18 ago 2012

Sila: el entrenamiento de la conducta moral

Nuestra labor consiste en erradicar el sufrimiento erradicando sus causas: ignorancia, deseo y aversión. Para alcanzar esta meta, el Buda descubrió,siguió y enseñó una vía práctica para este fin alcanzable. Llamó a dicha vía El Noble Sendero Óctuple.

En una ocasión, cuando le pidieron que explicara el sendero con palabras sencillas, el Buda dijo:

"Abstenete de todos los actos perjudiciales, realiza los provechosos, purifica tu mente: ésta es la enseñanza de los Iluminados"

Es una exposición muy clara que resulta aceptable para todos, pues todo el mundo sabe que se deben evitar las acciones nocivas y realizar las beneficiosas. Pero, ¿Cómo dar una definición de lo que es beneficioso o nocivo, de lo provechoso o de lo perjudicial? En cuanto intentamos hacerlo, empezamos a basarnos en nuestros criterios, en nuestras creencias tradicionales, en nuestras preferencias y prejuicios; y por tanto, lo que hacemos es dar definiciones estrechas y dogmáticas, aceptables para unos e inaceptables para otros.

La interpretación que nos ofreció el Buda carece de estas limitaciones. Su definición de lo que es provechoso y de lo que es perjudicial, de virtud y pecado es válida universalmente: cualquier acción que perjudique a otros, ue perturbe su paz y su armonía, es una acción pecaminosa, una acción perjudicial; cualquier acción que ayude a otros, que contribuya a su paz y su armonía, es una acción virtuosa, una acción provechosa. Además, la verdadera purificación de la mente se obtiene con la experiencia directa de la propia realidad, y con un trabajo sistemático que elimine los condicionamientos que dan lugar al sufrimiento; y no con la realización de ceremonias religiosas o ejercicios intelectuales.

El Noble Sendero Óctuple se puede dividir en tres secciones en las que hay que adiestrarse: sila, samadhi y pañña. Sila es la práctica ética, la abstención de todas las acciones perjudiciales de cuerpo y palabra. Samadhi es la práctica de la concentración, el desarrollo de la aptitud para dirigir y controlar conscientemente los procesos mentales. Pañña es sabiduría, desarrollo de la purificación mental a través de la comprensión de la naturaleza real de mente y materia.

El valor de la práctica moral

Todo aquel que desee practicar el Dhamma debe comenzar por practicar sila, pues si no se da este primer paso no se puede avanzar. Debemos abstenernos de toda conducta -de palabra y de obra- que dañe a otras personas. Se comprende con toda facilidad que la sociedad necesita ese comportamiento para evitar su desorganización, pero lo cierto es que debemos abstenernos de tales acciones no sólo porque dañan a otros; sino también porque nos dañan a nosotros mismos. Es imposible cometer una acción perjudicial -insultar, matar, robar o violar- sin generar grandes deseos y aversiones. Este momento de deseo y aversión nos proporciona infelicidad ahora, y nos proporcionará más en el futuro. El Buda dijo:

"Ardiendo ahora, ardiendo en el futuro, el mal hacedor sufre doblemente. Feliz ahora, feliz en el futuro, la persona virtuosa se regocija doblemente".

No es necesario esperar hasta después de la muerte para experimentar el cielo y el infierno, lo podemos hacer en esta vida, dentro de nosotros. Cuando cometemos acciones perjudiciales, experimentamos ese fuego del infierno que es el deseo y la aversión. Cuando realizamos acciones provechosas, experimentamos el cielo de la paz interior. Así pues, no sólo en beneficio de los demás, sino también en el propio -para no hacernos daño- tenemos que abstenernos de las palabras y de los actos perjudiciales.

Pero hay otra razón para emprender la práctica de sila: si queremos examinarnos y penetrar en lo más profundo de nuestra realidad, es imprescindible que la mente esté bien calmada y tranquila. Es imposible ver el fondo de un estanque cuando el agua está revuelta. La introspección requiere que la mente esté en calma, libre de agitación; cuando cometemos una acción perjudicial, la mente se inunda de desasosiego; cuando nos abstenemos de cualquier acción perjudicial -corporal o verbal-, es el momento en el que la mente tiene la oportunidad de sosegarse lo suficiente, para que pueda producirse la introspección.

Todavía hay una razón más por la que sila es esencial: aquel que practica el Dhamma trabaja para llegar a la meta final, la extinción de todo sufrimiento. Mientras realiza esta tarea no puede enredarse en acciones que refuercen el mismo hábito mental que está intentando erradicar. Cualquier acción que dañe a otro, forzosamente está causada y va acompañada por el deseo, la aversión y la ignorancia. La comisión de tales acciones es como dar un paso adelante y dos atrás en el camino, frustrando cualquier progreso en dirección a la meta.

Sila, pues, es necesaria para el bien de la sociedad y para el bien de cada uno de sus miembros, no sólo por el bienestar mundano de una persona, sino también por su progreso en el camino del Dhamma.

El campo del adiestramiento en sila está compuesto por tres de los factores del Noble Sendero Óctuple: Recta Palabra, Recta Acción y Recto Sustentamiento.

Recta Palabra

La palabra debe ser pura y provechosa. La pureza se obtiene eliminando la impureza. Comprendamos pues, lo que es la palabra impura y que incluye:
  • Decir mentiras, esto es, decir algo más o algo menos que la verdad estricta.
  • Criticar y calumniar, es decir, andar con cuentos que conviertan a los amigos en enemigos, hablar a las espaldas de alguien.
  • Decir palabras ásperas, groserías que molesten a otros y que no tienen ningún efecto beneficioso.
  • El chismorreo ocioso, el parloteo sin sentido que hace perder el tiempo propio y el ajeno. La abstención de toda esta palabra impura hace que sólo queda la Recta Palabra.
Pero no debemos tomarlo sólo como un concepto negativo. El Buda explicó que quien practica la Recta Palabra:

"Dice la verdad y es resuelto en la veracidad, fidedigno, formal, franco con los demás. Reconcilia a los enemistados y estimula a los unidos. Se deleita con la armonía, procura la armonía, se regocija en la armonía y crea armonía con sus palabras. Su verbo es gentil, grato al oído, amable, afectuoso, cortés, afable y agradable a muchos. Habla en el momento oportuno, se ajusta a los hechos, se ajusta a lo que es beneficioso, se ajusta al Dhamma y al Código de Conducta. Sus palabras son dignas de ser recordadas, oportunas, bien razonadas, bien elegidas y constructivas".

Recta acción

La acción también puede ser pura. Igual que hicimos con la palabra, debemos comprender qué es lo que constituye la acción impura para podernos abstener de ella. Dicha acción incluye:

  • Matar a cualquier ser viviente.
  • Robar.
  • Llevar una conducta sexual errónea, por ejemplo, violación o adulterio.
  • Tomar intoxicantes que causen la pérdida de los sentidos de manera que no se sepa lo que se dice o lo que se hace.

El abandono de estas cuatro acciones impuras deja tras de sí la Recta Acción, la acción provechosa.

Tampoco este concepto es únicamente negativo. El Buda dijo, al describir a quien practica la Conducta Correcta:

"Prescindiendo del palo y de la espada, tiene cuidado de no dañar a nadie, está lleno de gentileza, busca el bien de todas las criaturas vivas. Libre de temor, él mismo vive como un ser puro".

Los Preceptos

La gente ordinaria que vive la vida mundana puede poner en práctica la Recta Palabra y la Recta Acción practicando los Cinco Preceptos:

  • Abstenerse de matar a cualquier criatura.
  • Abstenerse de robar.
  • Abstenerse de conducta sexual inadecuada.
  • Abstenerse de falsa palabra.
  • Abstenerse de intoxicantes.
Los Cinco Preceptos son el mínimo indispensable que se necesita para llevar una conducta mora, y deben ser seguidos por todos los que deseen practicar el Dhamma.

Sin embargo, puede suceder que un seglar tenga la oportunidad de dejar temporalmente los asuntos mundanos varias veces en su vida -quizá durante varios días, quizá uno sólo- para purificar la mente, para trabajar en busca de la liberación. Dichos períodos son el momento para practicar el Dhamma seriamente, y por ello, hay que cuidar la conducta con más minuciosidad que en la vida ordinaria. Es muy importante en ese tiempo evitar las acciones que puedan distraer o interferir con el trabajo de la autopurificación.

Es esos períodos se siguen ocho preceptos, además de incluir los cinco preceptos básicos, con una modificación -en vez de abstenerse de conducta sexual inadecuada, se abstiene de toda actividad sexual-, se añade la abstención de comer fuera de horas (es decir, comer después del mediodía), la abstención de todo entretenimiento sensorial y ornamento corporal; y la abstención de dormir en camas lujosas.

El requisito del celibato y los preceptos adicionales estimulan la tranquilidad y atención necesarias en el trabajo de introspección y ayudan a librar a la mente de toda perturbación externa. Sólo es necesario seguir los Ocho Preceptos durante el tiempo dedicado a la práctica intensiva del Dhamma, y, cuando ese período finaliza, el seglar puede volver a adoptar los Cinco Preceptos como norma de su conducta.

Finalmente, los preceptos que siguen los que han decidido adoptar la vida sin hogar de un recluso, de un monje o monja mendicante, son diez. Esos Diez Preceptos, además de incluir los ocho primeros, con el séptimo dividido en dos; añaden un precepto más: abstenerse de aceptar dinero. Los reclusos deben sustentar su vida exclusivamente de la caridad que reciban, para que estén libres a dedicarse de lleno al trabajo de purificar sus mentes, en beneficio propio y de los demás.

Los preceptos, cinco, ocho o diez, no son fórmulas huecas, dictadas por la tradición, literalmente son "pasos para implementar el entrenamiento"; son medios muy prácticos para asegurarse de que las propias palabras y actos no dañen a uno mismo o a alguien más.

Recto Sustentamiento

Toda persona debe tener un medio de subsistencia adecuado. Existen dos criterios en el Recto Sustentamiento; el primero es que no debe haber ninguna necesidad de romper los Cinco Preceptos en el trabajo, puesto que evidentemente, ello perjudicaría a otros. Además de esto, no se puede hacer nada que anime a otras personas a romperlos, ya que esto también causaría daño. Nuestro medio de vida no debe implicar daño a otros seres ni directa ni indirectamente.

Toda forma de sustentarse que exija matar, sean seres humanos o animales, con toda claridad non es un sustentamiento correcto. Pero tampoco es Recto Sustentamiento si la muerte es causada por otro y nosotros nos limitamos a comerciar con las partes del animal sacrificado, su piel, carne, huesos, etc. , porque estamos dependiendo de las acciones incorrectas de los demás. Vender licor o drogas puede ser muy rentable, pero aún en el caso de que uno mismo se abstenga de tomarlos, el acto de venderlos anima a otros a intoxicarse y por lo tanto; a dañarse a sí mismo. Administrar una casa de juegos y apuestas puede ser muy lucrativo, sin embargo, los que van a apostar se dañan a sí mismos. Vender venenos o armamento -armas, munición, bombas, misiles- es un buen negocio, pero daña la paz y la armonía de las multitudes.

Ninguno de estos oficios es Recto Sustentamiento.

Puede que un trabajo determinado no perjudique a nadie en principio, pero si se realiza con esta intención, no es Recto Sustentamiento. El médico que ansía una epidemia o el comerciante que espera una hambruna, no practican el Recto Sustentamiento.

Todo ser humano es un miembro de la sociedad, cumplimos nuestra obligación hacia ella con el trabajo que realizamos, sirviendo a nuestros semejantes de diversas maneras, y a cambio de ello recibimos nuestro salario. Incluso un monje, un recluso, hace u8n trabajo con el que se gana las limosnas que recibe: el trabajo de purificar su mente en su propio bien y en bien de los demás. Pero si comienza a explotarlos engañándolos, realizando proezas mágicas o pretendiendo logros espirituales falsos; en ese caso no está practicando el Recto Sustentamiento.

La práctica de sila es una parte integral del camino del Dhamma, y sin ella, no puede haber progreso porque la mente estará demasiado agitada para poder investigar la realidad interna. Hay quienes predican que el desarrollo espiritual es posible sin sila; esta gente, hagan lo que hagan, no siguen la enseñanza del Buda. Es posible experimentar diversos estados de éxtasis sin practicar sila, pero es un error contemplarlos como logros espirituales. Con toda certeza sin sila, uno no podrá jamas liberar la mente del sufrimiento y experimentar la verdad última.

Del libro "El arte de vivir" de William Hart

Equilibrar la postura: equilibrio muscular

La postura de una persona depende de una serie de diferentes factores que aquí no serán mencionados y analizados en su totalidad.

Dado que el ser humano es bípedo y que siempre está expuesto a las fuerzas de la gravedad, para poder mantener la posturae rguida sin perder el equilibrio precisa de un conjunto extremadamente complicado de los más diversos mecanismos de regulación. Los órganos sensoriales como el ojo, el llamado laberinto (órgano de equilibrio situado en el oído) y la sensibilidad corporal tienen una especial importancia porque regulan la actividad muscular con gran exactitud en cualquier postura y en todos los movimientos. A pesar de que la actividad de la musculatura esquelética está controlada por el sistema nervioso voluntario, sólo depende en una pequeña parte de nuestra voluntad. Podemos determinar voluntariamente el movimiento que queremos realizar, pero la ejecución en sí del movimiento en cuestión escapa de la influencia voluntaria. Tanto para la posición de pie como para la marcha del ser humano se precisan unos programas de movimiento altamente especializados que son controlados por el cerebro.

El equilibrio depende de una serie de complicados mecanismos

Hay millones de reflejos que influyen en la posición momentánea del cuerpo, estemos estirados, sentados o de pie y que dirigen la actividad muscular. Estos reflejos dependen en gran medida de unas terminaciones nerviosas muy sensibles (recep-ores) del órgano de equilibrio, de la musculatura (husos musculares, órganos de Golgi), de la piel y de los ojos. La estabilización puramente mecánica de las articulaciones y del aparato ligamentoso sólo participa en una pequeña parte en el mantenimiento de una postura. El mantenimiento de una postura principalmente corre a cargo de numerosos músculos posturales que realizan las denominadas contracciones tónicas de larga duración. Por lo contrario existen otros músculos que se responsabilizan en primer lugar del movimiento y que por ello se denominan músculos fásicos. Estos dos tipos de musculatura no sólo determinan la postura del ser humano sino también su libertad de movimientos.

Normalmente existe un equilibrio muscular entre la capacidad de elongación de la musculatura tónica y la motricidad de la musculatura fásica.

Causas y consecuencias de los desequilibrios musculares

Algunas investigaciones han mostrado que en condiciones desfavorables, la musculatura tónica tiende a acortarse y la musculatura fásica a debilitarse. La reacción diferenciada de estos dos tipos musculares viene dada, por una parte, por factores histórico-evolutivos y por otra, por una inervación distinta.

El equilibrio muscular puede verse afectado por sobrecargas o cargas erróneas del aparato locomotor, o por lesiones o métodos de entrenamiento inadecuados. Como resultado se producen desequilibrios musculares: los músculos tónicos se acortan y los músculos fásicos se debilitan.

Los músculos y sus antagonistas se fortalecen o se debilitan mutuamente

Así se generan unas fuerzas musculares que inciden sobre las articulaciones y sobre
la columna vertebral provocándose mutuamente. Los músculos acortados aumentan la debilidad de sus antagonistas y los músculos acortados favorecen aún más el acortamiento de los primeros. Al final es casi im-osible averiguar cuál ha sido el factor desencadenante.

Otras causas


Naturalmente hay otros factores que también participan en el desarrollo de un desequilibrio muscular:
-Actividad continua (por ejemplo estar mucho tiempo sentado).
- Cargas unilaterales en el trabajo o en el tiempo libre.
- Cargas erróneas por condiciones laborales no ergonómicas (muebles dema-siado altos o bajos).
-Ausencia de movimientos de compensación.
- Estado de ánimo (por ejemplo abatimiento, depresión, mal humor, pesimis-mo, etc.).
- Vestimenta inadecuada (por ejemplo tacones demasiado altos).
- Enfermedades del aparato locomotor (por ejemplo reuma, gota, enfermeda-des nerviosas).
- Desequilibrios biomecánicos (por ejemplo por problemas de crecimiento, se-cuelas de accidentes tras una roturaósea, etc.).

A menudo los deportistas también padecen desequilibrios musculares cuando realizan sobrecargas unilaterales o erróneas y cuando descuidan el entrenamiento gimnástico.

Los desequilibrios musculares limitan el aparato locomotor y aumentan el riesgo de lesiones

Las consecuencias de los desequilibrios musculares también son muy variadas. Se reduce la carga que es capaz de soportar el aparato locomotor y al mismo tiempo aumenta la propensión de sufrir lesiones. Hayu na mayor tendencia a padecer distensiones musculares e irritaciones dolorosas en las inserciones tendinosas así como en el aparato cápsulo-ligamentoso, y con el paso del tiempo también en las estructuras cartilaginosas. La consecuencia lógica de todos los desequilibrios musculares es una disminución del rendimiento. La visión y experiencia de un especialista como un médico deportivo, un fisioterapeuta deportivo o un entrenador, en seguida reconocerá un desequilibrio muscular por las modificaciones en los factores posturales ymotrices.

El estiramiento mejora la postura corporal

Para eliminar los desequilibrios musculares sólo hay dos opciones: Por una parte es necesario estirar la musculatura tónica que se ha acortado y por otra se ha de fortalecer la musculatura fásica debilitada. La gimnasia de estiramientos y de fortalecimiento elimina estos desequilibrios musculares y previene su formación.

Del libro "Los Estiramientos"de Bruno Blum

Musculatura eficiente, recuperación de la fatiga muscular

 Musculatura más eficiente en el deporte

Todos los deportistas debemos tener en cuenta la importancia de los estiramientos como parte del entrenamiento. En el caso de los que practicamos Yoga, ser conscientes de como beneficiamos nuestro cuerpo con cada elongación.



El músculo debe estar «pre-tensado» (tener cierto grado de tensión) para ser eficiente

Cuando un músculo debe desarrollar la fuerza máxima desde un estado de completa relajación y tranquilidad, sus condiciones para ello no son las más idóneas. Ningún deportista se puede permitir el lujo de permanecer en profunda relajación pocos segundos o minutos antes de la salida cuando después precisa fuerza explosiva. Seguro que realizaría una salida pésima y después tampoco alcanzaría su máximo rendimiento porque ni el músculo ni el sistema de mando estaban preparados para el movimiento. Para poder trabajar bien, rápido y con resistencia utilizando contracciones fuertes, se ha de «pretensar» al músculo, es decir, éste se ha de encontrar en un estado de predisposición a la contracción. El músculo preestirado, a continuación rinde mucho más. En la quinesioterapia, desde hace tiempo es archiconocido que cualquier movimiento realizado con fuerza se ha de iniciar con un preestiramiento.

• No sólo el músculo contracturado, y generalmente superestimulado, sino también el músculo infraestimulado, o sea con una tensión demasiado baja (hipotónico), no es capaz de desarrollar el máximo rendimiento. Es su tensión normal (tono normal) la que le capacita para desarrollar el máximo rendimiento.

Un mayor arco de movimiento significa mayor capacidad de rendimiento

Asimismo, otro efecto fisiológico explica el mayor rendimiento de la musculatura que previamente ha sido preparada a través del estiramiento. El aumento del arco de movimiento logrado a través del entrenamiento de estiramientos permite que los músculos puedan desarrollar su fuerza durante un recorrido de movimiento más largo lo que favorece la aceleración. De esta manera un corredor,p or ejemplo, puede reducir el número de pasos que necesita para una determinada distancia aumentando la longitud media de sus pasos. Esto, al mismo tiempo significa que sus músculos precisan de un número inferior de contracciones por lo que la fatiga aparece más tarde. Este hecho permite al mismo atleta transformar las reservas de fuerza ahorradas en movimientos (contracciones) más rápidas para alcanzar la meta en el menor tiempo posible. Mediante la mejora de las condiciones biomecánicas (mayor longitud de paso) y la utilización óptima de la fuerza se obtiene un mayor rendimiento. A través del preestiramiento el músculo se encuentra en una mejor predisposición para la contracción y obtiene además un mayor potencial de fuerza. Tal como Billing ya indicó en 1951, el preestiramiento es un factor adicional que incrementa el rendimiento.
 
El estiramiento mejora todos los factores responsables del rendimiento

Conclusión:

La suma de una articulación más móvil, una mejor elasticidad de los tejidos, un movimiento más fluido y un músculo bien irrigado, de gran energía y óptimamente tonificado es la condición ideal para la mejora del rendimiento en cualquier disciplina deportiva. El estiramiento y sus diversos efectos logran mejorar los resultados deportivos.


 Recuperación más rápida tras la fatiga



En cada carga deportiva de cierta magnitud se forman residuos metabólicos (por ejemplo ácido láctico o ureas) en el músculo. A partir de determinada concentración, estas sustancias producen «acidez» en el músculo y conducen a la fatiga. En este estado de fatiga la capacidad de rendimiento decrece siendo tanto más acusado cuantos más grupos musculares estén afectados y cuanto peor sea su nivel de entrenamiento.

Los residuos metabólicos producen «acidez» en la musculatura y conducen a la fatiga

La fatiga aumenta todavía más si al mismo tiempo se tienen agujetas. Hoy en día se sabe que las agujetas son microtraumatismos de las fibras musculares que se producen por una mala coordinación motriz y por cargas excéntricas [excéntrico significa que el músculo se estira durante la contracción -como por ejemplo la musculatura extensora de la rodilla (cuadríceps) al bajar una pendiente]. De un modo general se puede distinguir entre fatiga muscular (local) y fatiga general (central) así como una combinación de ambas.

• Una característica de la fatiga de la musculatura es su mayor tensión (tono muscular). El deportista percibe el aumento del tono muscular como una especie de rigidez y una mayor sensibilidad al estiramiento. Un especialista experimentado (por ejemplo un médico o un fisioterapeuta deportivo) incluso puede palpar la diferencia del tono muscular con las manos. En este estado, el músculo también es más sensible cuando se ejerce presión sobre él y reacciona con más lentitud (reflejos).

Cuando el tono muscular es demasiado elevado empeora su irrigación

Cuando el tono muscular es demasiado elevado, también empeora su irrigación, sobre todo en lo que respecta a los vasos más pequeños (capilares). Los verdaderos procesos fisiológicos son extraordinariamente complejos y no serán detallados aquí. La fatiga muscular local también puede ser ocasionada por una sobrecarga de los ligamentos y de las cápsulas articulares (Bas-majian, 1967). Cualquier deportista sabe que el dolor muscular puede producirse por cargas inhabituales, presumiblemente debido a una coordinación imperfecta de los movimientos. Este tipo de dolor muscular aparece inmediatamente después del entrenamiento o de la competición pero sólo dura unas pocas horas. De ello se responsabilizan los denominados receptores de dolor que son estimulados por la mayor producción de residuos metabólicos (Heipertz, Bóhmer, 1980).

La fase de regeneración puede durar horas o días, depende de la carga soportada

• Para una recuperación completa, el organismo necesita varias horas, en algunos casos incluso uno o dos días, en los que se metabolizan los productos residuales para después eliminarlos parcial o totalmente. Al mismo tiempo se preparan nuevas sustancias energéticas para el músculo.

 Esta fase se llama fase de recuperación o regeneración. Tal como ya se ha constatado, la musculatura afectada de fatiga presenta un mayor tono muscular (De Vries,1971). Ya se sabe que el músculo fatigado e hipertónico también tiende a padecer calambres musculares. Las irregularidades electrolíticas en el músculo son una causa adicional de este proceso (Sinclair,1971).

• Independientemente de la fase de fatiga o recuperación en la que se encuentra el músculo, la rápida y eficaz reducción del tono muscular en cualquier caso acelera su recuperación y regeneración. Uno de los métodos más excelentes para reducir el tono muscular aumentado es el estiramiento.

La reducción del tono muscular acelera la recuperación
El estiramiento reduce el tono muscular

• Cualquiera conoce la rapidez con la que se puede aliviar un calambre muscular — expresión del máximo tono muscular- a través de un estiramiento selectivo si lo ha probado o experimentado en sí mismo. La repentina eliminación de calambres musculares a través del estiramiento muscular presumiblemente se basa en la inhibición del reflejo miotático ya descrita (Hollmann,Stoboy, 1977).

• Uno de los objetivos principales del estiramiento después de un entrenamiento o competición intensa es el de normalizar el tono muscular. Las consecuencias fisiológicas son una mejor irrigación del músculo, una más rápida eliminación de las sustancias residuales y la aceleración de la reconstitución de nuevos sustratos energéticos. De esta manera la regeneración se acorta considerablemente lo cual repercute positivamente tanto en la fatiga muscular como en la fatiga general (psíquica, central). De ello se puede deducir que el deportista que se regenera más rápidamente con la ayuda del estiramiento podrá iniciar el próximo entrenamiento o competición con un mayor nivel de fitness.

La fase de «vuelta a la calma» tras el entrenamiento o la competición

• Para un deportista de élite desde hace tiempo es completamente normal finalizar un entrenamiento intenso o una competición con la fase de «vuelta a la calma» en la que inevitablemente se realiza un programa de stretching. No sólo los deportistas profesionales deberían dedicar un tiempo para volver de forma consciente al estado de reposo, sino también el deportista aficionado que también sentirá la agradable sensación de recuperar antes la forma física tras una carga deportiva intensa. La satisfacción de la vivencia deportiva seguramente será mayor si después uno no se siente tan abatido.

El estiramiento también sirve para una regeneración más rápida

• En el sistema de atención médica del deporte alemán de alto rendimiento el estiramiento, enfocado como método de regeneración, se ha convertido en un elemento fijo.

Naturalmente se ha de superar la pereza que supone realizar un programa de estiramientos específico de 10 a 15 minutos tras un entrenamiento intenso o una competición (sobre todo tras una derrota). El cuerpo lo agradece con una buena sensación.

Conclusión:

Para recuperarse más rápido tras realizar deporte, antes de ir a la ducha hay que estirar.
Del libro "Los Estiramientos" de Bruno Blum