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1 oct 2016

La ciencia del Yoga y otros textos. Swami Vishnu Devananda.



Swami Vishnu Devananda 

Artículos tomados del libro "Upadesha" de Swami Vishnudevananda y de diversas conferencias.






La Ciencia del Yoga


Hay cinco formas de aumentar tu nivel vibratorio. Esta es la aproximación holística. El hombre no es el cuerpo; el hombre no es la mente. Tiene un alma. Tiene cinco envolturas y tres cuerpos. La envoltura física está hecha de comida. La vibración se mantiene alta con lasasanas – posturas de yoga – así como con la alimentación vegetariana. No ingerimos lo que estimula al cuerpo, como alcohol y drogas. Incluso el té y el café son estimulantes. Si dejas de tomar esas aspirinas y medicamentos y practicas tus asanas, tu nivel de vibración de elevará.

Cuando practicas las técnicas de respiración, o pranayama, vas a un nivel más sutil. El pranayama no es simplemente respiración física; también estás tratando de elevar tu vibración al nivel astral, hacia la envoltura vital. El próximo nivel, la envoltura mental, es todavía más sutil. Es el asiento de las emociones. Aquí elevas tu nivel de vibración emocional desde un estado inferior de lujuria, ira, avaricia, odio, celos, envidia y miedo hacia un nivel superior. Este es el propósito del canto de mantras.

Desde el nivel mental, emocional, elevas tu vibración a la envoltura intelectual. el intelecto es la facultad mental superior, pero lo usamos más que nada para propósitos inferiores. Este nivel se eleva mediante la filosofía, el Vedanta. Finalmente llegas a la próxima envoltura, la envoltura de dicha, que esta inactiva. La usamos brevemente durante el sueño profundo, y allí tenemos paz mental. o si haces alguna buena acción, un acto de caridad, a veces la envoltura de dicha se activa; de otra manera permanece muy inactiva. Se la trasciende por medio del Samadhi, el estado de superconciencia. Antes de llegar a la meta, al estado mas elevado, debemos trascender envolturas y envolturas mas densas, como cuando pelas una cebolla. Sigues pelando mas y mas envolturas hasta quedar con… !nada! La cebolla parece muy solida, pero pélala y veras que nada es solido.

De igual forma, cuando trasciendes las varias envolturas – física, vital, emocional, etc. – eventualmente no queda más que Brahman



La Mente Superior


“La mente es simplemente el instrumento a través del cual el Ser experimenta el mundo exterior. El universo real es una reacción ocasional de la mente.

A medida que asciendes en la escalera espiritual vas desarrollando un nuevo sentido, una nueva mente llamada mente superior, en la cual todo es puro. Nunca cometerás errores. El intelecto puede fallar. El instinto también puede ser falible a veces, dependiendo de la instrucción dada a tu mente subconsciente. Aunque la instrucción esté equivocada, el instinto tiende naturalmente a obedecer. Pero una vez que desarrollas tu intuición nunca cometes un error. Todo el conocimiento más elevado, las experiencias superiores con las que nunca has tenido contacto, la paz, la felicidad, las innumerables experiencias que están más allá de tus sentidos, están allí esperando. Todo ello está en la mente superior”.



El Sonido y el Universo Manifestado


Todo se origina en la energía. Es la causa de nuestro cuerpo físico. La belleza no es otra cosa que la energía interior. “La llamada de Avon” no tiene nada que ver con esto. Las vibraciones están en continuo cambio porque es imposible que no haya cambio. La energía siempre se está moviendo desde una longitud de onda a otra. En el cuerpo esto se llama “vejez”. A veces aceleramos esta longitud de onda y la vejez ocurre muy rápidamente. Por ejemplo, si aplasto esta flor en mi mano se va a deteriorar en segundos. La longitud de onda de tu cuerpo puede cambiar lenta o rápidamente. Cuando practicas pranayama y asanas, bandhas y mudras o cuando meditas en un chakra, estás cambiando tu longitud de onda, moviendo la energía hacia un chakra más elevado, a un nivel más elevado. La idea es llevar tu energía al centro más elevado, OM. Ajña chakra.


Todo esto tiene un propósito. No lo puedes aprender sólo intelectualmente: tienes que tener la experiencia, aprenderlo intuitivamente. Entenderlo intelectualmente es bueno para no repetir las cosas mecánicamente, como un loro. Practica conscientemente, entonces la energía puede ascender muy fácilmente y puedes obtener los beneficios.


Tu cuerpo es como un triángulo. Emite energía. Cada chakra oscila. Todo es simétrico. Nada ocurre sin energía. Tu cuerpo no es sino el fruto de tu semilla interior. Hacemos asanas, pranayama, japa y cantos espirituales para estimular la energía y llevarla a un nivel superior. Todo el cuerpo no es sino un yantra. 



Maneras Yóguicas para disolver el Estrés


¿Qué es el estrés? ¿Cuánto estrés podemos soportar? ¿Cómo puede ayudar el yoga?

El hombre primitivo vivía en el bosque. Sus principales medios de vida eran la caza y la recolección de frutas y raíces. No tenía el problema del estrés moderno porque podía usar su energía correctamente o sea, utilizando el mecanismo de huida o lucha. Si de pronto oía a un tigre, ¿qué hacía? Sólo tenía dos alternativas: huía o luchaba. Esto es lo que se llama “el mecanismo de huida o lucha”. Escapaba o luchaba por su supervivencia. En cualquiera de los dos casos, tenía que usar su energía física. En cualquiera de los dos casos, liberaba esa energía. Pero nosotros no estamos en el bosque. Vivimos en ciudades, en el quinto, décimo o centésimo piso. ¿Qué tan lejos podemos escaparnos del estrés de la vida moderna?

El estrés no puede disolverse si no se utilizan técnicas específicas. Tenemos que atacar al estrés en tres niveles: el físico, el respiratorio y el mental. A nivel físico, si quieres deshacerte del estrés, primero tienes que tomar conciencia del mismo. Si no lo haces, no hay manera de que te liberes de él. Eso es lo que hace el yoga. Cada vez que haces un ejercicio permites que el cuerpo se relaje concientemente a través de una sugestión contraria.

Luego regulas la respiración. En primer lugar, respiras profundamente algunos minutos para que el oxígeno neutralice el ácido láctico y luego le envías un mensaje consciente a tus músculos para que se relajen. Ese mensaje consciente es necesario. Eso es lo que nos falta en nuestra vida diaria. Vas acumulando tensión y piensas que puedes liberarte de ella tomando alcohol y fumando, pero eso no hace más que empeorar la situación. Los yoghis dicen que si aprendes a regular la respiración puedes eliminar la tensión. En el momento mismo en que tus pensamientos se concentran, automáticamente regulas el flujo de prana. Elprana no es la respiración. El impulso que estás regulando es el que va desde tu centro respiratorio a los músculos de la respiración. Es el impulso primario de la vida, es la fuerza de la vida misma. Es eso lo que controlas cuando te concentras. Si sabes respirar bien también puedes eliminar el estrés y la tensión a nivel emocional, mental y psíquico.

Finalmente, las percepciones sensoriales, como la visión, el sonido, el olor, el sabor y el tacto estimulan la mente. Por eso es importante la meditación, aprendes a focalizar tu mente. El ejercicio adecuado, la respiración adecuada, la relajación adecuada, la alimentación adecuada, y el pensamiento positivo y la meditación son la manera de controlar el estrés y la tensión.

Swami Sivananda y Swami Vishnu Devananda


Para entender la filosofía yoga


Para entender la filosofía yoga son importantes dos cosas: todo está cambiando (no es posible detener este proceso ni por un instante), y la materia no puede ser destruida. A estos procesos de cambio los llamamos nacimiento y muerte; la muerte del tomate en mi boca es el nacimiento de mi cuerpo; la muerte de mi cuerpo es el nacimiento de nuevas lombrices o gérmenes o bacterias o plantas. La materia no se puede crear ni destruir, pero no permanece en un mismo estado, la materia cambia.

El cuerpo está cambiando en este preciso instante. Observen mi cabello con mucha atención. ¿Ven que están saliendo algunos pelos grises? ¿Ya ven algunos pelos grises nuevos? ¿O les parece que mi cabello permanece igual cuando pasamos de un momento a otro? ¿Podemos acaso detener este proceso en un determinado momento? ¿Si me unto una fórmula Grecian en el cabello, podrá detenerse este proceso? Aunque no lo vean el proceso continúa. Observen las fotos en el libro Yoga completamente ilustrado; todas las fotos son de cuando yo tenía treinta años, ahora tengo sesenta. Cuando vine de la India, el cuerpo que ustedes ven aquí con ustedes, no era así. Yo veo la diferencia en el cuerpo.

Pero este cambio no ocurre de la noche a la mañana, ni tampoco sucede una vez al año. ¿Sí sucede? De repente llega un nuevo cumpleaños y nuestro cuerpo tiene un año más de viejo. ¿Cómo ocurre ese cambio? Momento a momento. Ese proceso no se detiene; nunca se ha detenido. Si regreso en diez o quince años, mi cuerpo será diferente. Pero ese cambio que ustedes van a notar en diez o quince años está sucediendo en este mismo momento. Pero no olviden que al mismo tiempo ustedes también están cambiando. Ustedes están pensando “Por supuesto, Swami Vishnu está envejeciendo, pero nosotros seremos jóvenes para siempre.” Ustedes también están cambiando en este mismo instante. En treinta o cuarenta años verán todos los cambios. Este edificio está cambiando; el planeta tierra, el sol, la luna y las estrellas, las galaxias; nada permanece en el mismo estado ni siquiera por un momento. Ésa es la filosofía yoga.

El cambio es inevitable. ¿Son ustedes capaces de encontrar algo que no cambie? Ah, ahora viene la respuesta que sólo el yoga puede dar. Todos los objetos, toda la materia, cambian, pero el sujeto jamás cambiará. Ahora, ¿qué es el sujeto? El sujeto es “yo soy” y el objeto es cualquier cosa que no sea yo. Cualquier cosa que no sea yo debe ser objeto, ¿entienden? Entonces, ¿yo soy? Sujeto. ¿Y ustedes todos son? Objetos.

