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18 ago 2020

Estadios del Yoga (los ocho miembros). BKS Iyengar



1. Los estadios del yoga son ocho: yama, niyama, asana, pránáyáma, pratyáhara, dharana, dhyána y samadhi. Todos ellos se hallan integrados, pero, por una cuestión de conveniencia, se los suele estudiar como componentes independientes.


2. Un árbol tiene raíces, tronco, ramas, hojas, corteza, savia, flores y frutos. Cada uno de estos componentes posee una identidad separada, pero cada componente no puede constituir el solo un árbol. Lo mismo ocurre con el yoga. Al igual que todas las partes reunidas conforman un árbol, así también los ocho estadios reunidos forman el yoga. Los principios universales de yama son las raíces, y las disciplinas individuales de niyama conforman el tronco. Las asanas son como varias ramas extendiéndose en distintas direcciones, El pranáyáma, que ventila el cuerpo con energía, es como las hojas que ventilan todo el árbol. Pratyáhára evita que la energía de los sentidos fluya al exterior, igual que la corteza protege el árbol para que no se pudra. Dharana es la savia del árbol que mantiene firme el cuerpo y el intelecto. Dhyána es la flor que al madurar se convierte en el fruto de samádhi, De igual suerte que el fruto es el desarrollo superior de un árbol, la realización de nuestro verdadero sí—mismo (átmá-darshana) constituye la culminación de la práctica de yoga,


3. A través de los ocho estadios del yoga el sádhaka desarrolla la comprensión de su propio sí—mismo. Va avanzando paso a paso desde lo conocido —su cuerpo— hasta lo desconocido. Evoluciona desde la envoltura externa del cuerpo —la piel-hasta la mente. Desde la mente (manas), pasa al intelecto (buddhi), la voluntad (sankalpa), la consciencia discernidora (viveka-khyáti o prajñá), la conciencia (sad-asad-viveka) y finalmente al Sí—mismo (Átmá).


Yama

4. Yama es un nombre colectivo dado a los mandamientos morales universales. Estos mandamientos son eternos, aplicándose sin consideraciones de clase, tiempo o lugar, Estos grandes votos (mahávratas) son la no violencia (ahimsa), la verdad (satya), el no robar (asteya), la continencia (brahmacharya) y el no codiciar (aparigraha). La no-violencia es abstenerse de infligir cualquier tipo de lesión, ya sea fisica o mental, de pensamiento o de hecho. Cuando se abandonan el odio y la animosidad, queda un amor que todo lo abarca. El yogui se muestra inexorable en su apego a la verdad y a la honestidad consigo mismo, y cuanto piensa o habla resulta ser verdad. El controla sus deseos y reduce sus necesidades, de forma que se vuelve más rico sin robar, y las cosas le vienen dadas sin pedirlas. La continencia (brahmacharya) se impone en todo cuanto concierne al sexo, ya sea imaginario o de hecho. Esta disciplina trae como resultado virilidad, así como capacidad de ver lo divino en todas las formas creadas sin que surga la excitación sexual. No se han de desear cosas que no sean necesarias para el mantenimiento de la vida, pues al deseo le sigue la avaricia, que lleva al pesar si uno no consigue lo que quiere. Cuando los deseos se multiplican, la conducta correcta se destruye.


Níyama

5. Niyamas son las reglas para la autopurificación, a saber: pureza (shaucha), contento (santosha), austeridad (tapas), estudio de las escrituras (svádhyáya) y abandono de todas las acciones al Señor (Íshvara pranidhána). El yogui sabe que su cuerpo y sus sentidos son susceptibles a los deseos, los cuales perjudican su mente; por ello observa estos principios. La pureza puede ser de dos clases, interna o externa, y ambas deben ser cultivadas. La última designa la pureza de comportamiento y hábitos, la limpieza de la persona y cuanto le rodea. La primera se basa en la erradicación de los seis males, a saber: la pasión (kama), la ira (krodha), la codicia (lobha), el engreimiento (moha), el orgullo (mada), la malicia y la envidia (mátsarya). Esta erradicación se consigue ocupando la mente con pensamientos buenos y constructivos que conduzcan hacia lo divino. El contento reduce los deseos, nos vuelve más alegres y nos proporciona equilibrio mental. La
austeridad le permite a uno disciplinar su cuerpo para aguantar el infortunio y la adversidad, al dirigir la mente hacia el Sí-mismo interior. El estudio representa aquí la educación de uno para ir en pos de la verdad y la autorrealización.

Por último viene el abandono de todas nuestras acciones al Señor y el total acatamiento de Su voluntad. Así pues, niyamas son las virtudes que calman la mente turbada, y que conducen al sádhaka hacia la paz tanto en su interior como a su alrededor.


Asana


6. Antes de abordar las ásanas, se hace esencial hablar de purusha y prakriti.

Purusha (literalmente “persona") es el principio psíquico universal, que, aunque incapacitado para realizar ninguna acción por si mismo, anima y aviva la naturaleza (prakriti o “el productor”), principio físico universal, el cual, a su vez, mediante sus tres cualidades y poderes evolutivos (gunas), produce el intelecto (buddhi) y la mente (manas).


Purusha y prakriti, actuando de forma conjunta. incitan al mundo material para que entre en actividad. Ambos son ilimitados, sin principio ni final. Prakriti consta de cinco elementos bastos (pancha mahábhutas), a saber: tierra (prithvi), agua (ap), fuego (tejas), aire (vayu) y éter (ákásha). Sus cinco contrapartidas sutiles (tanmátras) son el olfato (gandha), el gusto (rasa), la forma (rupa), el tacto (sparsha) y el sonido (shabda). Estos elementos bastos y sus contrapartidas se funden con las tres cualidades y poderes evolutivos (gunas) de prakriti, esto es, la iluminación (sattva), la actividad (rajas) y la inactividad (tamas), para formar el intelecto cósmico (mahat).

El ego (ahamkára), el intelecto (buddhi) y la mente (manas) forman la consciencia (chitta), contrapartida individual de mahat. Mahat es el germen primario sin evolucionar de la naturaleza, o el principio productivo de donde se desarrollan todos los fenómenos del mundo material. Existen cinco órganos de percepción (jñánendriyas) oídos, nariz, lengua, ojos, y piel— y cinco órganos de acción (karmendriyas) —piernas, brazos, habla, órganos excretores y reproductores. Prakriti, los cinco elementos bastos, sus cinco contrapartidas sutiles, el ego, el intelecto y la mente, los cinco órganos de percepción, los cinco órganos de acción, y purusha, constituyen los veinticinco elementos básicos (tattvas) de la filosofia sámkhya. No se puede hacer un cántaro sin un alfarero, ni una casa sin un albañil. De forma similar, la creación no puede tener lugar sin que purusha, la Fuerza Primordial, entre en contacto con los tattvas. Toda la existencia gira pues en torno a purusha y prakriti.


7. La vida es una combinación del cuerpo, los órganos de percepción y acción, la mente, el intelecto, el ego y el alma. La mente actúa de puente ente el cuerpo y el alma. La mente es imperceptible e intangible. El si—mismo colma sus aspiraciones y sus placeres a través de la mente, que actúa como un espejo. y del cuerpo, que le sirve como instrumento de disfrute y realización.


8. De acuerdo con el sistema de medicina indio (Áyurveda), el cuerpo se compone de siete elementos constituyentes (dhátus), así como de tres humores (doshas). Los siete elementos se denominan asi porque sustentan el cuerpo. Son el quilo (rasa), la sangre (rakta), la carne (márhsa), la grasa (medas), los huesos (asthi), la médula (majjá) y el semen (shukra), Estos mantienen el cuerpo inmune a la infección y las enfermedades.


