11 jul 2017

Pranayama IV, por TKV Desikachar: Enfoque en prāṇāyāma

Del libro "El corazón del yoga"

TKV DESIKACHAR Y SU PADRE SRI T KRISHNAMACHARYA 

Enfoque en prāṇāyāma


Existen algunas técnicas que nos ayudarán a mantener la concentración en prāṇāyāma. Al concentrarnos en la respiración, podemos enfocarnos en el flujo del aliento, su sonido o en el lugar donde está ocurriendo la mayoría del trabajo. Lo anterior se determinará por la fase en la que nos encontremos. Por ejemplo, durante la exhalación y al retener la respiración después de aquella, nuestra concentración está dirigida hacia el abdomen. Por lo contrario, se dirige hacia la región pectoral cuando inhalamos y retenemos la respiración después de inhalar.


Aunque parezca fácil, de hecho, seguir sólo el movimiento de la respiración es muy difícil, porque suele cambiar en el momento en que nos concentramos en ella y así optamos por controlar la proporción de la respiración natural, sólo para perjudicarla. Cuando seguimos la respiración nos inclinamos a seguir una de dos direcciones, ya sea que nos ocupemos de sentirla o sólo la observemos. Si es esto último, no tenemos que hacer nada con la actividad de la respiración en sí. Es como observar el flujo de un río. Cuando logramos hacerlo, nos encontramos casi en un estado de meditación. Esta es la razón por la cual a veces se nos aconseja que sólo observemos la respiración: al hacerlo, nuestra mente se tranquiliza. No es fácil, pero es maravilloso.


Hay otras técnicas que nos ayudan a mantener la concentración en prāṇāyāma. Una de ellas es llamar a nuestra mirada interna, una práctica en la cual sostenemos los ojos en una posición fija con los párpados cerrados. Usamos tanto nuestros ojos que no es fácil mantenerlos quietos. Ya sea que estemos mirando o escuchando, oliendo o probando, de una u otra manera nuestros ojos siempre están involucrados; por lo tanto siempre tienen mucha presión. Cerrar los ojos es un momento muy importante en prāṇāyāma. En la mirada interna dirigimos los ojos como si estuvieran viendo el vientre, el ombligo, la punta de la nariz o el punto entre las cejas. O sostenemos una imagen ante nuestros ojos, como por ejemplo una luna llena, un amanecer o el signo de un mantra.


Mirar es un ejercicio. Cuando empezamos a practicar este tipo de miradas, corremos el riesgo de tener dolores de cabeza si lo hacemos durante la aspiración y la exhalación. Se aconseja empezar este ejercicio de la manera que se prefiera, pero sólo mientras se retiene la respiración. Es más fácil así, porque todo está quieto.


La mirada interna no es natural. Por lo general los ojos se están moviendo constantemente, aún cuando están cerrados. En esta técnica de mirada interna tratamos de conservarlos fijos en un punto específico. De cierta manera es como si ignoráramos a los demás sentidos. El efecto es hacer descansar a los sentidos.


Otra técnica que nos ayuda a mantener la concentración durante prāṇāyāma es usar las manos y los dedos. A menudo vemos posiciones de mano como la de las imágenes de Buda. A las posiciones de las manos se les llama hasta mudrā. Hasta significa “mano” y mudrā tiene muchos significados, pero aquí podemos entenderla como un símbolo.


Existen muchas posiciones de mano. La posición de una mano descansando en la otra es dhyāna mudrā, el mudra de contemplación. En el cin mudrā, el pulgar y el índice de la mano izquierda se colocan como en un círculo (la mano derecha se usa para regular la respiración por las fosas). Cuando nuestra mente se distrae durante prāṇāyāma los dedos se separan y así, podemos notar que hemos perdido la concentración. De esta manera el mudrā también puede ser una forma para asegurar nuestra concentración en la respiración.


