Texto fundamental de la literatura budista.
Traducción de la edición revisada de la versión en inglés del texto Pali en escritura latina por Vipassana Research Institute. (Ver notas numeradas al final de la entrada).
"Tras haber conocido cómo son de verdad las sensaciones,
cómo surgen y desaparecen, cómo se goza de ellas, el peligro
que hay en ellas, la liberación de ellas, el Iluminado, Oh
monjes! está totalmente liberado y libre de todo apego."
DhIga-nikaya 136, Brahmajala Sutta
Parte I
Así lo he oido:
En una ocasion vivía el Iluminado entre los Kurus, en Kammasadhamma, una ciudad de mercado de los Kurus. Allí el Iluminado se dirigió así a los monjes: "Monjes"(1) y ellos contestaron: "Venerable Señor". Entonces el Excelso habló como sigue:
1. Uddeso: Introducción
Monjes, el único camino para la purificación de los seres, para la superación de la pena y las lamentaciones, para la destrucción del dolor y la aflicción, para recorrer el sendero de la verdad, para experimentar directamente el Nibbána, es éste: El cultivo de los Cuatro Fundamentos de la Atención (2).
¿Cuáles son esos cuatro? Monjes, he aquí que un monje mora ardiente, con recta atención y comprensión minuciosa y constante de la impermanencia (3) observando el cuerpo en el cuerpo, habiendo eliminado el deseo y la aversión hacia este mundo (de mente y materia); mora ardiente, con recta atención y comprensión minuciosa y constante de la impermanencia, observando las sensaciones en las sensaciones, habiendo eliminado el deseo y la aversión hacia este mundo (de mente y materia); mora ardiente, con recta atención y comprensión minuciosa y constante de la impermanencia observando la mente en la mente, habiendo eliminado el deseo y la aversión hacia este mundo de (mente y materia); mora ardiente con recta atención y comprensión minuciosa y constante de la impermanencia observando los contenidos mentales en los contenidos mentales, habiendo eliminado el deseo y la aversión hacia este mundo (de mente y materia) (4) .
2. Kayanupassana: La Observación del Cuerpo
A. Anapanapabbam: Sección sobre la Atención a la Respiración.
Monjes: ¿cómo mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo? He aquí que un monje va al bosque, o a los pies de un árbol o a un cobijo vacío, se sienta con la piernas cruzadas, mantiene el cuerpo erguido, fija su atención alrededor de la boca. Atento inspira y atento espira. Al hacer una inspiración profunda o larga sabe perfectamente (5): "Estoy haciendo una inspiración profunda o larga". Al hacer una inspiración superficial o corta sabe perfectamente: "Estoy haciendo una inspiración superficial o corta". Al hacer una espiración profunda o larga sabe perfectamente: "Estoy haciendo una espiración profunda o larga". Al hacer una espiración superficial o corta sabe perfectamente: "Estoy haciendo una espiración superficial o corta". Se ejercita de esta manera: "Sintiendo todo el cuerpo en una respiración, inspiraré". "Sintiendo todo el cuerpo en una respiración, espiraré". Así se ejercita, "Con las actividades corporales calmadas, inspiraré", así se ejercita. "Con las actividades corporales calmadas, espiraré", así se ejercita.
De la misma manera que un tornero experto o un aprendiz de tornero. al darle al torno un giro grande sabe perfectamente: "Estoy dando un giro grande", o al darle al torno un giro pequeño sabe perfectamente: "Estoy dando un giro pequeño", así el monje, al hacer una inspiración larga o profunda sabe perfectamente: "Estoy haciendo una inspiración larga o profunda". A! hacer una inspiración corta o superficial sabe perfectamente: "Estoy haciendo una inspiración corta o superficial". Al hacer una espiración larga o profunda sabe perfectamente: "Estoy haciendo una espiración larga o profunda". Al hacer una espiración corta o superficial sabe perfectamente: "Estoy haciendo una espiración corta o superficial". Se ejercita así: "Sintiendo todo el cuerpo en una respiración inspiraré". "Sintiendo todo el cuerpo en una respiración espiraré", así se ejercita. "Con las actividades corporales calmadas espiraré", así se ejercita.