Esta flor, ¿es sujeto o es objeto? Un objeto, por supuesto. ¿Cuál es la cualidad de los objetos, de la materia? ¿Cuál es la cualidad de todas las cosas? Todas las cosas cambian en cada momento y todos los objetos se pueden regalar y también volver a quitar. Así que todos los objetos cambiarán y están cambiando momento a momento, y todos los objetos se pueden dar o quitar. Ésta es una ley estándar, una ley básica para todos los objetos. Este trapo, ¿es sujeto o es objeto? Aunque yo lleve puesto este trapo, aún así no será sujeto, ¿verdad? Está cambiando, ¿cierto? Y yo puedo regalar este trapo. Así que obviamente es un objeto. Está cambiando y puede ser regalado.

Pero ahora el problema es este dedo. ¿Es sujeto o es objeto? Algunas personas dicen que es sujeto. Ese es el problema en occidente. Este es un dedo indio, ¿verdad? También es hindú; también es el dedo de un swami. Así que este sujeto es hindú, swami e indio. Pero mañana mi estudiante me dice: “Swamiji, estoy trabajando en París y tengo mucho trabajo para hacer, así que necesito un dedo más.” Por consiguiente vamos al médico y el médico retira este dedo de mi mano y lo pone en la mano de él. ¿De quién es el dedo? ¿Quién lo está utilizando? Él lo esta usando como si fuera su propio dedo. He aquí una de las cualidades de un objeto, se puede entregar o quitar.

La siguiente pregunta es, ¿está cambiando este dedo? Simplemente miren su dedo. Cuando ustedes eran bebés podían doblarlo del todo hacia atrás; ahora se queda recto como un tubo de acero, pero hubo una vez en que vuestros dedos eran muy flexibles. Luego llega la artritis y la mano se pone tiesa y encorvada. ¿Han visto ustedes a personas con manos artríticas? Esas manos no empezaron así y tampoco cambiaron de repente en un instante. Todo sucede momento a momento. Si no lo creen, observen su mano dentro de treinta años. Ella cambia. Así que no puede ser sujeto. Tengo un ejemplo más, por si no me creen.

El sábado sentí un dolor en el pecho, en mi corazón. Corrí a donde el médico. “¡Doctor, doctor! Mi corazón me está atacando.” El doctor me dice: “Bien Swamiji, voy a revisarte todo. Ajá, sí, tu corazón te está atacando; puedo ver tu corazón atacador.” – “¿Qué debo hacer doctor?” – “No te preocupes. Tengo un cuchillo afilado. Sacaré tu corazón atacador y lo botaré. Te pondré un corazón de mico.” – “Gracias doctor, usted es grandioso.”

Así que mi dulce corazón ha ido a parar a la caneca de basura y mi nuevo corazón es un corazón de mico. Ahora, con un corazón de mico ¿quién es el sujeto “yo soy”? ¿Quién soy yo? ¿Escucharían ustedes mi mensaje, teniendo yo un corazón de mico? ¿No creerían ustedes que quien les habla es un mico? “¡Oye mico! No queremos que tu corazón de mico nos hable así.” “¡Él es un mico!” ¿Seguirán ustedes dándome regalos preciosos? ¿Me traerán flores sabiendo que tengo un corazón de mico? Cuidado, porque tengo un corazón de mico y los micos se comen las flores. Pero el sujeto sigue siendo el mismo, ¿verdad? “yo soy” es el mismo.

Bien, si eso es así ¿que pasa con el hígado? “¡Doctor, doctor! Mi hígado me está atacando.” El médico me examinó, me sacó sangre, me dijo “¡Swami Vishnu, usted tiene muy poca sangre en su corriente alcohólica!” – “¿Qué debo hacer doctor?” – “Le pondré el hígado de un marrano”. Un hombre en Estados Unidos logró vivir quince días con el hígado de un marrano. (Esto es cierto, yo no estoy inventando cuentos).

Al día siguiente necesito un riñón porque mis riñones están fallando; y me ponen los riñones de un chivo. Luego, mi sangre está envenenada. ¿Cuántos tipos de sangre hay? Veamos, hay sangre alemana, inglesa, rusa, americana, hindú y africana, sangre protestante, sangre de Berlín oriental y de Berlín occidental… ¿Cuántos tipos de sangre hay? Cuatro –A, B, AB y O–. Estos tipos de sangre se pueden encontrar en cualquier lugar del mundo. Mi sangre A hindú no está bien, así que el médico me dice que puede hacerme una transfusión con sangre nueva; pero aquí sólo hay otro hindú y su sangre es tipo B, “Oh Swami, yo soy un hindú. Yo te daré mi sangre tipo B.”

Entonces alguien dice, “No Swamiji, yo tengo sangre A, sangre A alemana.”

– “¡Oh no, no! Yo no quiero sangre alemana en mi cuerpo. Yo soy un indio hindú. Sólo recibiré sangre hindú.”

Pero, si es sangre B hindú, moriré. Al cuerpo no le importará si es hindú o americana con tal de que sea A de cualquier procedencia. Así que el médico sacó toda mi sangre A hindú y me puso sangre A alemana.

Ahora tengo el corazón de un mico, el hígado de un marrano, los riñones de un chivo y sangre alemana. “¿Y qué pasa con tu religión y tu nacionalidad, Swamiji? Pues anteriormente yo era un indio, pero he vivido en Canadá durante treinta años; tengo pasaporte canadiense; viajo como canadiense. Si este cuerpo tuviera un pasaporte indio no podría pasar de la frontera alemana, aunque el cuerpo sea el mismo. El sólo hecho de que vean un pasaporte indio, sólo la palabra indio escrita en un papel produce un “¡Oh no! Usted necesita visa.” Si quisiera quedarme aquí un mes, tardaría tres meses en conseguir una visa. Con el pasaporte canadiense simplemente entro. Así que soy canadiense. “¿Y tu religión, Swamiji? Pues me convertí en swami, un monje hindú. Para que la gente entienda, es como un sacerdote, padre Juan. “¿Y del sexo qué?” Una pequeña operación con hormonas y me convierto en mujer. Esto sucede con frecuencia.

Así que ahora, con corazón de mico, hígado de marrano, riñones de chivo, sangre alemana, nariz y ojos plásticos, señorita padre Juan. ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo? Aquí vengo. Tengo todas estas partes diferentes; las tengo en mi cuerpo en este momento, exactamente como las describí, y estoy hablando con ustedes. ¿Quién soy yo? ¿He cambiado yo? ¿Ha cambiado mi personalidad? ¿Soy yo eso? ¿Soy yo eso? ¿Soy yo eso? Yo soy eso, soy yo. Yo no soy Vishnu. Yo no soy un canadiense. Yo no soy alemán. Yo no soy este cuerpo.

Yo no soy la mano, corazón, hígado, pies, riñones; yo no soy la mente; yo no soy intelecto; yo no soy el cuerpo astral; yo no soy el cuerpo causal; yo soy. “Yo soy.” Ésa es la respuesta a ¿quién soy yo? Ésa es la filosofía central del yoga, y el propósito de la vida es encontrar ese Yo.


Swami Vishnu Devananda




PAZ

"La plegaria eterna de la humanidad es ‘Señor, danos paz’ . Sin embargo, por más que oremos y hablemos de ella, la paz no llega. ¿Cuándo ha habido paz en la historia del mundo? Aunque se lograra el desarme nuclear aún nos quedarían la ira y el odio que han venido provocando guerras durante miles de años. Mientras no odiemos y temamos los unos a los otros no habrá paz."



“Para que haya paz cada persona debe ir hacia su interior y encontrar la ‘paz que sobrepasa todo entendimiento’. Debemos eliminar la lujuria, la ira, la avaricia, el odio, los celos la envidia y el miedo que tenemos dentro. No pueden ser desterrados mediante declaraciones públicas, leyes ni tratados.”

“Intenta dejar de pensar ‘soy judío, soy católico, soy protestante, soy un hombre blanco, soy un hombre negro, soy un hombre de color, soy hindú’ y demás. Esta idea debería desaparecer del pensamiento humano.”

“Lo que sucede en el planeta Tierra o en tu propio cuerpo, también sucede en el universo. La comprensión de esto cambiará tu visión del universo. Te transformarás en otro tipo de persona. Pero si nos aferramos a nuestras viejas ideas -Dios creó solamente a los israelíes para gobernar, o a los árabes para gobernar, o a los cristianos para gobernar, o a los blancos para gobernar a los negros, o a los negros para gobernar, o a los arios para gobernar a los no arios, a los alemanes, al partido Nazi para gobernar al mundo – entonces no se comprende a Dios. Católicos, protestantes, judíos y árabes, blancos y negros podemos vivir todos juntos. Las personas con educación, las sin educación, los contratistas y los hombres de negocios, los swamis comunes y los yoguis podemos vivir todos juntos, comer juntos, hablar juntos. Podemos vivir nuestra vida de mantera muy universal. Esto es amor, amor universal”.

Avydia, la ignorancia, es la causa de conflicto. ¿Por qué luchan los protestantes y los católicos en Irlanda? ¿Luchan por Jesús o por Dios? No están luchando por Dios, porque Dios ya existe. ¿Por qué luchan los hindúes y los musulmanes? La ignorancia es responsable de los malos entendidos y desacuerdos. Sólo los verdaderos aspirantes espirituales pueden trascenderlos mediante prolongada y estricta disciplina, y por la práctica.

