunta ¿Qué es el yoga? Puesto que el samadhi es la técnica esencial del yoga (y el la culminación del proceso en sí mismo), ocupa la posición más importante entre los diversos temas tratados en esta sección, que se llama por eso Samadhi Pada.

La Sección II se titula Sadhana Pada y comprende dos partes. La primera parte se relaciona con la filosofía de klesas (cuyo significado fue definido páginas atrás para entender el basamento de toda la obra), y tiene como finalidad dar una respuesta a la pregunta ¿Por qué alguien debe practicar yoga? Esta primera parte da un agudo análisis de las condiciones de la vida humana, de las miserias y el sufrimiento inherentes a esas condiciones. La naturaleza de los klesas debe ser bien entendida por cualquier persona que toma el camino del yoga con la inalterable determinación de perseverar, vida tras vida. Hasta que alcance la meta.

La segunda parte de la Sección II se relaciona con las cinco primeras prácticas de la técnica yógica referida como bahiranga o externa. Esas prácticas son de una naturaleza preparatoria y están destinadas a que el sadhaka (practicante) se establezca bien para la práctica del samadhi (la meditación absorta o trance). Como toda esta segunda sección está concebida para fijar la concentración del aspirante, tanto física, como mental, emocional y moralmente, para la práctica del yoga superior, se llama Sadhana Pada, puesto que trata de la disciplina en los principios y las regulaciones.

La Sección III se titula Vibhuti Pada y también tiene dos partes. La primera parte trata de las tres prácticas restantes de la técnica yógica (véase en las página anterior el cuadro resumido de los 8 pasos del yoga), las cuales son referidas como antaranga o internas. A través de esas prácticas, que culminan en samadhi, es que se revelan todos los misterios del yoga y se adquieren los poderes o siddhis. En la segunda parte de esta tercera sección, se discuten esos logros en detalle, y por ello se llama Vibhuti Pada.

La Sección IV se llama Kaivalya Pada se exponen todos los problemas filosóficos esenciales que están involucrados en el estudio y la práctica del yoga. La naturaleza de la mente y la percepción mental, del deseo y su efecto coligado como reacción, de la liberación y los resultados derivados, todos se relacionan en forma breve pero sistemática, para capacitar al estudiante, de manera que tenga un preparación adecuada de conocimiento teórico. Puesto que todos esos temas se conectan, de una manera u otra con el alcance de la liberación (kaivalya o moksa), la sección se llama Kaivalya Pada.

Los sutras fueron escritos en un lenguaje antiguo. Aunque de gran eficacia en la expresión de las ideas filosóficas, puede conducir por si mismo a una extraordinaria variedad de interpretaciones. Y lo que aún es más importante, trata de una ciencia que se relaciona con los hechos que comprenden el rango de la experiencia humana.

Debido a su naturaleza tan profunda, los Yoga-sutras no son fáciles de comentar. Sólo los grandes maestros o almas calificadas han podido interpretar las ideas de Patanjali expuestas en la forma de sutras, las cuales conforman admirablemente el arte de la condensación o síntesis, hasta su extrema expresión y proyecciones, sin incurrir en la rigidez ni en la formula abstrusa o hermética. Naturalmente, no es posible interpretar los sutras escritos por una mente maestra en base a su significado exclusivamente literario.

Sin la familiaridad con el tema ni la sabia experiencia de la práctica del yoga, nadie puede comprender el sentido profundo de este gran tratado. Las publicaciones y los comentarios que han aparecido en lenguajes distintos al Sánscrito original en que fueron escritos los sutras, han contribuido también a la dificultad de su interpretación o malentendido. En Inglés u otras lenguas occidentales, las palabras sánscritas no son con frecuencia traducidas con plena precisión, ni en sus equivalencias aproximadas ni en la gama de sus múltiples significados. De allí la tergiversación, confusión o transposición de muchos conceptos filosóficos, perdiéndose los significados originales de los sutras, como ha ocurrido también con la traducción de otros textos védicos. Por ello se sugiere que el estudiante se remita a las versiones más confiables, interpretando los sutras bajo la orientación de un maestro calificado.

Antiguamente, los estudiantes de yoga tenían que memorizar los Yoga-sutras, meditando regularmente en la profundidad de los sutras, para poder comprender su significado, lo cual ocurría mediante la revelación o la ayuda del maestro.




