26 abr 2020

Yoga sutras: I. 2 . comentario de B K S Iyengar

Análisis de los Yoga Sutras

De "Luz sobre los Yoga Sutras de Patañjali" B K S Iyengar

I.2

योगश्चित्तवृत्तिनिरोधः॥२॥

yogaś cittavṛttinirodhaḥ ||2||

yogah 
unión o integración desde la capa más externa hasta el sí-mismo mas interior, es decir, de la piel a los músculos, huesos, nervios, mente, intelecto, voluntad, consciencia y sí-mismo

citta
consciencia, que está constituida por tres factores: mente (manas) intelecto (buddhi) y ego (ahamkara). Citta es el vehículo de observacion, atención , aspiracion y razón. Tiene tres funciones: cognición, conación o volación y movimiento

vrtti
estado de la mente, fluctuaciones mentales, conducta, comportamiento, una forma de estar, un modo de actuar, movimiento, función, operación

nirodhah
obstrucción, bloqueo, oposición, aniquilación, limitación, control, cese


El yoga es el cese de movimientos en la consciencia



El yoga esta definidio como la restricción o inhibición de fluctuaciones en la consciencia. Es el arte de estudiar el comportamiento de la consciencia, que tiene tres funciones: cognición, conación o volición y movimiento. El yoga ofrece los medios para comprender el funcionamiento de la mente, y ayuda a serenar sus movimientos, conduciéndonos hacia un imperturbable estado de silencio que mora en la sede de la consciencia. El yoga es, pues, el arte y la ciencia de la disciplina mental a través de la que se cultiva y madura la mente.

Este sutra vital contiene la definición de yoga: el control o restricción de los movimientos de la consciencia, acabando en su cese completo.

Citta es el vehículo que conduce a la mente (manas) hacia el alma (atma). El yoga es el cese de toda vibración en la sede de la consciencia. Resulta muy difícil comunicar el significado de la palabra citta porque es la forma más sutil de la inteligencia cósmica (mahat). Mahat es el gran principio, la fuente del mundo material de la naturaleza (prakriti), opuesto al del alma, y es un vástago de la naturaleza. Según la filosofía Samkhya, la creación es efectuada mediante la combinación de prakriti con purusha, el alma cósmica. Esta concepción cosmológica también es aceptada por la filosofía yóguica. Los principios de purusha y prakriti son el origen de toda acción, volición y silencio.


Palabras como chitta, buddhi y mahat suelen utilizarse indistintamente, y por ello el estudiante puede llegar a confundirse con facilidad. Una manera de estructurar muestra comprensión es recordar que todo fenómeno que ha alcanzado su total evolución o individuación cuenta con una contrapartida sutil o cósmica. Asi pues, traducimos buddhi como la inteligencia discriminadora individual, y consideramos mahat como su contrapartida cósmica. De igual manera, a la consciencia individualizada, chitta, le corresponde su forma sutil, cit. Para alcanzar la realización del Sí-mismo, la percepción mas elevada de consciencia y la facultad más refinada de la inteligencia has de trabajar tan asociadas que no siempre resulta útil hilar demasiado fino separándolas.


El principio pensante o conciencia (antahkarana) vincula el principio inductor de la naturaleza (mahat) con la consciencia individual, que puede imaginarse como un fluido que envuelv al ego (ahamkara), la inteligencia (buddhi) y la mente (manas). Este "fluido" tiende a nublarse y tornarse opaco debido a su contacto con el mundo externo a través de sus tres componentes. El objetivo del sadhaka es llevar la conscinecia a un estado de pureza y transparencia. Es importante señalar que la consciencia no sólo vincula la naturaleza evolucionada o manieifesta con la naturaleza no evolucionada o sutil; también está muy cerca de la propia alma, que no pertenece a la naturaleza, al ser meramente inmanente en ella. 


Buddhi posee el conocimiento decisivo determinado por la acción y la experiencia perfectas. Manas recoge y recopila información a través de los cinco sentidos depercepción jñanendriyas, y los cinco órganos de acción, karmendriyas. La inteligencia cósmica, el ego, la inteligencia individual, la mente, los cinco sentidos de percepción y los cinco órganos de accion son producto de los cinco elemnetos de la naturaleza -tierra, agua, fuego, aire y eter (prithvi, ap, tejas, vayu y akasha)- con sus cualidades subatómicas de olor, sabor, forma o visión, tacto y sonido (gandha, rasa, rupa, sparsha y shabda). 


A fin de ayudar al género humano a comprenderse a sí mismo, los sabios analizaron a los seres humanos como compuestos de cinco envolturas o koshas: 


Envoltura                                 Elemento correspondiente
anatómica (annamaya)                  tierra
fisiológica (pranamaya)                  agua
mental (manomaya)                      fuego
intelectual (vijñanamaya)               aire
beatífica (anandamaya)                   eter




Las tres primeras envolturas se hallan en el campo de los elementos de la naturaleza. Se dice que la envoltura intelectual es la capa del alma individual (jivatman), y que la envoltura beatífica es la del Alma Universal (paramatman). En efecto, para alcanzar la emancipación hay que atravesar las cinco envolturas. El contenido más recóndito de las envolturas, más allá incluso del cuepro beatífico, es purusha, el indivisible, el Uno inmanifiesto, el "vacío que está lleno". Eso se experimenta en nirbija samadhi, mientras que sabija samadhi se experimenta en el nivel del cuerpo beatifico 



Si consideramos a ahamkara (ego) como uno de los extremos de un hilo, entonces antaratma (Sí-mismo Universal) es el otro. Antahkarana (conciencia) es el unificador de ambos. 


La práctica del yoga integra a una persona a traves del periplo recorrido por la inteligencia y la consciencia, yendo de lo externo a lo interno. La unifica desde la inteligencia de lapeil a la inteligencia del sí-mismo, de manera que su sí-mismo se funda con el Sí-mismo cósmico. Es la fusión de la mitad del ser (prakriti) con la otra (purusha). A través del yoga, el practicante aprende a observar y pensar, y a aumentar su esfuerzo hasta alcanzar el gozo eterno. Esto es sólo posible si todas las vibraciones del citta individual son detenidas antes de emerger.


El yoga, la restricción del pensamiento fluctuante, conduce a un estado sáttvico. Pero a fin de detener las fluctuaciones, se necesita fuerza de voluntad; de ahí que se requiera un cierto grado de rajas. La restricción de los movimientos del pensamoento produce serenidad, que a su vez conduce a un silencio profundo y consciente. Ésa es la naturaleza sáttvica de chitta. 