Para usar estas técnicas de enfoque al máximo, lo mejor es emplear sólo una, a través de toda la práctica de un día. Es más fácil descubrir algo cuando enfocamos nuestra atención en una técnica, que si se divide la atención en varias experiencias. Si usted va de un enfoque a otro durante el curso de doce respiraciones, podrá perder la concentración totalmente.


Para terminar, una palabra para recordar. Se dice que debemos hacer por lo menos doce respiraciones en cualquier sesión de prāṇāyāma. El número doce se relaciona con un antiguo ritual hindú en el cual contamos con los dedos, colocando el pulgar en varias posiciones en la mano cada vez que aspiramos, empezando en la base del índice. La figura muestra el orden en que se cuentan las respiraciones.


El método tradicional para contar las respiraciones en prāṇāyāma




Mas pensamientos sobre prāṇāyāma 

P: Es muy difícil para mi contar mientras estoy reteniendo la respiración.

R: Eso es interesante. De hecho, retener la respiración nos proporciona un momento de quietud, un momento en el cual podríamos hacer algo como contar. Aún más, se dice que el mejor momento para introducir un mantra no es al inhalar o al exhalar, sino mientras retenemos la respiración. Algunos mantras son muy largos. Los podemos recitar precisamente mientras retenemos la respiración, porque no tenemos que estar concentrados en ella. Se dice que un momento de retención de respiración es un momento de meditación, un momento de dhyāna. Por esto su comentario me sorprende. Puede ser que usted deba usar el método de contar con el dedo; sólo coloque el pulgar en una articulación de un dedo al momento de inhalar, entonces cambie el pulgar a otra articulación, a un ritmo de un golpe por segundo, para contar la duración de la retención. A veces esto ayuda. La meta final será no hacer uso de ninguna técnica.


P: ¿En verdad deberíamos poder practicar prāṇāyāma sin contar las respiraciones, o las proporciones entre las fases de la respiración?

R: Sí. ¿Qué cosa es prāṇāyāma que ser uno con la respiración? Pero es muy difícil, por eso tenemos tantas técnicas. Normalmente nuestro cuerpo tiene su propio ritmo y no estamos conscientes de nuestra respiración. Al contar estamos ocupados en ella. Muchas personas dicen que prāṇāyāma es aburrido; dicen que el sólo hecho de sentarse allí y hacer ejercicios de respiración es muy ridículo. Parece que los āsanas son un reto mayor y producen un resultado visible. Pero cuando estamos totalmente ocupados en prāṇāyāma, entonces ¿quién se aburre con los números? Contar o marcar la respiración, las proporciones y las técnicas, sólo son los medios y no las metas. La meta es no usar ninguna técnica en lo absoluto. Cuando podemos estar sólo con la respiración, observándola activamente, entonces estamos practicando la forma más elevada de prāṇāyāma. Pero es más fácil decir que hacer.



P: ¿Puede decirnos algo más sobre retener la respiración después de exhalar

R: Usamos esta clase de respiración cuando queremos enfocar nuestro trabajo en el área abdominal. Por lo general, retener la respiración después de exhalar es más difícil que hacerlo después de inhalar.


P: ¿Se puede relajar el diafragma durante la retención de la respiración después de inhalar o exhalar?

R: No hay por qué relajar deliberadamente el diafragma si se inhala en la forma correcta. Pero si se levanta el pecho demasiado al inhalar, los pulmones se expandirán más allá de su límite natural y el diafragma será arrastrado hacia adentro y arriba. Se dará cuenta de esto si siente una pequeña restricción en la garganta después de inhalar. Aquí es cuando se debe relajar conscientemente el diafragma. Por otro lado, cuando contraemos muy fuerte el abdomen al exhalar, el aire fluye hacia fuera, tan rápido, que no se puede controlar bien. De forma similar, el aire que fluye al inhalar no se podrá controlar tampoco, si el abdomen está aún contraído después de exhalar, sin importar qué tan completa haya sido la exhalación. Si oye o siente un sonido ahogado al empezar la inhalación, es seguro que haya contraído el abdomen demasiado fuerte. Lo puede sentir en la garganta.