El concepto de Dios en los Yogas-sutras


Patanjali también da en sus Yoga-sutras un argumento ontológico de la existencia de Dios. El ser supremo no es afectado por las miserias (klesas). El es trascendental (adoksaja) y no sufre ni disfruta los resultados del karma. Por ser la causa última de la creación, Dios controla la unión entre purusa y prakrtti, lo cual da origen a la creación y la aniquilación del universo.

Dios es eterno, omnipotente y omnipresente. Por ser constitucionalmente similar a Dios, el alma individual en su estado puro tampoco sufre, porque su naturaleza es sac-cid-ananda. Es sólo debido a la ilusión (maya), la energía ilusoria del Señor, que la jiva o entidad viviente corporificada sufre y queda condiciona en el ciclo del nacimiento y muerte (samsara). El proceso de yoga es para liberarse de ese ciclo y alcanzar la perfección espiritual. Pero si no se controla la mente, eso es imposible. De allí la opinión (matih) irrefutable de Krishna (en el verso elegido para esta semana): la autorrealización (yogah) es difícil (dusprapah) para una mente desenfrenada (asamyata). El medio adecuado (upayatah) para controlarla es esforzarse con determinación.

El yoga no es como mucha gente supone la negación de los atributos mentales, lo cual es una mala interpretación del sutra de Pantanjali—yogah chitta vritti niroddha: “El yoga es bloquear los atributos/sentidos de la mente”. El verdadero objetivo de este sutra es bloquear los objetivos mentales de distracciones externas, de actividades mundanas burdas y sutiles, recanalizando las energías hacia la autorrealización. En este punto, el yoga consiste en la perfección de todas las acciones, el arte de todo trabajo, tal como declara Krishna en el Bhagavad-gita (2.50 —yoga karmasu kaushalam: “El yoga es la perfección en las acciones”. Más aún, Krishna declara en el Gita (6.40) cuando una persona alcanza la verdadera elevación del yoga:

“Si dice que una persona está elevada en el yoga [yoga-arudha], cuando, habiendo renunciando a todos los deseos materiales [sarva salkalpa-sannyasi], ni actúa para complacer los sentidos [yada hi nendriyathesu], ni se ocupa en actividades fruitivas [na karmasu anusajjate]”.


Los siddhis o perfecciones místicas

Muchas de las personas que practican yoga, lo hacen con propósitos materiales. Tal es el caso de los yoguis que desean adquirir los poderes o perfecciones místicas derivadas de la práctica estricta del yoga. Los siddhis son “logros” en las artes yógicas, consecuencias del yoga. Sus adeptos son conocidos como sidas, maestros no sólo de su propio cuerpo, sino también de las fuerzas de la naturaleza.

Los ocho siddhis o perfecciones místicas, también llamadas mahasiddhis (grandes poderes), son las siguientes:

1) anima-siddhi: el poder de volverse pequeño o invisible como una partícula;
2) laghima-siddhi: el poder de volverse más liviano que una pluma, convertirse en luz, levitar o caminar sobre el agua;
3) prapti-siddhi: no tener necesidad de buscar nada en ningún sitio, es decir poder traer o manifestar algo a voluntad (magia de alto grado);
4) mahima-siddhi: volverse más pesado que lo más pesado:
5) isita-siddhi: actuar libremente para crear algo maravilloso o destruir cualquier cosa voluntad;
6) vasita-siddhi: controlar todos los elementos materiales;
7) prakamya-siddhi: poder satisfacer cualquier deseo;
8) kamavasayita-siddhi: asumir cualquier cosa que se desee [transfigurarse místicamente].

El verdadero yogui no debe tratar de conseguir poderes sobrenaturales, esa no es la finalidad del yoga. Los devotos del Señor no desean poseer estos siddhis o poderes yógicos, porque finalmente, sólo son resultados materiales y temporales, lo mismo que el buen karma. Los Vaisnavas o devotos de Visnu no desean incluso ni la liberación (mukti, moksa), sino complacer a Krishna y ocuparse únicamente en Su amoroso servicio. No obstante bhakti-sakti es una energía muy poderosa y Bhakti Devi, la diosa que preside el sendero de la devoción, puede otorgar poderes al devoto, apoderándolo (saktyavesa) para que pueda cumplir alguna misión en el nombre de Dios.