“En todas partes el hombre tiene miedo, y este cáncer puede llegar y destruir a la humanidad entera, pero podemos evitarlo. Elimina este cáncer, este miedo y elimina las barreras artificiales creadas por ‘soy canadiense, soy americano, soy judío, soy católico, soy árabe, soy indio, soy un Swami’. Son todas creaciones mentales. Somos todos hermanos. Elimina esas barreras. Esto es lo primero que nos enseña el yoga. No pienses que perteneces a ninguna religión en particular. Sintamos así y detendremos este cáncer. Esa es la raíz de todos los problemas, porque desde el momento en que te identificas con un grupo – piensas que eres árabe – naturalmente odiarás a los judíos y viceversa. Si eres inglés naturalmente odiarás a los franceses y viceversa. No es necesario. Las almas menos evolucionadas odiarán. Para las almas evolucionadas no existen estas diferencias. Yo no siento que pertenezco a ningún país. Pertenezco al mundo. Muchas personas también sienten así. Son, por supuesto, una pequeña minoría en este mundo. Si logramos pensar así podremos eliminar las barreras, no identificarnos con ningún grupo, y no habrá guerras. Se puede detener el cáncer.

La muerte es tan dolorosa para el pobre como para el rico. En el momento en que etiquetamos – comunista, no comunista, ruso, americano – nos olvidamos de que se trata de personas. Si los consideramos cosas en lugar de seres humanos nos parecen susceptibles de ser asesinados. Debido a que la otra persona es diferente estás listo para destruirla. No solo quieres que muera, quieres que muera de manera miserable. Donde esta tu compasión? Ser compasivo quiere decir sentir compasión hacia todos los seres que ha creado Dios. Cuando sientas esa compasión Dios te protegerá.”







Karma Yoga


La meditación es un continuo deshipnotizarse de la propia identificación con el cuerpo, la mente, el nombre y la forma. Comienza en la vida diaria. Si uno no es capaz de desconectarse de sus actividades cotidianas, tampoco podrá cerrar los ojos y entrar en meditación. Si hay una constante identificación del individuo con sus actividades, estas mismas actividades continuarán agitando su mente, aunque el cuerpo esté sentado e inmóvil. Los ojos pueden estar cerrados, las manos entrelazados, y las piernas cruzadas, pero la mente no estará sujeta y continuará representando su papel e identificándose con el juego mental. Actividad o inactividad física dan lo mismo, ya que la mente representa su papel en todas las circunstancias.

Para poder sentarse a meditar, la mente ha de desconectarse y sustraerse a las preocupaciones cotidianas. El primer paso es Karma Yoga, o servicio desinteresado. Es el fundamento sobre el que se asienta la meditación. Sin él no hay meditación posible. A través del servicio a otros, sin expectativas de ganancia personal, también se pone en práctica el pensamiento positivo.

Un verdadero karma yogui está meditando constantemente. Cuando ayuda a otros, su actitud es: "Señor, estoy trabajando, adorándote y sirviéndote, a través de esta persona en particular. Gracias por concederme esta oportunidad". También se desentiende del efecto de la acción, bueno o malo. Mientras trabaja en la cocina, ora en el templo o almacena la hierba, el karma yogui no se identifica con su acción, y considera que el trabajo es solamente una forma de llegar a lo Supremo.



4 jul 2016

Karma Yoga, como liberarse de las atracciones y aversiones. Por Swami Dayananda Saraswati.



Del libro "Todo sobre Sadhana"

KARMA YOGA

Las atracciones y las aversiones, o mala, provienen de la ignorancia del ser, y así, solamente el conocimiento del ser puede liberarlo a uno de ellas. Existen porque me siento vacío en mi mismo, y por eso tengo que depender de ellas para mi felicidad. Si sé que soy pleno y completo, las atracciones y las aversiones ya no son factores encadenantes, sino mas bien solo emociones humanas. El aguijón de las atracciones y las aversiones desaparece ante el conocimiento del ser.

Pero es necesario lograr una mente relativamente satisfecha o en paz y neutralizar las atracciones y las aversiones, porque solo una mente tal puede apreciar lo que es la paz y el contentamiento absoluto. Las atracciones y aversiones no pueden ser eliminadas a menos que el conocimiento ocurra y el conocimiento no puede adquirirse a menos que las atracciones y aversiones sean neutralizadas! La condición es parecida a la muchacha que quiere aprender a nadar. No puede meterse al agua a menos que sepa nadar, y no puede aprender a nadar a menos que se meta al agua! Debe haber una manera de solucionar la impotencia de esta situación. En el caso de nadar, la solución es que entre al agua e imite las brazadas mostradas por el instructor. En el caso de la búsqueda del autoconocimiento, la solución es desempeñar las acciones con la actitud de karma-yoga. El desempeño de las acciones con esta actitud conduce a la neutralización de las atracciones y aversiones.

¿QUÉ ES KARMA?

Las acciones, o karma, pueden ser ampliamente divididas en dos categorías: acciones motivadas por el deber, que deben hacerse por nuestra posición en la familia, la sociedad y demás deberes, y las acciones motivadas por deseos, las
cuales se desempeñan con el deseo de adquirir felicidad. Con respecto a las acciones motivadas por deberes, uno tiene un deber como padre o madre hacia su hijo o hija, como jefe a sus empleados, como ciudadano al país, etc. Todo el mundo está generalmente consciente de tales deberes por cultura, tradición, normas generales de conducta, o por las leyes del país. El deber de los padres es educar y criar a sus hijos. El deber de un empleado es cumplir sus obligaciones con su jefe. El deber de un ciudadano es ajustarse a las leyes de la
nación. Por cultura o tradición uno pudiera también sentir un deber hacia su vecino, a sus semejantes, a sus invitados, hacia los ancianos, etc. La actitud de karma yoga en todas esas acciones es que las acciones deben ser desempeñadas con un sentido del deber, porque tienen que hacerse. Uno no debe tener expectativas por los resultados de tales acciones. Deben desempeñarse alegremente. El sentido del deber ha de crecer en uno para que así esas acciones motivadas por el deber se desempeñen de manera tan natural como respirar y comer. No debe haber quejas ni expectativas de beneficios por el desempeño de estas acciones. 

Los padres crían a sus hijos porque es su deber. Un niño requiere que se le cuide. El niño necesita amor, guía y ayuda para que aprenda y crezca, y es el deber de los padres proveerlos, porque son los autores del niño. Esta actitud del
deber ayuda a neutralizar las atracciones y las aversiones. Si, por otra parte, al niño se le cría con la expectativa de que será obediente, que se hará cargo de sus padres en su ancianidad, etc., entonces los problemas seguramente surgirán. Cada gesto del niño que demuestre desobediencia o indiferencia se vuelve entonces una cuestión de ansiedad. La actitud de los padres debe ser la de desempeñar su deber hacia el niño y dejar que él o ella decidan si quiere o no cumplir su deber hacia ellos. Los padres pueden mostrar el ejemplo para que su hijo lo siga, pero no deberían nunca hacerle demandas. Esta actitud es llamada “indiferencia hacia los resultados de la acción”. Eso prevendrá que surjan muchas desilusiones futuras y hará que el trabajo presente se vuelva en sí una alegría. Es entonces que uno puede desempeñar diligentemente su trabajo porque está en posición de hacerlo. De la misma forma que un empleado cumple con su deber frente a su jefe porque eso es lo que le corresponde hacer como empleado, uno puede también desempeñar su deber hacia la familia, la sociedad, etc. como un servidor del Señor, porque uno está posicionado de tal manera para hacerlo. Ese trabajo se vuelve entonces una ofrenda al Señor. Esta actitud de karma yoga es la actitud de tomar al Señor como mi director, quien me ordena llevar a cabo las acciones relativas al lugar donde se me ha situado en el mundo, y por mi parte cumplo esas obligaciones como una expresión de agradecimiento por todo lo que el Señor me ha dado. El trabajo se desempeña por el gusto del trabajo y no por lo que se habrá de ganar por ello. El Señor Krsna describe a un yogi como alguien que ejecuta la acción que debe hacerse sin expectativas del resultado. Esa persona es ciertamente un yogi y también un sannyási; no es alguien que abandona sus deberes. Por lo tanto a esa persona se le considera sannyási o renunciante, aunque siga trabajando en el mundo, si desempeña todos sus deberes sin la expectativa del resultado.

¿Cuál debe ser la actitud hacia los miembros de nuestra familia, la sociedad y los demás para los que uno se encuentra desempeñando el deber? Uno no debe tener un apego excesivo hacia su hijo, cónyugue, hogar, etc., aunque se debe preocupar por su bienestar y por cumplir las obligaciones que tiene hacia ellos. Apego excesivo es cuando uno solamente es feliz si el cónyugue o el hijo u otros son felices, o viceversa. Un apego así está destinado a traernos pesar. En el mismo espíritu, uno ha de desempeñar el deber hacia sus semejantes, la sociedad y la nación con la debida incumbencia pero sin excesivo apego hacia ellos. La base para la acción es el deber y no el derecho. El apego excesivo introducirá el elemento del derecho, porque surgen las expectativas, resultando en la creación de más atracciones y aversiones y en consecuencia la impureza de la mente.

La otra categoría de acciones incluye las acciones desempeñadas con el deseo de lograr fines específicos. Mientras tenga atracciones y aversiones, el deseo será inevitable. Mi felicidad depende de ciertos objetos (atracciones) y necesito adquirirlos. Me siento infeliz ante la presencia de ciertos objetos (aversiones) y por lo tanto necesito deshacerme de ellos. La palabra “objeto” puede incluir riqueza, fama, poder, gente, o cualquier cosa deseable o indeseable. Por esto las atracciones y las aversiones lo impulsan a uno a desempeñar acciones con la vista puesta en lograr objetivos específicos de tal manera que pueda satisfacerse el deseo por lograr felicidad. Nadie que no haya adquirido el conocimiento del ser está libre del poder de las atracciones y las aversiones y de los deseos que éstas generan.

La Gita (Bhagavad Guita) describe el método para neutralizar las atracciones y las aversiones con respecto tanto a las acciones empíricas como a las religiosas que se hacen, para lograr la felicidad aquí y en el más allá. La Gita reconoce el hecho de que las atracciones y las aversiones no pueden reprimirse, porque están sujetas a explotar algún día. Mientras uno se encuentre ignorante del ser, habrá egoísmo y por ello tratará de adquirir riqueza y seguridad. Por tanto la Gita describe karma yoga, la actitud con la que deben desempeñarse las acciones motivadas por deseos. Esta actitud conducirá a neutralizar las atracciones y las aversiones.


