Por Geeta Iyengar
Veamos cuáles son las tres etapas importantes en la vida de una mujer desde su juventud, hasta la mediana edad y la vejez:
3. Menopausia.
Éstos son períodos de prueba y jalones de su vida. Veamos ahora de qué modo afectan estas funciones en cada etapa a su cuerpo y a su mente y si la práctica de las asanas y del pranayama pueden serle útiles.
1. MENSTRUACIÓN
Cuando una joven madura, las funciones fisiológicas que tienen lugar para desarrollar su cuerpo hasta convertirlo en el de una mujer están en su momento álgido, para permitirle que cumpla con las responsabilidades que la naturaleza le ha encomendado; ésta es una etapa inevitable en su vida.
La adolescencia es el período de crecimiento durante el cual se produce una transición desde la infancia a la madurez. En esta etapa se producen importantes cambios físicos y mentales.
Los ovarios, los principales órganos sexuales femeninos, están situados a ambos lados del útero y empiezan a funcionar produciendo óvulos, células sexuales femeninas, una de las cuales madura cada mes. El proceso de maduración comienza entre los diez y los quince años y se detiene entre los cuarenta y cinco y los cincuenta. Las paredes del útero se vuelven suaves, aumentan de grosor para recibir al óvulo y están más irrigadas de sangre para nutrirlo. Cuando el óvulo no está fecundado y la sangre ya no es necesaria para nutrirlo, la membrana engrosa y la sangre restante son expelidas del útero a través de la vagina en forna de descarga sanguínea. Este proceso que se repite todos los meses es el que conocemos como menstruación.
La menstruación es un cambio periódico que se produce en el cuerpo femenino durante el cual se libera sangre de la cavidad del útero. Es un proceso puramente fisiológico que prepara el cuerpo femenino para la función biológica de la reproducción.
En la base del cerebro está situada la hipófisis o glándula pituitaria que está dividida en dos secciones: anterior y posterior. Las secreciones de la sección anterior de la hipófisis estimulan la reproducción en la mujer; la sección posterior regula las secreciones y alimenta a los músculos involuntarios del útero preparándolos para su buen funcionamiento.
Durante este período de maduración el cuerpo de la mujer sufre un cambio visible. Se produce un rápido aumento de peso y estatura. Las caderas se ensanchan y se acumula grasa en esa región. La vagina se desarrolla por completo, al igual que los pechos; el corazón y los pulmones alcanzan su máximo desarrollo; los músculos del cuerpo se endurecen; las glándulas sebáceas bajo la piel segregan más grasa, que a menudo produce acné o granos en las mejillas y la frente, una de las causas de ansiedad entre las adolescentes. La profusa generación de hormonas sexuales también provoca una secreción excesiva de substancias grasa bajo la piel.
Una menstruación saludable depende del correcto funcionamiento de los ovarios y éstos, a su vez, del de la hipófisis. El ritmo o ciclo regular de los ovarios también depende del hipotálamo, que está íntimamente relacionado con la hipófisis.
La yogasanas y el pranayama son de gran ayuda en la pubertad, cuando el cuerpo de la adolescente se está convirtiendo en el de una mujer. La asanas invertidas y los estiramientos hacia atrás son muy buenos estimular la hipófisis. Los estiramientos hacia delante también son muy eficaces porque se suministra sangre pura a los órganos de la zona pelviana. Para un buen desarrollo del esqueleto y para mejorar la silueta del cuerpo, las asanas de pie son de valor inestimable.
En esta etapa, con los cambios fisiológicos también se producen los psicológicos. La vida emocional de la joven se estimula y adquiere mayor relevancia.
Al igual que los cambios somáticos dependen del equilibrio hormonal del sistema endocrino, los cambios mentales dependen de un entorno saludable. Es una etapa en la que se produce un salto brusco desde la simplicidad de la infancia a un complejo estado emocional. Es una especie de tira y afloja entre dos mentes. La mente infantil intenta retenerla, mientras que la adolescente la impulsa hacia delante.