El devoto sólo desea actuar como intermediario para ayudar a que las almas condicionadas salgan de la oscuridad de la ignorancia (timira, tama-guna), y desistan en querer enseñorear sobre la naturaleza material. Ese es verdadero yogui, el más elevado de todos, tal como lo declara el Bhagavad-gita, donde el Señor Krishna le explica a Arjuna los distintos tipos de yoga. Actualmente, nadie está capacitado para practicar el tipo de yoga que se ejecutaba en Satya-yuga.

Para que las almas condicionadas puedan alcanzar fácilmente la liberación en esta era de Kali-yuga, Yogesvara, el maestro supremo y el amo de todos los poderes místicos, descendió hace 500 años como el avatar dorado, Sri Chaitanya Mahaprabhu, el apóstol de la religión bhagavata, para predicar los sagrados preceptos de las Escrituras. El Kali-santarana Upanisad y otros Upanisads y Puranas declaran que el proceso religioso para alcanzar la liberación en esta era, (yuga-dharma) es el canto del maha-mantra Hare Krishna. La práctica del Bhakti-yoga es el proceso más fácil y sublime para que todo el mundo pueda alcanzar la bienaventuranza trascendental y restablecer su relación eterna con Dios.

Se reconocen dos clases de poderes yógicos: el artificial (siddhi kalpita), y el verdadero (siddhi akalpita). Los siddhis artificiales como la levitación etc., son temporales, tienen un efecto transitorio, aunque se logren con cierta facilidad mediante el uso de rituales, magias, hierbas, talismanes, mantras, etc. Los siddhi akalpita son permanentes, provienen de la auto-confianza (svatantraya) y son signos del auténtico adepto del yoga.

La religión popular de la India, y también la exportación y tergiversación que ha tenido el yoga y el “hinduismo” en Occidente, asocia con frecuencia a los yoguis más con sus poderes que con la genuina búsqueda que representa el yoga. Sin embargo, los propios textos védicos donde se describe el proceso auténtico del yoga, alertan contra el deseo que los siddhis o poderes místicos del yoga desvíen al practicante del objetivo real de este óctuplo sendero místico. El verdadero yogui debe superar el deseo por adquirir esos poderes de la ilusión creativa, del mismo modo que un devoto del Señor debe superar el influjo de maya, “lo que no es”, la realidad ilusoria.

Cuenta una leyenda, que cuando el Señor Buda iba caminando por la orilla de un río, se encontró con un asceta místico que le dijo que estaba parado sobre una pierna durante cuarenta años, logrando tener el poder de caminar sobre el agua para cruzar el río. Buda no se impresionó por ello y le dijo al asceta que porqué había perdido cuarenta años aprendiendo a caminar sobre el agua si había un barco amarrado a la orilla con el cual podría cruzar el río. Los ascetas y sadhus han sido temidos y respetados en India por sus poderes aparentemente mágicos, por sus maldiciones y su poder para transfigurarse.

Al igual que el vadeador Mahavira, Buda, “el iluminado”, estaba en contra de la práctica de siddhis. Dichos poderes son un obstáculo en el camino de la renunciación, aunque pueden ser útiles en la concentración y en ciertos propósitos piadosos. Su uso sólo es positivo cuando se manifiestan para aliviar los sufrimientos de las almas condicionadas, como un acto de compasión, no con intenciones de enseñorearse sobre los demás ni con fines egoístas o sensoriales. Un adepto del sendero de la devoción no busca poderes ni tampoco teme a nadie, porque él se siente protegido por el Señor. De allí que el bhakti-yogui sea considerado en el Bhagavad-gita (6.47) como el más elevado de todos los yoguis.




Los tipos de yoga


Quienes practican yoga le dan diferentes nombres en función del método específico que adoptan en sus prácticas. Esos sistemas del yoga han sido practicados en India durante desde tiempo inmemorial. Los distintos procesos de yoga prescriben disciplinas físicas, mentales y espirituales. Esas metodologías pueden liberar de las enfermedades mentales y físicas, distinguiéndose cuatro tipos principales:

1. Karma-yoga —“El yoga de la acción”. Es el sendero donde una persona actúa sin ambición o interés egoísta, dedicando al Ser Supremo los resultados de toda acción, sin esperar ninguna recompensa personal.

2. Jñana-yoga —“El yoga del conocimiento”. Es practicado para ejercitar el intelecto mediante un proceso filosófico especulativo, predominantemente empírico, para entender al Ser Supremo.