LA INEVITABILIDAD DE ADQUIRIR ATRACCIONES Y AVERSIONES

¿Cómo produce atracciones y aversiones una acción? Una acción motivada por el deseo se desempeña con la vista puesta en lograr un resultado específico. Se dice que ni un tonto podría desempeñar una acción sin un fin en mente. Si el resultado de la acción está en conformidad con lo que se espera, uno piensa que es exitoso y se siente feliz. Si el resultado de la acción no está en conformidad o es menor de lo esperado, uno adquiere el sentimiento de fracaso y se desalienta. Uno no puede dejar de desear y por eso todo el tiempo están llevándose a cabo acciones motivadas por deseos. Los sentimientos de éxito y de fracaso son consecuencias naturales.

Nadie puede tener éxito todo el tiempo y por eso los fracasos son comunes. Si el fracaso siempre produce desaliento, uno se considera un fracasado. De esta manera, cuando se emprende cualquier nueva acción, entonces surge la aprehensión. Esa persona no puede aprender de sus fracasos, porque la mente está demasiado agitada para formarse un juicio objetivo. Como resultado, no aprendemos de nuestras experiencias. Si uno generalmente es exitoso, con cada éxito aumenta nuestra expectativa de nosotros mismos. Al final llega el momento en que uno no está satisfecho con lo que pudiera parecer, desde el punto de vista de otro, un resultado exitoso. Éxito y fracaso son relativos. Dos socios en un negocio pudieran tener diferentes expectativas. Uno tal vez desee 15 por ciento de utilidad y el otro 30 por ciento. Si el resultado es 20 por ciento de utilidad, uno se pudiera sentir exitoso y feliz, mientras que el otro se sentirá abatido. Cualquier resultado se juzga como éxito o fracaso dependiendo de las expectativas o de lo que valora el que desempeña las acciones.

El éxito produce un agrado que eleva nuestras expectativas y lo carga a uno para que siempre tenga éxito. El fracaso produce desagrado y abatimiento. Así que no importa cómo se lleve a cabo una acción y cualquiera que sea el resultado, las consecuencias son atracciones y aversiones y así uno sigue atado a ellas. Cómo nos sentimos cambia como el clima inglés: hoy soleado, mañana nublado. Las nubes de atracciones y aversiones continúan cubriendo al sol de la plenitud que es nuestra naturaleza. Cuando el sol es eclipsado, no está visible, pero el observador sabe que ahí está. De igual manera, la plenitud no es visible, pero uno sabe que existe. Así que uno sigue desempeñando acciones para adquirirla y las acciones continúan produciendo atracciones y aversiones. En virtud de esto, lograr la plenitud se convierte en una cuestión de azar. Cada éxito destapa las nubes por el momento y se siente una alegría momentánea, pero vuelve a quedar cubierta por las nubes de atracciones y aversiones. Nuestra felicidad está ciertamente fundada ¡en un cimiento arenoso!

La felicidad tampoco puede ser asegurada renunciando a las acciones, porque uno no puede permanecer siquiera un momento sin actuar. Actuar es la única manera de expresar deseos. Mientras haya deseos en la mente no se debe renunciar a las acciones, de lo contrario lo único que eso conseguiría es una represión de deseos. La causa de los deseos son las atracciones y las aversiones. Así entonces las acciones no pueden renunciarse sino hasta que sean neutralizadas. Por lo tanto, el éxito y el fracaso resultantes de las acciones producen atracciones y aversiones, las que a su vez resultan en más acciones. ¡Los seres humanos parecen estar metidos en un círculo vicioso!

¿Hay manera de salir de esto? En la Bhagavad Gita el Señor Krsna muestra la forma. En este famoso verso declara la regla general de la acción y el resultado: “Tú tienes opción en el desempeño de la acción, pero nunca en el resultado de la misma”. Los seres humanos están bendecidos con la facultad de opción. Con su discerniente intelecto pueden elegir, planear y desempeñar acciones con la vista puesta en la obtención de un resultado deseado. Sin embargo, el resultado de la acción está gobernado por las leyes de causa y efecto, las cuales no están bajo el control de los seres humanos. Ellos pueden calcular, hasta donde mejor puedan, cuál será el resultado de una acción, pero no pueden estar seguros de eso. El resultado está gobernado por factores que están fuera de su control. Es como cuando una flecha es disparada: el arquero puede apuntar la flecha en la dirección deseada y soltarla con la fuerza requerida; pero no tiene control sobre el punto que la flecha va a alcanzar, porque el vuelo de la flecha está también gobernado por la fuerza de gravedad, la velocidad del Viento y otros factores que pueden ser si acaso, solamente estimados por el arquero, pero nunca controlados. Ese es el caso con cada acción.

El resultado de las acciones está gobernado por leyes, las cuales no son creadas por seres humanos y sobre las cuales no tienen control. Si el resultado es entonces distinto de lo que uno espera, ¿es eso realmente por culpa nuestra? ¿Puede uno decir que ha fallado? La acción nunca falla, en cuanto a que siempre produce un resultado de acuerdo a leyes. Estas leyes son efectivas todo el tiempo, en todo lugar y bajo todas las condiciones. Tampoco puede decirse que uno ha fallado, porque la acción la ha desempeñado de acuerdo a lo mejor que pudo. Pudiera decirse que el juicio respecto al resultado es diferente, porque uno no conoce todos los factores implicados en producir el resultado. Pero no hay razón para que uno se considere fracasado. De manera similar, uno no puede calificarse como exitoso, porque el resultado es producido de acuerdo a leyes. El resultado lo producen las leyes de causa y efecto y no la persona. No se puede decir que las leyes tuvieron éxito o que fracasaron, porque son invariables e imparciales.

En realidad, el éxito y el fracaso no existen; lo único que existe es un efecto para cada causa. Esta ley fundamental la expresa el Señor Krsna en el verso de la Gita citado arriba. Uno desconoce esta ley o no la considera cuando califica el resultado como éxito o como fracaso. Si junto mis palmas con fuerza el aplauso va a resultar. Esta es la ley de causa y efecto. Tengo la opción de aplaudir o no aplaudir, pero, una vez que he aplaudido, no puedo insistir que no debiera darse el sonido. El resultado de la acción no está bajo mi control. Si aplaudo y también me quejo del ruido o culpo al Señor porque hizo el ruido, ¿quién es el culpable? Si mis palmas se juntan, el sonido es inevitable, y si me considero fracasado porque no esperaba que el sonido fuera a producirse, yo soy el único culpable. Si, por otra parte, me considero a mí mismo como exitoso porque el sonido se produjo, estoy igualmente equivocado. El resultado lo producen las leyes de la acción, mientras que la opción de llevar a cabo la acción es mía. El Señor Krsna nos está pidiendo únicamente que tomemos en cuenta esta ley fundamental de la acción y no calificar el resultado como un éxito o un fracaso. Esta actitud de tomar el resultado como es y no como un éxito o un fracaso se llama karma yoga. La persona con discernimiento desempeña acciones tomando en consideración la ley de la acción. Esa persona planea y ejecuta acciones lo mejor que puede, pero acepta los resultados como vienen en vez de sentirse deprimido o eufórico por ellos.


PRASADA BUDDHI: ACEPTAR CON GRACIA LO QUE VIENE

La persona religiosa considera la ley de la acción como la ley de Dios. Para esa persona, el resultado de cada acción viene del Señor, porque Él creó las leyes y Él las maneja. Los hindúes en particular, están concientes del Señor como el proveedor de los resultados de la acción, porque la cultura hindú está basada en este principio. El alimento es ofrecido primero al Señor. A la comida se le llama prasada y en los templos se distribuye prasada. Lo importante acerca de prasada es que viene del Señor y contiene Su gracia; por lo tanto, bendecirá a quien, con reverencia y gratitud, participe de ella. Para un devoto el objeto en sí y la cantidad de prasada no son de consecuencia. Acepta una flor, una hoja, unas cuantas gotas de agua, un terrón de azúcar, cenizas o un laddu, con igual reverencia y gratitud. El devoto no ve prasada sólo como un objeto. Aunque prasada se percibe como un objeto, la manera como se le ve es diferente. El devoto trata al objeto de prasada de acuerdo a lo que es; el terrón de azúcar se come, las cenizas son aplicadas en la frente, la flor se coloca en la cabeza y así por el estilo. Pero la reverencia y la gratitud son las mismas en cada caso. Al devoto no le interesa qué y cuánto es el prasada. Que es prasada es suficiente.

Debido a que la ley de la acción la crea y la sostiene el Señor, el resultado de la acción en efecto viene del Señor. La acción desempeñada por un ser humano, por ser el producto de su voluntad, simbólicamente se la ofrece al Señor, quien la recibe y se la regresa en la forma del resultado. Porque para un devoto cualquier cosa que viene del Señor es prasada, cada resultado es prasada. Lo que es prasada debe aceptarse como es y con un sentido de gratitud. En cualquier cosa que es prasada hay alegría. Esa actitud hacia el resultado de una acción es llamada prasada buddhi, lo cual es también karma yoga. El resultado, ya sea que sea o no de acuerdo a lo que esperaba, es prasada. En virtud de eso no experimento ningún sentimiento de fracaso o de éxito, sino en vez de ello siento gratitud ante cada resultado. La actitud de aceptar el resultado como prasada conduce a que todo pesar quede eliminado.


La acción puede producir atracciones y aversiones únicamente si se toma al resultado como éxito o fracaso. Cuando se ve el resultado sólo como la función de las invariables leyes de la acción, si se le considera como prasada del Señor, se evita la reacción que el éxito y el fracaso contienen. La mente está en calma y tranquila a pesar de los aparentes éxitos y fracasos y no se crean nuevas atracciones o aversiones. Las atracciones y aversiones existentes sin duda van a crear deseos y producir acciones, pero se evita la producción de nuevas atracciones y aversiones aceptando los resultados con la actitud de karma yoga. De esta manera, se rompe la viciada cadena: acción, éxito-fracaso, atracciones-aversiones, deseo, acción. Con la actitud de karma yoga, la acción que nace de atracciones y aversiones se convierte en el medio que elimina las atracciones y aversiones mismas. La mente que no reacciona de acuerdo a atracciones y aversiones está libre de las agitaciones de la felicidad y del pesar. Una mente así está tranquila. Es una mente contemplativa. Solo esa mente puede evaluar los resultados y aprender.