Cada vez nos esforzamos de más, causamos tensión en el diafragma. Entonces, si hemos contraído demasiado el abdomen al exhalar, deliberadamente debemos relajar el diafragma también.


P: ¿Se debe preparar de la misma manera todos los días para una práctica difícil de un prāṇāyāma?

R: Nos podemos preparar de varias formas. Es cierto que siempre es necesario hacer alguna acondicionamiento. Si nuestro propósito es hacer una proporción de respiración en particular y escogemos bien los āsanas correspondientes, entonces la preparación puede ser relativamente corta. Si queremos practicar retención de respiración después de inhalar y exhalar, por ejemplo, no haremos muchas posturas agotadoras de antemano.


P: ¿Usted hace siempre prāṇāyāma después de los āsanas ?

R: Es mejor hacer esto, siempre y cuando no sean muy agotadores y nos ayuden a respirar mejor. Hay excepciones, pero como regla general hacemos āsanas antes de prāṇāyāma.


P: ¿Podemos desarrollar la habilidad para mirar fijamente?

R: Claro que sí. Para empezar, mire con intensidad al centro del movimiento de la respiración, esto es, al área del diafragma. Al inhalar usted dirige su mirada ahí y al retener la respiración también sostiene la mirada en ese lugar. Cuando exhale, permita que los globos oculares volteen para abajo hacia el ombligo. El siguiente paso sería sostener su mirada en el mismo punto durante toda su práctica de prāṇāyāma, sin importar si está aspirando o exhalando. Así que empiece por contemplar sólo mientras retiene la respiración y después inténtelo mientras inhala y retiene la respiración. Después de unos meses, es probable que pueda mirar fijamente sin ningún problema durante su práctica de prāṇāyāma.



P: ¿En realidad utiliza los músculos de los ojos al mirar con fijeza o sólo se lo imagina?

R: No se pueden relajar los músculos de los ojos mientras se está contemplando; los estamos usando. Pero las diversas técnicas para ello tienen diferentes efectos. Muchas personas están tan tensas que sus cejas siempre están fruncidas. Recomiendo que estas personas vean para abajo, cuando inhalan y exhalan. Cuando los globos de los ojos están hacia abajo, el área entre las cejas simplemente no puede estar tensa. Mirar al punto entre las cejas puede crear tensión muscular. Esta técnica no es la apropiada si hay mucha tensión en esa área. La práctica de contemplar se debe hacer paso a paso, si no, nos dolerá la cabeza.


P: ¿Utiliza la técnica del yoga, de contemplar una vela con el propósito de meditar?

R: Fijar la mirada en una vela es una forma exterior de mirar. En India tenemos la costumbre de mirar al sol a través de cierta posición de las manos todos los días. La idea detrás de esto es que nos familiarizamos con la forma del sol y así podamos visualizarlo con nuestros ojos internos durante prāṇāyāma. Mirar una vela, lo que se llama trāṭaka, es algo similar, pero no es necesario relacionarlo con prāṇāyāma. Algunas veces lo usamos como un ejercicio de los ojos. La mirada fija en prāṇāyāma se dirige al interior más que al exterior, porque en esta técnica nos estamos orientando a lo que tenemos dentro de nosotros.


P: ¿Nos podríamos distraer al retener un mudrā durante prāṇāyāma si nos concentramos en la posición de nuestras manos?

R: Naturalmente. Es por esa razón que practicamos todas estas técnicas de forma gradual. Si usted fuera a aprender prāṇāyāma conmigo, hasta después de mucho tiempo le mencionaría estas técnicas y las introduciría poco a poco y con mucho cuidado. Todo lo que hagamos para reunir nuestra energía se debe hacer gradualmente. Si hacemos algo demasiado rápido, nos puede agotar.


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