9. El quilo se forma por la acción de los jugos gástricos sobre la comida. La sangre produce carne y refresca el cuerpo entero. La carne protege los huesos y produce grasa. La grasa lubrica y aporta firmeza al cuerpo. Los huesos sostienen el cuerpo y producen médula. La médula proporciona fuerza y produce semen. El semen no sólo procrea, sino que, según los textos antiguos, en su estado sutil fluye por el cuerpo sutil en forma de cierta energía vital.


10. Los tres humores (doshas) —viento (vata), bilis (pitta) y flema (shleshma)—, proporcionan una salud perfecta cuando se hallan en equilibrio uniforme, Todo desequilibrio que en ellos se produzca es causa de enfermedades. La energía sutil o vital llamada viento genera la respiración, el movimiento, la acción, la excreción y la procreación. Coordina además las funciones de las diferentes partes del cuerpo, así como las facultades humanas. La bilis crea la sed y el hambre. Digiere la comida y la convierte en sangre, manteniendo así constante la temperatura corporal. La flema lubrica las articulaciones y los músculos, y ayuda a curar las heridas. “Mala” son los desechos sólidos, líquidos y gaseosos. A menos que éstos sean excretados, se asientan las enfermedades, alterando el equilibrio de los tres humores.


Las Koshas

11. Según la filosofia del Vedanta, tres son las estructuras o tipos de cuerpo (sharira) que recubren el alma. Están formadas por cinco envolturas (koshas) que se muestran imbricadas e interdependientes.

Las tres Sharíras son: (a) sthula, la estructura hasta o envoltura anatómica;
(b) sukshma, la estructura sutil, que se compone de las envolturas fisiológica, psicológica e intelectual; y (c) karana, la llamada estructura causal —la envoltura espiritual.

Sthula sharira es la envoltura de la alimentación (annamaya kosha).

Las envolturas fisiológica (pránamaya), psicológica (manomaya) e intelectual (vijñanamaya) conforman el cuerpo sutil (sukshma sharira).

Pránamaya kosha incluye los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo, nervioso, endocrino, excretor y genital. Manomaya kosha afecta a las funciones de la percepción consciente, el sentimiento y la motivación que no se derivan de la experiencia subjetiva. Vijñanamaya kosha afecta al proceso intelectual del razonamiento y el juicio que si derivan de la experiencia subjetiva.

Karana sharira es la envoltura de la dicha (ánandamaya kosha). El sádhaka la experimenta de forma consciente cuando se despierta tras un sueño profundo y reparador, así como cuando se halla totalmente absorto en el objeto de su meditación.

La piel recubre todas las envolturas y cuerpos. Ha de ser por tanto firme y sensible al menor movimiento. Todas las envolturas se entremezclan en sus diferentes niveles desde la piel hasta el Si-mismo.


Objetivos de la vida (Purushárthas)

12. El hombre tiene cuatro objetivos en su vida: dharma, artha, káma y moksha.

Dharma es el deber. Sin éste y sin la disciplina ética, el logro espiritual resulta imposible.

Artha es la adquisición de riqueza para lograr la independencia y las metas más altas de la vida. No puede proporcionar una dicha duradera; no obstante, un cuerpo pobremente alimentado es campo fértil para las preocupaciones y las enfermedades.


Kama designa los placeres de la vida, los cuales dependen en gran medida de que el cuerpo se encuentre sano. Como dice el Kathopaníshad, el “sí—mismo” no puede ser experimentado por un individuo débil.

Moksha es la liberación. El hombre iluminado comprende que el poder, el placer, la riqueza y el conocimiento pasan, y no traen la libertad. Es por ello que intenta alzarse por encima de sus cualidades sáttvicas, rajásicas y tamásicas, y así escapar de las ganas de los gunas.


13. El cuerpo es la morada de Brahman. Juega un papel fundamental en la consecución de los cuatro objetivos de la vida. Los sabios eran conscientes de que, aunque el cuerpo se va deteriorando, sirve de instrumento para alcanzar la realización, y por ello ha de mantenerse en buen estado.


14. Las ásanas purifican el cuerpo y la mente y tienen efectos preventivos y curativos. Su número es incontable, y responden a las diferentes necesidades de los sistemas muscular, digestivo, circulatorio, glandular, nervioso, asi como de otros sistemas del cuerpo. Ellas ocasionan cambios a todos los niveles, desde el físico al espiritual. La salud es un equilibrio delicado del cuerpo, la mente y el espíritu. Por la práctica de ásanas, las incapacidades físicas y las distracciones mentales del sadhaka desaparecen, y se abren las puertas del espíritu. Las ásanas proporcionan salud, belleza, fuerza, firmeza, ligereza, claridad de palabra y expresión, sosiego de los nervios y una alegre disposición. Su práctica puede compararse con el crecimiento del árbol del mango. Si el árbol ha crecido sano y fuerte, su esencia se encuentra en el fruto. De igual modo, la esencia destilada de la práctica de asanas es el despertar espiritual del sádhaka, quien se ve libre de todas las dualidades.


15. Existe un error común, y es pensar que tanto ásanas como pránáyáma han de ser practicados conjuntamente desde el momento en que comenzamos la yoga-sádhaná. La experiencia ha demostrado a este autor que si un novicio atiende a buscar la perfección de las posturas, no puede concentrarse en la respiración. Pierde el equilibrio y la profundidad de las asanas. Alcancen firmeza (sthirata) y quietud (achalatá) en asanas antes de acometer ninguna técnica de respiración rítmica. La amplitud del movimiento corporal varía de una postura a otra. Cuanta más pequeña sea la amplitud de movimiento, menor será el espacio en los pulmones y más corto será el ritmo respiratorio. Cuanto más grande sea la amplitud de movimiento corporal en las asanas, mayor será la capacidad pulmonar y más profundo el ritmo respiratorio. Al realizar conjuntamente pranayáma y ásanas, observen que no se vea perturbada la postura perfecta. No aborden el pránáyáma hasta que hayan perfeccionado las posturas. Uno se da cuenta pronto de que cuando se ejecutan correctamente las asanas, la respiración pranayámica se instala automáticamente.


Pranayama

16. El pránáyáma es una prolongación consciente de la inspiración, la retención y la espiración. La inspiración es el acto de recibir la energía primordial en forma de respiración, y la retención se da cuando la respiración es suspendida a fin de degustar esa energía. En la espiración, todos los pensamientos y emociones se vacían con la respiración: entonces, mientras los pulmones están vacios, uno abandona la energia individual, “yo", a la energía primordial, el Átma.

La práctica de pranayama desarrolla una mente estable, sólida fuerza de voluntad, y un juicio fume.


Pratyahra

17.Se trata de una disciplina para poner la mente y los sentidos bajo control. La mente juega un papel dual, Por un lado, busca la gratificación de los sentidos y, por otro, la unión con el Sí-mismo. Pratyáhára aquieta los sentidos y los atrae hacia el interior, conduciendo al aspirante hasta lo Divino.


Dharana, Dhyana y Samadhi

18. Dháraná es la concentración en un solo punto, o la total atención en lo que se está haciendo mientras la mente permanece inmóvil e imperturhable. Con ello, la percepción consciente interior se ve estimulada a integrar la inteligencia siempre móvil, lo que relaja todas las tensiones. Cuando esto continúa durante largo tiempo, se convierte en meditación (dhyána), un estado indescriptible que ha de experimentarse para ser comprendido. 


19. Cuando el estado de dhyana es mantenido durante largo tiempo sin interupción, se funde en samádhi, donde el sádhaka pierde su identidad individual
en el objeto de la meditación.


20. En samádhi, el sádhaka pierde consciencia de su cuerpo, respiración, mente, inteligencia y ego. Vive en la paz infinita. En ese estado, su sabiduría y pureza, combinados con la sencillez y la humildad. resplandecen. Mas no sólo él resulta iluminado, sino que también ilumina a aquéllos que a el acuden en búsca de la verdad.


21. Yama, niyama, ásana y pránáyama constituyen partes esenciales del yoga de la acción (karma). Ellos mantienen el cuerpo y la mente sanos para realizar todos los actos que complacen a Dios. Pránáyáma, pratyáhára y dháraná son partes del yoga del conocimiento (jñána). Dhyána y samádhi ayudan al sádhaka a fundir su cuerpo, mente e inteligencia en el océano del Sí—mismo. Tal es el yoga de la devoción y el amor (bhakti).


23. Estas tres corrientes de jñana, karma y bhakti vierten en el rio del yoga y pierden su identidad. Así, la sola senda del yoga dirige a cada tipo de sadhaka, desde el flojo (mñdha) hasta el controlado (niruddha), hacia la libertad y la beatitud.


Fuente: Luz sobre el pranayama. BKS IYENGAR

INDICE DEL LIBRO
LUZ SOBRE EL PRANAYAMA

29 jun 2020

La comprensión del yoga: Vivir en el mundo. TKV Desikachar

FUENTE: EL CORAZÓN DEL YOGA. TKV DESIKACHAR








Vivir en el mundo 



Aunque practiquemos con esmero, el yoga no puede garantizarnos este o aquel beneficio en particular. No es una receta para sufrir menos, pero lo que sí puede es ofrecernos un cambio de actitud para que tengamos menos avidyā y así nos liberemos más de duḥkha. Podemos entender a toda la práctica del yoga como un proceso para examinar nuestras actitudes, comportamientos habituales y sus consecuencias.


Yama y niyama: la actitud con nosotros mismos y con los demás

¿Qué nos sugiere el yoga hacer acerca de nuestras relaciones con los demás, nuestro comportamiento hacia quienes nos rodean y nuestra actitud hacia nosotros mismos? En el yoga se conoce como yama a la actitud que tenemos hacia las cosas y personas que se encuentran en el exterior y niyama a la forma en que nos relacionamos interiormente.



Yama y niyama se ocupan de nuestra actitud social y estilo de vida, cómo nos relacionamos con los demás, con nuestro ambiente y cómo manejamos nuestros problemas. Todos forman una parte del yoga, pero no se pueden practicar. Lo que podemos ejercitar son āsanas y prāṇāyāma, para saber dónde estamos, dónde estamos parados y cómo vemos las cosas. El primer signo de claridad es reconocer nuestros errores. Después, en forma gradual, tratamos de hacer algunos cambios a la manera en que mostremos respeto a la naturaleza o a la relación con un amigo. Nadie puede cambiar en un día, pero las prácticas del yoga nos ayudan a modificar nuestras actitudes, nuestro yama y niyama. Y nunca al revés.



Permítanme contarles la historia de un hombre llamado Daniel y su esposa, María. En el trabajo, Daniel siempre era amigable con todo el mundo, pero en casa perdía la calma con facilidad. María nunca estaba segura de cuándo estaría él de mal humor. Ninguno de sus amigos y colegas le creían a su esposa cuando ella les contaba lo que hacía en casa y Daniel no admitía su mal genio. Como sufría de dolor de espalda y por sugerencia de un amigo, Daniel empezó a asistir regularmente a una clase de yoga. Poco a poco su dolor desapareció. Al final de la práctica su maestro le solía decir: “Mientras estés recostado para relajarte, siente tu cuerpo, tu respiración y toma consciencia de tus emociones.” De repente, un día se dio cuenta de que su mal humor se iba creando en el camino del trabajo a su casa. Reconoció que le estaba haciendo a su esposa lo que no podía hacer con su jefe o subordinados. Ese día se fue a casa y le dijo a María: “Tienes razón, realmente soy una persona con mal carácter. Pero tenme paciencia. Estoy trabajando en eso.” María se sintió muy feliz con esta aceptación.



Yama y niyama son los dos primeros de ocho extremidades del cuerpo del yoga (Yoga Sūtra 2.29. Las ocho extremidades o angas son: yama, niyama, āsana, prāṇāyāma, pratyāhāra, dhāraṇā, dhyānay samādhi.) Las dos palabras tienen muchos significados. Los de yama pueden ser “disciplina” o “moderación.” Sin embargo, prefiero pensar en yama como “actitud” o “comportamiento.” Ciertamente puede expresar como disciplina una actitud en particular, la que entonces influye en nuestro comportamiento. En el Yoga Sūtra, Patañjali menciona cinco diferentes yamas, esto es, patrones de conducta o relaciones entre los individuos y el mundo exterior (El yama y el niyama se describen en el Yoga Sūtra 2.29-45).




Los yamas

Ahiṁsā

El primero de estos patrones de conducta se llama ahiṁsā. Esta palabra que significa “injusticia” o “crueldad,” pero ahiṁsā es algo más que la simple ausencia de hiṁsā, que es lo que sugiere el prefijo a-. Ahiṁsā es más que la falta de violencia. Es amabilidad, amistad y consideración hacia otras personas y cosas. Debemos usar nuestro criterio cuando pensemos en ahiṁsā. Esto no implica necesariamente que no debamos comer carne o pescado, o que no nos debamos defender. Sólo significa que debemos comportarnos siempre con consideración y atención hacia los demás. También, ahiṁsā significa tratarnos con amabilidad. Si somos vegetarianos y nos encontráramos en una situación donde lo único que hay es carne, ¿sería mejor morir de hambre que comer lo que hay? Si aún tenemos algo que hacer en esta vida, como responsabilidades familiares, entonces debemos evitar hacer algo que nos pueda causar daño o que nos impida realizar nuestras obligaciones. En este caso, la respuesta es clara: demostraría una falta de consideración y arrogancia aferrarse a nuestros principios. Así que ahiṁsā también tiene qué ver con nuestras obligaciones y responsabilidades. Aún más, esto podría significar que debemos pelear si nuestra vida está en peligro. En cada situación debemos adoptar una actitud considerada. Eso es el significado de ahiṁsā.



Satya

El siguiente yama que Patañjali menciona es satya, lo verdadero. Satya significa “hablar con la verdad,” pero no siempre es recomendable hacerlo, porque podría dañarse innecesariamente a alguien. Tenemos que estar conscientes de lo que hablamos, cómo lo decimos y en qué forma puede afectar a los demás. Si decir la verdad tiene una consecuencia negativa para alguien, entonces lo mejor es no decir nada. Satya nunca debe entrar en conflicto con nuestros esfuerzos para comportarnos de acuerdo con ahiṁsā. El Mahābhārata, la gran épica hindú, dice: “Di la verdad que es agradable. No digas verdades desagradables. No mientas, aunque esas mentiras sean gratas al oído. Es la ley eterna, el dharma.”


Asteya

Asteya es el tercer yama. Steya significa “robar”; asteya es lo opuesto, no tomar nada que no nos pertenezca. Esto también quiere decir que cuando alguien nos confíe algo o nos haga alguna confidencia, no debemos tomar ventaja de esta situación.


Brahmacarya

El siguiente yama es brahmacarya. Esta palabra se compone de la raíz car que significa “mover” y de la palabra brahma “verdad,” desde el punto de vista de una verdad esencial. Podemos entender brahmacarya como un movimiento hacia lo esencial. Principalmente se usa en el sentido de abstinencia, en particular con relación a la actividad sexual. Más específicamente, brahmacarya sugiere que debemos formar relaciones que fomenten nuestro entendimiento de verdades más elevadas. Si los placeres sensuales son parte de esas relaciones, debemos tener cuidado de conservar nuestra dirección para no perdernos. En el camino de una búsqueda constante de la verdad, existen varias maneras para controlar los sentidos de percepción y deseos sexuales. Sin embargo, este control no se identifica con la total abstinencia.


En India se tiene mucho respeto por la vida familiar. De acuerdo con la tradición hindú, todo en la vida tiene su lugar y tiempo, y dividimos el ciclo de vida en cuatro etapas: la primera, es el crecimiento del niño, la segunda es aquella en la que el estudiante se esfuerza por un entendimiento mayor y por la búsqueda de la verdad. La tercera etapa, se centra en empezar y formar una familia, y la cuarta es la etapa donde el individuo, después de satisfacer todas las responsabilidades familiares, se puede consagrar a liberarse de toda esclavitud y encontrar la verdad suprema.


En esta cuarta etapa de la vida, todos se pueden convertir en sannyāsin (monje o monja). Pero un sannyāsin debe entonces mendigar la comida a las personas que aún están involucradas en la vida familiar. El Upaniṣads aconseja al estudiante que se case y forme una familia inmediatamente después de terminar sus estudios. Por esto brahmacarya no necesariamente implica celibato. Aún más, es un comportamiento responsable con relación a nuestra meta de caminar hacia la verdad.


Aparigraha

El último yama es aparigraha, una palabra que significa algo como “rechazar” o “no aprovechar la oportunidad.” Parigraha significa “tomar” o “medir.” Aparigraha significa tomar sólo lo que se necesita y no sacar ventaja de la situación. Una vez tuve un estudiante que me pagaba mensualmente por trabajar juntos. Pero al final del curso también me ofreció un regalo. ¿Por qué debería aceptar esto, cuando ya me había pagado suficiente por mi trabajo? Sólo debemos tomar lo que hemos ganado; si admitimos más, estamos explotando a alguien más. Además, los premios no ganados pueden traer obligaciones que más tarde nos causarían problemas.


Desarrollando los yamas


El Yoga Sūtra describe qué es lo que pasa cuando estos cinco comportamientos que expliqué anteriormente, forman parte de la vida de una persona. Por ejemplo, entre más ahiṁsā (amabilidad y consideración) desarrollemos, se engendrarán más sentimientos placenteros y de amistad con nuestra presencia. Y si permanecemos fieles a la idea de satya, todo lo que digamos será verdad.


En relación con este tema hay una historia maravillosa en el Rāmāyana. El mono Hanuman, sirviente del príncipe Rama, sale a buscar a Sita, la esposa de su amo. Viaja a Sri Lanka donde la tenían prisionera. Al final, fue capturado por los secuestradores de Sita y prendieron fuego a la cola del mono. Cuando Sita ve lo que está sufriendo, grita: “¡Dejen que el fuego se enfríe!,” El dolor de Hanuman, cesa inmediatamente y grita: “¿Qué pasa?” “¿Por qué el fuego ya no me está quemando?” Porque Sita siempre hablaba con la verdad, gran poder tenían sus palabras que pudieron extinguir el fuego.



Para aquellos que siempre hablan con la verdad, no hay diferencia entre lo que se dice y lo que se hace, lo que dicen es verdad. El Yoga Sūtra siempre afirma que una persona que está firmemente anclada en asteya, recibirá todas las joyas del mundo. De hecho, esa persona podría no estar interesada en el bienestar material, pero tendrá acceso a las cosas más valiosas de la vida.


Entre más reconozcamos el significado de la búsqueda de la verdad, de lo esencial, menos nos distraeremos con otras cosas. Ciertamente, se requiere de una gran fuerza para tomar este camino. La palabra que usa el Yoga Sūtra para describir esta fuerza es vīrya, está muy relacionada con otro concepto, el de śraddhā, confianza infinita y fe amorosa (En el Yoga Sūtra 1.20, Patanjali enumera lo que las personas necesitan para reconocer la verdad: Fe y confianza, fuerza y energía, y la habilidad para nunca perder de vista su meta). El Yoga Sūtra dice que entre más fe tengamos, desarrollaremos más energía. Al mismo tiempo, tendremos más fuerza para alcanzar nuestras metas. Así que entre más busquemos la verdad desde el punto de vista de brahmacarya, más vitalidad tendremos para hacerlo. Parigraha es la creciente orientación hacia las cosas materiales. Si reducimos parigraha y desarrollamos aparigraha, nos estaremos orientando más hacia nuestro interior. Mientras menos tiempo ocupemos en nuestras posesiones materiales, más tiempo tendremos para investigar eso que llamamos yoga.


Los niyamas

Como los cinco yamas, los niyamas no son ejercicios ni acciones que simplemente se estudian. Representan mucho más que una actitud. Comparados con los yamas, son más íntimos y personales. Se refieren a la actitud que adoptamos hacia nosotros mismos.

Śauca

El primer niyama es śauca, limpieza. Tiene aspectos internos y externos. La limpieza exterior simplemente significa conservarnos limpios. La interior tiene mucho que ver con la salud, el funcionamiento libre de nuestros órganos corporales, así como la limpieza de nuestra mente. La práctica de āsanas y prāṇāyāma es el medio esencial para ocuparse de este śauca interior.


Saṃtoṣa

Otro niyama es saṃtoṣa, modestia y el sentimiento de estar satisfechos con lo que tenemos. A menudo esperamos un resultado particular, como consecuencia de nuestras acciones y la mayoría de las veces nos desilusionamos. Pero no hay necesidad de esa desesperanza, en su lugar, deberíamos aceptar lo que ha pasado. Ese es el verdadero significado de saṃtoṣa: aceptar lo que pasa. Un comentario del Yoga Sūtra dice: “La satisfacción vale más que todos los dieciséis cielos juntos.” En lugar de quejarnos por las cosas que van mal, podemos aceptar la situación y aprender de ella. Saṃtoṣa abarca nuestras actividades mentales como el estudio, nuestros esfuerzos físicos y aún cómo nos ganamos la vida. Se refiere a nosotros mismos, lo que tenemos y cómo nos sentimos en relación con lo que Dios nos ha dado.


Tapas

El siguiente niyama es tapas, un término que ya hemos discutido anteriormente. En relación con los niyamas, tapas se refiere a la actividad de mantener el cuerpo en forma. Literalmente significa prender fuego al cuerpo y, al hacer esto, lo limpiamos. Detrás de tal noción se encuentra la idea de que nos podemos deshacer de la basura que está dentro de nuestro cuerpo. Anteriormente hablé de āsanas y prāṇāyāma, como los medios por los cuales nos podemos conservar saludables. Otra forma de tapas es poner atención a lo que comemos. Comer cuando no tenemos hambre es lo opuesto a tapas. La atención a la postura del cuerpo, a los hábitos alimenticios, a los patrones de respiración, son todos los tapas que nos ayudan prevenir la acumulación de basura en nuestro cuerpo, incluyendo el exceso de peso y la respiración insuficiente. Tapas hace que todo el cuerpo esté en forma y que funcione bien.

Svādhyāya

El cuarto niyama es svādhyāya. Sva significa “mismo” o “perteneciendo a mí.” Adhyāya, “investigación” o “examen”; literalmente, “acercarse a algo.” Por lo tanto svādhyāya significa acercarse a uno mismo, es decir, estudiarse a sí mismo. Todo aprendizaje, toda reflexión y todo contacto que nos ayude a aprender más sobre nosotros mismos es svādhyāya. A menudo, en el contexto de niyama encontramos el término traducido como “el estudio de los textos antiguos.” Sí, el yoga nos ordena leer los textos antiguos. ¿Por qué? Porque no siempre podemos sentarnos y contemplar las cosas únicamente. Necesitamos algunos puntos de referencia. Para muchos podría ser la Biblia o un libro que sea significativo para la persona; para otros puede ser el Yoga Sūtra. Este dice, por ejemplo, que al progresar en nuestro análisis personal, gradualmente, encontraremos la conexión con las leyes divinas y los profetas que las revelaron. Y ya que los mantras son a menudo recitados para este propósito, algunas veces encontramos svādhyāya traducido como “la repetición de mantras.” (Un mantra es una palabra o una sílaba que tradicionalmente, el maestro da al alumno. La repetición de un mantra se conoce como japa y es una de las muchas técnicas yoga para la meditación). 


Īśvarapraṇidhānā

En la parte I ya se había hablado del último niyama. īśvarapraṇidhānā significa “poner todas nuestras acciones a los pies de Dios.” Debido a que avidyā seguido apoya nuestras acciones, las cosas con frecuencia van mal. Esta es la razón por la que saṃtoṣa (modestia) es tan importante: es suficiente saber que hemos hecho lo mejor que hemos podido y dejar el resto al poder supremo. En el contexto de los niyamas podemos definir como īśvarapraṇidhānā, la actitud de una persona que por lo general, en sus oraciones diarias ofrece a Dios los frutos de sus acciones.



Más reflexiones sobre los yamas y los niyamas 

P: ¿Cuál es la relación entre los ejercicios de kriyā y śauca?

R: El Yoga Sūtra no menciona el concepto de kriyā cuando habla de los diversos niyamas. La palabra kriyā significa “acción.” En el contexto de su pregunta, se refiere a la limpieza. Algo desde afuera se usa para limpiar lo de adentro. Por ejemplo, podemos limpiar una fosa nasal tapada con una solución ligeramente salada o usar una técnica prāṇāyāmaa fin de reducir la dificultad para respirar, que se haya desarrollado por la inhalación de aire viciado. En este sentido, los kriyā son un aspecto vital de śauca.

P: A menudo he oído que traducen tapas como “abnegación” o “despojarse.” ¿Cómo las interpreta?

R: Si por abnegación se entiende ayunar por ayunar o adherirse a un estricto e inusual estilo de vida, simplemente porque sí, usted está hablando sobre actividades que no tienen nada que ver con tapas. De igual forma cuando está lidiando con satya (verdad) todo lo relacionado con tapas debe ayudarlo a seguir adelante. Podría ocasionarle serios problemas físicos el hacer algo como ayunar veinte días, sólo por ayunar. Por otro lado, si por abnegación usted entiende sensatez, disciplina bien fundada que ayuda a seguir adelante en la vida, entonces está hablando de los verdaderos tapas. Los tapas no deben causar sufrimiento. Esto es muy importante.

P: ¿Los yamas y los niyamas nos pueden ayudar a diferenciar entre un momento de claridad verdadera y otro de engaño propio?

R: Las relaciones que tenemos con el mundo exterior —con la gente y las cosas que nos rodean— nos pueden ayudar a reconocer un momento de engaño propio. Aquí es donde los yamas y los niyamas se vuelven importantes. Si tratamos en forma íntegra y respetuosa a las demás personas, será fácil decir si nos estamos engañando o no. Puedo pensar que soy un gran yogui, pero por lo que los demás piensan de mí, cómo se relacionan conmigo, y yo con ellos, podré experimentar en forma muy directa si mi imagen es la correcta o no. Por esta razón, es importante vivir en el mundo y observar qué tipo de comunicación tenemos con los demás. De otra manera, será muy fácil engañarnos.

P: ¿Los yamas y los niyamas, los que ayudan a reducir avidyā y sus efectos, se pueden desarrollar a través de un esfuerzo consciente de la voluntad?

R: Siempre debemos distinguir entre la causa y el efecto. Con frecuencia los confundimos. En general, seguimos ciertos patrones de conducta porque tenemos expectativas y metas definidas. Sin embargo, muchas veces no alcanzamos nuestras metas. Durante nuestras vidas y debido al desarrollo personal y eventos externos, puede ser que surja algo totalmente inesperado. Yamas y niyamas, ambos, pueden ser la causa y el efecto. Hoy les pudiera decir cien mentiras insolentes y sentirme muy feliz; mañana, podría retroceder y no decir ni una pequeña mentira. Así es como yamas crece. No existen reglas definitivas y nunca podemos predecir con seguridad lo que va a ocurrir. Pero en lo que ha sucedido en el pasado podemos encontrar algunas claves para saber qué podría surgir en el futuro.

P: ¿Así que lo único que podemos hacer, por ejemplo, es observar cómo la gula y el odio aparecen, y entonces tratar de prevenirlos para que no resurjan?

R: Al principio sólo debemos observar, lo primero que hacemos es vigilar lo que está pasando. Entonces vemos en qué necesitamos tener cautela. Cuando entramos a una autopista, no sólo manejamos y aceleramos. Debemos ver a nuestro alrededor constantemente mientras avanzamos.

P: ¿Es más fácil cumplir con los principios del yoga si se vive en un lugar tranquilo como un monasterio, en lugar de vivir en casa con la familia?

R: Los dos lugares nos pueden ayudar. Un amigo mío vino a la India creyendo que sería bueno para él vivir solo en los Himalayas, por dos o tres años. Encontró un bonito lugar y permaneció allí por tres años. Tenía algunos libros y practicaba sādhana, de verdad lo hizo intensamente. Un día vino conmigo a trabajar en unos āsanas y a estudiar el Yoga Sūtra. Cuando llegó a Madrás dijo que sentía que habían pasado muchas cosas en él. Se veía muy feliz. Usaba expresiones muy complicadas tales como sabīja samādhi cuando hablaba de su desarrollo en los Himalayas. Entonces encontró un cuarto sencillo en los terrenos de la Sociedad Teosófica en Madrás, un lugar silencioso y apacible donde no sería molestado. Dos días después había cambiado de opinión y quería buscar un lugar más grande para vivir. Me sorprendí un poco y le pregunté por qué estaba buscando una casa grande, tan de repente. “Conocí a una mujer. Toda mi vida ha cambiado en un momento.” No juzgo este cambio de sentimientos; simplemente quiero señalar que mi amigo no era quien en realidad creía ser.

Un lugar como un asilo o monasterio puede ser muy útil, pero la prueba verdadera para esta experiencia sería una ciudad tan poblada como Madrás. Para alguien que viva en Madrás la verdadera prueba será vivir encerrado en un monasterio. Estoy seguro que hay personas que no podrían durar más de un día en esa clase de quietud. Por otro lado, quien no tiene confianza en sí mismo, no duraría más de un día en Madrás.

Los cambios ayudan. Debemos tener la experiencia del fuego y del agua si queremos saber cómo reaccionaríamos ante ellos. Por eso yama es tan importante, ya que incluye nuestras relaciones con distintas personas en momentos diferentes. De esta forma podemos experimentar quiénes somos.

P: ¿Para el yoga es importante un cambio de ambiente?

R: Sí, un pequeño cambio es importante. La mente se acostumbra a las cosas tan rápido que nuestras acciones se convierten en hábitos (saṃskāras). Nunca podremos experimentar nuestra verdadera naturaleza si no nos exponemos al cambio. Por esta razón, algunas veces, nos debemos poner a prueba haciendo algo completamente diferente.

P: Entiendo que debemos renunciar a un deseo que reconocemos nos haría mal. ¿En dónde debe caer el énfasis de nuestro trabajo, en renunciar a él o en estar seguros de que el deseo no vuelva a aparecer? Me doy cuenta que me enojo cuando surge un deseo y me molesto por estar tan enojado. Es un círculo vicioso.

R: Primero debemos determinar si lo que estamos considerando un problema, en realidad lo es. Piense en lo que quiere decir cuando asegura: “Eso me está causando muchos problemas.” Para reconocer si en realidad éste existe, a menudo, es muy útil cambiar de entorno y ver las cosas desde una perspectiva diferente. Como ejemplo permítame decir: usted tiene la oportunidad de mentir sobre algo. Puede ser una “mentira blanca,” esa que evitaría una relación difícil. También podría ser un comentario falso que le evitaría tener que pasarse mucho tiempo analizando una situación. O podría ser que la mentira no tuviera ninguṇa consecuencia; hay muchos orígenes filosóficos diferentes que describen a una simple mentira. En ese momento, podría parecer correcto que hasta desearía mentir. Pero después esto le molesta. Piensa: “¿Cómo pude mentir de esa forma? Hubiera sido mejor decir la verdad o permanecer callado.” ¿Qué estuvo bien en esta situación? Puede descubrirlo cuando discuta todo esto, de una forma abstracta, con alguien y observe su reacción. O puede cambiar su entorno, entrando en una situación diferente que le proporcione una nueva perspectiva, desde la cual pueda analizar toda la situación. Entonces tiene la oportunidad de ver todo otra vez. El Yoga Sūtra dice que si en realidad algo le está causando problemas, imagine la situación opuesta, esto puede ayudarlo a decidir lo correcto. La idea es estar abierto.


Estimular un cambio de perspectiva es cuestión de encontrar una nueva postura que le permita desarrollar una actitud fresca. Quizá leer un libro, hablar con un amigo o ir al cine. Tal vez descubra que lo que le estaba preocupando no es en realidad la fuente de sus problemas.

En cualquier situación, cuando no sepa con exactitud cómo comportarse, entonces no debe de actuar de inmediato.

P: ¿Así que, no se debe actuar cuando se tienen dudas?

R: Si se tiene tiempo para considerar la situación, no actúe. Si no hay tiempo, entonces por lo menos permítase un pequeño respiro. Cuando tenga dudas, es mejor hacer una pausa. Hay pocas cosas que provocan tanta presión, que no permitan esperar por un momento de respiro.

P: Me parece que es precisamente cuando estoy en una situación dudosa, cuando encuentro casi imposible hacer una pausa, especialmente si en ese momento soy el responsable de alguna persona. Hay situaciones en las que la duda y la incertidumbre son los grandes enemigos de mi experiencia, debido a que no me puedo dar un momento para respirar. Si fuera distinto, la presión bajo la que vivo no parecería tan grande. ¿Qué debo hacer cuando las dudas aparecen? ¿Debo voltear hacia otro pensamiento o circunstancia? ¿O sería mejor ignorarlas?

R: De alguna manera debe de arreglar las cosas para que pueda ver el problema desde otro punto más ventajoso. Si tiene éxito al hacerlo, es ya un signo de progreso. Si practica yoga, puede ser que las cosas sean mejores para usted hoy de lo que fueron ayer, y de este modo, le es más fácil ver el mismo problema de manera diferente. Pero hay ocasiones en que no se pueden resolver los problemas con sólo verlos desde un ángulo diferente o discutiéndolos con otra persona. Algunas veces se necesita de algo más.

En el yoga es importante crecer. Debemos desarrollarnos. Lo que era incierto, no tiene por qué permanecer así por siempre. En mi experiencia personal, la mayor decisión que trajo consigo muchos conflictos fue dejar la ingeniería para convertirme en un dedicado maestro de yoga, en 1964. Hablé con muchas personas pero los problemas persistían. Y entonces, de repente, un día desaparecieron. De alguna manera pude ver toda la situación desde un punto más ventajoso y así los problemas se fueron. Cuando las cosas se vuelven más fáciles, las dudas desaparecen de la misma manera.

La meta del yoga es alentarnos a ser hoy un poco mejores de lo que fuimos ayer. Lo logramos esforzándonos y al practicar la paciencia. Al hacer esto no nos sentiremos como si estuviéramos rodeados de tantos problemas. Nuestros esfuerzos pueden cambiar en intensidad, pero a través del tiempo, experimentaremos un progreso paulatino. Debemos aprovechar hábilmente cada oportunidad que nos ayude a progresar.

22 mar 2020

Introduccion a los Yoga sutras de Patanjali, parte I. Por Swami Satyananda Saraswati

Del libro "Four chapters on freedom"



Estructrua del texto



Este libro es un comentario de los Yoga Sutras, una escritura de 196 sutras (versos) escritos por el sabio Patanjali. En inglés el texto se puede llamar "Versos sobre Yoga", pero en realidad la palabra sutra significa "hilo". La palabra implica que las palabras escritas transmiten un pensamiento continuo subyacente, las variadas ideas se conectan juntas como las piedras de un mala (rosario hindú) para formar una filosofía completa. 



La escritura también es llamada Yoga Darshana, que a groso modo se puede traducir como "Filosofía del Yoga", pero en realidad la palabra darshana tiene un significado mucho mas profundo. Literalmente, significa "ver". La palabra deriva de drish, que significa "ver" y está relacionada a la palabra drashta, "el que ve". Darshana es el proceso de ver a través del yoga, pero eso no significa mirar con los ojos, tampoco con  algún otro sentido en el mundo externo. Significa mirar algo mas allá de los sentidos y mas allá de la mente. Es un proceso de ver con los ojos y los demás sentidos cerrados, y con la mente bajo total control. Yoga Darshana es un método de percepción mas elevada, es un medio "para ver lo invisible" o "para ver con visión espiritual".





La escritura es reconocida como el texto mas preciso y científico que se haya escrito sobre yoga. Está dividido en cuatro capítulos: 



1. Samadhi Pada

Capítulo sobre el samadhi consiste en 51 versos. Este capítulo trata los siguientes temas:

Definicion de yoga

Propósito del yoga

Vritti (modificaciones mentales)

Práctica y desapego
Samprajnata y asamprajnata samadhi
Medios para lograr experiencia
Ishwara (pura conciencia)
Aum
Obstáculos en el progreso
Métodos de armonización de la mente
Sabeeja y nirbeeja samadhi

2. Sadhana Pada
Capítulo sobre la práctica consiste en 55 versos. Discute los siguientes temas:
Klesha (tensiones fundamentales de la vida)
Eliminación de los klesha
Propósito de destruir klesha
El conocedor y lo conocido
Conciencia y falta de conciencia
El camino hacia prajna (conocimiento intuitivo)
Los ocho miembros  del yoga de Patanjali
Yama (código social)
Niyama (código personal)
Método para controlar los pensamientos negativos
Resultados de perfeccionar yama y niyama
Asana (posición de sentado)
Pranayama (control del prana)
Pratyahara (retirada de los sentidos)

3. Vibhooti Pada
Capítulo sobre los poderes psíquicos consiste en 56 versos. Trata los siguientes temas:
Dharana (concentración)
Dhyana (meditación)
Samadhi (superconciencia)
Samyama (concentración, meditación y samadhi)
Parinama (transformación de la conciencia)
Naturaleza de la apariencia externa
Poderes psíquicos

4. Kaivalya Pada
Capítulo sobre la unicidad consiste en 34 versos. Trata los siguientes temas:
Medios para obtener poderes psíquicos
Causa de la individualidad
El individuo y la mente cósmica
Karma (acciones y pensamientos predestinados)
Unidad de todas las cosas
Teoría de la percepción
La mente como un instrumento inconciente
El camino hacia kaivalya
Kaivalya



Todos los versos están en una secuencia metódica; cada uno tiene su lugar por un propósito especifico. El sabio Patanjali se mueve de un verso al siguiente, de un tema a al siguiente, con lógica impecable. 


Cada palabra sánscrita tiene un significado exacto en el contexto de la escritura. Algunas palabras técnicas son definidas con precisión dentro del texto mismo. Esto minimiza los malentendidos y confusiones que puede surgir  a través de palabras que cambian su significado coloquial con el correr del tiempo. Alguna palabras no tienen un equivalente exacto en ingles; a veces dos o mas palabras sánscritas tiene el mismo significado literal en inglés, pero tienen implicaciones muy diferentes en el contexto de la práctica de yoga y la experiencia. La traducción ha superado estos problemas al tiempo que conserva el significado y el flujo.


El texto es una obra maestra de brevedad y claridad. El sabio Patanjali ha eliminado todas las palabras innecesarias por las siguientes razones. 
  • Para permitir la memorización fácilmente por los discípulos; recuerden, no había imprentas en aquel tiempo.
  • Para permitir que los versos sean objeto de indagación; muchas palabras serian confusas
  • Para prevenir mala cita y mala interpretación.

Aunque breve al máximo, los versos contienen la esencia del yoga de Patanjali del principio al fin, pues contienen un máximo de información en un mínimo de palabras. 


Los versos son pura poesía combinada con sublime precisión científica. Para obtener el mejor entendimiento de este libro, sugerimos que primero leas con cuidado tanto los versos como los comentarios juntos, luego lentamente lee los versos solos, uno tras otro. Esto te permitirá seguir la increíble secuencia y fluidez de la exposición del sabio Patanjali. 



Definición

El sabio Patanjali llamó a su sistema yoga. No le dio un titulo especifico para diferenciarlo de otro camino de yoga. Sin embargo, desde el tiempo que se escribieron los Yoga sutras, su método ha sido llamado Patanjali yoga -el yoga del sabio Patanjali.


Patanjali yoga es ampliamente identificado como el mismo raja yoga, el camino real del yoga. Nosotros, sin embargo, preferimos definir el yoga de Patanjali como un sistema específico dentro del amplio sistema del raja yoga. De acuerdo con nuestra definición, raja yoga incluye los siguientes sistemas:





  • Kundalini yoga, también llamado laya yoga
  • Kriya yoga
  • Mantra yoga
  • Dhyana yoga como es descripto en el Bhagavad Gita
  • Patanjali yoga


Raja yoga (incluyendo el yoga de Patanjali) es la ciencia de la mente. En vez de explorar el mundo exterior como otras ciencias, raja yoga se ocupa en explorar el mundo interno y desatar el poder y conocimiento que está contenido dentro nuestro. Es la ciencia de la disciplina mental e incluye varios métodos para hacer a la mente aguda. El sabio Patanjali mismo define su método de yoga como "la eliminación de las fluctuaciones de la mente". Nosotros preferimos llamar a la mente "la punta visible de la conciencia pura", que abarca las capas conscientes, subconscientes e inconscientes del ser. Por consiguiente, traducimos la definición de Patanjali como sigue: "Yoga es el control de los patrones de la conciencia".


Específicamente, Patanjali yoga es el sistema que consiste en ocho etapas: yama, niyama, asana, pranayama, pratyahara, dharana, dhyana y samadhi. Por eso es reconocido como ashtanga yoga, el yoga de las ocho etapas. 







Las bases y fecha de los Yoga Sutras


Una tradición dice que Hiranyagarbha (Brahma) formuló los Yoga sutras. Puede ser, pero para simplificar podemos decir que los formuló a través de un hombre llamado Patanjali.

Algunos expertos dice que el sabio Patanjali vivió en el cuarto siglo AD; otros dicen en el 50 AD, algunos dicen que vivió en el 400 DC e incluso hay quienes dicen que existió hace 5000 años. Una fecha ampliamente aceptada aunque incierta es aproximadamente 400 años antes de Cristo. Esta fecha es estimada por varios métodos. Un método es comparar las prácticas y filosofía de los Yoga Sutras con aquellas que se hallaban en otros textos, tales como anteriores Upanishads y las escrituras de Samkhya y Budismo. La principal falla es que no se puede determinar una fecha confiable de los antiguos textos. Ademas no podemos decir realmente quien influenció a quien y que texto fue primero. También, una escritura no tiene porque estar ligada a la época de un sistema filosófico; una escritura puede ser escrita cientos de años después de su formulación, desarrollando y proliferando una filosofía especifica.



Un hombre llamado Patanjali parece haber escrito dos o tres textos en sánscrito sobre gramática y medicina, llamados Mahabhashya y Charakapratisanskrita. No se puede saber con certeza si fue el mismo Patanjali que escribió los Yoga Sutras. Si fue él, entonces sería que los Yoga Sutras fueron escritos aproximadamente al mismo tiempo o un poco después de la existencia de Buddha y del gran gramático Panini, eso es aproximadamente 500 años después de Cristo.



La base de los Yoga Sutras es con certeza la filosofía Samkhya, la cual se dice que ha sido formulada por el rishi Kapila. Este sistema existe desde antes de que surgiera el Budismo; de hecho, el Buddha mismo estudió Samkhya en un ashram llamado Alarkalam tempranamente en sus estudios para la iluminación. Samkhya era una filosofía muy popular en ese tiempo en India. El sistema Samkhya prescinde de todas las teorías sobre Dios; dice que la existencia o no existencia de Dios es irrelevante para la sadhana personal, la práctica espiritual. Buddha decía lo mismo, él no enseñó a creer en Dios ni a no creer. En este aspecto la influencia del Samkhya en las enseñanzas de Buddha es clara. El sabio Patanjali por otra parte, difiere tanto del Samkhya como del Budismo e introduce el concepto de Dios, pero lo hace de manera inteligente y como un poderoso medio en la sadhana de aquellos que se inclinan hacia el camino del bhakti yoga. Ninguna de esta información está ligada a determinar la fecha de los Yoga sutras.


Algunos dicen que el sabio Patanjali fue influenciado por el Jainismo, otros dicen que él influenció al Jainismo. Se dice que el Budismo está en parte basado en los Yoga sutras, mientras otros dicen que Patanjali basó la mayoría de su texto en las creencias y prácticas Budistas. Es probablemente un poco de ambos casos, ya que ningún sistema se desarrolla aislado.Todos y cada uno de los sistemas ha sido influenciado por sistemas previos y contemporáneos.



Cada persona con algún conocimiento sobre Budismo puede ver claramente semejanzas cercanas entre las enseñanzas de Buddha y Patanjali, especialmente en las reglas básicas como yama y niyama y en los conceptos filosóficos básicos, pero no se sabe si los Yoga Sutras aparecieron antes o después de Buddha. La influencia de los Yoga sutras puede observase claramente en textos Budistas posteriores como el Vishuddi Magga, pero aún así esto no es prueba para establecer la fecha de los yoga sutras.



Es interesante notar que el sabio Patanjali no citó directamente o hizo referencia a ningún otro texto. De aquí podríamos pensar que fueron formulados antes de muchas bien conocidas escrituras y sistemas religiosos de India. Por otra parte, el lenguaje usado en los Yoga sutras es posterior al usado en el tiempo de Buddha. Esto parece fijar de manera concluyente en la fecha ampliamente aceptada de aproximadamente 400 AC, pero nuevamente hay muchos otros factores a considerar. El lenguaje de los Yoga Sutras puede haberse actualizado después de que se escribió el manuscrito original, después de que se perdió el original, o los Yoga Sutras pudieron haber existido en forma no escrita mucho antes de que se pusieran en papel.




Nuestra opinión se puede resumir diciendo que todas las técnicas del raja yoga existían mucho antes del sabio Patanjali, incluso en una forma latente dentro de la mente inconsciente colectiva. Los Yoga sutras son probablemente una compilación de versos de conocimientos previos trasmitidas de guru a discípulo por tradición oral. Fue el genio de alguien llamado Patanjali quien puso el sistema en completo de manera escrita y comprensible.




Si está interesado en la historia del Sabio Patanjali y los Yoga Sutras, le sugerimos que lo estudie más a fondo. No estamos realmente interesados en la identidad o fecha de Patanjali, porque él (¿o ella?) Es simplemente un portavoz de la sabiduría eterna que es la herencia de toda la humanidad. Realmente no importa si su nombre era Patanajali o Buda, Singh o Smith; si era indio, chino o aborigen. Ni siquiera importa cuándo se escribió el texto porque contiene sabiduría eterna y que no pertenece a ninguna época específica. Es aplicable a todas las edades y todas las personas, sin importar el origen. Es el contenido y la aplicación de los Yoga Sutras lo que es importante.





Comentarios

Muchos comentarios han sido escritos acerca de los significados ocultos dentro de los versos de los Yoga sutras. Los mas conocidos son:


  • Yoga Bhashya de Vyasa (fecha incierta)
  • Tattva Visharadi de Vachaspati Mishra (aprox siglo 9)
  • Bhojavritti de Bhoja Raja (siglo 11)
  • Yoga Vartika de Vijnana Bhikshu (siglo 14)
  • Raja Yoga de Swami Vivekananda (siglo 19)


Todos estos comentarios están disponibles. Hay algunos otros comentarios tradicionales, e incluso comentarios de comentarios Por ejemplo Ganesha Bhatt escribió una explicación de los comentarios Yoga Vartika. Algunos comentarios han sido escritos en este siglo (siglo 20) incluyendo este comentario.



Las ocho etapas



Patanjali da una amplio espectro de técnicas que lentamente armonizan la mente y gradualmente nos inducen a una percepción mas sutil. Aunque el principal camino del sabio Patanjali está contenido dentro de ocho etapas fundamentales. Las primeras cinco son:


1. Yama (codigo social)
2. Niyama (codigo personal)
3. Asana (postura sentado)
4. Pranayama (control del prana)
5. Pratyahara (retirada de los sentidos)


Estos primeros cinco estados son la práctica del yoga exotérica o bahiranga o externa.


6. Dharana (concentración)
7. Dhyana (meditacion)
8: Samadhi (superconciencia)



Los últimos tres estados son la práctica del yoga esotérica o antaranga, interna.


Los primeros cinco miembros anulan la conciencia, mientras que los últimos tres expanden la conciencia. Los estados mas avanzados pueden ser practicados con éxito solo después de practicar los miembros preparatorios previamente. Los estadios hasta pratyahara eliminan gradualmente las distracciones externas, mientras que las prácticas de dharana en adelante remueven los pensamientos perturbadores y las manifestaciones psíquicas, así la mente cesa sus funciones. El ida (mundo interno) se equilibra con el pingala (mundo externo) para que el sushumna (mundo trascendental) comience a funcionar en samadhi.

Los ocho estadíos progresivamente estabilizan los cinco koshas, o envolturas de las personas: annamaya (fisica), pranamaya (pránica o bioplasmática), manomaya (mental), vijnamaya (intuitiva) y anadamaya (dichosa).





Yama y niyama



Los cinco yamas son satya, veracidad; ahimsa, sentimientos de no violencia hacia todas las cosas, humanos y animales; asteya, honestidad; brahmacharya, control sexual o abstinencia, y aparigraha, no posesividad. Los niyamas son también cinco: shaucha, limpieza; santosha, contentamiento, tapah, austeridad; swadhyaya, auto estudio; e Ishwara pranidhana, rendirse a la voluntad cósmica. Los yamas fueron creados para armonizar las propias interacciones sociales y los niyamas tienen la intención de armonizar los propios sentimientos internos. Todas las reglas, yamas y niyamas, son diseñadas para reducir la fricción entre las acciones externas y las actitudes internas. Hay una relación en dos sentidos: la mente estimula las acciones externas y las acciones externas estimulan a la mente. Si las acciones externas no son armoniosas, entonces la mente estará perturbada. Por el contrario, una mente perturbada tenderá a producir acciones discordantes. Es un círculo vicioso, donde la agitación interna conduce a la agitación externa y donde, a su vez, la agitación externa conduce a una mayor agitación interna. Los yamas y niyamas pretenden romper el círculo vicioso y así calmar la mente con acciones sensibles y actitudes sensibles hacia uno mismo, hacia la vida y hacia lo que nos rodea.



Aunque los yamas y niyamas consisten solo en diez votos, abarcan una amplia gama de las actividades humanas. Abordan el problema de la perturbación mental desde el borde exterior, la periferia, pero también es el comienzo de cambios más profundos que pueden surgir de una exploración más profunda de la mente. Las reglas no son fáciles de aplicar, pero incluso su aplicación limitada conllevará a una mayor paz en la mente. Su aplicación perfecta puede alcanzarse solo con la auto-realización.




Asana es definida por Patanjali como la postura sentada firme y confortable. En teoría, esto puede incluir muchas asanas del hatha yoga, pero aquí prácticamente incluye unas pocas como padmasana y siddhasana. El propósito de la asana en el yoga de Patanjali es equilibrar los diferentes impulsos nerviosos, sensaciones de dolor y placer, calor y frío y todas las sensaciones opuestas.


Pranayama es practicado para concentrar las fuerzas pránicas de la estructura humana. Lo que conlleva al control y a la mente unidireccional.



Pratyahara significa "reunirse hacia adentro". La práctica se refiere a controlar y frenar las tendencias extrovertidas de la mente para que la conciencia se pueda dirigir hacia adentro. Es imposible explorar los reinos internos de la mente si uno es adicto, está perturbado y distraído por la experiencia sensorial externa. Por lo tanto, las experiencias sensoriales, como el sonido, el olor, se reducen. Todas las técnicas meditativas tales como antar mouna, ajapa japa y trataka, son en principio acerca de inducir a un estado de pratyahara. Pratyahara, en un sentido mas amplio, también incluye el corte de las sensaciones psíquicas y mentales internas.



Dharana significa concentración de la mente. Es un paso previo a la meditación y se ocupa de fijar la conciencia en un objeto con exclusión de todos los demás. Si se ha alcanzado el estado de pratyahara entonces las perturbaciones externas deberían haber sido eliminadas, aunque la mente está aun llena de charlas internas en forma de memorias del pasado y proyecciones a futuro. La mente piensa en y trata de revivir las experiencias placenteras del pasado, esta obsesionada con las experiencias desagradables o está planeando o temiendo al futuro.


Varios métodos se pueden usar para inducir la mente en un punto o dirección. Las religiones en general tratan de inducirla mediante rituales, servicios en la iglesia, pooja (adoración), cantos, kirtan, rezos y mucho mas. El yoga de Patanjali utiliza símbolos psíquicos como puntos focales para la concentración interna. Puede ser el guru que uno sienta, una deidad, una indagación; puede ser casi cualquier cosa. Tiene que ser algo que atraiga espontáneamente la atención del individuo y debe ser elegido para adaptarse a la naturaleza inherente de la mente y la personalidad.


Dharana requiere practica regular y consistente. Gradualmente uno percibirá aspectos mas profundos de ese símbolo; su naturaleza arquetípica comenzará a revelarse. Y espontáneamente se fluirá hacia dhyana.


Dhyana es simplemente una extensión de Dharana. Surge cuando uno está listo para mantener un flujo suave y no fluctuante en la concentración hacia el símbolo interno por un período de tiempo. La mente se moldea alrededor de un patrón en forma de símbolo psíquico. El flujo  de la conciencia es a menudo comparado con el suave fluir del aceite. Eventualmente esto conllevará a la eliminación de la dualidad; el que observa, lo observado y la observación emergen en unidad, y el propio ser se fusiona con el estado de samadhi.



Samadhi: el Sabio Patanjali enumera diferentes niveles de samadhi, pero una buena definición es la siguiente del Katha Upanishad (111:10)

"Cuando los cinco sentidos de percepción junto con la mente, estan en reposo, cuando incluso el intelecto ha detenido sus funciones, ese, dicen los sabios, es el estado supremo".


Éste es el estado donde hay una ausencia completa de ambas modificaciones mentales, internas y externas, todo lo que permanece es la conciencia. Samadhi otorga auto-realización. En el Bhagavad Gita dice (2:53):


"Cuando el intelecto, habiendo quedado perplejo al escuchar las palabras de las Escrituras, permanece inamovible en samadhi, entonces alcanzarás la auto-rrealización".



La explicación y definición más sencilla de samadhi se da en el Yoga Chudamani Upanishad (111-113):


"Doce (rondas prolongadas) de pranayama conducen a pratyahara. Doce (duraciones extendidas de) pratyahara conducen a dharana. Doce de estos dharanas conducen a dhyana y doce de esos dhyanas resultan en samadhi."



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Fuente: "Four chapters on freedom" Swami Satyananda Saraswati
Traducción: Patricia Aballay


INDICE DEL LIBRO