3. Ashtanga-yoga —“El sistema óctuple de yoga”. Debido a que el sistema tradicional de yoga se describe en ocho pasos, a veces este tipo de disciplina es llamada asthanga-yoga, “el camino o sendero óctuple”, pero se conoce generalmente como hatha-yoga. El sabio Patanjali ha explicado las ocho fases del desarrollo gradual de este sistema, el cual es aceptado prácticamente por todos los espiritualistas. En las siguientes páginas se describirán las ocho divisiones de este sistema de yoga.

4. Bhakti-yoga —“El yoga de la devoción”. Este proceso se fundamenta en una relación devocional con el Señor Supremo. La conexión entre la entidad viviente (jiva-atma) y Dios se establece mediante el bhakti, el vínculo amoroso entre la persona individual y el Ser Supremo.

En el Bhagavad-gita se explican varios aspectos del yoga, esencialmente como el camino de la acción y el autocontrol (karma-yoga) y el camino de la devoción (bhakti-yoga). Esta última es una doctrina esencialmente teísta donde la divinidad u objeto de adoración personal y activa, puede ser alcanzada mediante el poder de la devoción (bhakti). La voluntad y ocupación del devoto (bhakta) se establece mediante cinco relaciones amorosas básicas de servicio llamadas rasas.

La palabra bhakti se deriva de dos raíces sánscritas. Comúnmente, bhakti se remonta a la raíz sáncrita bhaj, que significa “adorar”, “tener devoción por”, o participar en”. Pero la otra raíz esencial es bhanj, que se refiere a “separación”. Esta derivación indica la importancia del dualismo de la escuela teísta Vaisnava, donde se considera que uno puede servir sólo un Dios, que está “separado” del ser, puesto que si la entidad viviente es fundamentalmente una con Dios (como propone la filosofía Advaita Vedanta), entonces no hay oportunidad para bhakti, porque bhakti implica dos entidades: el devoto y el objeto de la devoción.

El proceso del bhakti-yoga es también llamado servicio devocional e involucra así tres aspectos: el adepto o devoto (bhakta), la Suprema Personalidad de Dios (Bhagavan), y el vínculo trascendental amoroso (bhakti) que los relaciona. Mediante la práctica del este proceso de yoga una persona sincera se purifica de todas las contaminaciones materiales y puede alcanzar el objetivo supremo de la vida. Bhakti podría definirse como el “exclusivo e intenso apego amoroso al Señor”.

El sabio Narada da la siguiente definición del bhakti en el sutra 19 de su Narada bhakti-sutra: “Bhakti consiste en ofrecer todas nuestras acciones al Supremo Señor y sentir extremo dolor olvidándose de El”. Desde el principio, el Bhagavatam Purana define bhakti como parama dharma, o “la mayor y más elevada función que satisface al alma”. Bhakti es así lo preeminente, lo mas relevante y sublime en el pensamiento de la corriente teísta bhakti-vedanta. Este concepto se encuentra en las antiguas escrituras de los Alvares, los santos del Sur de la India, que pertenecen a la primera tradición Vaisnavas organizada, conocida como Shri Vaisnavismo.

Esta concepción también se encuentra en la tradición devocional del Norte, representada principalmente en las obras de Rupa Goswami, cuya teoría de bhakti-rasa está en el centro del Vaisnavismo Gaudiya, al que pertenecen los seguidores bengalíes de Sri Caitanya (1486-1533), cuando en la época del renacimiento eropeo se enfatizó en India la devoción por Krishna. El bhakti se volvió prominente en la india en los siglos XV y XVI, en los que ocurrió un “renacimiento del bhakti”. Tras una declinación posterior se esencia genuina fue posteriormente rescatada en el siglo XIX gracias al significativo esfuerzo y las obras de Bhaktivinoda Thakur (1838-1914) y su hijo Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati (1874-1939). De esta manera resurgió el culto del bhakti hasta difundirse más ampliamente por todo el mundo, gracias a contibución sin paralelo y la divina misión del discípulo de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati, A.C.Bhaktivedanta Swami Prabhupada (1895-1977), quien ha contribuido a la más significativa expansión histórica del bhakti a nivel internacional.

