30 abr 2011

Ida y Píngala, Sushumna, Kundalini. Por Sri Swami Sivananda


Ida y Pingala


Existen dos corrientes nerviosas situadas a los lados de la columna vertebral. La izquierda se llama Ida y la derecha Pingala. Las dos son nadis.
Algunos hay que interpretan a las citadas como el sistema nervioso simpático de derecha y de izquierda, pero lo cierto es que se trata de conductores sutiles del Prana. La luna se mueve en Ida y el sol en Pingala. Ida es fría y Pingala caliente.
Ida fluye a través de la fosa izquierda y Pingala por la derecha. El aliento fluye alternativamente, una hora por cada fosa. Mientras el aliento fluye a través de Ida y Pingala, el hombre se halla plenamente ocupado en sus actividades mundanas.

Cuando Sushumna opera, el hombre muere para el mundo y entra en Samadhi.
El Yogui trata de alcanzar su mejor nivel tratando que su Prana corra por el nadi Sushumna, conocido también como el Brahmanadi central.
Ida está situado a la izquierda del Sushumna y Pingala a la derecha.
La luna es de naturaleza Tamásica y el sol de naturaleza Rajásica. El veneno es solar, el néctar lunar .
Ida y Pingala indican tiempo. Sushumna es el disipador del tiempo.

Sushumna


El Sushumna es el nadi más importante. Es el Sustentador del Universo y el sendero de salvación. Este nadi se halla situado atrás del ano; está ligado a la médula espinal; se extiende hasta el
Brahmarandhra y es invisible y sutil.
El real trabajo del Yogui empieza cuando el Sushumna entra en función. El Sushumna corre por la parte central y a lo largo de la médula espinal.
El Kanda se halla sobre los órganos genitales, debajo del ombligo y afecta la forma de un huevo de pájaro. Desde allí surgen 72.000 nadis. De este número son común y generalmente conocidos tan sólo 72.
Los principales nadis son diez, a saber: Ida, Pingala, Sushumna, Gandhari, Hastijivha, Pusa, Yasasvini, Alambusa, Kuhuh y Sankhini. Los Yoguis deben conocer perfectamente a los nadis y chakras.
Los nadis Ida, Pingala y Sushumna son los conductores del Prana; sus Devatas son: la luna, el sol y Agni, respectivamente.
Siéntese para la meditación así que el Prana se mueva en el Sushumna.
Es en este momento que se entra en profunda Dhyana. Así que la enroscada energía Kundalini se eleva a lo largo del nadi Sushumna, chakra por chakra, el Yogui logra diferentes clases de experiencias, poderes y Ananda.

Kundalini


Kundalini es el poder serpentino o adormecido Shakti; tiene 3 y ½ vueltas y está ubicado en el Chakra Muladhara, en la base de la columna vertebral, mirando hacia abajo.

El estado de Samadhi no es posible, si previamente no se logra su despertar.
Mediante la práctica del Kumbhak en el Pranayama, se produce calor. Por este calor el Kundalini despierta y se dirige hacia arriba a lo largo del Sushumna nadi.
Los practicantes de Yoga experimentan aquí diversas visiones. El Kundalini pasa entonces a través de seis chakras y se une con el Señor Siva, sentado en el Sahasrara o loto de los mil pétalos, situado en la corona de la cabeza. En este momento se produce el Nirvikalpa Samadhi y el Yogui logra la liberación y todos los divinos Aishvaryas.

Será menester practicar el control del aliento y la concentración mental. El Kundalini, una vez despertado y conducido hasta el Chakra Manipura, puede descender nuevamente hasta el Muladhara. En este caso se debe, mediante un renovado esfuerzo, levantarlo otra vez. Pero hay que tener muy en cuenta que, antes de intentar el citado despertar del Kundalini, el practicante debe despojarse de todo deseo y estar pletórico de Vairag. El Kundalini es igual a un filamento muy resplandeciente. Cuando despierta, produce un sonido sibilante como el de una serpiente azuzada por un palo, penetrando por el agujero del Sushumna. Cuando atraviesa los Chakras, capa tras capa de la mente, deviene abierta y el Yogui adquiere diversos Siddhis (Poderes Psíquicos) .
Los siete chakras

Los Nadis. Por Sri Swami Sivananda

Nadis

Los nadis son tubos construidos con materia astral y son conductores de las corrientes pránicas, los cuales pueden ser vistos, solamente, con los ojos astrales. Por consiguiente no deben ser considerados nervios. Su número alcanza a 72.000. Los nadis más importantes son Ida, Pingala y Sushumna, siendo este último el superior.

Purificación de los Nadis


"Pranayama significa la unión del Prana con el Apana.
Existen tres clases de Pranayama: espiración, inspiración y retención, las cuales están asociadas a las letras del alfabeto sánscrito para su correcta ejecución.
El Pranava es Pranayama."

Una vez que el Yogui haya logrado firmeza en su postura y preservado estricto autocontrol, a fin de disipar las impurezas del Sushumna, sentado en Padmasana e inhalando el aire por la fosa izquierda, deberá retenerlo tanto como le sea posible y entonces exhalar por la fosa derecha. Después deberá repetir el ejercicio dirigiendo el aire a través de la fosa derecha, retenerlo, y exhalar luego por la izquierda, con lo que absorberá el aire por la misma fosa por la que antes exhaló.
Las personas que practican siguiendo las reglas señaladas y a través de las fosas izquierda y derecha, lograrán la purificación de los nadis en tres meses.
Se debe practicar la cesación del aliento 80 veces por día, durante cuatro semanas al amanecer, al mediodía, al crepúsculo y a medianoche.
Al principio se produce abundante transpiración; a la mitad de la práctica, temblor del cuerpo y en la etapa final, la levitación.
Los resultados citados siguen a la represión del aliento mientras se hallen en la postura Padmasana. Cuando la transpiración fluye con esfuerzo, se deberá secar el cuerpo bien. De este. modo el cuerpo deviene firme y ágil.
La alimentación a base de leche y ghee es excelente al principio de la práctica. La aplicación de esta regla da como resultado una práctica firme y ahuyenta al Tapa (sensación ardiente) del cuerpo.
El aliento, cuando es rígidamente manejado, cae bajo control del mismo modo que los leones, elefantes y tigres son gradualmente domados.
Por la práctica del Pranayama se obtiene la purificación de los nadis, la brillantez del jugo gástrico, la agudización del oído en lo tocante a los sonidos espirituales y la buena salud.
Cuando mediante la práctica regular del Pranayama los centros nerviosos se hayan purificado, el aire fuerza con facilidad su camino a través de la boca del Sushumna, situado en el medio. El Apana y el Prana se introducen en el Sushumna por la contracción de los músculos del cuello y otro debajo de ellos. El nadi Sushumna se halla entre Ida y Pingala.
El Prana, que ordinariamente alterna entre Ida y Pingala, es retenido en prolongado Kumbhak. Es entonces cuando el Prana, juntamente con el alma, su asistente, penetra en el Sushumna -el nadi central- por uno de los tres sitios que se abren para su entrada mediante la citada retención del aliento, y en el ombligo por el nadi Saraswati, en el oeste.