Uno aprende solamente cuando la mente está quieta. Esto es verdad para cualquier tipo de conocimiento: político, científico, financiero, o el Vedanta. Una mente quieta y tranquila puede estar alerta; no está intranquila con el pesar o la euforia. La acción que se hace con una mente alerta se vuelve bella. Una simple acción tal como comer se vuelve agradable si la mente está alerta y conciente del acto de comer. La mente tranquila, alerta, fresca y atenta es una mente que aprende. Esto no puede ser así mientras la mente esté bajo el dominio de las atracciones y las aversiones. A los seres humanos se les insta a que desempeñen sus acciones con la actitud de karma yoga. El apego a los resultados de una acción es el valor que se le ha asignado al resultado, es decir, insistir que el resultado debiera sólo ser de acuerdo a mis expectativas. Esta actitud se abandona cuando se acepta el resultado como es, como prasada del Señor. La acción entonces pierde su capacidad de producir reacciones que generen agitaciones en la mente.

Las acciones son como las semillas tostadas que no pueden germinar aunque se planten. Las atracciones y aversiones existentes se neutralizan con cada acción. Así entonces la acción es recomendada para todo el que albergue deseos en la mente. La naturaleza de las variedades de atracciones y aversiones escondidas en la mente nos son desconocidas; lo único que hace que se manifiesten es la acción. Cuando se desempeña la acción con la actitud de karma yoga quedan neutralizadas las atracciones y aversiones que produjeron la acción; es decir, se vuelven incapaces de perturbar la tranquilidad de la mente. Con el correr del tiempo uno adquiere un estado mental que prácticamente está libre de atracciones y aversiones. La impureza de la mente queda eliminada y el buscador está apto para descubrir su libertad, que es el objetivo fundamental.


RENUNCIA A LA ACCIÓN

La renuncia a la acción es una consecuencia natural de karma yoga. Cuando las atracciones y aversiones son en gran parte neutralizadas, la mente ya no es molestada por los deseos de adquirir felicidad y seguridad, porque está alegre y tranquila en sí misma. En esta etapa, uno está listo para renunciar a las acciones. Las acciones deben renunciarse únicamente cuando ya no hace falta hacerlas. Sannyasa, o renuncia a la acción, no debe hacerse en base a la voluntad sino debe ser un desenlace natural y la indicación de una mente madura que está contenta consigo misma, que no exige ni depende de otras cosas y seres para su felicidad. Si se toma [el voto de] sannyasa sin haber alcanzado esta madurez mental, uno está cerrando el campo de acción que se necesita para neutralizar las atracciones y aversiones. El solo atuendo que denota sannyasa no ofrece la plenitud. Es muy difícil obtener sannyasa sin karma yoga, la actitud que representa tener una mente madura.

Karma yoga implica también renuncia, la renuncia del apego a los resultados de la acción. Esto culmina en sannyasa, que es la renuncia a todas las acciones. Sannyasa de la acción significa que el buscador está preparado para ir exclusivamente en busca del conocimiento del ser y nada más. La búsqueda del autoconocimiento culmina en el logro del sadhya, del objetivo final, el cual es descubrir el hecho que “yo” realmente no desempeño ninguna acción; yo soy el no-hacedor. Soy la conciencia que con su pura presencia bendice al cuerpo, a la mente y al intelecto. Todas las acciones son desempeñadas por el cuerpo, la mente y el intelecto mientras que yo soy el simple testigo, así como el sol que ilumina al mundo entero sin tomar parte en ninguna actividad. Yo, la conciencia, no puedo sino brillar, y así el cuerpo, la mente y el intelecto se activan de la misma manera que una bola de hierro que se calienta y brilla tan solo por su contacto con el fuego. Yo no desempeño ninguna acción, a pesar de que las acciones emanan de este cuerpo. Este conocimiento es el verdadero sannyasa, el fin cuyo medio principal es la búsqueda de conocimiento y karma yoga el medio secundario.

La persona promedio no puede practicar karma yoga porque se encuentra bajo el dominio de las atracciones y las aversiones. Por no conocer la naturaleza verdadera del ser, la persona ignorante se toma a sí misma como quien desempeña todas las acciones. Uno pudiera pensar que volviéndose un sannyasi alcanzaría la plenitud, pero quien sea que tenga la noción de ser un hacedor, no puede renunciar a la acción. Mientras se tenga el conflicto entre continuar actuando o tomar la vida de asceta, se debe continuar actuando. Cuando se resuelva este conflicto como resultado de la neutralización de las atracciones y las aversiones y la eliminación, en alto grado, del sentido de ser el hacedor, el desenlace natural es la renuncia a la acción en términos de conocimiento.


Swami Dayananda Saraswati



Swami Dayananda Saraswati es un maestro contemporáneo de Vedanta y un erudito en sánscrito en la tradición de Sankara. Swamiji ha estado enseñando Vedanta en la India desde hace más de cinco décadas y en todo el mundo desde 1976. Su profunda erudición y asimilación del Vedanta combinado con una apreciación sutil de los problemas contemporáneos hacen de él un maestro sin igual que consigue transmitir la visión del Vedanta de una forma excepcionalmente clara y sencilla, tanto a estudiantes tradicionales como modernos.

Una de sus contribuciones únicas a la humanidad, fue el haber diseñado y conducido cursos residenciales de tres años enseñando a sus estudiantes Vedanta y sánscrito - siete cursos en la India, dos en los Estados Unidos. Más de 200 de sus estudiantes son ahora maestros y enseñan Vedanta tanto en la India como alrededor del mundo. Bajo su guía, se han fundado varios centros Arsha Vidya en el mundo para la enseñanza del Vedanta, entre ellos, hay tres centros de atención primaria en la India en Rishikesh, Coimbatore, Nagpur y uno en los EE.UU. en Saylorsburg, Pennsylvania. Hay más de un centenar de centros en la India y en el extranjero que llevan a cabo la misma tradición de la enseñanza del Vedanta.

Además de la enseñanza, Swami Dayananda ha iniciado y apoyado varios esfuerzos humanitarios durante los últimos cuarenta y cinco años. El mayor alcance de ellos es el establecimiento del All India Movement for Seva en 2000. Un organismo dedicado a proveer ayuda médica y nutricional, asistiendo en educación e infraestructura a la gente en áreas remotas de la India. Este movimiento ha sido bendecido por todos los líderes hindúes tradicionales que forman una unidad de la tradición Hindú, llamada la Hindu Dharma Acharya Sabha. Esta institución ha sido formada gracias a los esfuerzos y la coordinación hábil de Swami Dayananda.

Swami Dayananda ha promovido varios eventos internacionales y participó como un orador en algunos foros globales así como la Asamblea de Organizaciones No-gubernamentales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); la Asamblea Global de la UNESCO en Seúl; la Celebración del Cincuenta Aniversario de la ONU; la Cumbre del Milenio de la Paz Mundial; el Congreso Mundial para la Preservación de la Diversidad Religiosa en Delhi; la Iniciativa para la Paz Mundial de las Líderes Femeninas, Religiosas y Espirituales en Ginebra; el Parlamento de Religiones Mundiales en Barcelona; el Congreso para la Preservación de los Sitios Sagrados; la Cumbre de la Juventud para la Paz; y la Cumbre de los Líderes Hindúes-Judíos en Delhi y en Jerusalén.

Arsha Vidya significa conocimiento de los Rishis, o los antiguos veedores hindúes de la verdad.


"Si soy lo que quiero ser, el asunto a tratar es sobre yo mismo. Lo que quiero ser, da la casualidad, que soy yo. El buscador no está separado de lo buscado"



5 jul 2014

Karma Yoga, Swami Vivekanada: cap 2, CADA UNO ES GRANDE EN SU PROPIO LUGAR


CAPÍTULO SEGUNDO: CADA UNO ES GRANDE EN SU PROPIO LUGAR 

12) La filosofía sankhya y la naturaleza. 13) En todo hombre existen esas tres fuerzas de la naturaleza, que semanifiestan como: equilibrio, actividad e inercia. Su predominio de una u otra determina la característica de los hombres. 14) Son diferentes las ideas sobre moral, sin embargo, buscamos una norma universal. 15) También varían las ideas acerca del deber. 16) "No resistir al mal". 17) Aquél que no tiene fe en sí mismo no puede tener fe en Dios. No siempre es malo quien resiste al mal, y puede ser, a veces, el deber de quien así actúa. 18) El "Bhagavad Guita" y la no-resistencia. 19) Sólo cuando se haya logrado el poder resistir al mal, será una virtud la no-resistencia. 20) Hay que pasar por la actividad para llegar a la perfecta calma. 21) La inactividad debe ser evitada. Son muy pocas las personas que han logrado la calma, la capacidad de no resistir al mal. 22) Lo mejor es cumplir con el propio deber, pues, el deber de uno no es el deber del otro. 23) Los diferentes caracteres son variaciones naturales de la creación. 24 al 49) Reglas del sistema moral hindú para el jefe de familia, el monje y el estudiante. 50) En los Vedas se repite una palabra "intrepidez". El temor es un signo de debilidad. 51 al 61) Parábola del rey y el sannyasin (monje) que ilustra lo de que: "cada uno es grande en su propio lugar".

12. - Según la filosofía sankhya la naturaleza está compuesta de tres fuerzas, llamadas en sánscrito sattva rajas tamas.

Estas fuerzas en su manifestación en el mundo físico son lo que podemos llamar equilibrio, actividad e inercia. Lo típico del tamas es la oscuridad o inactividad; rajas es actividad, expresada como atracción o repulsión; y sattva
es el equilibrio de las dos.

13. - En cada hombre existen estas tres fuerzas. Algunas veces, predomina el tamas; nos volvemos perezosos, no nos podemos mover, somos inactivos, esclavizados por ciertas ideas o por simple torpeza. Otras veces, prevalece la actividad, y otras, en fin, esa calma producida por el equilibrio de ambos. Por otra parte, en los distintos hombres predomina, generalmente, una de esas fuerzas. La característica de ciertos hombres es la inactividad, la torpeza y la pereza; la de otros, la actividad, el poder, la manifestación de energía, y, en otros, hallamos la dulzura, calma y nobleza, que son debidas al equilibrio de la acción y la inacción. Lo mismo ocurre en toda la creación -tanto en los animales y las plantas como en los hombres-, donde hallamos las manifestaciones más o menos típicas de todas esas diferentes fuerzas.

14. - El karma-yoga trata especialmente de estos tres factores. Sabiendo lo que son y cómo emplearlos, nos servirán de ayuda para hacer mejor nuestra obra. La sociedad humana es una organización constituida por grados. Todos sabemos lo que es moralidad, lo que es deber, pero, al mismo tiempo, vemos que según los países el significado de "moralidad" varía grandemente. Lo que es considerado como moral en un país, en otro, puede considerarse como perfectamente inmoral. Por ejemplo: en un país pueden casarse los primos, en otro, eso se considera como muy inmoral; en uno, los hombres pueden casarse con sus cuñadas, en otro, lo miran como inmoral; en un país la gente puede casarse una sola vez, en otro, muchas veces, y así por el estilo. Del mismo modo, en todos los otros aspectos de la moralidad hallamos que la norma varía grandemente y, sin embargo, tenemos la idea de que debe haber una norma universal de moralidad.

15. - Lo mismo pasa con el deber. La idea del deber varía mucho entre los diferentes pueblos; en uno; si un hombre no hace ciertas cosas la gente dice que ha obrado injustamente, mientras que si hace esas mismas cosas en otro lugar, dirán que no ha obrado bien; y, sin embargo; seguimos creyendo que debe haber alguna idea universal del deber. Del mismo modo, una clase de la sociedad piensa que ciertas cosas están dentro de su deber, mientras que otra clase cree todo lo contrario y se horrorizaría si tuviese que hacerlas. Dos caminos nos quedan: el del ignorante que piensa que sólo hay un camino hacia la verdad y que todos los otros están equivocados, y el del sabio,que admite que, según nuestra constitución mental o los distintos planos de existencia en que estamos, el deber y la moralidad pueden variar. Lo importante es saber que hay gradaciones en las normas de deber y moralidad, que el deber de un estado de la vida, en cierta clase de circunstancias, no es ni puede ser el de otro.

16. - Daremos una ilustración: Todos los grandes maestros nos han enseñado que "no hay que resistir al mal", que la no-resistencia es el más elevado ideal moral. Todos sabemos que si cierto número de nosotros intentara poner plenamente en práctica esta máxima, todo el edificio social caería hecho pedazos, los malvados tomarían posesión de nuestras propiedades y de nuestras vidas y harían lo que quisieran de nosotros. Bastaría que esta no-resistencia fuera practicada un solo día para llevarnos al desastre. 

Sin embargo, intuitivamente, en lo más íntimo de nuestros corazones sentimos la verdad de la enseñanza de "no resistir al mal". Esto nos parece ser el más elevado ideal; no obstante, enseñar esta doctrina sólo equivaldría a condenar a una vasta proporción del género humano. No solamente esto, sería hacerles sentir a los hombres que están siempre obrando mal; sería provocarles escrúpulos de conciencia por todos sus actos; todo ello les debilitaría Y esta constante disconformidad consigo mismo alimentaría más vicios que cualquier otra debilidad. Para él hombre que ha comenzado a odiarse a sí mismo, la puerta de la degeneración ya ha sido abierta; y lo mismo ocurre respecto a un pueblo todo.

17. - Nuestro primer deber es no odiarnos a nosotros mismos, porque para progresar tenemos que tener primero fe en nosotros mismos y después en Dios. El que no tiene fe en sí mismo no puede tener fe en Dios. Por lo tanto la única alternativa que nos queda es reconocer que el deber y la moral varían según las circunstancias; no debemos creer que el hombre que resiste al mal está haciendo lo que es siempre intrínsecamente malo, pues según las diversas circunstancias en que está colocado puede hasta ser su deber resistir al mal.

18. - Al leer el Bhagavad-Guita, muchos de vosotros en los países occidentales, quizá os hayáis sorprendido cuando en el segundo capítulo Sri Krishna llama a Arjuna hipócrita y cobarde por rehusarse a pelear, o a ofrecer resistencia, porque, siendo sus adversarios parientes y amigos, hace el alegato de que la no-resistencia es el más elevado ideal del amor. Esta es una gran lección que debemos aprender, que en todas las cosas los dos extremos se tocan; el extremo positivo y el negativo son siempre similares; cuando las vibraciones de la luz son demasiado lentas no las vemos, ni tampoco las vemos cuando son demasiado rápidas. Igual ocurre con el sonido; cuando sugrado es muy bajo no lo oímos, cuando es muy alto tampoco. De naturaleza semejante es la diferencia entre la resistencia y la no-resistencia. 

Un hombre no resiste porque es débil, perezoso y no puede resistir, pero no es que no quiera hacerla; otro, sabe que puede dar un golpe irresistible si quiere, sin embargo, no sólo no lo da sino que bendice a sus enemigos. Aquel que no resiste por debilidad comete un error y, por lo tanto, no puede recibir ningún beneficio de la no-resistencia; mientras que el otro cometería un error si ofreciera resistencia. Buddha abandonó su trono y renunció a su reino, ésta fue una verdadera renunciación; pero, no puede haber renunciación en el caso de un mendigo que nada tiene que renunciar. Así pues, debemos siempre ser cuidadosos acerca de lo que queremos decir realmente cuando hablamos de esta no-resistencia y amor ideal. Debemos primero tratar de comprender si tenemos el poder de resistir o no. Entonces, si lo tenemos y renunciamos a él y no resistimos, estamos actuando con gran amor; pero si no podemos resistir y, sin embargo, al mismo tiempo tratamos de engañarnos creyendo que somos guiados por motivos del más elevado amor, estamos haciendo exactamente lo contrario. Arjuna se volvió un cobarde en presencia del poderoso ejército que tenía contra él; su "amor" le hacía olvidar su deber para con su patria y su rey. Por eso, le dijo Sri Krishna que era un hipócrita: "¡Tú hablas como un sabio pero tus acciones te denuncian como un cobarde; por lo tanto, yérguete y lucha!”

19. - Tal es la idea central del karma-yoga. El karma-yogui es el hombre que comprende que el más elevado ideales la no-resistencia y, además, que ésta es la más alta manifestación de poder cuando realmente se posee; y también sabe que lo que se llama resistencia al mal es sólo un paso en el camino que conduce a la manifestación de ese poder más elevado, es decir, a la no-resistencia. Mientras no haya llegado a este ideal más elevado, el deber del hombre es resistir al mal; debe actuar, debe luchar, debe resistir con toda su fuerza. Sólo entonces, cuando haya logrado el poder de resistir, será una virtud la no-resistencia.

20. - Una vez, encontré en mi país un hombre a quien antes había conocido como muy tonto y torpe, nada sabía ni tenía deseo de saber nada, vivía la vida del bruto. Me preguntó qué debía hacer para conocer a Dios, y para liberarse. "¿Podéis decir una mentira?", le pregunté. "No", replicó. "Entonces debéis aprender a decirla. Es mejor decir una mentira que ser un bruto o un trozo de madera; sois inactivo; ciertamente no habéis alcanzado el más elevado estado, que está más allá de toda acción, el estado de serenidad y calma; sois demasiado torpe hasta para hacer algo malo". Éste era un caso extremo, naturalmente, y yo bromeaba con él; pero, lo que yo quería decir, era que un hombre debe ser activo, a fin de llegar por la actividad a la perfecta calma.

21. - La inactividad debe ser evitada por todos los medios. Actividad siempre significa resistencia. Resistid todos los males mentales y físicos y cuando logréis resistirlos entonces vendrá la calma. Es muy fácil decir: "no odies a nadie, no resistas al mal", pero nosotros sabemos lo que esto significa en la práctica. Cuando los ojos de la sociedad están puestos en nosotros, podemos aparentar la no-resistencia, pero en nuestros corazones sigue el cáncer. Sentimos la absoluta necesidad de disfrutar la calma que proviene de la no-resistencia; sentimos también que sería mejor resistir. Si deseáis riquezas y, al mismo tiempo, supierais que todo el mundo considera al que las desea como mal hombre, vosotros tal vez no os atreveríais a lanzaros a la lucha por conseguirlas, sin embargo, vuestra mente correrá día y noche tras el dinero. Esto es hipocresía y no sirve a propósito alguno. Zambullíos en el mundo y luego,después de un tiempo, cuando hayáis sufrido y gozado de todo lo que hay en él, vendrá la renunciación; entonces, vendrá la calma. Así pues, satisfaced vuestro deseo de poder y de toda otra cosa, y después que hayáis satisfecho los deseos, llegará el tiempo en que conoceréis que todos ellos son muy poca cosa ; pero hasta tanto no hayáis agotado ese deseo y pasado por esa actividad es imposible que logréis el estado de calma, serenidad y entrega de sí mismo. Esas ideas de serenidad y renunciación han sido predicadas durante miles de años; todos las conocen desde la niñez y, no obstante ello, vemos muy pocos en el mundo que hayan alcanzado realmente ese estado. Yo no sé si he visto en mi vida unas veinte personas que fueran realmente calmas y capaces de no resistir, y he recorrido mediomundo.

22. - Cada hombre debería modelar su propio ideal y esforzarse por realizarlo; ésta es una manera más segura de progreso, que el tomar los ideales de otros hombres, ideales que jamás puede esperar realizar. Por ejemplo, si tomamos un niño y le queremos hacer caminar veinte millas, o muere el niño o uno entre mil se arrastra las veinte millas para llegar al fin rendido y medio muerto. Algo parecido a esto es lo que tratamos de hacer, generalmente, con el mundo. No todos los hombres y mujeres de una sociedad cualquiera, poseen la misma mentalidad, capacidad, o igual poder para hacer las cosas; deben, pues, tener diferentes ideales, y nosotros no tenemos el derecho de mirar con desprecio ningún ideal. Que cada uno actúe lo mejor que pueda para realizar su propio ideal. No es correcto que a mí se me juzgue siguiendo vuestras normas, ni a vosotros siguiendo las mías. Al manzano no puede pedírsele las características del roble, ni al roble las del manzano. Para juzgar al manzano debéis aplicar las normas que caracterizan al manzano; para el roble las suyas propias.

23. - Unidad en la variedad es el plan de la creación. Por mucho que los hombres y mujeres varíen individualmente, hay una íntima unidad. Los diferentes caracteres individuales y diferentes tipos de hombres y mujeres, son variaciones naturales en la creación. De aquí que no debamos someterlos a una misma norma, ni ponerlos frente a un mismo ideal. Tal proceder sólo da lugar a una lucha antinatural, y su resultado es que el hombre comienza a odiarse a sí mismo y se ve impedido de ser bueno y religioso. Nuestro deber es alentar a cada uno en su lucha por alcanzar su más elevado ideal, esforzándose al mismo tiempo, para que ese ideal esté cada vez más cerca de la verdad.

24. - En el sistema moral hindú, hallamos que este hecho ha sido reconocido desde muy antiguos tiempos; sus escrituras y libros sobre ética, establecen diferentes reglas para las diversas clases de hombres: para el jefe de familia, para el sannyasin (El que ha renunciado al mundo) y para el estudiante.

25. - La vida de cada individuo, según las escrituras hindúes, tiene sus deberes particulares aparte de los que pertenecen en común a la humanidad toda. El hindú comienza su vida como estudiante; después se casa y se hace jefe de familia; a la vejez se retira, y, finalmente, abandona el mundo y se hace sannyasin.

A cada uno de esos estados de la vida pertenecen ciertos deberes. Ninguno de esos estados es intrínsecamente superior a los otros; la vida del casado es tan grande como la del célibe que se ha dedicado a la obra religiosa. El barrendero de la calle es tan grande y glorioso como el rey en su trono. Sacad a éste de su trono y obligadlo a hacer el trabajo del barrendero, veréis cómo se porta. Tomad al barrendero y veréis cómo gobierna. Es inútil decir que el hombre que vive apartado del mundo es más grande que el que vive en él; resulta mucho más difícil vivir en el mundo y adorar a Dios; que abandonarlo y vivir una vida libre y tranquila. Esos cuatro costados de vida, en la India, han sido en los últimos tiempos reducidos a dos: el de jefe de familia y el de monje. El jefe de familia se casa y cumple sus deberes de ciudadano, y el deber del otro es dedicar sus energías totalmente a la religión, predicar y adorar a Dios. 

Os leeré algunos pasajes del "Maha-Nirvana-Tantra" que tratan de este asunto y veréis que es una muy difícil tarea para un hombre, ser jefe de familia y cumplir todos sus deberes perfectamente:

26. - "El jefe de familia debe ser devoto de Dios; el conocimiento de Dios debe ser la meta de su vida. Sin embargo, debe trabajar constantemente, cumplir todos sus deberes, y abandonar el fruto de sus acciones a Dios."

27. - "Es la cosa más difícil de este mundo trabajar y no preocuparse por los resultados; ayudar a un hombre y no pensar jamás que debe estar agradecido, hacer alguna obra buena sin mirar nunca si traerá renombre y fama, o nada del todo. Hasta el más consumado cobarde se vuelve valiente cuando el mundo le alaba. Un necio puede ejecutar acciones heroicas cuando tiene la aprobación de la sociedad, pero que un hombre proceda bien, constantemente, sin preocuparse de la aprobación de sus semejantes es, realmente, el mayor sacrificio que puede hacer. 

El gran deber del jefe de familia es ganar el sustento, pero, debe cuidarse de no hacerlo valiéndose de la mentira, o del engaño, ni robando a los demás; tiene que recordar que su vida debe ser dedicada al servicio de Dios y de los pobres.

28. - "Sabiendo que el padre y la madre son los representantes visibles de Dios, el jefe de familia siempre y por todos los medios, debe brindarles satisfacciones. Si el padre y la madre están contentos, Dios está satisfecho con el hijo. Es, realmente, un buen hijo aquel que jamás usa palabras duras con los padres.

29. -¡”Delante de los padres no deben hacerse bromas, ni mostrar impaciencia, ni cólera o irascibilidad. Ante el padre y la madre un hijo debe inclinarse respetuosamente, permanecer de pie en su presencia y no sentarse hasta que ellos se lo manden.

30. - "Si el jefe de familia tiene comida, bebida y ropas: sin mirar primero que no carezcan de ellos su padre y su madre, sus hijos, su esposa y los pobres, comete un pecado. La madre y el padre son las causas de su cuerpo, así que el hombre debe sufrir miles de molestias por hacerles bien.

31. - "Lo mismo son sus deberes para con la esposa; nadie debe reñir a su esposa, debiendo tratarla siempre como si fuera la propia madre. Y aun cuando se halle en las mayores dificultades y trastornos, no debe enojarse con ella.

32. - "El que piensa en otra mujer que no sea su esposa, si la toca aun mentalmente, ese hombre irá al oscuro infierno.

33. - "Delante de mujeres no debe usar un lenguaje impropio ni jactarse jamás de sus poderes. No debe decir "yohice esto, yo hice aquello".

34. - "El jefe de familia debe agradar a su esposa con dinero, vestidos, amor, fe y palabras de néctar, y jamás hacer cosa alguna que pueda molestarla. El hombre que ha logrado alcanzar el amor de una casta esposa ha tenido éxito en su religión y posee todas las virtudes".

35. - Los siguientes son los deberes hacia los hijos: "Un hijo debe ser criado cariñosamente hasta su cuarto año; instruirlo hasta los dieciséis; a los veinte, emplearlo en algún trabajo y, entonces, ser tratado afectuosamente por el padre como a su igual. De la misma manera, exactamente, debe ser tratada una hija y educada con el más grande de los cuidados y cuando se case, el padre debe darle joyas y bienes.

36. - "Después el deber del hombre es atender a sus hermanos y hermanas, y a los hijos de éstos, si son pobres, y los demás parientes, sus amigos y sirvientes. Luego a las personas de la misma población, a los pobres, y a cualquiera que le pida ayuda. Si teniendo medios suficientes el jefe de familia no se ocupa de dar a los parientes y a los pobres, sabed que sólo es un bruto; no es un ser humano.

37. - "Debe evitarse la excesiva atracción por los alimentos, vestidos, cuidado del cuerpo y peinados. El jefe de familia debe ser puro de corazón y limpio de cuerpo, siempre activo y dispuesto a trabajar.

38. - "Para con sus enemigos debe ser un héroe. Debe enfrentarlos. Este es el deber del jefe de familia. No debe sentarse en un rincón y ponerse a llorar y decir tonterías acerca de la no-resistencia. Si no se porta como un héroe con sus enemigos, no ha cumplido con su deber. Y para sus amigos y parientes, debe ser tan manso como un cordero.

39. - "Es deber del jefe de familia no reverenciar a los malvados, porque si los reverencia estimula la maldad; y será un gran error si pasa por alto a los que son dignos de respeto, a la gente buena. No debe brindar con prodigalidad su amistad, ni descarriarse buscando amigos por todas partes; debe observar, las acciones de los hombres con quienes desea trabar amistad, y cómo se comportan con los demás, razonar sobre ello y recién hacerse amigo.

40. - "No debe hacer estas tres cosas: hablar de su propia fama; hacer prédica de su nombre o de sus poderes; hablar de sus riquezas, o de lo que se le haya dicho privadamente.

41. - "El hombre no debe decir que es pobre ni rico; y nunca jactarse de su riqueza. Que sea su propio consejero; éste es su deber religioso. Esto no es mera sabiduría mundana; si un hombre no lo hace así, debe ser tenido por inmoral.

42. - "El jefe de familia es la base, el sostén de toda la sociedad; el principal dador. El pobre, el débil, los niños y las mujeres que no trabajan, todos viven del jefe de familia; por lo tanto, a su cargo están ciertos deberes que debe cumplir, y para llevarlos a cabo debe sentirse fuerte y no pensar que está haciendo cosas inferiores a su ideal. Así es que, si ha hecho algo mal o cometido algún error, no debe hacerlo público; y si está entregado a alguna empresa y tiene la seguridad de que fracasará, tampoco debe hablar de ello. El exponer tales cosas de uno mismo, no sólo están fuera de lugar sino que debilitan al hombre y lo hacen incapaz de cumplir con sus legítimos deberes en la vida. Al mismo tiempo, debe luchar reciamente para lograr las siguientes cosas: en primer lugar, conocimiento. Y en segundo lugar, prosperidad. Este es su deber, y si no lo hace será un nadie. Un jefe de familia que no lucha por conseguir prosperidad, es inmoral. Si es perezoso y se contenta con llevar una vida ociosa, es inmoral porque de él dependen centenares de personas. Si logra riquezas, centenares de personas podrán vivir de ella.

43. - Si no hubiese en esta ciudad centenares de hombres que se han esforzado por hacerse ricos y lo han logrado ¿dónde estaría esta civilización, sus sociedades de beneficencia Y sus grandes edificios?

44. - En casos tales no es malo buscar la riqueza, porque es para distribuirla. El jefe de familia es el centro de la vida y de la sociedad. Para él es un culto lograr y distribuir generosamente la riqueza, pues el que lucha para hacerse rico siguiendo los medios buenos y con propósitos buenos está haciendo, prácticamente, lo mismo para la conquista de la salvación que el anacoreta en su celda cuando está orando; en ellos sólo vemos dos aspectos de la misma virtud de abnegación y sacrificio inspirada por el sentimiento de devoción a Dios y a todo lo que es Suyo.