El Bhakti-yoga comprende nueve principios (nava-vida bhakti), los cuales son descritos el en Srimad Bhagavatam (7.5.23):

1 Sravanam —Escuchar los nombres del Señor Supremo.
2 Kirtanam —Cantar los nombres del Señor o glorificar Sus actividades.
3 Visnoh smaranam —Recordar el nombre del Señor Visnu, Dios o Sus actividades (lila).
4 Pada-sevanam —Servir los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios.
5 Arcanam (se pronuncia archanam) —Adorar a la Divinidad Suprema en su forma de la Deidad en el altar.
6 Vandanam —Ofrecer oraciones a Dios.
7 Dasyam —Volverse un siervo del Señor Supremo o asistirlo de diferentes maneras.
8 Sakhyam —Volverse un amigo del Señor Supremo.
9 Atma-nivedanam —Entregarlo todo al Señor Supremo, incluyendo nuestro propio ser.

Mediante la práctica de estos nueve procesos el practicante del bhakti-yoga puede obtener una elevación moral, ética y espiritual. Al igual que en la práctica de los otros procesos de yoga mencionados, la práctica del bhakti-yoga o servicio a Dios con devoción, manteniendo apropiadamente un estilo de vida sano y natural en los hábitos de comer, trabajar, descansar, etc., liberar de enfermedades y de ansiedad mental.

Conclusión

La síntesis de todo lo expuesto conduce considerar que el yoga es el proceso mediante el cual el alma individual se vincula con el Ser Supremo. Ese proceso para alcanzar la comprensión espiritual se ha comparado a una escalera, siendo sus peldaños las diferentes tipos o métodos practicados. La escalera comienza desde la condición material más baja de la entidad viviente, y se eleva hasta la perfecta comprensión del ser en la vida espiritual pura. El Bhagavad-gita (6.3) define claramente ese nivel que constituye la cima del proceso del yoga:

“Se dice que una persona está elevada en el yoga, cuando, habiendo renunciado a todos los deseos materiales, ni actúa para complacer los sentidos, ni se ocupa en actividades fruitivas.”

Esta etapa no es posible alcanzarla de manera artificial sin la debida preparación, confundiendo medios con fines. Uno debe liberarse con la ayuda de la mente, y no degradarse. La mente es la amiga del alma condicionada, así como también su enemiga. Es propicio concluir estas páginas con dos relevantes versos del Bhagavad-gita (6. 3,8) sobre el tema tratado:

“Para aquel que es un neófito en el sistema óctuple del yoga, se dice que el trabajo es el medio; y para aquel que ya se encuentra elevado en el yoga, se dice que el cese de todas las actividades materiales es el medio.

Se dice que una persona está establecida en la comprensión del ser y se le da el nombre de yoga [o místico], cuando ella se encuentra plenamente satisfecha en virtud del conocimiento y la comprensión que ha adquirido. Esa persona está situada en la trascendencia y es auto-controlada. Ella ve todo igual, ya sean guijarros, piedras u oro”.

15 mar 2014

Los yogas por Swami Vivekananda

SWAMI VIVEKANANDA 

Los yogas y el raja yoga

LOS YOGAS

Bhakti Yoga
El Sendero de la Devoción

El Bhakti yoga es una verdadera y sincera búsqueda del Señor; una búsqueda que comienza, continua y acaba en el amor. Entre el conocimiento (gñana) y el amor (bhakti), no hay, realmente, tanta diferencia como algunas veces la gente se imagina. La gran ventaja del bhakti es que constituye el camino más fácil y más natural para alcanzar el gran fin divino que nos proponemos; su gran desventaja está en que, en sus formas inferiores, frecuentemente degenera en un deformante fanatismo. Los grupos fanáticos en el hinduismo, el islamismo y el cristianismo, han sido reclutados, casi exclusivamente, entre este tipo de fieles que se halla en los planos inferiores del bhakti.

En la religión del amor, todos tenemos que empezar como dualistas. Dios es para nosotros un Ser separado y nosotros nos sentimos también seres separados. El amor interviene entonces entre ambos; el hombre comienza a acercarse a Dios, y Dios también se acerca poco a poco al hombre.

Cada uno de nosotros comienza por amarse a sí mismo, y los falaces reclamos de nuestro pequeño yo hacen egoísta hasta el amor. Sin embargo finalmente llega a pleno esplendor de la luz, bajo la cual se ve que el pequeño yo se ha vuelto uno con lo Infinito. El hombre como tal se transfigura ante la presencia de esta Luz de amor y, al fin, realiza esta hermosa e inspiradora verdad de que: el Amor, el Amante y el Bienamado son Uno.