La serenidad es concentración (dharana), y el silencio es meditación (dhyana). La concentración necesita un enfoque o una forma, y eso es ahamkara, el pequeño sí-mismo individual. Cuando la concentración deviene meditacion, ese sí-mismo pierde su identidad y se hace uno con el gran Sí-mismo. Al igual que las dos caras de una moneda, ahamkara y atma son los dos polos opuestos en el ser humano. 


El sadhaka se ve influido por el sí-mismo, por un lado, y por el otro por los objetos percibidos. Cuando se queda absorto en el objeto, su mente fluctúa. Eso es vritti. Debe aspirar a distinguir el sí-mismo de los objetos percibidos, de manera que no se enrede con ellos. Mediante el yoga debe intentar liberar su consciencia de las tentaciones de dichos objetos, y acercarla al que ve. Restringuir las fluctuaciones de la mente es un proceso que conduce a un fin: samadhi. En principio, el yoga actúa como medio de restricción. Cuando el sadhaka ha alcanzado un estado de restricción total, la disciplina yóguica ha concluido y la cima se ha alcanzado: la consciencia permanece pura. Así pues, el yoga es tanto un medio como el fin.

(Vease I.18; II,28)


INDICE "LUZ SOBRE LOS YOGA SUTRAS" DE IYENGAR


  1. La consciencia: citta, abhyasa y vairagya
  2. Yoga sutras: I. 2 . comentario de  B K S Iyengar
  3. Yoga Sutras I.3: comentario de BKS Iyengar
  4. Sutra I.4: la identificación con la consciencia. 
  5. Y.S.I.4: Citta, identificación con la consciencia y con los objetos de los sentidos


16 abr 2020

Sutra I.1: introducción al yoga.





अथ योगानुशासनम्।।1.1।।

atha yogānuśāsanam ||1||



Atha: ahora por lo tanto; yoga: (con respecto al) yoga; anushasanam: instrucción completa

Ahora, por lo tanto, las instrucciones completas sobre el yoga.

Atha: haremos una pausa e intentaremos averiguar por qué el autor ha usado la palabra atha. Podría haber usado atra yoganushasanam, que significa "aquí hay instrucciones sobre yoga", pero usó la palabra atha. Atha significa "ahora por lo tanto", lo que significa que estas instrucciones sobre el yoga están en relación con algunas instrucciones anteriores. La palabra hatha se usa aquí para denotar que, después de haberse purificado por el karma yoga y después de haber unificado las tendencias mentales por el bhakti yoga, el aspirante recibe instrucciones sobre el yoga. Con esto, se entiende que esas instrucciones sobre el yoga que siguen serán inteligibles, fructíferas y agradables para aquellos cuyos corazones son puros y cuyas mentes están en reposo, de lo contrario no. Aquellos que tienen mentes impuras y tendencias vacilantes no podrán practicar lo que se ha instruido en esta shastra. Por lo tanto, la palabra atha se ha utilizado para enfatizar la necesidad de calificarse en karma yoga, bhakti yoga y otros sistemas preparatorios.




Yoga: el significado del yoga sigue en un sutra posterior.


Anushasanam: La palabra real es shasanam, siendo anu un prefijo para enfatizar su integridad. Shasan es una palabra que significa dar una decisión, comando, orden, instrucción. La palabra shastra se desarrolla a partir de la palabra shasan. Shastra no significa literalmente escritura. Shastra significa literalmente un proceso de instrucciones y resoluciones. De la misma palabra, ha evolucionado otra palabra: Ishwara, que significa gobernante, gobernador, comandante, y que se usa comúnmente para Dios.


Entonces, entenderás que anushasanam significa instrucciones. Es posible que haya leído otros comentarios sobre los sutras de yoga, donde la palabra anushasanam se traduce como reformulación, exposición, explicación. Si analiza la palabra correctamente, encontrará que las traducciones son totalmente incorrectas. No son del todo apropiados para el texto porque los sutras de yoga en sí son tan simples, tan concisos, tan cortos que no pueden ser ni una explicación ni una exposición; solo pueden ser instrucciones.



Yoga es esto; así es como practicas yoga; Estas son las condiciones de la mente; así es como experimenta el individuo; Este es el lugar de Dios en el yoga. En este libro se tratan otros asuntos similares. Hay, por supuesto, exposiciones, notas cortas, explicaciones, comentarios, críticas, etc., sobre el yoga por parte de grandes eruditos como Vyasa, Bhoja, Vijnana Bhikshu y otros. Entonces, en última instancia, podemos asumir que la palabra anushasanam significa instrucciones completas.


15 abr 2020

¿Por que practicar? Para desarrollar felicidad.



Extracto del libro "Asana y lesiones en Ashtanga Yoga" por Mathew Vollmer


Para desarrollar la felicidad


En el pensamiento occidental la felicidad tiende a ser vista como excitación: por ejemplo "me siento entusiasmado" o "no puedo esperar". En el pensamiento oriental, el fundamento de la felicidad es quietud o paz, y no excitación o agitación. Es uno de los beneficios de esta práctica: es un lugar donde podemos ir para conseguir felicidad que nutre, dura y cura. Felicidad no es felicidad verdadera sin ausencia de miedo o sin solidez. A través del encuentro con nosotros mismos en el mat de práctica, podemos observar nuestros temores y nuestras fragilidades, y cada vez que los reconocemos disminuyen un poco más. Y así, nos fortalecemos volviéndonos más estables y menos temerosos. La felicidad es directamente proporcional a las cualidades de solidez y de libertad.



Creo que antes de emprender cualquier cosa es importante que nos recordemos que es posbile ser feliz aqui y ahora. Por ejemplo, cuando practicamos asana, es útil pensar que no tenemos que practicar duro para ser más felices en breve. Podemos ser felices ahora porque cada vinyasa consciente nos hará más sólidos y más libre. 

"Podemos aprovechar las primeras vinyasas de los saludos al sol para pensar que ya llegamos, que estamos en casa ahora y que encontramos la paz. A medida que desaceleramos y frenamos nuestra mente, nos volvemos mas sólidos y mas libres aquí y ahora. Hay días que eso se da naturalmente, pero hay también días que se tornan mas difíciles para nosotros. Es muy importante no correr continuamente hacia el futuro. 