Así (6) mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente (7) el cuerpo en el cuerpo. Así mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Así mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución, así mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y de la disolución. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo" (8). Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención (9). De esta manera mora desapegado, sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo de mente y materia. Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
B. Iriyapathapabbam: Sección sobre las Posturas del Cuerpo.
Así mismo, cuando un monje camina, sabe perfectamente: "Estoy caminando"; cuando permanece en pie sabe perfectamente: "Estoy en pie"; cuando está sentado, sabe perfectamente: "Estoy sentado"; cuando está tumbado, sabe perfectamente: "Estoy tumbado". Tiene perfecta consciencia de cualquier posición en la que coloque su cuerpo (10).
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo; o mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento, mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución, mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y de la disolución. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo" y desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo de mente y materia. Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
C. Sampajánapabbam. Sección sobre la Comprensión Constante y Minuciosa de la Impermanencia.
Así mismo, monjes, un monje, mientras avanza o retrocede lo comprende, consciente siempre de la impermanencia (11), ya mire de frente o mire alrededor, lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; mientras extiende o encoge los miembros, lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; ya se ponga las prendas interiores o las exteriores o lleve la escudilla, lo comprende consciente siempre de la impermanencia. Ya coma, beba, mastique o saboree, lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; al obedecer la llamada de la naturaleza, mientras defeca u orina, lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; ya camine, esté en pie, sentado, durmiendo o despierto, hablando o en silencio, lo comprende, consciente siempre de la impermanencia.
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento, mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución, mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y de la disolución. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo". Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención, y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo de mente y materia. Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
D. Patikülamanasikárapabbam: Sección sobre la Reflexion acerca de la Repulsión al Cuerpo.
Así mismo, monjes, un monje reflexiona sobre su propio cuerpo, envuelto en la piel y lleno de toda clase de impurezas, de la planta de los pies hacia arriba y del pelo de la cabeza hacia abajo, pensando así: "En este cuerpo hay: pelo en la cabeza, vello en el cuerpo, uñas, dientes, piel, carne, tendones, huesos, tuétano, riñones, corazón, hígado, pleura, bazo, pulmones, intestinos, mesenterio, estómago y su contenido, heces, bilis, flemas, pus, sangre, sudor, grasa sólida, lágrimas, grasa líquida, saliva,
mocos, fluido sinovial y orina".
Es como tener un saco de provisiones de los de dos aberturas lleno de diversas clases de grano y semillas, tales como arroz de montaña, arroz común, alubias, guisantes, semillas de sésamo y arroz perlado, y un hombre que tiene buenos ojos, abriendo ese saco, hiciera inventario de su contenido diciendo: "Esto es arroz de montaña, esto es arroz común, esto son alubias, esto son guisantes, esto son semillas de sésamo, esto es arroz perlado.
Monjes, de la misma manera reflexiona un monje sobre su propio cuerpo, envuelto en la piel y lleno de toda clase de impurezas, desde la planta de los pies hacia arriba y desde el pelo de la cabeza hacia abajo, pensando así: "En este cuerpo hay pelo de la cabeza, vello del cuerpo, uñas, dientes, piel, carne, tendones, huesos, tuetano, riñones, corazón, hígado, pleura, bazo, pulmones, intestinos, mesenterio, estómago y su contenido, heces, bilis, flemas, pus, sangre, sudor, grasa sólida, lágrimas, grasa líquida, saliva, mocos, fluido sinovial y orina".
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y de la disolución. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo". Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo de mente y materia. Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
E. Dhátumanasikárapabbam: Sección sobre las Reflexiones en los Elementos Materiales.
Así mismo, monjes, un monje reflexiona sobre su propio cuerpo, en cualquier lugar o posición en que se encuentre, pensando en él según la característica de cada elemento: "En este cuerpo hay el elemento tierra, el elemento agua, el elemento fuego y el elemento aire".
Monjes, igual que un carnicero experto o su aprendiz, que tras sacrificar una vaca y dividirla en partes se pone a venderla en el cruce de cuatro caminos, de la misma manera, un monje reflexiona sobre su propio cuerpo en cualquier lugar o posición en que se encuentre pensando en los elementos de la materia:
"En este cuerpo hay el elemento tierra, el elemento agua, el elemento fuego y el elemento aire".
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y el de la disolución. Ahora tiene consciencia de que "Esto es cuerpo". Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención; y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo de mente y materia. Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
F. Navasivathikapabbam: Sección sobre las Nueve Contemplaciones de un Pudridero.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo en el pudridero que lleva muerto un día, dos días o tres días, hinchado, amoratado y putrefacto, lo aplica a su propio cuerpo y considera: "En verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello".
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y el de la disoluci6n. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo". Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el pudridero que está siendo devorado por los cuervos, devorado por los buitres, devorado por los halcones, devorado por las garzas reales,
devorado por los perros, devorado por los tigres, devorado por los leopardos, devorado por los chacales y por diversas clases de criaturas, lo aplica a su propio cuerpo y considera: "En verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello.
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento, mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución, mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y el de la disolución. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo". Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el pudridero, reducido a un esqueleto con un poco de carne y sangre adherido a él, unido tan sólo por los tendones, lo aplica a su propio cuerpo y considera: "En verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello".
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y el de la disolución. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo".
Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el pudridero, reducido a un esqueleto, embadurnado de sangre y sin carne, unido tan sólo por los tendones, lo aplica a su propio cuerpo y considera: "En verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello".
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y el de la disolución. Ahora tiene consciencia de que:"Esto es cuerpo". Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención. Y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es como un monje mora observando el cuerpo en el cuerpo.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el pudridero, reducido a un esqueleto, sin nada de carne ni de sangre, unido tan sólo por los tendones, lo aplica a su propio cuerpo y considera: "En verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello".
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la disolución. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y de la disolución. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo".
Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención. Y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es como un monje mora observando el cuerpo en el cuerpo.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el pudridero, reducido a huesos sueltos esparcidos en todas direcciones: aquí un hueso de la mano, aquí un hueso del pie, acá un hueso del tobillo, un hueso de la rodilla, un hueso del muslo, de la pelvis, allí una vértebra, allá un hueso de la espalda; también un hueso del hombro, de la garganta, la mandíbula, los dientes y el cráneo lo aplica a su propio cuerpo y considera: "en verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello."
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la desaparición. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y el de la desaparición. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo". Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención. Y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es como mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el pudridero, reducido a huesos blanqueados como una concha, lo aplica a su propio cuerpo y considera: "En verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello".
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la desaparición. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y de la desaparición Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo" .
Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención. Y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es corno mora un monje observando el cuerpo en el cuerpo.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el pudridero, reducido a un montón de huesos de más de un año, lo aplica a su propio cuerpo y considera: "En verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello",
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna corno externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento, mora observando en el cuerpo el fenómeno de la desaparición. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y de la desaparición. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo". Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención. Y mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es corno un monje mora observando el cuerpo en el cuerpo.
Así mismo, monjes, cuando un monje ve un cuerpo tirado en el pudridero, los huesos reducidos a polvo, lo aplica a su propio cuerpo y considera: "En verdad que este cuerpo tiene la misma naturaleza, se volverá igual y no escapará a ello".
Así mora observando internamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando externamente el cuerpo en el cuerpo, o mora observando tanto interna como externamente el cuerpo en el cuerpo. Mora observando en el cuerpo el fenómeno del surgimiento. Mora observando en el cuerpo el fenómeno de la desaparición. Mora observando en el cuerpo el fenómeno simultáneo del surgimiento y el de la desaparición. Ahora tiene consciencia de que: "Esto es cuerpo".
Desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención. Así mora desapegado sin aferrarse ni codiciar nada en este mundo (de mente y materia). Monjes, así es como un monje mora observando el cuerpo en el cuerpo.
Notas:
1.- La palabra bhikkhü [monjes] se usaba para dirigirse a todos aquellos que escuchaban los sermones del Buda. Por tanto, cada meditador, cada persona que camina por el sendero del Dhamma, aunque no sea literalmente un bhikkü; puede beneficiarse siguiendo las instrucciones que se dan aquí.
2.- Satipatthana [el cultivo de los Fundamentos de la Atención]. Sati significa atención y consciencia. Satipatthana significa que el meditador tiene que trabajar con diligencia y constancia para afincarse firmemente en la consciencia o atención. Por tanto, hemos utilizado los "Fundamentos de la Atención" para transmitir el sentido de que hay que afanarse activamente para mantener una consciencia continua de las sensaciones, tal y como se desprenderá del resto del Sermón.
Hay ciertos pasajes en los sermones del Buda en los que sati tiene el significado de "memoria" (Digha-nikaya. VRII, 411; 11, 347; PTS 1, 180; 11, 292) lo que es cierto en particular cuando se refiere a la habilidad especial de recordar vidas pasadas, habilidad que se desarrolla por la práctica de los jhanas (absorciones profundas de la concentración). Pero en el contexto del Satipatthana, la práctica de Vipassana, que no conduce a los jhanas sino a la purificación de la mente, sati sólo puede significar prestar atención (o ser consciente) del momento presente, y no recuerdo del pasado (o ensoñación del futuro).
3.- El Buda siempre incluía el término sampajañña [comprensión constante y minuciosa de la impermanencia] o sampajano (la forma adjetivada de sampajañña) cuando se le pedía que explicase sati (atención, consciencia). (Véase por ej., la definición de samma sati en el capítulo sobre las Cuatro Verdades Nobles: La Verdad del Sendero). Como resultado de la asociación frecuente de ambas palabras, sampajañña se ha considerado a menudo como casi sinónimo de sati, como "consciencia clara" o "clara comprensión"- o como una exhortación a permanecer atentos. Otra definición tradicional de sampajañña, más cercana a su significado pleno, es "comprensión minuciosa".
En el Sutta Pitaka el Buda dió dos explicaciones del término. En el Samyutta-nikaya (VRlI, Mahavaggasamyutta, 401; PTS V; 180-1) lo define como sigue:
Monjes: ¿ Cómo comprende minuciosamente un monje? Monjes, he aquí que un monje sabe que las sensaciones surgen en él, sabe de su persistencia y sabe de su desvanecimiento; sabe que las percepciones surgen en él, sabe de su persistencia y sabe de su desvanecimiento; conoce cada aplicación inicial de la mente sobre un objeto que surja en él, sabe de su persistencia y sabe de su desvanecimiento. Meditadores: así es como un meditador comprende minuciosamente.
De lo anterior se desprende que se está sampajano únicamente cuando se da uno cuenta de la característica de la impermanencia (surgir, persistir y desvanecerse). Esta comprensión debe estar basada en la sensación (vidita vedana). Si la característica de la impermanencia no se percibe en vedana, dicha comprensión es una simple intelectualización puesto que la experiencia directa sólo sucede a través de la sensación. La declaración además indica que sampajañña está presente en la experiencia de la impermanencia de vitakka y sañña. Aquí debemos señalar que la impermanencia que se verifica en vedana realmente abarca los tres casos, ya que, según la enseñanza del Buda en el Anguttara-nikaya (VRl 111, Desakanipata; 58; PTS V. 107):
Vedana samosarana sabbe dhamma
Todo lo que surge en la mente fluye con las sensaciones.
La segunda explicación que nos da el Buda de sampajañña hace hincapié en que debe ser continuo y repite en diversos lugares las palabras del sampajanapabbam del Mahasatipathana-sutta (Digha-nikaya II: VRI, 160; PTS 95):
Monjes, ¿ y cómo comprende minuciosamente un monje? Monjes, he aquí que un monje, mientras avanza o retrocede, lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; ya mire de frente o mire alrededor lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; mientras encoge o extiende (los miembros) lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; ya se ponga las prendas interiores o las exteriores o lleve la escudilla, lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; ya coma, beba, mastique o saboree lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; al obedecer la llamada de la naturaleza, mientras defeca u orina, lo comprende, consciente siempre de la impermanencia; ya camine, esté en pie, sentado, durmiendo o despierto, hablando o en silencio lo
comprende, consciente siempre de la impermanencia.
Con una comprensión adecuada de la enseñanza del Buda, se desprende claramente que si este sampajañña continuo consiste solamente en la comprensión minuciosa del proceso externo del caminar, comer y de las demás actividades corporales, lo que se está practicando es meramente sati. Pero si la comprensión constante y minuciosa incluye la característica del surgimiento y de la desaparición de vedana mientras el meditador realiza estas actividades, lo que se está practicando es sampajano satima, y se está desarrollando pañña (sabiduría),
El Buda lo describe más específicamente en este pasaje del Anguttaranikaya (VRI 1, Catukkanipata, 2; PTS II 14) con palabras que recuerdan el Sampajanapabbam:
El monje, ya camine o permanezca en pie, se siente o se tumbe ya se doble o se extienda, arriba, hacia adelante, hacia detrás en cualquier dirección observa el surgir y el desaparecer de los agregados.
El Buda enfatiza claramente la comprensión minuciosa de anicca (impermanencia) en todas las actividades corporales y mentales. Por tanto, dado que la comprensión correcta de este término técnico -sampajañña- es crítica para la comprensión de este sutta, lo hemos traducido como "la comprensión constante y minuciosa de la impermanencia" aunque sea una definición menos concisa de lo que es la tradicional "Clara comprensión".
4.- En este párrafo introductorio, el Buda repite una fórmula verbal clásica para recordarnos que debemos permanecer continuamente observando "el cuerpo en el cuerpo", o las "sensaciones en las sensaciones", o "la mente en la mente" o "los contenidos mentales en los contenidos mentales". Aunque pueden parecer unas instrucciones verbales poco usuales, hacen referencia al hecho de que la observación tiene que ser experimentada directamente antes que hacerla sólo con el pensamiento, la imaginación o la contemplación del objeto.
El Buda enfatiza este punto en el Anapana-sati-suttam, (Majjhima-nikaya III; VRI, 149; PTS 83-4), en el que describe los estados graduales de la práctica de anapana. En la sección en la que explica cómo se perfeccionan los cuatro satipatthanas por medio del anapana dice:
...Monjes, cuando digo "inhalación-exhalación" es como otro cuerpo en el cuerpo. Monjes, observando el cuerpo en el cuerpo de esta manera, es la forma en la que un monje mora ardiente, con recta atención y comprensión constante de la impermanencia, habiendo eliminado la codicia y la aversión hacia este mundo de mente y materia.
Esto indica que la práctica de ánápána conduce directamente a la experiencia del cuerpo, es decir, sentir las sensaciones en el cuerpo. Las sensaciones pueden estar relacionadas con la respiración, con el oxígeno fluyendo en la sangre, etc., pero estos detalles carecen de importancia. La experiencia del cuerpo en el cuerpo ni se imagina ni se contempla, sino que se siente en todo el cuerpo. Y especifica:
...Monjes, cuando digo: "con la adecuada atención a la inhalación exhalación" es como otra sensación en las sensaciones. Monjes, observando las sensaciones en las sensaciones de esta manera, es la forma en la que un monje mora ardiente con recta atención y comprensión constante de la impermanencia, habiendo eliminado la codicia y la aversión hacia este mundo de mente y materia.
Al igualar la observación de la respiración con la experiencia de las sensaciones, el Buda está subrayando la importancia crucial del cuerpo y de las sensaciones en la práctica correcta de la meditación. Lo que perfecciona los cuatro satipatthanas es la constatación directa de las sensaciones en todo el cuerpo con consciencia de la impermanencia y con ecuanimidad.
Es esclarecedor que describa en el Anapana-sati-suttam la experiencia del cuerpo en el cuerpo y de las sensaciones en las sensaciones cuando se observa la respiración, o que cuando trata de la observación de la mente no lo haga con la misma fórmula verbal, sino que dirija nuestra atención una
vez más a la importancia de sampajañña :
.
...Monjes, observando la mente en la mente un monje mora ardiente con recta atención y comprensión constante de la impermanencia, habiendo eliminado la codicia y la aversión hacia este mundo de mente y materia. Monjes, os digo que aquel que está desatento, que no es consciente constantemente de la impermanencia, no está haciendo anapana.
Tomando
anapana como punto de partida, la práctica descrita conduce directamente a la Vipassana, es decir, a la práctica de los cuatro satipatthanas. Vemos el énfasis con el que Buda hace constar que, incluso mientras se practica la atención a la inspiración y a la espiración, no se está practicando correctamente a menos que haya consciencia de la impermanencia junto con la experiencia directa de las sensaciones.
5.-Pajanati [sabe perfectamente] - "conocer en profundidad, a propósito, con sabiduría" - es difícil de expresar con un solo término. Es el resultado de la intensificación del verbo janati (sabe) con la adición del prefijo pa, de paññii (sabiduría).
6.- Iti ajjhattam...kaye kayianupassi viharati [Así mora... mora observando el cuerpo en el cuerpo]. Este párrafo se repite 21 veces en todo el Mahasatipatthana sutta con las variaciones pertinentes según la sección de los cuatro satipatthanas que se hayan alcanzado: cuerpo, sensaciones, mente o contenidos mentales.
En este párrafo clave, el Buda describe los pasos comunes de la Vipassana que todos los meditadores deben dar, sin que haga al caso la sección por la que se comience. En cada una de sus repeticiones el párrafo enfoca nuestra atención sobre el hecho esencial de que hay que percibir, ya se esté observando el cuerpo, las sensaciones, la mente o los contenidos mentales, su característica fundamental de surgir y desaparecer. Entonces, la comprensión de la impermanencia conduce directamente al desapego absoluto del mundo de mente y materia, lo que nos lleva al nibbana (liberación).
7.- Bahiddha [externamente] se ha traducido a veces como "cosas exteriores" u "observar el cuerpo de otro". En la sección siguiente que trata de la observación de las sensaciones, se ha supuesto que quiere decir "sentir las sensaciones de otros". Aunque esta experiencia no es imposible, sólo sería factible practicarla en un estado de desarrollo muy elevado. Según el sutta, se le dice al meditador que se siente solo en algún lugar de un bosque, bajo un árbol o en una celda y comience a practicar; en una situación así no tendría sentido observar a otros, y carecerían de sentido las sensaciones de alguna otra persona o cosa. Por tanto, para un meditador "externamente" significa la superficie del cuerpo, que es la definición más práctica de bahiddha.
(Ver también la nota número 20)
8.- La expresión pali atthikayo [esto es cuerpo] indica que, en este sentido, el meditador comprende claramente de forma empírica, en las sensaciones, la verdadera naturaleza del "cuerpo": su característica de surgir y desaparecer y por tanto no identifica el "cuerpo" como el de un hombre o una mujer, joven o viejo, hermoso o feo, ni siente ningún apego hacia el "yo", "mi" o "mío". Por ello hemos optado por traducir esta frase con un genérico "Esto es cuerpo".
En cada una de las otras tres secciones del sutta, -las sensaciones, la mente y los contenidos mentales- se identifican en su párrafo correspondiente con la misma traducción genérica: "Esto es sensación", "esto es mente", "esto son contenidos mentales", para señalar la falta de identificación del meditador con el objeto y su comprensión del objeto en su verdadera característica de anicca (impermanencia).
En este párrafo clave, el Buda describe los pasos comunes de la Vipassana que todos los meditadores deben dar, sin que haga al caso la sección por la que se comience. En cada una de sus repeticiones el párrafo enfoca nuestra atención sobre el hecho esencial de que hay que percibir, ya se esté observando el cuerpo, las sensaciones, la mente o los contenidos mentales, su característica fundamental de surgir y desaparecer. Entonces, la comprensión de la impermanencia conduce directamente al desapego absoluto del mundo de mente y materia, lo que nos lleva al nibbana (liberación).
9.- Yavadeva ñanamattaya patisamattaya [así desarrolla esta consciencia hasta el grado en el que hay mera comprensión junto con mera atención]. Cuando ha llegado a este punto, la mente del meditador esta absorta en una clara consciencia de anicca (el surgir y desaparecer de las sensaciones) sin que haya ningún tipo de identificación más allá de esta consciencia; .y basado en la clara consciencia desarrolla el conocimiento de su propia experiencia. Esto es pañña (sabiduría). Con la consciencia fundamentada .de este modo en anicca no existe atracción hacia el mundo de mente y materia.
10.- Incluye no sólo las cuatro posturas clásicas del cuerpo, sino también los cambios de postura. Haga lo que haga un meditador ardiente siempre es claramente consciente con sabiduría: yatha yatha va-tatha tatba nam pajanati (sabe perfectamente lo que está haciendo).
11.- Sampajanakari hoti [comprende, consciente siempre de la impermanencia] significa literalmente: "Esta haciendo (todo el tiempo) sampajañña". Es muy útil seguir la progresion en pali de las palabras del Buda, cuando utiliza janati (sabe), pajanati (conoce, a propósito, o profundamente, con sabiduría) y sampajanati (comprende constantemente la naturaleza impermanente de su experiencia), Cada palabra indica un paso progresivo que el meditador da al seguir las instrucciones dadas en el sutta.
Así avanza desde la simple experiencia a la clara cornprension con el conocimiento empírico hasta la comprensión minuciosa y correcta, que es la consciencia constante de las sensaciones con una percepción total y detallada de la naturaleza impermanente de cualquier experiencia.
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