Gñana Yoga
El Sendero del Conocimiento

Mientras exista la muerte, una y otra vez se presentará la pregunta: "¿Es la muerte el fin de todas las cosas a las que estamos tan apegados, como si fuesen la más real de las realidades, la más sustancial de todas las sustancias?". Luego existe el deseo de ser feliz. Todos corremos detrás de algo que nos haga felices. Proseguimos nuestras carreras locas en el mundo exterior de los sentidos.

Hay otra postura: buscar una explicación, buscar lo real, descubrir lo real en medio de este mundo eternamente cambiante y evanescente.

Es un hecho altamente significativo que todas las religiones, sin explicación, sostienen que el hombre es una degeneración de lo que fue, tanto si esto lo arropan las palabras mitológicas, o en un claro lenguaje filosófico, e incluso en las bellas imágenes de la poesía.

En el mismo árbol hay dos pájaros, uno en la copa, el otro en una rama inferior. El de la copa está en calma, silencioso, majestuoso, inmerso en su propia gloria. El de la rama inferior, que picotea frutos dulces y amargos por turnos, y salta de rama en rama, es feliz y desdichado en turnos. Al cabo de algún tiempo, el pájaro de las ramas come un fruto excepcionalmente amargo y esto lo disgusta. Entonces levanta la mirada y ve al otro pájaro, muy hermoso con su plumaje dorado, que no come ni frutos dulces ni amargos, que no es feliz ni desdichado, sino que está muy tranquilo, centrado en su Yo, sin ver nada mas que su Yo. El pájaro inferior envidia esta condición, pero de pronto olvida y vuelve a picotear los frutos. No tarda mucho en comer otro fruto excepcionalmente amargo, que le hace sentirse muy desgraciado, y otra vez eleva la mirada y trata de acercarse al pájaro de la copa del árbol. Vuelve a olvidarse de ello, pero pasado el tiempo levanta de nuevo la mirada. Eso sucede una y otra vez, hasta que llega muy cerca del bello pájaro y ve la luz reflejada del plumaje jugueteando con su propio cuerpo; entonces siente un cambio y parece fundirse. Se aproxima más, y todo lo que le rodea se funde y al fin entiende este maravilloso cambio. El pájaro inferior era sólo una sombra, al parecer insustancial, un reflejo del pájaro superior. El era, esencia, el pájaro superior. El picoteo de frutos dulces y amargos, y ese pájaro inferior, que era feliz y desdichado por turnos, era una quimera vana, un sueño. Todo el tiempo el pájaro real estuvo arriba, tranquilo y silencioso, glorioso y majestuoso, más allá del dolor, más allá del pesar.

Raja Yoga
El sendero de la meditación

Los maestros de la ciencia del Raja Yoga declaran que nadie puede ser religioso hasta haber pasado por las mismas experiencias. Si hay un Dios debemos verlo, si hay un alma debemos percibirla, de lo contrario es mejor no creer. Es preferible ser un ateo que un hipócrita.

La ciencia de Raja Yoga propone poner ante la humanidad un método practico y científicamente construido para alcanzar la verdad. En primer lugar, toda la ciencia debe tener su método propio de investigación. Si se desea ser astrónomo, y uno se sienta y grita: "¡Astronomía! ¡Astronomía!", jamás llegará a serlo. Lo mismo sucede con la química. Hay que seguir un método. Hay que ir a un laboratorio, tomar ciertas sustancias, mezclarlas, combinarlas, experimentar con ellas y de todo ello extraer los conocimientos químicos.

La ciencia del Raja Yoga propone, en primera instancia, darnos un medio para observar los estados internos. El instrumento para ello es la misma mente. El poder de atención, cuando esta debidamente guiado y dirigido hacia el mundo interno, analiza la mente e ilumina los hechos para nosotros. Los poderes de la mente son como rayos de luz diseminados. Cuando se concentran, iluminan. Y este es nuestro único medio de obtener el conocimiento.

SWAMI VIVEKANANDA

2 feb 2013

El Bhagavad Gita de acuerdo a Gandhi: cap. 9 "El Yoga de la Ciencia Real"


Evangelio de la acción desinteresada

Interpretación de Gandhi


Capítulo 8
Este capítulo revela la gloria de la devoción

Dijo el Señor: 

1. Ahora te revelaré a ti, que no criticas, este conocimiento misterioso junto con el saber discriminativo que te liberará de todo mal. 