Es precisamente, después de producido tal estado, que el Yogui muere para el mundo y se produce el estado denominado Samadhi.
Si el Yogui impulsa al Apana hacia arriba y fuerza el recorrido del Prana hacia abajo de la garganta, se libera de la vejez y logra la juventud propia de los 16 años.
Mediante la práctica del Pranayama, las enfermedades crónicas que desafían a los médicos alópatas, homeópatas, Aryuvédicos y Unanis, serán extirpadas de raíz.
Cabe destacar que cuando los nadis han sido purificados, aparecen ciertos signos en el cuerpo del Yogui los que evidencian agilidad, tez brillante, aumento de los jugos gástricos, delgadez y, juntamente con todo esto, una ausencia total de fatiga corporal, signos todos de purificación.

29 abr 2011

Los pulmones y el pranayama. Por Sri Swami Sivananda

Los pulmones

No será superfluo que dediquemos aquí algunas palabras a los pulmones y sus funciones inherentes.
Los órganos de la respiración consisten en dos pulmones, uno a cada lado de la cavidad torácica, y de los pasajes de aire que conducen a ellos.
Los pulmones son dos órganos blandos, esponjosos y muy elásticos, situados en la parte superior  de la cavidad torácica, uno a la izquierda y otro a la derecha del corazón, los cuales junto con los grandes vasos sanguíneos y los grandes tubos conductores del aire están separados uno del otro.
Los pulmones contienen innumerables alvéolos o pequeños saquitos de aire. Si después de la muerte se los colocara en una vasija llena de agua, flotarían.
Los pulmones están cubiertos por una delicada membrana serosa llamada la pleura la que contiene líquido o fluido seroso que previene la fricción de los pulmones durante la respiración.
La pleura, formada por dos hojas: la visceral, íntimamente adherida a la superficie del pulmón y la hoja parietal en contacto directo con la pared torácica, las cuales hojas o membranas mantienen a los pulmones fijos en las paredes torácicas.



El pulmón derecho tiene tres lóbulos y el izquierdo dos. Cada pulmón tiene una base y un vértice.
Cada pulmón tiene la forma de una pirámide, cuyo vértice está dirigido hacia arriba y su base, ligeramente excavada, descansa sobre el diafragma: pared divisoria que los separa del abdomen. Por la inflamación de la citada base, se produce la neumonía. Cuando los vértices no logran suficiente provisión de oxígeno están afectados de consunción, lo que favorece la proliferación de los bacilos de la tuberculosis.
Mediante la práctica del Kapalabhati y del Bhastrika Pranayama, como asimismo la respiración profunda, esos vértices logran abundante provisión de oxígeno evitándose la tisis.
El Pranayama desarrolla los pulmones y da a quien lo practique una voz poderosa, dulce y melodiosa.
Los pasajes de aire están constituidos por las fosas nasales, la faringe, la laringe -la cual contiene las cuerdas vocales, la tráquea, los bronquios y los bronquiolos.
Cuando respiramos, aspiramos el aire a través de las fosas nasales que después de haber pasado por la faringe y la laringe se introduce en la tráquea, luego en los bronquios izquierdo y derecho, los que a su vez se subdividen en innumerables tubos pequeños llamados bronquiolos, los que terminan en diminutos saquillos de aire llamados alvéolos, que se cuentan por millones.
Si se extendieran los alvéolos sobre una superficie lisa, cubrirían una gran área.
El aire es conducido a los pulmones por la acción del diafragma.



La parte superior de la tráquea se modifica y forma un órgano especial, la laringe, destinado a producir los sonidos vocales.
Mediante las cuerdas vocales, ubicadas en la laringe, se producen esos sonidos. y precisamente, cuando las cuerdas vocales se hallan afectadas por exceso de trabajo: el canto, las lecturas continuas, la voz deviene ronca. En las mujeres, las cuerdas vocales son más cortas. Por eso tienen voz dulce y melodiosa.
El número de respiraciones por minuto alcanza a 16. En la neumonía ese número aumenta hasta 60, 70 u 80 por minuto.
En el caso del asma los bronquios actúan espasmódicamente y se contraen. Por ello la respiración se torna difícil.
El Pranayama disipa esos espasmos bronquiales.
Por delante del orificio que comunica la faringe con la laringe, se encuentra una lámina fibrocartilaginosa, de forma triangular, con la base dirigida hacia arriba: la epiglotis, la que impide el paso de los alimentos o agua a los pasajes respiratorios, es decir, actúa como una válvula de seguridad. Cuando alguna partícula de alimento pasa a través de la epiglotis, se produce la tos y la misma es lanzada al exterior .
Los pulmones purifican la sangre.
Las arterias, son los vasos que conducen la sangre arterial desde el corazón a todas las partes del cuerpo.
Las venas conducen desde todas las partes del cuerpo hasta el corazón la sangre venosa o impura.
El lado derecho del corazón contiene sangre venosa impura, desde cuyo punto va a los pulmones para su purificación. Al llegar a los pulmones la sangre se distribuye entre millones de alvéolos.
Al producirse la inhalación, el oxígeno del aire establece contacto con la sangre impura o venosa a través de las delgadas paredes de los capilares, que son tan finas como los hilos de muselina.
La sangre fluye con rapidez mientras que el oxígeno penetra a través de esas finas paredes capilares momento en el que tiene lugar cierta forma de combustión. La sangre toma oxígeno y despide el ácido carbónico, generado por los elementos gastados y las toxinas, las cuales fueron tomadas por la sangre de todas partes del cuerpo.
La sangre purificada es conducida por las cuatro venas pulmonares a la aurícula izquierda y desde allí al ventrículo izquierdo.
Desde el ventrículo es impulsada a la más grande arteria, la aorta.
Desde la aorta pasa a las diferentes arterias del cuerpo.
Se estima que durante el día atraviesan los capilares de los pulmones para ser purificadas, unas 35.000 pintas de sangre.