La conciencia de una misma y la individualidad se implantan en esta fase. Su mente se vuelve muy sensible y su conducta y moral más perspicaces. Debido a los cambios fisiológicos y psicológicos de su cuerpo y de su mente, está en un estado de confusión. Por eso, el reajuste es un factor esencial. Un entorno saludable y una guía adecuada son esenciales en esta etapa.
La práctica yóguica en esta edad facilita el paso de adolescente a mujer sin padecer alteraciones mentales. Ayuda a controlar y a revisar los impulsos y emociones, aporta equilibrio mental. La joven conquista el miedo y el nerviosismo y aprende y aprende a enfrentarse a los cambios en su vida y su entorno con seguridad en sí misma.
A esta edad se pueden sentar adecuada y firmemente las bases de la conducta moral a través de la práctica yóguica, que la ayuda a forjar su carácter y a convertirla en una persona completamente madura. Su belleza florece y se convierte en una mujer fuerte con unos elevados principios morales.
El yoga favorece su desarrollo fisiológico, psicológico, moral y espiritual para crezca sana y viva con pureza. Las edades entre los doce y los catorce años son ideales para empezar a practicar. Esto no significa que el yoga se halla de comenzar sólo a esa edad y no antes. Por el contrario, si se empieza antes, alrededor de los ocho años, es muy recomendable, pero a esa edad no se las debe forzar a ser demasiado rigurosas. Basta con introducir a la niña al yoga de una forma lúdica con el fin de despertar su interés; así se planta la semilla.
Sin embargo, si no se empieza temprano, eso tampoco debe suponer un obstáculo para no hacerlo después. El yoga se puede empezar a practicar en cualquier momento:
"yuva vrddho'ativrddho va vyadhito durbalo'pi va abhyasat siddhimapnoti sarvayogesvatandritah" - H.P.
(El joven, el anciano, el enfermo y el debil, todos pueden acogerse a la práctica del yoga y obtener sus beneficios sin impedimentos)
TRASTORNOS MENSTRUALES
La menstruación es una función cíclica natural que se produce en el sistema reproductor femenino. Es un proceso regular con sólo un pequeño grado de irregularidad en período que varía en cada mujer. Esta pequeña irregularidad se considera un signo de salud normal. También hemos de tener presente que los síntomas como el cansancio, el insomnio, el cambio del estado de ánimo, la hipersensibilidad o la ligera hinchazón de los pechos se deben a la gran actividad hormonal que tiene lugar en ese período y se consideran normales.
Los ciclos menstruales se han de producir a intervalos regulares. Las variaciones en la duración del intervalo pueden producir trastornos físicos y psicológicos, que pueden ser indicativos de embarazo.
Muchas veces, debido a las condiciones locales y generales, el ciclo menstrual puede no producirse, ser excesivo, irregular o desagradable y doloroso. Entonces se considera un trastorno de la menstruación.
Los trastornos menstruales son:
- Amenorrea: la ausencia de menstruación o la pubertad retrasada. No es muy frecuente y puede deberse a un subdesarrollo de la hipófisis que retrase el desarrollo sexual. A veces la pubertad se retrasa debido a causas físicas y psicológicas. Las condiciones físicas no saludables, el trabajo físico excesivo, la mala nutrición, la anemia grave, la tuberculosis, la malaria, una constitución débil, un desarrollo tardío de los órganos genitales como los ovarios o el útero, también pueden ser la causa de la ausencia o el retraso de la menstruación. A veces los problemas psicológicos como un susto repentino, una pena, una mente débil, la separación de los seres queridos, pueden provocar este grave problema. En tales casos se puede iniciar la práctica de yoga sin temor alguno.
- Dismenorrea: es la menstruación difícil o dolorosa que puede ser provocada por una anemia, agotamiento o un resfriado. También se puede deber a trastornos o anomalías orgánicas, como puede ser la inflamación de los ovarios, de las trompas de Falopio o del útero, o a espasmos en útero provocados por un temperamento nervioso o por un mal desarrollo del mismo. Los factores psicológicos como el miedo, la desarmonía, la ansiedad y la neurosis también pueden afectar.
- Menorragia: sangrado excesivo durante el período menstrual. En este caso la duración delos ciclos puede ser regular, pero con un sangrado profuso en cada uno de ellos.