2. Esta es la reina de las ciencias, el rey de los misterios, puro y soberano, objeto de comprensión directa, la esencia del Dharma, fácil de practicar, inmutable. 

3. Los hombres que no tienen fe en esta doctrina, oh Parantapa, lejos de venir hacia MÍ vuelven repetidamente al sendero del mundo de la muerte. 

4. Todo este mundo está compenetrado por MÍ, en Mi forma inmanifestada; todos los seres están en MÍ, YO no estoy en ellos. 

5. Y, sin embargo, estos seres no están en MÍ. ¡Ese es, realmente, Mi poder único como Señor! Siendo el Sostén de todos los seres, YO no estoy en ellos; Mi Ser los trae a la existencia. 

En este misterio, este milagro, reside el poder soberano de Dios: todos los seres están en ÉL, y sin embargo no está en ellos. Esta es la descripción de Dios en el lenguaje de los hombres mortales. En el hecho, ÉL ayuda a los hombres revelándoles sus aspectos por medio de toda clase de paradojas. Todos los seres están en ÉL, por cuanto toda la creación es suya; pero como ÉL trasciende todo y realmente no es el autor de todo, puede decirse igualmente que los seres no están en ÉL. ÉL está realmente en todos sus devotos verdaderos, y ÉL no está, según ellos, en los que lo niegan. ¿Qué es esto sino un misterio, un milagro de Dios?


6. Como el fuerte viento que se mueve por todas partes está siempre contenido en el espacio, así todos los seres están contenidos en MÍ. 

7. Todos los seres, oh Kaunteya, se disuelven en mi Prakriti al final de un Kalpa (1), y YO les doy existencia nuevamente cuando otro Kalpa empieza. 

8. Recurriendo a Mi Prakriti, doy existencia una y otra vez a esta multitud de seres, impotentes bajo el dominio de Prakriti. 

9. Pero toda esta actividad, oh Dhananyaja, no ME ata; permanezco indiferente, desapegado de todo. 

10. Conmigo como Testigo Dirigente, Prakriti da nacimiento a todo lo que se mueve y a lo que no se mueve; a causa de esto, oh Kaunteya, la rueda del mundo se mantiene en movimiento. 

11. Sin conocer Mi naturaleza trascendente como Señor soberano de todos los seres, los ignorantes ME niegan encarnado como un hombre. 

Porque ellos niegan la existencia de Dios y no lo reconocen como el Dirigente en el cuerpo humano. 

12. Vanas son las esperanzas, las acciones y el conocimiento de esos necios que participan de la engañosa naturaleza de monstruos y demonios. 

13. Pero las almas grandes que participan de la naturaleza divina, oh Partha, ME conocen como la Fuente Imperecedera de todos los seres y ME rinden culto con una mente totalmente dedicada a MÍ. 

14. Siempre glorificándose y esforzándose con fe firme, ellos ME rinden homenaje con devoción; siempre dedicados a MÍ, ME adoran. 

15. Sin embargo, hay otros que con el sacrificio que es conocimiento ME rinden culto como al Uno o como diferente o como múltiple, a MÍ que debo ser visto en todas partes. 

16. YO soy el voto del sacrificio; YO soy el sacrificio; YO soy la ofrenda ancestral; YO soy el vegetal; YO soy la fórmula sagrada (Mantra); YO soy la mantequilla clarificada (usada en los sacrificios); YO soy el fuego, y YO soy la ofrenda que se quema. 

17. YO soy el Padre, la Madre, el Creador y el Antepasado de este universo; YO soy lo que debe ser conocido, la sagrada sílaba AUM; el Rig-Veda, el Sama-Veda y el Yajur-Veda. 

18. YO soy la Meta, el Sostén, el Señor, el Testigo, la Morada, el Refugio, el Amigo; el Origen, el Fin, la Conservación, el Tesoro, la Semilla Imperecedera. 

19. YO doy calor; YO sujeto y derramo la lluvia; YO soy la inmortalidad y también soy la muerte, oh Arjuna; soy el Ser y el no Ser, igualmente. 

20. Los que siguen los tres Vedas, que beben el Soma y están limpios de pecado, ME rinden culto con sacrificios y ruegan para ir al cielo; ellos alcanzan el lugar santo de los dioses y disfrutan en el cielo los divinos goces de los dioses. 