En los días difíciles podemos focalizar en el refrenamiento de la mente y comenzar a acceder a la felicidad del aquí y ahora, así es menos probable que insistamos en adelantarnos en el tiempo. No es que tengamos que forzarnos a detenernos, pero queremos parar de ser arrojados hacia el pasado o para el futuro, porque saboreamos la felicidad disponible en el aquí y ahora. Este refrenamiento por si solo remueve mucho sufrimiento. A medida que respiramos y nos movemos, buceamos en las profundidades y resueltamente mantenemos el foco en la respiración, porque sabemos que eso nos ayuda a parar y a mantenernos presentes. 

Parar y mirar con profundidad son los elementos básicos de la práctica de meditación: por tanto aquí, durante asana, practicamos una meditación poderosa. 




Es mejor que no imaginemos que una buena práctica sea aquella sin dolor y sufrimiento. Donde no hay sufrimiento, no hay amor y compasión. Y por causa de contacto con el sufrimiento que surgen el amor y la compasión. Por lo tanto, si ocurre sufrimiento durante nuestra práctica eso es bueno, porque podemos usarlo para generar amor y compasión, sabiendo que eso nos traerá más paz y más comprensión, para el mundo que esta fuera del tapiz de yoga. 



No deseo sugerir que una lesión sea un resultado glorioso de una buena practica, pero aseguro, sin embargo, que no es el desastre terrible que a veces juzgamos que es. En circunstancias ideales, nuestras expectativas se van tornando menos definidas, a medida que desarrollamos ecuanimidad con relación a experiencias placenteras y dolorosas, llegamos a darnos cuenta de que podemos evolucionar positivamente a partir de cualquier experiencia.


11 abr 2020

El hombre moderno y el yoga. El espíritu del Hatha Yoga. André Van Lysebeth (Aprendo yoga parte II)

Del libro "Aprendo Yoga" de Andre Van Lysebeth





El hombre moderno y el yoga 


¡Nuestra época es fantástica! 

Jamás la humanidad había conocido una evolución tan explosiva. Nuestras realizaciones sobrepasan los sueños de nuestros antepasados. Icaro está eclipsado por nuestros cosmonautas. Nuestros sabios van al corazón del átomo para arrancar los secretos mejor guardados de la naturaleza y domestican la energía nuclear. Nuestra existencia se asemeja a un cuento de hadas, si la comparamos a la de los siglos precedentes. ¡Qué pena que estemos hastiados! 

Es trivial sentarse en un Boeing y sobrevolar el Polo, confortablemente instalado en un sillón, mientras que tal vez, bajo el hielo, cruza un submarino atómico. Y en el avión... dormimos...


¡Sin necesidad de remontarnos a los Galos, pensemos en la admiración de Luis XIV si hubiese podido ver un televisor, o simplemente un grabador de cinta magnética! 

Niños mimados, nos quejamos si las imágenes que nos transmite el Telstar son poco nítidas. 

El uso del automóvil ha llegado a ser tan común que nos parece lo más natural desplazarnos a 140 km por hora por nuestras autopistas. 


Marcamos un número sobre un disco y en el otro extremo del hilo, a centenares de kilómetros, incluso a miles de kilómetros, una voz amada nos responde. ¡A menos que no sea la del inspector de contribuciones! Pasamos al lado de tantos milagros cotidianos que encontramos todo esto normal y ordinario y ya nada nos llama la atención. Gracias a nuestros sabios, ingenieros y técnicos, reina en nuestras casas calefaccionadas automáticamente una temperatura siempre uniforme. Bien vestidos, bien alimentados, vivimos en el lujo. Los industriales, atentos a nuestros menores deseos, crean para nuestro confort y nuestro placer, infinidad de utensilios destinados a hacernos la vida cada vez más fácil y agradable. Llegan hasta inventarnos nuevas necesidades... En resumen, un paraíso terrestre comparado con la prehistoria. ¡La edad de oro!



Pero hay un pero...

Observemos la multitud anónima que desfila por nuestras calles saturadas. Observe esos rostros lúgubres, preocupados, esos rasgos fatigados no iluminados por ninguna sonrisa. Mire esas espaldas encorvadas, esos tórax estrechos, esos vientres obesos. ¿Son felices todos esos civilizados? Ya no tienen hambre ni frío, por lo menos la mayoría, pero necesitan píldoras para dormir, comprimidos para evacuar sus intestinos perezosos, calmantes para sus dolores de cabeza y tranquilizantes para soportar la existencia. Aislados de la naturaleza, hemos realizado la proeza de contaminar el aire de nuestras ciudades, nos hemos encerrado en nuestros despachos y hemos desnaturalizado la alimentación. El duro combate por el dinero ha endurecido nuestros corazones, ha impuesto silencio a nuestros escrúpulos, ha pervertido nuestro sentido moral. Las enfermedades mentales hacen estragos cada día mayores, en tanto que se multiplican las enfermedades de degenerescencia (tendencia a la degeneración): cáncer, diabetes, infarto, provocando sombrías siegas en nuestras «élites». La degenerescencia biológica se acentúa a una cadencia aterradora que no parece «aterrar» a nadie y que ni siquiera advertimos. Tranquilizadoras estadísticas nos dicen que nuestras probabilidades de vida han aumentado en equis años; pero, inconscientes, no nos damos cuenta que dilapidamos en pocas generaciones un patrimonio hereditario acumulado desde centenares de miles de años. La civilización, al suprimir la selección natural, permite la multiplicación de individuos tarados; en tanto que, como consecuencia del confort, el hombre ya no utíliza sus mecanismos de adaptación y de defensa natural y se debilita. 


¿Cómo detener esta degenerescencia? 

Aun nuestra medicina, aunque constantemente en progreso, es impotente. Ha adquirido, sin embargo, un capital de conocimientos que suscitan nuestra legítima admiración y orgullo. Ha eliminado flagelos como la peste, la viruela, la difteria, para no citar sino éstos. Además de los antibióticos, nos ofrece una multitud de remedios eficaces y cada día descubre otros nuevos. Nuestros cirujanos realizan prodigios cotidianos; ¡pensemos en las operaciones a corazón abierto! 


Pero todo esto no basta. Por el contrario, los mismos progresos de la medicina dan a los civilizados una feliz impresión de seguridad. Creen que todo les está permitido; ningún exceso los asusta, nada les detiene. ¿Cae uno enfermo? «Basta» con ir al cúralotodo; a él le corresponde reparar los desgastes rápidamente; es su oficio, se le paga para eso. No quieren darse cuenta de que su erróneo modo de vivir es el causante de la mayoría de sus males, y que mientras no consientan en modificarlo, los médicos, a pesar de su ciencia y de su abnegación, no podrán asegurarles sino una salud precaria entre dos enfermedades. Una «civilización» que desemboca en la degenerescencia de la especie y de los individuos sin siquiera procurar una apariencia de dicha, debe ser considerada en quiebra. 