La sangre purificada corre por las arterias hasta los capilares, y desde allí la linfa baña y alimenta los tejidos del cuerpo.
La respiración de los tejidos tiene lugar en los propios tejidos, los que toman oxígeno y despiden el anhídrido carbónico. Las impurezas son conducidas por las venas hasta el lado derecho del corazón.
¿Quién es el Creador de esta delicada estructura? ¿No sientes, acaso, la invisible mano de Dios detrás de esos órganos?
La estructura de este cuerpo proclama, sin dudas, la Omnisciencia del Señor .
El Antaryamin o el Morador de nuestros corazones, supervisa el trabajo de nuestras máquinas internas como Drishta. Sin Su Presencia, el corazón no podría impeler la sangre en las arterias.
Los pulmones no podrían realizar el proceso de purificación de la sangre. Oremos. Rindamos silencioso homenaje a Él. Recordémosle en todo momento. Sintamos Su presencia en todas las células del cuerpo.


Prana y pranayama. Por Sri Swami Sivananda


PRANA Y PRANAYAMA
Sri Swami Sivananda

El Pranayama es una ciencía exacta. Es el cuarto Anga o miembro del Ashtanga Yoga. "Tasmin Sati Swasapraswasa yorgativicchedah pranayamah". La regulación del aliento o el control del Prana está constituido por la suspensión de la inhalación y de la exhalación después de afirmarse en la postura o Asana. Así se define al Pranayama en la Yoga Sutra de Patanjali, Cap. 11.49.
Swasa significa el acto inspiratorio del aliento y Praswasa el espiratorio.


La respiración es la manifestación externa del Prana, la fuerza vital. La respiración, como la electricidad, es Prana denso, Sthula denso.


El Prana es Sukshma o sutil. Por el ejercicio del citado aliento se puede controlar también el Prana sutil interno. Controlar el Prana significa ejercer el gobierno de la mente. La mente no puede operar sin la ayuda del Prana. Sólo las vibraciones del Prana producen los pensamientos. Es Prana el que se mueve en la mente. Es Prana el que pone en movimiento a la mente.


El Sukshma Prana o Prana psíquico está íntimamente ligado a la mente. Prana envuelve a la mente. Este aliento es igual a la polea principal de una máquina. Así como se detienen las poleas auxiliares cuando el maquinista detiene la principal, el Yogui inmoviliza sus órganos cuando interrumpe la respiración. Por tanto, si se puede detener la polea principal será fácil detener a las auxiliares. Del mismo modo, si se puede controlar el aliento será posible ejercer control sobre la fuerza vital o Prana con facilidad.


El proceso por el cual el Prana es controlado mediante la regulación del aliento se denomina Pranayama.


Exactamente como el artífice que trabaja el oro disipa las impurezas de ese metal avivando el fuego del horno mediante fuertes soplos del fuelle, el estudiante del Yoga disipa las impurezas del cuerpo y los Indriyas soplando con sus pulmones, esto es, mediante la práctica del Pranayama.


El principal objetivo del Pranayama es unir el Prana con el Apana, para luego conducir lentamente a ese unificado Pranayana hacia la cabeza.
El fruto de la práctica del Pranayama es el Udgata o despertar del adormecido Kundalini.

¿Qué es Prana?

"Quien conoce a Prana, conoce a los Vedas": tal la importante declaración de los Srutis.
En las Sutras Vedantas encontramos lo siguiente: "Por la misma razón el aliento es Brahman".
Prana es la suma total de las energías manifestadas en el Universo. Es la totalidad de las fuerzas que actúan en la Naturaleza y de todas la" fuerzas y poderes latentes, ocultos en el hombre y que se encuentran rodeándole por doquier.


El calor, la luz, la electricidad, el magnetismo, son manifestaciones de Prana.


Las fuerzas, los poderes y el Prana surgen de una fuente común: Atma. Del mismo modo, las fuerzas físicas y mentales están supeditadas al Prana, que actúa sobre cada plano del ser, desde el más elevado al más bajo.


Todo lo que trabaje, se mueva o tenga vida es una expresión o manifestación del Prana. El Akasa o éter es también una manifestación del Prana.


El Prana se relaciona con la mente, mediante ésta con la voluntad; por medio de la voluntad se vincula al alma individual y por ésta al Supremo Ser .


Si conociésemos cómo controlar las pequeñas ondas de Prana qué actúan a través de la mente, nos serla posible conocer el secreto de cómo subyugar al Prana Universal.
El Yogui que alcanzare el conocimiento de este secreto no temerá a poder alguno, por cuanto habrá logrado dominio pleno sobre las manifestaciones del poder del Universo.
Lo que se conoce como "poder de la personalidad" no es otra cosa que la capacidad natural de una persona en el manejo del Prana. Algunas personas obtienen mayor éxito en la vida y son más influyentes y fascinadoras que otras. Ello se debe al poder de este Prana. Tales personas manejan a diario y, naturalmente, en forma inconsciente, la misma influencia que el Yogui usa conscientemente mediante el comando de su voluntad. Otros hay que por mera casualidad e ignorancia hacen descender a este Prana a lo bajo y lo usan, con nombres falsos, para propósitos viles.


Podemos apreciar el trabajo del Prana si observamos los movimientos de sístole y diástole del corazón, cuando impulsa la sangre por las arterias; en el acto de la inhalación y la exhalación del aliento, en la digestión de los alimentos, en la excreción de la orina y las materias fecales; en la elaboración del semen, el quilo, el quimo, la saliva; en el parpadeo, al caminar, correr, jugar, hablar, pensar, razonar; en los actos sensitivos y volitivos, etcétera.


Prana es el eslabón entre el cuerpo astral y el físico.