Aquí se hce referencia a los sacrificios ceremoniales y ritos que se usaban en la época del GUITA. NO podemos decir precisamente cómo eran esos ritos ni lo que era exactamente el jugo del Soma. 

21. Ellos disfrutan del vasto mundo de los cielos hasta que termina el período que corresponde a sus méritos y entran de nuevo al mundo de los mortales; así, aquellos que siguen los Vedas para obtener el fruto de sus acciones, sólo obtienen el ciclo de nacimiento y muerte. 

22. En cuanto a aquellos que ME rinden culto pensando solamente en MÍ y en nada más, siempre unidos a MÍ, YO asumo la responsabilidad de darles cuanto necesitan. 

Hay tres signos inequívocos de un verdadero Yogui o Bhakta: mente equilibrada, habilidad en la acción, devoción total. Los tres deben estar completamente armonizados en un Yogui. Sin devoción no hay mente equilibrada, sin mente equilibrada no hay devoción; sin habilidad en la acción, la devoción y la mente equilibrada podrían ser solamente una simulación. 

23. Aun aquellos que rinden culto a otros dioses con una fe íntegra, aun ellos, oh Kaunteya, sólo a MÍ rinden culto, aunque no de acuerdo con lo establecido. 

24. Porque YO soy el que acepta todos los sacrificios; pero sin reconocer lo que YO soy, ellos se extravían. 

25. Los que rinden culto a los dioses, van a los dioses; los que rinden culto a los antepasados, van a los antepasados; los que rinden culto a los elementales, van a los elementales; pero los que rinden culto sólo a MÍ, vienen a MÍ. 

26. Cualquier ofrenda de hojas, flores, frutas o agua, hecha con devoción por un alma ferviente, YO la acepto con amor. 

Esto es, el Señor que existe en cada ser a quien servimos con devoción es el que acepta el servicio. 

27. Cualquier cosa que hagas, que comas, que ofrezcas como sacrificio o como regalo, cualquier austeridad que practiques, dedícalo todo a MÍ. 

28. Haciéndolo así serás liberado de la esclavitud de las acciones, ya sean de buenos o malos resultados; habiendo logrado la renunciación en el desempeño de las acciones, serás liberado (de nacimiento y de muerte) y vendrás hacia MÍ. 

Renunciación a los frutos y desempeño de las acciones, Sannyasa y Yoga del quinto capítulo. 

29. YO soy el mismo para todos los seres; ninguno es favorito ni es despreciado; pero aquellos que ME rinden culto con devoción están en MÍ y YO estoy en ellos. 

30. Aun el pecador más grande, si se vuelve hacia MÍ con una devoción total, debe ser considerado como un santo; porque él ha tomado una firme determinación. 

La devoción total vence sus pasiones y sus malos actos. La firme determinación significa no pecar más. 

31. Y muy pronto él se convierte en un justo y alcanza la paz eterna; ten por seguro, oh Raunteya, que Mi devoto jamás perece. 

32. Porque encontrando refugio en MÍ, aun aquellos que han nacido en un ambiente de pecado, las mujeres, los Vaishyas y los Shudras también, todo ellos alcanzan la meta. suprema (2)

33. ¿Cuánto más, entonces, los Brahmanes puros y los reyes santos que son Mis devotos? Por lo tanto, ríndeme culto tú también, ya que has venido a este mundo pasajero y sin alegrías. 

34. En MÍ fija tu mente, hacia MÍ dirige tu devoción, a MÍ ofrece tus sacrificios, a MÍ rinde tus homenajes; así, habiéndote unido a MÍ y habiendo hecho de MÍ tu meta y tu fin, ciertamente vendrás a MÍ. 

Así termina el noveno capítulo, titulado "El Yoga de la Ciencia Real", en el diálogo entre Sri Krishna y Arjuna sobre la ciencia del Yoga como parte del conocimiento de Brahman en el Upanishad llamado el Bhagavad-Guita. 


Notas: 
1. Kalpa: Día de Brahman. (Ver nota 3 en el cap. 8)
2. Vaishyas (comerciantes y agricultores) y Shudras (trabajadores manuales) eran las dos castas inferiores de la sociedad hindú. En la India antigua, sólo podían conocer y recitar los Vedas los Brahmanes, que eran la casta superior. 




Índice completo del libro Bhagavad Gita de acuerdo a Gandhi: