29 nov 2011

Mayor capacidad de deslizamiento de los tejidos



A pesar de que el organismo humano dispone de infinidad de facultades sensitivas y sensoriales, se puede afirmar que –por suerte- la mayoría de los procesos y funciones en un cuerpo sano no se pueden percibir conscientemente.



Así por ejemplo, no percibimos que encada movimiento se produce un deslizamiento suave y silencioso entre diferentes capas de tejido. En el interior del músculo se desplazan las fibras y los haces musculares, por otra parte los grupos musculares adyacentes se deslizan el uno sobre el otro; también los ligamentos se rozan entre ellos y además con las cápsulas articulares así como los ligamentos contra los tendones y ambos otra vez contra otros fascículos musculares. En algunos puntos críticos disponemos de bolsas sinoviales para facilitar el deslizamiento. Naturalmente también se desplazan entre ellos los cartílagos situados en los extremos óseos a lo que se añade el continuo movimiento pulsátil de los vasos sanguíneos y linfáticos. El sistema nervioso, distribuido por todo el organismo, también está expuesto a todos es-tos movimientos. Los tendones además están envueltos en un tejido deslizante o incluso se encuentran protegidos por una vaina tendinosa. Por último la piel también se desliza en cada movimiento sobre sí misma y sobre otros tejidos grasos y conjuntivos u otras capas situados debajo de ella.  

Los ejemplos que aún se podrían citar son interminables.

• Hemos de ser conscientes de que las diferentes capas de tejidos son lubricadas continuamente cuando se mueven con frecuencia entre ellas, y que por ello poseen unas óptimas propiedades deslizantes. Estos procesos de deslizamiento también determinan la elasticidad de los tejidos y el grado de los arcos de movimiento.


La falta de movimiento provoca que la lubricación de las capas de tejido sea insuficiente o incluso nula

La falta de movimiento o la falta de extensión en los arcos de movimiento provoca que la lubricación de las capas de tejido sea insuficiente o incluso nula. Además, a causa de la falta de movimiento o de una limitación en la movilidad, las diferentes capas de tejido pueden adherirse y soldarse entre ellas, o incluso -en inmovilizaciones muy largas- cicatrizar por la formación de nuevo tejido conjuntivo.

• De esta manera se explica que con el empeoramiento de la facultad deslizante de los tejidos también aumenta la resistencia mecánica para cualquier movimiento limitando la extensión del mismo. En el peor de los casos se produce lo que denominamos adherencias, es decir, una limitación o anquilosamiento patológico del movimiento, que no se puede superar ni de forma activa ni pasiva. Es lo que popularmente se entiende como unas articulaciones anquilosadas.
La rigidez y la falta de movilidad son los principales responsables cuando nos anquilosamos, o sea, cuando perdemos las facultades de deslizamiento y de movimiento de nuestro aparato locomotor.

• Podemos partir de la idea de que el anquilosamiento o las adherencias de una articulación es un proceso muy complejo: insuficiente lubricación articular, atrofia capsular, acortamiento de ligamentos, músculos y sus tendones, tejidos adheridos y todo a la vez mal irrigado y nutrido.

La movilidad también depende de los «procesos de deslizamiento»

El estiramiento también consigue que los tejidos se deslicen de forma óptima

• El estiramiento no sólo pretende evitar la rigidez muscular, sino lograr un óptimo deslizamiento entre los tejidos, por lo que evidentemente también se consigue reducir el gasto energético (trabajo muscular) en todos los movimientos.

• Conclusión: El que estira bien, lubrica bien; el que lubrica bien, se mueve bien.
Ahora sabemos que el estiramiento ayuda a ahorrar energía (corporal).



Fuente: "Los estiramientos" de Bruno Blum

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