- Metrorragia: es similar a menorragia, pero aquí el sangrado se produce fuera de los ciclos, antes o después de los mismos. Por eso, los ciclos también se vuelven irregulares. Las causas pueden ser la existencia de fibromas, tumores, quistes, desplazamiento del útero, inflamación del mismo o un aborto.
- Hipomenorrea: el sangrado escaso. Se puede deber a un subdesarrollo del útero o a una deficiencia en la formación de los ovarios o de las glándulas endocrinas.
- Oligomanorrea: ciclo ovárico más largo de lo normal.
- Polimenorrea: ciclo ovárico más corto de lo normal.
- Leucorrea: la secreción vaginal blanca excesiva es un problema bastante común que provoca debilidad física y tortura mental. Factores constitucionales, sexuales, hormonales y psíquicos son los causantes de este trastorno. A veces se debe a un nuevo crecimiento de los órganos genitales o a cuerpos extraños en la vagina. A menudo se debe a falta de higiene.
- Síndrome Premenstrual: muchas mujeres lo padecen una semana o diez días antes del período. El estrés del sistema nervioso suele ser la causa más frecuente, y produce dolores de cabeza, tensión nerviosa, hinchazón mamaria, temblores, irritabilidad, arranques de mal humor, pesadez en la región pelviana o inflamación.
Todos estos síntomas de trastorno menstrual se deben a varios factores, como un mal desarrollo de los órganos genitales, desequilibrio hormonal de las glándulas endocrinas, debilidad de los tejidos del aparato reproductor o una constitución débil. Además de los trastornos fisiológicos y las anomalías orgánicas, también hay factores psicológicos.
La práctica del yoga es de gran ayuda en este caso. Las yogasanas y el pranayama corrigen corrigen el mal funcionamiento de los órganos. Propician el equilibrio hormonal y las glándulas endocrinas son estimuladas para trabajar correctamente. Se refuerzan los tejidos de los órganos como el útero. Las asanas ayudan a relajarse y a descansar en forma adecuada. Aseguran una menstruación normal.
Además, las tensiones y presiones psicológicas se reducen mediante la práctica de las asanas y el pranayama y la actitud mental se vuelve positiva.
INDICACIONES ESPECIALES:
Todas las asanas son aconsejables. La práctica regular y correcta de las asanas y el pranayama es beneficiosa sobre todo para quienes padecen trastornos menstruales. Sin embargo, algunas prácticas son más eficaces que otras y las mencionamos a continuación:
- Al practicar las asanas, los músculos y los órganos abdominales se han de desplazar hacia la columna vertebral, así como hacia el pecho para evitar una presión indebida en el útero.
- Durante el período (entre 48 y 72 horas) se aconseja descansar por completo. No se han de practicar asanas, pero si padecemos tensión, los estiramientos hacia delante pueden ayudarnos, pero siempre sin fatigarnos. Podemos reanudar nuestra práctica normal al cuarto o quinto día.
- Viloma Pranayama y Savasana son especialmente aconsejables durante la menstruación.
- Si se padece entumecimiento, pesadez o dolor, se recomienda practicar las siguientes asanas: Utthita Trikonasana, Utthita Parsvakonasana, Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Upavistha Konasana, Kurmasana, Malasana, Virasana, Supta Virasana, Matsyasana.
La duración de estas asanas vendrá determinada por el estado físico. Si tienen temblores o se siente debil, es mejor evitar la práctica y relajarse en Savasana.
- Si hay dolor en el abdomen durante la menstruación, mucha pérdida, calambres o dismenorrea, practique Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Upavistha Konasana, el ciclo de Virasana y Supta Virasana.
- Cuando se sufre abundante pérdida y menorragia es aconsejable practicar las asanas mencionadas en el apartado anterior y añadir Uttanasana, Paschimottanasana, Kurmasana, Urdhva Prasarita Padasana con los pies y las piernas apoyados en una pared, Adho Mukha Svanasana, Padangusthasana con la espalda cóncava y Prasarita Padottanasana sólo con la espalda cóncava.
- Durante la menstruación se han de evitar las siguientes posturas: invertidas, abdominales y lumbares, torsiones, y estiramientos hacia atrás. No practicar Salamba Sirsasana ni Salamba Sarvangasana bajo ninguna circunstancia.
- La mujer que tenga desplazamiento de útero, trastornos menstruales graves o leucorrea ha de evitar por completo las asanas abdominales y lumbares.
- Leucorrea: se aconseja la práctica regular de las siguientes asanas: Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Upavistha Konasana, Virasana y su ciclo, Supta Virasana, Matsyasana, Salamba Sirsasana, Upavistha Konasana en Sirsasana, Baddha Konasana en Sirsasana, Salamba Sarvangasana, Halasana, Supta Konasana, Setu Bandha Sarvangasana, Maha Mudra y Surya Bhedana Pranayama.
- Amenorrea: todas las asanas son beneficiosas, pero especialmente se deben practicar las asanas invertidas, de torsión, de estiramientos hacia atrás.
- Dismenorrea: practicar regularmente las asanas de pie, estiramientos hacia adelante, sentadas y supinas, asanas invertidas y asanas de torsión.
- Para trastornos como calambres musculares, dolor de vientre, cintura y espalda, pesadez en el abdomen y ardor, practicar todas las asanas regularmente, pero durante la menstruación practicar las siguientes: Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Upavistha Konasana, Malasana, Virasana, Supta Virasana, Bharadvajrasana I, Maha Mudra, Viloma Pranayama y Savasana.
- Menorragia, metrorragia: es aconsejable descansar por completo y no practicar asanas durante el período, pero para un sangrado continuado o profuso que produzca malestar, se pueden practicar las siguientes asanas: Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Upavistha Konasana, el ciclo de Virasana y Supta Virasana. Uttanasana, Paschimottanasana, Kurmasana, Urdhva Prasarita Padasana con los pies y las piernas apoyados en una pared, Adhomukha Svanasana, Padangusthasana con la espalda cóncava y Prasarita Padottanasana sólo con la espalda cóncava.
No obstante, y para liberarse de estas molestias, es importante practicar a fondo las asanas de estiramientos hacia adelante, sentadas y supinas y asanas invertidas, cuando una no esté en período de regla.
- Hipomenorrea: practicar las asanas de pie desplazando los músculos y los órganos abdominales hacia la columna vertebral así como hacia el pecho para evitar una presión indebida sobre el útero. Practicar asanas de estiramientos hacia adelante y asanas invertidas. Urdhva Dhanurasana y Dwi Pada Viparita Dandasana.
- Oligomenorrea: son beneficiosas las asanas invertidas y las de estiramientos hacia atrás. Para la polimenorrea las asanas de estiramientos hacia adelante y las sentadas y supinas.
- Durante la menstruación, si está mareada, practique las siguiente posturas: ciclo de Virasana, Supta Virasana, Janu Sirsasana, Ardha Baddha Padma Paschimottanasana, Triang Mukhaikapada Paschimottanasana, Marichyasana I, Paschimottanasana. Sanmukhi Mudra, Savasana.
Geeta Iyengar en Janu Sirsasana |
- Durante el síndrome premenstrual, las siguientes posturas son beneficiosas: Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Supta Virasana, Matsyasana, Salamba Sirsasana, Salamba Sarvangasana, Halasana, Setu Bandha Sarvangasana (sobre un banco), Dwi Pada Viparita Dandasana (sobre un banco), Maha Mudra, Savasana. Practicar Viloma Pranayama y Surya Bhedana Pranayama.
- Después de la menstruación se ha de comenzar con las siguientes asanas y pranayamas para que se seque la vagina. Ésta práctica se ha de continuar durante cuatro días para relajar el sistema nervioso, recobrar la fortaleza física y reanudar la práctica normal: Uttanasana, Adhomukha Svanasana, Janu Sirsasana, Paschimottanasana, Baddha Konasana, Supta Baddha Konasana, Upavistha Konasana, Salamba Sirsasana, Upavistha Konasana en Sirsasana, Baddha Konasana en Sirsasana, Salamba Sarvangasana, Setu Bandha Sarvangasana, Dwi Pada Viparita Dandasana. Practique Ujjayi Pranayama, Viloma Pranayama y Suria Bhedana Pranayama.
Fuente: "Yoga, a gem for women" - Geeta S. Iyengar.
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