Prisioneros de la civilización, ¿qué podemos contra este rodillo compresor? ¿Renunciar a nuestra ciencia, a nuestra técnica, a nuestra vida civilizada? ¿Dinamitar las usinas, quemar los libros, encerrar a los sabios y a los técnicos, volver a las cavernas y bosques de la prehistoria? 

Imposible. Inútil. Por lo demás, tenemos derecho a estar orgullosos de nuestra ciencia y de nuestras realizaciones. No debemos renunciar a la civilización; por el contrario, debemos beneficiarnos al máximo de sus ventajas y buscar, al mismo tiempo, cómo eliminar sus inconvenientes.



UN REMEDIO: EL YOGA 

La solución pasa necesariamente por el individuo. Nos podemos preguntar: «¿Qué representa el individuo ais­lado, qué importancia tiene frente a la masa?» Poca cosa, en apariencia. Pero la situación no puede mejorar, el problema no puede resolverse sino en la medida en que cada uno se constriña a una disciplina personal, de la que el yoga constituye, sin lugar a dudas, la forma más práctica, la más eficiente, la mejor adaptada a las exigencias de la vida moderna. «Si quieres cambiar el mundo, comienza por cambiarte a ti mismo». Gracias al yoga, el civilizado puede volver a encontrar la alegría de vivir. El yoga le proporciona salud y longevidad mediante los asanas que devuelven la flexibilidad a la columna vertebral, verdadero eje vital, calman sus nervios sobreexcitados, relajan sus músculos, vivifican sus órganos y sus centros nerviosos. El pranayama (ejercicios respiratorios) proporciona oxígeno y energía a cada célula, purifica el organismo quemando los desechos, expulsa las toxinas, en tanto que la relajación le permite preservar la integridad de su sistema nervioso, lo previene contra la neurosis y lo libera del insomnio.


Para el adepto del yoga, el cuidado del cuerpo es un deber sagrado. 


El yoga afirma que es fácil mantenerse en buena salud, que basta con modificar algunas costumbres convencionales erróneas. responsables de un número incalculable de males, de miserias y de decesos prematuros. La salud es un derecho de nacimiento; es tan natural tener buena salud como nacer: la enfermedad tiene su origen en la negligencia, la ignorancia o la transgresión de las leyes naturales. 


En el sentido yóguico del término, la enfermedad es un pecado físico y se considera al enfermo tan responsable de su mala salud como de sus malas acciones. Pyle observaba ya que «los humanos que tratan su cuerpo como les place, infringen las reglas de la vida sana, que deberían conocer a fondo; son pecadores físicos. Las leyes de la salud no son ni restrictivas ni sofocantes. Por el contrario, son simples, poco numerosas, y nos procuran gran libertad al liberarnos de una multitud de trabas que impiden que nuestras propias fuerzas se manifiesten en su integridad, impidiéndonos así gozar plenamente de la vida.» aunque simples, los métodos y preceptos del yoga son racionales y científicos.


Se podría temer incluso que su simplicidad y su facilidad de aplicación condujeran deplorablemente a descuidar esos méto­dos, privándonos así de los maravillosos efectos benéficos que procura su práctica continua y cuidadosa. 


Este libro le proporciona estos métodos de probada eficacia a lo largo de miles de años. El autor le transmite la tradición yóguica tal como tuvo el privilegio de recogerla de sus Maestros, enriquecida por veinte años de práctica personal ininterrumpida. 

Este libro es ante todo didáctico: no se pierde en teorías, sino que permanece en el terreno de la práctica. Repetiremos con Swami Sivananda: «Una onza de práctica vale más que toneladas de teoría».






EL ESPÍRITU DEL HATHA YOGA


Cualquiera, ateo o creyente, puede practicar con éxito el Hatha-Yoqa, porque no es una religión y su práctica no exige ni presupone la adhesión a ninguna filosofía particular, a ninguna iglesia o creencia. Se lo puede considerar como una simple disciplina psicosomática única en su género, de una eficacia inigualada.

Por ser el Hatha-Yoqa un conjunto de técnicas es neutro por definición; pero seria un lamentable error no considerar si no este aspecto técnico e ignorar el espíritu en el que los grandes Sabios y Rishis de la India antigua lo han concebido, espíritu que le confiere una indiscutible nobleza. Nadie lo ha definido mejor que Swami Sivananda en las lineas siguientes:



"S¡ se admite que el hombre es, en realidad, un espíritu incorporado a la materia, una unión completa con la Realidad exige la unidad de estos dos aspectos. Hay mucho de verdad en la doctrina que enseña que el hombre debe extraer lo mejor de los dos mundos . No existe ninguna incompatibilidad entre los dos, a condición que la acción sea conforme a las leyes universales de la manifestación, la doctrina que pretende que la felicidad en el más allá no puede ser obtenida sino por la ausencia de goce aquí abajo, o por la búsqueda deliberada del sufrimiento y de la mortificación, debe ser tenida por falsa, la felicidad aquí abajo y la bendición de la Liberación, tanto sobre la tierra como en el más allá, pueden ser alcanzadas haciendo de cada acto humano y de cada función un acto de adoración.


Así el sadhak (el adepto) no obra con un sentimiento de separación. Considera que su vida y el juego de todas sus actividades no es una cosa aparte, que deba conservar y perseguir egoístamente para su propia causa, como si el goce pudiera extraerse de la vida por su propia fuerza, sin ayuda.


Por el contrario, la vida y todas sus actividades deben ser concebidas como una parte de la acción sublime de la Naturaleza. Percibe que en el ritmo de las pulsaciones de su corazón, se expresa el canto de la Vida Universal. Descuidar o ignorar las necesidades del cuerpo, tenerlo por una cosa no divina, es descuidar y negar la Vida más qrande, de la cual forma parte, es falsificar la doctrina de la
Unidad y de la identidad última de la materia y del Espiritu. Gobernados por tales conceptos, aun las más humildes necesidades físicas adquieren una significación cósmica.

El cuerpo es la Naturaleza: sus necesidades son las de la Naturaleza: cuando el hombre se regocija, es la shakti la que goza a través de él. 

En todo lo que ve y hace es la Naturaleza nuestra madre, la que obra y mira; el cuerpo entero y todas sus funciones son manifestación suya. Realizarla plenamente consiste en hacer perfecta esta manifestación que es él mismo.

El hombre que busca dominarse, debe hacerlo en todos los planos - físico, mental y espiritual- porque todos están en relación, no siendo sino aspectos diferentes de la misma Conciencia Universal que lo impregna.


¿Ouién tiene razón? ¿el que descuida y mortifica su cuerpo para obtener una pretendida superioridad espiritual, o el que cultiva los dos aspectos de su personalidad como formas diferentes del espíritu que la habita? Por las técnicas del Hatha-Yoqa, el adepto busca adquirir un cuerpo perfecto, que llega a ser el instrumento adecuado para el funcionamiento armonioso de la actividad mental.

El Hatha-Yogui desea adquirir un cuerpo sólido como el acero, sano, exento de sufrimientos y capaz de vivir largo tiempo. Dueño de su cuerpo. quiere vencer a la muerte. En su cuerpo perfecto goza de la vitalidad de la juventud. Más aún, quiere someter a la muerte a su voluntad, y habiendo cumplido su destino terrestre, con un gran gesto de disolución abandona este mundo a la hora escogida."


Practicar el Hatha-Yoga no significa de ningún modo aceptar esta doctrina: pero, además de que esta doctrina revela el estado de espíritu de los verdaderos Hatha-Yoquis, disipa también ciertos prejuicios extendidos por Occidente, especialmente el de considerar los asanas como una acrobacia insensata, inútil, incluso peligrosa, o creer que los yoguis adoptan ciertas posiciones que parecen dolorosas con intención de mortificación, lo serían tal vez para un no-iniciado, pero para el adepto entrenado jamás son causa de sufrimiento: ¡al contrario!

1 abr 2020

Introducción a los Yoga sutras de Patanjali, parte II. Por Swami Satyananda Saraswati


Del libro "Four chapters on freedom"




Los ocho pasos son para aspirantes avanzados


Los Yoga Sutras son bien conocidos, pero los ocho pasos son técnicas realmente avanzadas para aquellas personas que han agotado la mayoría de sus problemas y conflictos mentales. No son realmente para la persona promedio. Al principio, dice: "Ahora, por lo tanto, las instrucciones completas sobre el yoga". Las palabras "ahora, por lo tanto" significan que uno podrá practicar los ocho pasos después de una importante preparación. Los Yoga Sutras son una continuación de textos y enseñanzas más básicos anteriores. En el Hatha Yoga, Pradipika dice:


Postraciones a Shiva que enseñó hatha yoga como una escalera para subir a la cima del raja yoga. Debido a la confusión y los conceptos erróneos, la mayoría de las personas no pueden practicar raja yoga; en compasión, Swatmarama (el autor) describe el hatha yoga como una antorcha para eliminar la ignorancia. 

(1:1-3)

Se debe dominar el hatha yoga en forma de asanas, pranayama y otras prácticas hasta que uno esté listo para el raja yoga.

(1:67)




Sin esta preparación, uno no avanza con el yoga de Patanjali.





¿Por qué los ocho pasos son avanzados? Una razón es que le piden a la gente que contenga sus pensamientos. Para la mayoría de las personas, que tienen sus mentes perturbadas, esto haría más daño que bien. Es solo cuando las fluctuaciones de la mente son pequeñas que uno puede contener los pensamientos. Uno puede aplastar y destruir fácilmente cucarachas pequeñas que perturban la limpieza de un patio, pero es mucho más difícil domar a un elefante salvaje. Definitivamente no es aconsejable tratar de suprimir los pensamientos y deseos arrolladores que todavía existen en la mente de la persona promedio.








Las reglas básicas de yama y niyama son también muy difíciles para la persona promedio. Estas reglas son realmente para aquellas personas que han agotado la mayoría de sus samskaras y karmas (confusión mental y deseos). Por ejemplo, si la mayoría de las personas intentan practicar brahmacharya, continencia, se convertirán en neuróticos; sólo puede ser practicado por personas que han trabajado la mayor parte de sus deseos y ya han purificado su mente.





Las ocho etapas del yoga Patanjali son para aspirantes avanzados, no para principiantes. En primer lugar, uno debe tomar medidas para purificar la mente a través del hatha yoga, el karma yoga, el bhakti yoga y las técnicas meditativas generales que involucran la conciencia más que la concentración. También se pueden practicar algunas de las técnicas asociadas que el sabio Patanjali sugiere en el texto. Estos métodos preparan a uno para la práctica de los ocho pasos y para conocer al gurú que puede enseñarles personalmente.








Técnicas de yoga asociadas



El camino del yoga formulado por Sabio Patanjali no se limita solo a las ocho etapas. Es un sistema integrado que incorpora muchas otras prácticas de yoga. El Sabio Patanjali enumera y sugiere una amplia gama de técnicas que ayudan a armonizar la mente y la vida; Sin embargo, sus explicaciones y descripciones de las técnicas son muy breves y concisas, por decir lo menos. Es fácil pasar por alto el significado de estas declaraciones sin la guía experta de un gurú.





Swami Satyananda, con su conocimiento íntimo y su experiencia personal de yoga, señala claramente las implicaciones ocultas detrás de muchos versos oscuros. Por ejemplo, los versículos 1: 32-39 describen la base de la mayoría de las técnicas meditativas, que incluyen yoga nidra, antar mouna, khechari mudra, etc. El mantra o japa yoga se indica claramente en los versículos 1: 27-29. El comentario explica y destaca claramente estos significados ocultos.




La personalidad humana se puede dividir ampliamente en cuatro categorías fundamentales: emocional, activa, intuitiva y volitiva. El sabio Patanjali ha entendido claramente este hecho y que cada persona tiene un temperamento e inclinaciones diferentes de acuerdo con el predominio de una o más de estas categorías. Sabía que el camino yóguico debía diseñarse para adaptarse a las características específicas de cada individuo. Por lo tanto, sugiere:



Bhakti yoga para aquellos que tienen una inclinación emocional y devocional (consulte 1:23; 2: 1; 2:23; 2:45; etc.).


Jnana yoga para aquellos que son intuitivos por naturaleza. Recomienda la reflexión y la indagación sobre el significado real de Aum (1: 27-29) y también explica gran parte de la filosofía Samkhya (2: 20,21, etc.) como un medio para una mayor realización. Él deja en claro que todo el conocimiento mental es limitado.

Raja o Patanjali yoga para aquellos con fuerte fuerza de voluntad; Este es el tema de toda el texto.

El karma yoga para aquellos que son activos por naturaleza no se menciona específicamente, pero ciertamente, está implícito en muchos versículos. Por ejemplo, los yamas y niyamas implican la práctica del karma yoga en acciones y deberes diarios. El karma yoga también está implícito en los versos sobre bhakti yoga.




El sabio Patanjali sabía que el éxito en bhakti yoga conduce automáticamente al éxito en raja yoga; jñana yoga conduce a la perfección del raja yoga, y así sucesivamente. Sabía que una persona en el camino del raja yoga debe integrar todo su ser. La mezquindad y el egoísmo deben eliminarse mediante cualquier método disponible. Todas las funciones negativas y limitantes de la mente tienen que ser borradas.


La detención de vrittis (modificaciones mentales) se puede lograr mediante vairagya (desapego) y abhyasa (práctica de yoga). (1:12)





Esta declaración incluye todos los caminos y técnicas de yoga. Ninguno está excluido. Todos conducen al éxito en el yoga.









Viyoga lleva al yoga




La mayoría de la gente sabe que la palabra yoga significa unión, pero en los Yoga Sutras, el sabio Patanjali se refiere al yoga como un proceso de separación. ¿Cómo se explica esta contradicción? Puede explicarse en términos de la filosofía Samkhya, que es la base de los sutras de yoga.


Samkhya divide la existencia y el ser individual en dos aspectos: purusha, conciencia y prakriti, naturaleza, energía, ser manifestado. Recuerde que es solo una filosofía y, como todas las demás filosofías, por sublimes que sean, nunca pueden representar realmente la realidad. La existencia y el ser individual surgen cuando purusha y prakriti se unen. El purusha implica drashta, vidente y prakriti implica drishya, visto. El purusha significa ser subjetivo y prakriti significa existencia externa objetiva.





El proceso y las prácticas del yoga se refieren a viyoga, que separa el purusha de prakriti, el vidente de lo visto; es decir, separar la conciencia de la identificación con el vehículo mente-cuerpo. Esta separación y diferencia entre la conciencia y la mente-cuerpo solo puede entenderse por experiencia personal. Ninguna cantidad de lectura o conversación convencerá a uno de la verdad y la realidad de estas diferencias, solo una experiencia personal, abrumadora y asombrosa. Esta experiencia personal transformará la vida de uno; Proporcionará una plataforma para re evaluar y comprender la vida y el ser. Uno verá una nueva dimensión, nunca antes sospechada, en el propio ser. El proceso de yoga está diseñado para traer viyoga, separación entre el vidente y lo visto; Esto lleva al yoga, la unión y la culminación. En primer lugar, el purusha y el prakriti tienen que separarse y luego, cuando esto se logra, se ve que son lo mismo. Así viyoga (la práctica del yoga) lleva al yoga a un nivel superior.








Otra forma de explicar lo mismo es decir que la conciencia pura (purusha) está ligada a los niveles de conciencia a través de una identificación incorrecta con la mente-cuerpo (prakriti). El propósito del yoga es liberar purusha de prakriti. Swami Satyananda define el yoga como:


(Un método) por el cual la conciencia se desconecta del enredo con la mente y el mundo manifestado. El yoga (unión) es el resultado.


La experiencia de la diferencia y las separaciones de la conciencia pura de la mente y el cuerpo conducen a la comprensión de la unidad de todas las cosas. Todos los caminos y técnicas de yoga utilizan este proceso de eliminación de las limitaciones de la mente y el cuerpo para que jñana, el conocimiento trascendental, pueda brillar en toda su gloria. La perfección de la mente conduce a la iluminación espontánea de la conciencia pura.





Naturaleza de la mente




La psicología moderna tiende a considerar la mente como la fuente del conocimiento y la conciencia. El sabio Patanjali establece claramente el punto de vista yóguico cuando dice que la mente no puede ser la fuente de la conciencia porque también puede ser percibida como un objeto (4:19). La mente no se ilumina a sí misma.



La ciencia moderna tiende a considerar tanto la mente como la conciencia como la expresión y manifestación de la materia. El yoga, por otro lado, dice que la materia es realmente la forma grosera y la manifestación de la mente; la materia está controlada por la mente, no la mente por la materia. El mundo material que vemos a nuestro alrededor es realmente una expresión de los aspectos mentales más sutiles de la existencia.





Además de estas dos diferencias fundamentales, el yoga y el pensamiento moderno coinciden en muchos factores relacionados con la mente. Según la psicología de Jung, la mente se puede clasificar en tres dimensiones diferentes: consciente, subconsciente e inconsciente. Estos se pueden relacionar con la terminología yóguica de la siguiente manera:





1. Mente consciente, sthula (dimensión burda)

jagrit (estado de vigilia)
pensamiento superficial y percepción del mundo exterior
2. Mente subconsciente, sukshma (dimensión sutil)
swapna (estado de sueño)
memoria individual
samskaras (tendencias mentales)
3. Mente inconsciente, karana (dimensión causal)
sushupti (estado de sueño profundo)
samskara colectiva cósmica y memoria

Estos campos contienen los aspectos instintivos, intelectuales, psíquicos e intuitivos del hombre. El propósito del yoga Patanjali es explorar estas diferentes esferas mentales para que se conozcan. El objetivo es pasar de lo consciente a lo subconsciente y luego a lo inconsciente.





Pocas personas entienden o incluso apenas aprecian la increíble profundidad de la mente. Ningún sistema psicológico moderno ha intentado definir sus contenidos. Sin embargo, Vyasa, uno de los comentaristas más profundos sobre los Yoga Sutras del sabio Patanjali, que posiblemente vivió hace dos mil años, ha dividido y clasificado la mente subconsciente e inconsciente en siete aspectos. Estos son los siguientes:






1. Samskaras inhibidos (impresiones mentales, causadas por la represión individual).




2. Samskaras que hacen que uno actúe de manera específica. Estos recuerdos pueden ser prenatales y determinar acciones, enfermedades, talentos, etc. Este es el aspecto hereditario del hombre.



3. Memorias latentes de datos no expresados ​​de eventos pasados. Estos están ocultos y almacenados en el inconsciente colectivo más allá de las limitaciones normales de la conciencia individual.



4. Reflejos instintivos que controlan el funcionamiento vegetativo del cuerpo físico y pránico. No aprendemos a digerir los alimentos; la habilidad ya está pre-programada en el hombre individual.



5. Prana (energía bioplásmica). La mente misma, no importa cuán sutil o grosera, está compuesta de prana. Prana es también el medio para que la mente lleve a cabo acciones de acuerdo con los pensamientos.



6. Fluctuaciones innatas de la mente. La mente, por su propia naturaleza, está diseñada para cambiar con ritmos cósmicos.


7. Poderes psíquicos. Los poderes supranormales tienden a tener lugar en el dominio del inconsciente colectivo o mente cósmica.





Esta es una lista muy completa y sin duda es sugerente. Da una indicación del alcance y la naturaleza de la mente. Estos diferentes aspectos se manifiestan progresivamente en el camino del yoga.


Todos los secretos del universo están en la mente. Contiene todo el conocimiento que ha existido, ahora existe y que existirá en el futuro. Tiene capa sobre capa de expresión de lo más sutil a lo más denso. El propósito del yoga Patanjali es eliminar progresivamente las restricciones y velos existentes de la mente individual, explorar y desplegar su potencial inherente, y gradualmente dar forma a la mente individual en un instrumento perfecto y reflector de la mente cósmica de la que forma parte. El objetivo del yoga Patanjali, y todos los demás caminos del yoga, es ir más allá y saltar al abismo de la no-superconsciencia mental.







Poderes psíquicos o supernormales





Los poderes psíquicos se llaman siddhis en sánscrito. Incluyen telepatía, clariaudiencia, clarividencia, premonición y una amplia gama de poderes menos conocidos. Tienen lugar a través de la mediumnidad de los reinos superindividuales de la mente. Los siddhis surgen en el inconsciente colectivo donde cada persona, cada mente individual y todo está íntimamente relacionado con todo lo demás. Pueden tener lugar en el pasado, en el futuro e incluso en los reinos más allá del espacio-tiempo, pero no importa cuán maravilloso pueda parecer, siguen siendo meras expresiones dentro de la mente. Los experimentos científicos en Rusia y en otros lugares han medido varios fenómenos psíquicos con instrumentos, pero estos experimentos no son realmente necesarios, ya que uno descubrirá algunos de ellos personalmente en el camino del yoga.







Muchos de los versos de los Yoga Sutras describen una gran selección de siddhis conocidos y oscuros. Sin embargo, el texto advierte claramente que no se debe aspirar a alcanzar estos poderes o incursionar en ellos. Pueden ser peligrosos para uno mismo y para otros si se usan con fines egoístas. El propósito del yoga no es desarrollar siddhis, sino llevar a cabo la verdadera naturaleza de uno. Los siddhis son simplemente paisajes pasajeros que seguramente surgirán a medida que la mente se vuelva más puntiaguda y purificada. Debería haber un desapego despiadado hacia ellos.


En el camino del yoga, las tentaciones se vuelven cada vez más sutiles. Es difícil resistir la tentación de incursionar con poderes psíquicos, pero si lo haces, te estrellarás y pagarás una fuerte penalización por tu indiscreción. Todos los grandes santos, yoguis, etc., cuentan su batalla contra la tentación; Estos incluyen Buda y Cristo. Afortunadamente, estos siddhis rara vez surgen en una mente egoísta. Si lo hicieran, entonces habría un caos total en la mente y en los reinos más sutiles de la psique. Así que no practiques yoga para ganar siddhis; En primer lugar, satisface tus deseos en el mundo físico más seguro.







El sublime sistema psico-psiquiátrico



La mayoría de los sistemas psiquiátricos modernos se preocupan principalmente por lograr la "normalidad" en un individuo, sea lo que sea que este término signifique. Patanjali yoga también trata de lograr esta normalidad, pero va mucho más allá. Su objetivo es permitir que un individuo explore todas las capas de la mente para lograr la autorrealización y luego la libertad perfecta. Patanjali yoga puede llamarse el último sistema psico-psiquiátrico hacia el cual todos los demás eventualmente buscarán orientación, sin embargo, contiene menos de doscientos versos y fue escrito hace miles de años.





A medida que lea el texto y el comentario, verá el método que se utiliza para abordar los problemas de la mente. Los siguientes son unos cuantos ejemplos.



El sabio Patanjali ha enumerado brevemente las técnicas básicas que la psiquiatría moderna aplica en la terapia. Estos se dan en los versículos 1: 32-39. El versículo 32 sugiere el cultivo de intenso interés en una cosa; esto puede ser un pasatiempo o un trabajo y constituye una terapia ocupacional. El versículo 33 sugiere el cultivo de actitudes positivas hacia los demás. Esto implica una autosugestión, que un psiquiatra puede impartir a su paciente. El versículo 34 sugiere control de la respiración.





La relación entre el trastorno mental y la respiración irregular es bien conocida; la respiración profunda se puede utilizar para inducir tranquilidad mental. Los versículos 35 y 36 aconsejan que uno debe concentrarse en la percepción sensorial. Esto puede incluir musicoterapia, masajes, etc., y puede traer calma rápidamente a la mente. El versículo 37 sugiere que uno debe reflexionar sobre una persona que ha alcanzado estados más elevados de conciencia. Esto significa específicamente un yogui o gurú, pero también puede aplicarse al psiquiatra; de hecho, la mayoría de las terapias modernas dependen casi totalmente de la confianza que un paciente tiene en el terapeuta. Sin esta confianza, nunca puede haber un tratamiento exitoso. El versículo 38 sugiere la terapia del sueño, que es casi la base de algunos sistemas psiquiátricos modernos. Finalmente, el versículo 39 recomienda meditaciones; La psiquiatría moderna ha captado recientemente la importancia de esta forma de terapia. Todos estos métodos ayudan a purificar la mente y permiten que los recuerdos salgan a la superficie y se agoten.






Los síntomas de la alteración mental también se enumeran en el versículo 1:31, como sufrimiento, que incluye enfermedad, depresión, nerviosismo y respiración pesada o sin ritmo.




La infelicidad es el problema universal de la humanidad. En algunos versos cortos pero penetrantes, el sabio Patanjali define la causa de la infelicidad humana y su cura; Él ha explicado lo que miles de otros libros, filosofías y sistemas psicológicos, antiguos y modernos, han intentado hacer con poco éxito. Él resume toda la situación en pocas palabras sin perderse en jerga detallada y detalles. Debido a que estos versículos son tan explícitos, completos y lógicos, los discutiremos brevemente aquí, aunque se han explicado completamente en el comentario. Hemos cambiado ligeramente la traducción en pos del énfasis.


En primer lugar, el sabio Patanjali dice:

Las tensiones básicas de la mente (que traen infelicidad) son la ignorancia de la verdad, el egoísmo, el apego, la aversión y el miedo a la muerte.




Este versículo resume toda la causa de la infelicidad. Los siguientes versículos definen las implicaciones detrás de las tensiones básicas:


La ignorancia de la realidad es la tensión raíz de la que surgen todas las demás tensiones; Las tensiones pueden ser latentes, leves, dispersas o manifiestas.
(2:4)





El sabio Patanjali explica que la causa raíz de la infelicidad, ya sea consciente o subconsciente, es la ignorancia de la naturaleza real. Hasta que uno conozca la esencia de su ser, siempre habrá tensión e infelicidad de una forma u otra.








El sabio Patanjali define las tensiones como actuando en diferentes niveles. Ellos son:



1. Dormido (prasupta)- arraigado en lo profundo de la mente subconsciente, de lo que aún no eres consciente. Se enfrentarán a medida que la percepción se profundice a través de la práctica del yoga.



2. Ligero (tanu) - tensiones menores, insignificantes.



3. Scatteres (vichchhinna)- tensiones que provocan neurosis, fobias, depresión, etc. en la vida. El yoga eventualmente resolverá estas tensiones permitiéndole aceptarse y armonizar sus impulsos.


4. Manifiesto (udara) - tensiones conscientes que pueden reconocerse claramente en las interacciones diarias.





Por lo tanto, estas tensiones abarcan el espectro desde lo bruto hasta lo más sutil. ¿Qué es esta tensión fundamental llamada ignorancia? El sabio Patanjali explica en el siguiente verso:


La ignorancia puede definirse en relación con tomar lo perecedero como lo imperecedero, lo impuro como lo puro, la infelicidad como felicidad y el no ser como el ser. (2: 5)







Esta ignorancia es la falta de conocimiento de swaroopa, la verdadera naturaleza de uno. Esta es la causa principal de la infelicidad.


Esta ignorancia se descompone lentamente a la luz de la comprensión que proviene de la práctica regular y persistente del yoga. La mente misma es una fuente de ignorancia ya que funciona según el principio de separación y diferencias.







La ignorancia se disuelve lentamente al obtener más información sobre la naturaleza de la mente y, finalmente, ir más allá de la mente. Es la mente la que resulta en la falsa identificación de la conciencia con la mente-cuerpo. Cuando se logra la viyoga, la separación, la conciencia del cuerpo de la mente, entonces uno se está moviendo hacia la destrucción de la ignorancia básica y, a su vez, todas las otras causas menores de infelicidad. La ignorancia conduce al egoísmo. Esto se explica en el siguiente verso:



El egoísmo se puede definir como una identificación incorrecta de purusha (el vidente) con el instrumento mente-cuerpo. (2: 6)





La gente se identifica falsamente con su mente-cuerpo; Esto produce un fuerte sentido de individualidad. Cada persona trata de imponer su voluntad a los demás para obtener ganancias egoístas. Busca la satisfacción personal a toda costa. El costo generalmente es la frustración y la infelicidad ya que el ego nunca puede estar completamente satisfecho.




El sentido del ego conduce a la aversión y el apego a la cosa del mundo:


"El apego puede definirse como la absorción en los placeres del mundo. La aversión puede definirse como la repulsión por las cosas del mundo. (2: 7,8)




Estas dos tensiones de apego y aversión, gustos o disgustos, llevan a uno a conflictos e infelicidad en la vida, ya que las situaciones de la vida real rara vez, si es que alguna vez, satisfacen las necesidades y expectativas de uno.



Estos gustos y disgustos conducen al miedo a la muerte, ya que uno desea continuar con el status quo del placer y la individualidad. El sabio Patanjali dice:


El miedo a la muerte es una fuerza inherente y dominante en todas las personas, incluso en aquellos que son muy eruditos. (2: 9)


Esta cadena causal de tensión e infelicidad es muy racional. La ignorancia conduce al egoísmo; El egoísmo conduce a gustos y disgustos y estos temen a la muerte. La eliminación de esta ignorancia básica y todas las demás tensiones conduce a la felicidad perfecta. ¿Cómo se hace esto?


Estas causas de infelicidad pueden ser aniquiladas resolviéndolas en su fuente y eliminando los estados mentales asociados a través de la meditación (2: 10.11)


Por lo tanto, la tensión puede eliminarse explorando la mente a través de técnicas meditativas.



Estos pocos versos breves resumen la naturaleza de los problemas mentales, las tensiones y la infelicidad y el método para eliminarlos. Se podría escribir una enciclopedia completa para dilucidarlos. Se podría desarrollar un sistema psiquiátrico completo a su alrededor. Patanjali yoga intenta abordar la fuente misma de la insatisfacción humana; cualquier otro enfoque solo puede arañar la superficie del sufrimiento humano. El sabio Patanjali da una idea de la causa básica; sin esta idea, ¿cómo se puede curar la infelicidad? Por lo tanto, los sutras definen las causas y luego indican cómo eliminarlas. Solo de esta manera se puede encontrar la felicidad que está más allá de los sueños más salvajes.


El sabio Patanjali ha escrito una gran cantidad de conocimiento en unos pocos miles de palabras. En lo que a nosotros respecta, debería ser el libro de referencia estándar para todos los psiquiatras. Debería ser la "Biblia" de la psicología y la psiquiatría. Tal es nuestra reverencia por esta obra maestra de la sabiduría práctica.



La necesidad de este comentario.

El sabio Patanjali, o quien escribió los Yoga Sutras, fue un autor intelectual. Era más científico que la mayoría de los científicos, más lógico que la mayoría de los lógicos. Era estricto y drásticamente económico con las palabras. evitó la repetición. A veces su estructura de oración es incompleta, pero cada palabra contiene una gran cantidad de información y significado, algunas obvias pero otras ocultas. Es muy fácil pasar por alto o entender mal las implicaciones detrás de los versículos. Los significados crípticos solo pueden ser revelados por un maestro vivo; además, los versos tienen que explicarse en términos que el hombre moderno pueda entender. Es por esta razón que este comentario fue producido, basado en la práctica y la experiencia personal de un maestro moderno, nuestro gurú, Swami Satyananda Saraswati.


Fuente: "Four chapters on freedom" Swami Satyananda Saraswati


Traducción: Patricia Aballay