Cuando el delgado hilo de Prana se corta. el cuerpo astral se separa del cuerpo físico y se produce la muerte. En este caso el Prana que estaba actuando en el cuerpo físico se retira, alojándose en el cuerpo astral.


Durante el Pralaya cósmico, el Prana permanece en estado sutil, inmóvil, inmanifestado e indiferenciado. Cuando se inician las vibraciones, el Prana se pone en movimiento y actúa sobre el Akasa, dando origen a múltiples formas.


El Macrorosmos (Brahmanda) y el Microcosmos (Pinda) son combinaciones de Prana (energía) y Akasa (materia).
Lo que mueve la máquilla de un tren y la de un buque; lo que hace posible el vuelo de un avión; la causa de la respiración y aquello que conocemos en sí mismo como verdadera vida de esa
respiración es Prana.


Creemos que los lectores tienen ya una comprensiva explicación del término Prana, del cual se poseía un concepto vago al principio de nuestra exposición.
Mediante el gobierno de la respiración, es posible administrar eficientemente todos los movimientos del cuerpo y las diferentes corrientes nerviosas que circulan a través del organismo. Se puede controlar y desarrollar, fácil y rápidamente, cuerpo, mente y alma.


Es por medio del Pranayama que podemos controlar las circunstancias y el carácter, y armonizar conscientemente la vida individual con la vida cósmica.


El aliento, dirigido por el pensamiento y bajo el control de la voluntad, es una fuerza vitalizante y regeneradora que se puede usar conscientemente para el desarrollo propio, para la curación de múltiples enfermedades incurables del organismo, propias o ajenas, y para muchos propósitos útiles. Todo esto se halla dentro de nuestras posibilidades, fácilmente, y en cualquier momento de nuestra vida, Usémoslo con juicio.
Muchos Yoguis de antaño, tales como Jnanadev, Swami Trilinga, Swami Ramalinga, Swami de Vanalur y otros, utilizaron este aliento, esta fuerza, el Prana, de muchas maneras.
Por la práctica del Pranayama y mediante los ejercicios de respiración prescriptos, será posible alcanzar también esos resultados.


No olvidemos que más que aire atmosférico es Prana lo que todos respiramos.
Se debe inhalar lentamente y con firmeza con la mente concentrada y con retención del aliento, tanto como fuera posible con comodidad.
Después se debe exhalar con lentitud. Pero es menester tener en cuenta que en ningún estado del Pranayama debe haber movimientos bruscos.
Realicemos los ocultos e introspectivos poderes de vida que subyacen en el aliento. Seamos Yoguis e irradiemos alegría, luz y poder por doquier .
Los Pranavadis o Hatha Yoguis consideran que el Prana Tattwa es superior al Manas Tattwa o principio mental. Ellos sostienen que el Prana está presente aun cuando la mente se hallare ausente durante el sueño. De ahí que tenga un papel más importante que la mente.


Si recorremos las parábolas del Kausitiki y las del Chandogya Upanishads, en donde los Indriyas, la mente y el Prana luchan entre ellos por la conquista de la supremacía, encontraremos que al Prana se lo considera superior a todos. Prana es el más viejo, por cuanto inicia sus funciones desde el preciso momento en que el niño es concebido. En cambio, los órganos de los sentidos empiezan su función específica solamente cuando sus moradas particulares se hallan formadas: oídos, etcétera.
En los Upanishads el Prana recibe los nombres de Jeshta y Sreshta, esto es, el más viejo y el mejor.
Mediante las vibraciones del Prana psíquico se mantiene la vida de la mente o el Sankalpa y se produce el pensamiento. Vemos, oímos, hablamos, pensamos, sentimos, queremos, conocemos, etcétera, mediante la ayuda del Prana.
Por esto los Srutis declaran: "Prana es Brahman".

25 abr 2011

El noble sendero óctuple


Al camino del Dhamma se le llama el Noble Sendero Óctuple, noble en el sentido que quien lo sigue, está abocado a ser una persona noble de corazón, una persona santa.

El sendero se divide en tres secciones: sîla, samâdhi y paññâ.

Sîla es moralidad, abstención de todo acto malsano, ya sea físico o verbal.
Samâdhi es la acción sana de desarrollar maestría sobre la propia mente.
La práctica de ambas es útil, pero ni sîla ni samâdhi pueden erradicar las impurezas acumuladas en la mente. Para ello es preciso practicar la tercera parte del sendero: paññâ, el desarrollo de la sabiduría, la visión cabal, que purifica totalmente la mente.

Dentro de la división de sila hay tres partes del Noble Sendero:

1. Sammâ-vâcâ: Palabra recta, pureza de la acción verbal. Para comprender qué es pureza del habla, uno debe saber qué es impureza del habla. Decir mentiras para engañar a otros, emplear palabras duras que dañan a otros, difamar y calumniar, cotorrear y hablar por hablar son todas impurezas de la acción verbal. Lo que queda al abstenernos de todas ellas es la palabra recta.

2. Sammâ-kammanta: Acción recta, pureza de la acción física. En el sendero del Dhamma sólo hay un criterio para medir la pureza o impureza de una acción, ya sea física, verbal o mental, y es saber si esa acción ayuda o daña a otros. Matar, robar, violar, cometer adulterio e intoxicarse para así no saber lo que uno está haciendo, todas ellas son acciones que dañan a otros y también a uno mismo. Cuando uno se abstiene de cometerlas, lo que queda es la acción recta.

3. Sammâ-âjîva: Sustento recto. Todos deben tener un medio para mantenerse y mantener a aquellos que dependen de él, pero si este medio de vida daña a otros no es sustento recto. Puede que uno no cometa malas acciones para subsistir, pero sí está animando a otros a hacerlo; si es así, entonces uno no está practicando el sustento recto. Por ejemplo, vender alcohol, operar una casa de juegos, vender armas de fuego, vender animales vivos o carne, no son formas buenas para subsistir. Incluso en profesiones del más alto nivel, si la motivación es la explotación de terceros, entonces uno no está practicando el sustento recto. Si la motivación es cumplir como miembro de la sociedad, contribuir con la capacidad y esfuerzos personales para el bien general y a cambio obtener una justa remuneración con que mantenerse y mantener a quienes dependen de uno, entonces se está practicando un sustento recto.
Un cabeza de familia, un laico, necesita dinero para subsistir. Sin embargo, el peligro está en que ganar dinero puede convertirse en un medio para inflar el ego: se busca recaudar tanto dinero como sea posible para uno mismo, despreciando a quienes ganan menos. Tal actitud causa daño a los demás y causa daño a uno mismo, porque cuanto más fuerte sea el ego, más alejado se está de la liberación. Por tanto, un aspecto esencial del sustento recto es la caridad, compartir con los demás parte de lo que uno gana. De esta forma, uno no sólo gana para beneficio propio, sino también para beneficio de los demás.

Si el Dhamma consistiera sólo en exhortaciones para abstenerse de acciones que hacen daño a otros, entonces no tendría ningún efecto. Uno puede comprender intelectualmente los peligros que acarrea realizar malas acciones y los beneficios que se obtienen al realizar buenas acciones, o se puede aceptar la importancia de sîla debido a la devoción que uno sienta hacia quienes lo predican. Sin embargo, uno continua ejecutando malas acciones, porque no tiene control sobre la mente. De ahí la
importancia de la segunda división del Dhamma, samâdhi—desarrollo del control sobre la propia mente. Dentro de esta división hay otras tres partes más del Noble Sendero Óctuple:

4. Sammâ-vâyâma: Esfuerzo recto, ejercicio recto. Por medio de vuestra práctica habéis visto lo débil e inestable que es la mente, siempre oscilando de un objeto a otro. Una mente así necesita ejercicio para fortalecerse. Existen cuatro ejercicios para fortalecer la mente: eliminar las malas cualidades que pueda tener, protegerla de las malas cualidades que no tenga, conservar y multiplicar las buenas cualidades que estén presentes en la mente, y abrirla a las buenas cualidades que le falten. Indirectamente, con la práctica de la atención en la respiración (Ânâpâna), habéis empezado a practicar estos ejercicios.

5. Sammâ-sati: Atención recta, atención en la realidad del momento presente. Del pasado sólo puede haber recuerdos; del futuro sólo puede haber aspiraciones, miedos, imaginaciones. Habéis empezado a practicar Sammâ-sati entrenándoos a manteneros atentos a cualquier cosa que se manifieste en el momento presente, dentro del área delimitada de las fosas nasales. Debéis desarrollar la habilidad de estar plenamente
atentos a la realidad total, desde el nivel más burdo hasta el más sutil. Al comenzar, prestasteis atención a la respiración consciente, intencionada, luego a la respiración natural, suave, y finalmente, al roce de la respiración. Ahora tomaréis un objeto de atención aún más sutil: las sensaciones físicas, naturales, que se produzcan en esa zona delimitada. Podréis sentir la temperatura de la respiración, ligeramente más fría cuando entra, y algo más caliente cuando sale del cuerpo. Más allá, existen innumerables sensaciones no relacionadas con la respiración: calor, frío, picor, pulsaciones, vibraciones, presión, tensión, dolor, etc. No podéis elegir qué sensación sentir, porque no podéis crear sensaciones. Simplemente observad; simplemente manteneros atentos.
El nombre de la sensación no tiene importancia; lo importante es estar atento a la realidad de la sensación sin reaccionar a ella.
El patrón de comportamiento de la mente, tal como lo habéis visto, es dar vueltas en el futuro o en el pasado, generando avidez o rechazo. Habéis empezado a romper este hábito practicando la atención correcta. Esto no significa que después de este curso olvidéis el pasado totalmente o que no tengáis pensamientos sobre el futuro. Lo que ocurría antes es que acostumbrabais a malgastar vuestra energía, dando vueltas innecesarias en el pasado o en el futuro, de tal forma que cuando necesitabais recordar o
planear algo, no podíais. Al desarrollar Sammâ-sati, aprenderéis a fijar con mayor firmeza vuestra mente en la realidad presente, comprobaréis que podréis recordar fácilmente el pasado cuando lo necesitéis, y hacer previsiones correctas para el futuro. Podréis llevar una vida sana y feliz.

6. Sammâ-samâdhi: Concentración recta. La simple concentración no es el objetivo de esta técnica; la concentración que desarrolláis debe tener una base de pureza. Sobre una base de avidez, aversión o ilusión se puede concentrar la mente, pero esto no es Sammâ-samâdhi. Uno debe estar atento a la realidad presente dentro de uno mismo, sin avidez o aversión. Mantener esta atención continuamente, momento a momento—esto es Sammâ-samâdhi.
Habéis comenzado a practicar sîla al cumplir escrupulosamente los cinco preceptos.
Habéis empezado a desarrollar samâdhi al entrenar vuestra mente a mantenerse enfocada en un punto, un objeto real del momento presente, sin avidez ni aversión.

Uno empieza el camino practicando sîla, es decir, absteniéndose de hacer daño a los demás; pero aunque no hagamos daño a los demás, uno se hace daño a sí mismo al generar impurezas en la mente. Por eso, uno comienza a adiestrarse en el samâdhi, aprendiendo a controlar la mente y a reprimir las impurezas que hayan surgido. Sin embargo, reprimir las impurezas no las elimina. Permanecen en el inconsciente, allí se multiplican, y continúan causando daño a uno mismo. De ahí el tercer paso del Dhammapaññâni dar rienda suelta a las impurezas ni reprimirlas, sino más bien permitir que surjan y que así sean erradicadas. Cuando las impurezas son erradicadas, la mente se libera de ellas. Y cuando la mente se ha purificado, sin ningún esfuerzo, uno se abstiene de acciones que hacen daño a los demás, puesto que, por naturaleza, una mente
pura está llena de buena voluntad y compasión hacia los demás. Igualmente, sin ningún esfuerzo, uno se abstiene de aquellas acciones que le son dañinas. Uno vive una vida sana y feliz. Por lo tanto cada paso del camino debe conducir al siguiente.
Sîla conduce al desarrollo de samâdhi, concentración recta; samâdhi conduce al desarrollo de paññâ, sabiduría que purifica la mente; paññâ lleva a nibbâna, liberación de todas las impurezas, la plena iluminación.

En la división de paññâ hay dos partes adicionales del Noble Sendero Óctuple:

7. Sammâ-sankappa: Pensamiento recto. No es necesario que se detenga todo el proceso del pensamiento para empezar a desarrollar la sabiduría. Los pensamientos quedan, pero cambia el patrón del pensamiento. Las impurezas al nivel superficial de la mente empiezan a desaparecer con la práctica de la atención en la respiración. En vez de pensamientos de avidez, aversión y decepción, uno empieza a tener pensamientos sanos, pensamientos sobre el Dhamma, el camino para liberarse uno mismo.

8. Sammâ-ditthi: Comprensión recta. Esto es paññâ real, comprender la realidad tal y como es, y no como parece ser.
Hay tres etapas en el desarrollo de paññâ, de la sabiduría. La primera es suta-mayâ paññâ: la sabiduría adquirida al escuchar o leer las palabras de otro. Esta sabiduría recibida es muy útil para colocarlo a uno en la dirección adecuada. Sin embargo, por sí misma no puede liberar porque, de hecho, es sólo una sabiduría prestada. Uno la acepta como verdad quizá por fe ciega o quizá por aversión, por miedo a que si no se cree en ella se va al infierno, o quizá deseándola con la esperanza de que creyendo se va al cielo. En cualquier caso, no se trata de sabiduría propia.
La función de la sabiduría adquirida debe ser el conducirnos hacia la siguiente etapa: cintâ-mayâ paññâ, comprensión intelectual. Racionalmente uno examina lo que se ha escuchado o leído para ver si es lógico, práctico, beneficioso; y si lo es, uno lo acepta. Esta comprensión racional también es importante, pero puede ser muy peligrosa si es considerada como un fin en sí misma. Alguien desarrolla su conocimiento intelectual y
decide que, en consecuencia, ya es una persona muy sabia. Todo cuanto aprende sólo le sirve para inflar su ego; está muy alejado de la liberación.
La función precisa de la comprensión intelectual es conducir al siguiente estado: bhâvanâ-mayâ paññâ, la sabiduría que se desarrolla dentro de uno mismo a través de la experiencia. Ésta es la auténtica sabiduría. La sabiduría recibida y la comprensión intelectual son muy útiles si inspiran y guían para dar el siguiente paso. Sin embargo, sólo la sabiduría experimentada es la que puede liberar, porque ésta es la propia sabiduría, basada en la propia experiencia.

Un ejemplo de los tres tipos de sabiduría: un médico receta una medicina a un enfermo. El hombre va a su casa y, dada la gran fe que tiene en su médico, recita la receta todos los días; esto es suta-mayâ paññâ. No satisfecho, el hombre vuelve a ver al médico y recibe una explicación de la receta, por qué es necesaria y cómo funciona; esto es cintâ-mayâ paññâ. Finalmente, el hombre toma la medicina; sólo entonces la
enfermedad desaparece. El beneficio se logra sólo con el tercer paso, el bhâvanâ-mayâ paññâ.

Esta información es puramente teórica y no es conveniente practicar la Meditación Vipassana por cuenta propia. El aprendizaje de la técnica debe hacerse exclusivamente en un curso con un profesor autorizado. La meditación es un asunto serio y profundo, si la teoría te inspira aprende la técnica en un centro de Meditación Vipassana.

24 abr 2011

El Arte de la No Violencia. Reflexiones de Gandhi.


El Arte de la No Violencia
Gandhi 



LA DEMOCRACIA Y EL PUEBLO




Mi concepto de democracia consiste en que el más débil debe tener las mismas oportunidades que el más fuerte. Esto jamás puede lograrse salvo mediante la no violencia.

Creo que la democracia auténtica sólo puede originarse en la no violencia. La estructura de una federación mundial sólo puede erigirse basándose en la no violencia, y la violencia debe ser totalmente desechada de los asuntos mundiales.

Por lo tanto, la regla áurea de la conducta es la tolerancia mutua, en razón de que nunca pensaremos todos de la misma manera y siempre veremos la Verdad fragmentariamente y desde distintas perspectivas. La conciencia no es una misma cosa para todos. Si bien es una excelente guía para la conducta individual, la imposición de esa conducta a los demás es una insoportable intromisión en la libertad de conciencia de cada uno.

Las diferencias de opinión nunca deben significar hostilidad. Si así fuera, mi mujer y yo hubiéramos sido enemigos irreconciliables. No conozco, en el mundo, dos personas que no sostengan opiniones distintas, y como yo soy adepto del Gita siempre me he propuesto tratar a todos aquellos que difieren de mí con el mismo afecto que siento por los más próximos y queridos.

Si queremos evitar que la ley y el capricho de la multitud rijan el desenvolvimiento de la comarca, quienes afirman que dirigen las masas deben rehusarse decididamente a ser guiados por ellas. Creo que el mero enunciado de la opinión personal y el sometimiento a la opinión de la masa no basta, aún más, en problemas de vital importancia, los conductores deben obrar contrariamente a la opinión de las masas si éstas no cuentan con razones para sustentarla.

Es inútil un conductor cuando actúa contra el dictado de su conciencia debido a que lo rodean personas que sostienen toda suerte de puntos de vista. Si carece de una voz interior que lo sostenga y lo guíe, navegará a la deriva como un navío sin timón.

En materia de conciencia, la ley de la mayoría no cuenta.

Estoy absolutamente convencido de que ningún hombre pierde su libertad sino por su propia debilidad.

El verdadero demócrata es aquel que valiéndose de medios exclusivamente no violentos defiende su libertad y, por lo tanto, la de su patria y, en última instancia, la del género humano.
La democracia disciplinada y lúcida es lo mejor del mundo. Una democracia llena de prejuicios, ignorante y supersticiosa se debatirá en el caos y hasta es posible que llegue a destruirse a sí misma.


MISCELANEA


No deseo prever el futuro. Sólo me concierne preocuparme por el presente. Dios no me ha concedido dominio sobre lo que vendrá.

El objetivo siempre escapa de nosotros. Mientras mayor sea el progreso, mayor la comprensión de nuestra falta de mérito. La satisfacción reside en el esfuerzo, no en el resultado. Plenitud de esfuerzo es plenitud de victoria.

Si en apariencia tomo parte en política, ello se debe exclusivamente a que en la actualidad la política nos rodea igual que el abrazo de una serpiente del que no podemos desasirnos por mucho que lo intentemos. Por lo tanto, deseo luchar con la serpiente.

Niego ser un visionario. No acepto que me atribuyan santidad. Estoy en la tierra... Me siento inclinado a debilidades tan numerosas como las vuestras. Pero he visto el mundo. He vivido en el mundo con los ojos abiertos. He soportado las pruebas más tremendas que han recaído en el destino del hombre. He soportado esta disciplina.

Lo que es válido para los individuos es válido para las naciones. No se puede perdonar demasiado. El débil nunca puede perdonar. Perdonar es atributo de los fuertes.

Preferiría que la India pereciera antes de que conquistara la libertad con el sacrificio de la verdad.

Si no tuviera sentido del humor me habría suicidado hace mucho tiempo.

De alguna manera soy capaz de extraer lo más noble de la humanidad y eso me permite mantener mi fe en Dios y en la naturaleza humana.

Es una mala costumbre afirmar que los pensamientos ajenos son malos, que sólo los nuestros son buenos y que quienes sostienen puntos de vista distintos de los nuestros son enemigos de la patria.

La bondad debe unirse a la sabiduría. La mera bondad no basta. Se debe conservar el sutil discernimiento que acompaña al valor espiritual y al carácter. En una situación crucial debemos saber cuándo hablar y cuándo permanecer en silencio, cuándo obrar y cuándo evitar la acción.

En esas circunstancias la acción y la no acción se vuelven idénticas en vez de ser contradictorias.

Lo que más me ha asombrado en la vida de Tolstoi es el hecho de que practicara lo que predicaba y de que admitiera que en su búsqueda de la verdad nada era demasiado arduo... Fue el más notable apóstol de la no violencia que haya producido la época actual.


MUJERES


Creo firmemente que la salvación de la India depende del sacrificio y de la lucidez de sus mujeres.

Según mi opinión, de la misma manera en que hombre y mujer son fundamentalmente uno, en esencia también sus problemas deben ser uno.

En ambos el espíritu es el mismo. Ambos viven la misma vida, tienen idénticos sentimientos. Cada uno es complemento del otro. Ninguno de los dos puede vivir sin la activa ayuda del otro.

Pero de múltiples maneras el hombre ha dominado a la mujer desde épocas remotas y así se ha creado en la mujer un complejo de inferioridad. Ha creído en la validez de la interesada prédica del hombre según la cual es inferior a él. Pero los profetas de la humanidad la han reconocido su igual.

Si yo hubiera nacido mujer, me habría rebelado contra cualquier pretensión del hombre de que la mujer ha nacido para ser su juguete. Mentalmente me he transformado en mujer para penetrar en su corazón. No pude penetrar en el corazón de mi mujer hasta que no me decidí a tratarla de manera diferente de la que acostumbraba, y de ese modo le devolví todos sus derechos despojándome de todos los supuestos derechos que me concedía mi condición de marido.

La mujer debe dejar de considerarse a sí misma el objeto de la lujuria masculina. La solución está más en sus manos que en las del hombre...
Si la no violencia es la ley de nuestro existir el futuro pertenece a la mujer . . .

POBREZA EN MEDIO DE LA ABUNDANCIA


Debiéramos avergonzarnos de descansar o de disponer de una comida completa mientras haya un hombre o una mujer físicamente apto sin trabajo o sin alimento.

Le es permitido al mundo... reírse de mí porque me desprendo de toda propiedad.

Para mí ese desprendimiento ha sido una ganancia positiva. Me agradaría que la gente compitiera conmigo en mi satisfacción. Es el más valioso tesoro que poseo. ­ Por lo tanto acaso sería válido afirmar que aunque predico la pobreza soy un hombre rico!

Nadie ha sugerido nunca que el opresor pauperismo pueda conducir a algo que no sea la degradación moral.

Para el pobre lo económico es lo espiritual. No se puede ofrecer otro estímulo a esas multitudes hambrientas. Les resultaría indiferente. Pero si les entregáis alimentos os considerarán su Dios. Son incapaces de ningún otro pensamiento.

Aun en un mundo más perfecto fracasaríamos en el intento de evitar las desigualdades, pero podemos y debemos evitar la rivalidad y la amargura.

La idea de la guerra de clases no me atrae. En la India una guerra de clases no sólo no es inevitable sino que inclusive puede evitarse si hemos comprendido el mensaje de la no violencia. Quienes hablan de la guerra de clases como de algo inevitable no han comprendido las implicaciones de la no violencia o las han comprendido sólo a flor de piel.

No puede terminarse con la explotación del pobre por medio de la destrucción de unos cuantos millonarios, sino eliminando la ignorancia del pobre y enseñándole a no cooperar con sus explotadores. Esto también convertirá a los mismos explotadores. Inclusive he sugerido que en última instancia eso colocaría a ambos en una situación de camaradas iguales. El capital en sí mismo no es un mal; lo que está mal es su uso injusto. El capital, de una u otra manera, siempre será necesario.

El absoluto renunciamiento a todas las posesiones personales es algo que muy pocos, inclusive entre la gente común, son capaces de poner en práctica. Todo cuanto legítimamente puede esperarse de la clase acaudalada se reduce a que conserve su riqueza y su talento en depósito y los use para servir a la sociedad. Pedir más significaría matar a la gallina de los huevos de oro.


AUTODISCIPLINA


La civilización, en el verdadero sentido de la palabra, no consiste en la multiplicación de necesidades sino en su deliberada y voluntaria restricción. Sólo eso suscita felicidad y satisfacción reales y aumenta la capacidad de ser útil.

La perfecta salud sólo puede lograrse viviendo en obediencia a las leyes de Dios y desafiando el poderío de Satanás. La verdadera felicidad es imposible sin verdadera salud y la verdadera salud es imposible sin un estricto control del paladar. Todos los demás sentidos automáticamente son controlados cuando el paladar ha sido controlado. Y aquel que ha conquistado sus sentidos, en realidad ha conquistado el mundo íntegro...

He aprendido mediante amargas experiencias la única y suprema lección para preservar mi cólera, y así como el calor preservado se transforma en energía, de igual manera nuestra cólera controlada puede transformarse en un poder capaz de mover el mundo.

El hecho no consiste en que no me encolerice sino en que retengo la cólera. Cultivo la cualidad de la paciencia como la falta de cólera, y por lo común tengo éxito.

Es equivocado e inmoral intentar escapar a las consecuencias de nuestros propios actos. Está bien que una persona sobrealimentada padezca dolores... Está mal que alimente su apetito y que luego escape a las consecuencias tomando medicinas...

Mi resolución ya está tomada. En el solitario camino de Dios en el que me he internado, no necesito compañeros terrenales. Por lo tanto, dejemos que quienes lo deseen me acusen de impostor, tal como ellos imaginan que lo soy, aunque no lo digan de manera tan explícita. Eso podría desilusionar a millones de personas que insisten en considerarme un Mahatma. Debo confesarlo: la perspectiva de que me bajen del pedestal me complace extraordinariamente.


AHIMSA O EL CAMINO DE LA NO VIOLENCIA


La primera condición de la no violencia es la justicia en absolutamente todos los aspectos de la vida. Acaso eso sea mucho esperar de la naturaleza humana. Sin embargo, no lo creo así. Nadie debiera dogmatizar acerca de la capacidad de la naturaleza humana para degradarse o elevarse.

Así como uno debe aprender el arte de matar en el aprendizaje de la violencia, de la misma manera debe aprender a morir en el aprendizaje de la no violencia.

Si meramente amamos a quienes nos aman, eso no es no violencia. Sólo existe la no violencia cuando amamos a quienes nos odian. Sé cuán difícil es acatar esta gran ley del amor... El amor al que odia es lo más difícil. Pero, por la gracia de Dios, aun esto tan difícil se torna fácil de cumplir si queremos hacerlo,

Comprendo que las naciones, igual que los individuos, sólo pueden formarse por medio de la agonía de la Cruz y no de otra manera. La alegría no procede de las penas que infligimos a los demás sino de las penas que sobrellevamos voluntariamente.

Algunos amigos me han dicho que la verdad y la no violencia están fuera de lugar en la política y en los asuntos mundanos. No estoy de acuerdo con ellos. No las he utilizado como instrumentos para la salvación individual. Su ingreso y su aplicación a la vida cotidiana ha sido mi ininterrumpida práctica.

El principio fundamental de la no violencia se basa en abstenerse de la explotación en cualquiera de sus formas.

La historia nos enseña que aquellos que, sin duda por motivos honestos, han acosado a los hambrientos utilizando la fuerza bruta contra ellos, a su vez se han transformado en presa de la enfermedad de los conquistados.

Si yo no puedo tener nada que ver con la violencia organizada del gobierno, aún mucho menos tendré que ver con la desorganizada violencia del pueblo. Preferiría que entre ambos me aplastaran.

Objeto la violencia cuando parece obrar bien; este bien es sólo temporario; el mal que infiere es permanente.

Jesucristo y Sócrates representaron la forma más pura de resistencia pasiva o fuerza espiritual. Para todos esos maestros el cuerpo no significaba nada en comparación con el espíritu.

No me opongo al progreso de la ciencia en sí misma. Por el contrario, el espíritu científico de Occidente suscita mi admiración, y si esta admiración tiene restricciones, ello se debe a que los hombres de ciencia occidentales no respetan la creación inferior de Dios.

Aborrezco la vivisección con toda mi alma.


RELIGION Y VERDAD


Cuando hablo de religión no aludo a la formal ni a la ritualista, sino a esa religión que se encuentra por debajo de todas las religiones y que nos enfrenta cara a cara con nuestro Creador.

Sé... que nunca hubiera conocido a Dios si no hubiera luchado contra el mal aun a costa de la vida misma.

Me esfuerzo por ver a Dios a través del servicio prestado a la humanidad pues sé que Dios no está en el cielo, ni aquí abajo, sino en cada uno. Si un hombre llega al corazón de su propia religión, también ha llegado al corazón de las otras.

Las religiones son distintos caminos que convergen en el mismo punto.

¨Qué importa que tomemos distintos caminos siempre que lleguemos a la misma meta? En realidad, hay tantas religiones como individuos.

Que nadie, ni por un momento, abrigue el temor de que un estudio reverente de las otras religiones pueda debilitar su fe en la propia. El sistema hindú de filosofía considera que todas las religiones contienen en sí elementos de verdad y prescribe e impone una actitud de respeto y reverencia hacia todas ellas.

Creo en La verdad fundamental de todas las grandes religiones del mundo.

BIOGRAFIA


Gandhi, Mohandas Karamchand
(Porbandar, 1869-Nueva Delhi, 1948). Líder político-religioso hindú llamado el «Mahatma» (el alma grande). Nació en el seno de una familia perteneciente a la casta vaisya, casta comerciante baniana, pero que desde hacía dos generaciones había ocupado cargos políticos importantes en Kathiawar.

Gandhi estudió leyes en Londres (1888-1891). Posteriormente ejerció la abogacía en India y en Sudáfrica (1891-1893), país donde comenzó su famoso movimiento de resistencia pasiva contra los abusos del gobierno colonial inglés. Organizó un cuerpo de ambulancias en la guerra anglo-bóer (1899-1902). El 18 de diciembre de 1913 se firmó el Pacto Smuts-Gandhi entre el jefe del gobierno de Sudáfrica Smuts y el propio Gandhi, que abolía las injusticias más escandalosas.

En India, en 1917, Gandhi llevó a cabo su primera campaña en favor de los productores de índigo del distrito de Champaran, en el norte de Bihar. En 1920 asumió la dirección del Partido Nacionalista y obtuvo de su congreso la adopción de un programa de no cooperación y boicot de las instituciones coloniales y de los productos europeos. A este programa se sumó un llamamiento en favor del hilado y del tejido a mano. La no violencia, cierta hostilidad hacia la industria y una concepción naturista de la forma de vida son los rasgos más característicos del «gandhinismo». Condenado a seis años de prisión (1922), fue indultado (1924) y nombrado presidente del Congreso Nacional indio (1924-1934, 1940-1941). En 1929, después de un año de retiro y de meditación, reanudó su campaña de desobediencia civil, fue apresado cinco veces más e indultado otras tantas. En 1931 participó en la conferencia de Londres, donde reclamó la independencia de la India. Llegó a ser objeto de la veneración de su pueblo. Amenazando con ayunar hasta la muerte, logró el triunfo de sus reformas e ideas humanitarias. Fue asesinado por un miembro del Rashtriya Svayamsevak Sangh, movimiento extremista hindú.