45. - Debe luchar por adquirir un buen nombre; no debe jugar ni andar en malas compañías; no debe mentir, y no debe ser causa de molestias para los demás.

46. - A menudo los hombres emprenden cosas sin contar con los medios para realizarlas, con el resultado que engañan a otros para lograr sus fines. Luego hay en todas las cosas el factor tiempo que debe tomarse en consideración; lo que en cierto momento puede ser un fracaso, tal vez, en otro, sea un grandísimo éxito.

47. -El jefe de familia debe decir la verdad, hablar cordialmente, usar las palabras que agradan a la gente y que harán bien a los demás; no debe hablar de los asuntos relacionados con los otros hombres.

48. - El jefe de familia, cavando estanques, plantando árboles al borde de los caminos, estableciendo lugares de descanso para los hombres y los animales, haciendo caminos y construyendo puentes, se dirige hacia la misma meta que el más grande de los yoguis.

49. - Esta es una parte de la doctrina del karma yoga -actividad, el deber del jefe de familia. Hay un pasaje más adelante, donde se dice: "Si el jefe de familia muere en el campo de batalla, luchando por su país o su religión, llega a la misma meta que el yogui por la meditación", mostrando, con ello, que lo que es deber para uno no lo es para el otro; al mismo tiempo, esto no quiere decir que un deber  eleva y el otro rebaja; cada deber tiene su propio lugar y según las circunstancias en que nos encontramos debemos cumplir con nuestros propios deberes.

50. - Una idea surge de todo esto, la condenación de toda debilidad. Esta es una idea particular de todas nuestras enseñanzas que me gusta, ya sea en la filosofía, en la religión, o en la acción. Si leéis los Vedas hallaréis repetida siempre esta palabra: "intrepidez", no temer nada. El temor es un signo de debilidad. Un hombre debe cumplir sus deberes sin hacer caso de las burlas ni temer al ridículo.

51. - Si un hombre se retira del mundo para adorar a Dios, no debe pensar que aquellos que viven en él y actúan para el bien del mundo, no está adorando a Dios; tampoco los que viven en el mundo dedicados a sus esposas e hijos, deben pensar que los que han abandonado el mundo son vagabundos despreciables... Cada uno es grande en su propio lugar. Ilustraré este pensamiento con un cuento:

52. - Cierto rey, acostumbraba preguntar a todos los sannyasines que llegaban a su país: "¿Quién es más grande, el que abandona el mundo y se hace sannyasin o el que vive en el mundo y cumple sus deberes como jefe de familia?" Muchos sabios habían tratado de resolver el problema. Unos aseguraban que el sannyasin era el más grande, a lo cual el rey pedía que probaran su afirmación. Cuando no podían hacerla, les ordenaba casarse y hacerse jefes de familia. Otros decían: "El jefe de familia, que cumple sus deberes es más grande". A estos, también el rey les pedía pruebas. Cuando no podían darlas les pedía, también, que se dejaran de ser jefes de familia.

53. - Llegó, por último, un joven sannyasin y el rey le hizo la misma pregunta. "Cada uno, ¡Oh rey!, es grande en su propio lugar", le contestó. "Probadme eso", dijo el rey. "Os lo probaré", repuso el sannyasin, "pero primero debéis venir a vivir conmigo y durante algunos días hacer la vida que yo hago para que os lo pueda demostrar". El rey consintió y siguió al sannyasin fuera de su propio territorio. Atravesaron muchos países hasta que llegaron a un gran reino. En la capital de éste, tenía lugar una importante ceremonia. El rey y el sannyasin oyeron el sonar de tambores y música, también a los pregoneros; el pueblo estaba reunido en las engalanadas calles y se hacía una gran proclama. El rey y el sannyasin se detuvieron para ver lo que pasaba. El pregonero proclamaba en alta voz que la princesa, hija del rey de aquel país, estaba por elegir esposo entre los que se congregaran ante ella...

54. - Era una antigua costumbre en la India que las princesas eligieran esposo de esta manera, teniendo cada una su idea acerca de la clase de hombre que quería para marido; unas preferían el más hermoso; otras el más erudito; otras, a su vez, el más rico, y así por el estilo... Todos los príncipes de los países vecinos se presentaban ante ella con sus más lujosos atavíos. A veces, también ellos tenían pregoneros que enumeraban ventajas y razones por las cuales esperaban que la princesa los eligiera. Ésta era conducida en su trono de un lado a otro con gran pompa; los miraba, escuchaba, y si no le satisfacían decía a los que la conducían: "adelante", sin prestar más atención en los pretendientes rechazados. Si, por el contrario, alguno de ellos le agradaba, le colocaba una guirnalda de flores y le hacía su esposo.

55. - La princesa del país al cual nuestro rey y el sannyasin habían llegado celebraba una de esas interesantes ceremonias. Era la princesa más bella del mundo y su esposo sería quien gobernase el reino a la muerte de su padre. La princesa deseaba casarse con el más hermoso, pero no podía hallar uno que le agradara. Varias veces habían tenido lugar aquellas reuniones, pero la princesa aun no había podido elegir su esposo. Esta reunión era la más espléndida de todas, había concurrido a ella más gente que nunca. La princesa llegó en un trono y los portadores la conducían de una parte a otra. Parecía que no se fijaba en ninguno y todos comenzaban ya a sentir frustradas sus esperanzas viendo que aquella reunión resultaría también Un fracaso. En aquel momento llegó un joven, un sannyasin, bello como si el sol hubiera descendido a la tierra, y colocándose en un rincón de la asamblea observaba lo que pasaba.El trono con la princesa se aproximó a él, y tan pronto como ella le vio, detuvo se y le echó la guirnalda al cuello. El joven sannyasin tomó la guirnalda y tirándola dijo: ¿Qué insensatez es ésta? Yo soy un sannyasin. ¿ Qué es el matrimonio para mí? El rey pensó que tal vez aquel hombre era pobre y por eso no se atrevía a casarse con la princesa, y le dijo: " ¡Con mi hija va medio reino ahora, y todo él después de mi muerte!" Y puso otra vez la guirnalda sobre el sannyasin.

El joven la tiró de nuevo, diciendo: "Insensato. Yo no quiero casarme", y se marchó rápidamente de aquel lugar.

56. - Pero la princesa, que había quedado tan enamorada de aquel joven, dijo: "Debo casarme con este hombre o moriré", y fue tras él para hacerlo volver. Entonces, nuestro otro sannyasin, el que había llevado al rey allí, le dijo: "Rey, sigamos a esta pareja"; y los siguieron tras, pero a una buena distancia. El joven sannyasin que había rehusado casarse con la princesa, se internó tierra adentro algunas millas; entonces llegó a un bosque y penetró en él seguido de la princesa; ambos a su vez eran seguidos por los otros dos. Mas aquel joven sannyasin conocía muy bien ese bosque y todas sus intrincadas sendas; de pronto tomó una y desapareció, sin que la princesa pudiera descubrirle. Después de procurar hallarle, en vano, durante largo tiempo, se sentó bajo un árbol y comenzó a llorar, pues no sabía cómo salir del bosque. 

Entonces nuestro rey y el sannyasin se le acercaron y le dijeron: "No lloréis; os enseñaremos el camino para salir del bosque, pero está demasiado oscuro para hallarlo ahora. Aquí hay un árbol frondoso; descansemos bajo él y a la mañana partiremos temprano y os mostraremos el camino”.

57. - En aquel árbol vivía en un nido un pajarito con su compañera y tres hijitos. El pajarito miró hacia abajo y al ver tres personas bajo el árbol dijo a su esposa: "¿Qué haremos, querida? Hay tres huéspedes en casa, es invierno y no tenemos fuego". Entonces se echó a volar y consiguió un pequeño tizón ardiendo, lo llevó en el pico y lo dejó caer ante los huéspedes, quienes agregando leña lograron tener un brillante fuego. Pero el pajarito no quedó satisfecho. De nuevo dijo a su esposa: "¿Qué haremos, querida? Estas personas tienen hambre y no tenemos nada para darles de comer. Somos amos de casa, nuestro deber es dar alimentos a cualquiera que llegue a ella. Yo debo hacer lo que pueda, les daré mi cuerpo”. Dicho esto se lanzó en medio del fuego y pereció. Los huéspedes, lo vieron caer y trataron de salvarlo, pero no les dio tiempo.

58. - La compañera del pajarito vio lo que su esposo había hecho y se dijo: "Aquí hay tres personas y sólo tienen un pájaro para comer". No es bastante; mi deber como esposa es no dejar que los esfuerzos de mi esposo hayan sido en vano; que tengan mi cuerpo también" y se arrojó al fuego en el cual murió quemada.

59. - Entonces los tres pajarillos, al ver lo que se había hecho y advertir que aun no había bastante alimento para los tres huéspedes, dijeron: "Nuestros padres han hecho lo que han podido y todavía no es suficiente. Nuestro deber es proseguir la obra de nuestros padres; que se vayan nuestros cuerpos también". Y se lanzaron también al fuego.

60. - Asombrados de lo que habían visto, las tres personas no pudieron, naturalmente, comer aquellos pájaros. Pasaron la noche sin comer y a la mañana el rey y el sannyasin indicaron el camino a la princesa, volviendo ésta ala casa de su padre.

61. - Entonces, el sannyasin dijo al rey: "Rey, habéis visto que cada uno es grande en su lugar. Si queréis vivir en el mundo, vivid como aquellos pájaros, pronto en cualquier momento para sacrificarlos por los demás. Si queréis renunciar a él, sed como aquel joven para quien la más hermosa mujer y un reino nada significaron. Si queréis ser  jefe de familia, haced que vuestra vida sea un sacrificio por el bienestar de los demás; si elegís la vida de renun-ciación, no miréis siquiera la belleza, ni el dinero ni el poder. Cada uno es grande en su propio lugar, pero el deber del uno no es el deber del otro".