18 ago 2020

Estadios del Yoga (los ocho miembros). BKS Iyengar



1. Los estadios del yoga son ocho: yama, niyama, asana, pránáyáma, pratyáhara, dharana, dhyána y samadhi. Todos ellos se hallan integrados, pero, por una cuestión de conveniencia, se los suele estudiar como componentes independientes.


2. Un árbol tiene raíces, tronco, ramas, hojas, corteza, savia, flores y frutos. Cada uno de estos componentes posee una identidad separada, pero cada componente no puede constituir el solo un árbol. Lo mismo ocurre con el yoga. Al igual que todas las partes reunidas conforman un árbol, así también los ocho estadios reunidos forman el yoga. Los principios universales de yama son las raíces, y las disciplinas individuales de niyama conforman el tronco. Las asanas son como varias ramas extendiéndose en distintas direcciones, El pranáyáma, que ventila el cuerpo con energía, es como las hojas que ventilan todo el árbol. Pratyáhára evita que la energía de los sentidos fluya al exterior, igual que la corteza protege el árbol para que no se pudra. Dharana es la savia del árbol que mantiene firme el cuerpo y el intelecto. Dhyána es la flor que al madurar se convierte en el fruto de samádhi, De igual suerte que el fruto es el desarrollo superior de un árbol, la realización de nuestro verdadero sí—mismo (átmá-darshana) constituye la culminación de la práctica de yoga,


3. A través de los ocho estadios del yoga el sádhaka desarrolla la comprensión de su propio sí—mismo. Va avanzando paso a paso desde lo conocido —su cuerpo— hasta lo desconocido. Evoluciona desde la envoltura externa del cuerpo —la piel-hasta la mente. Desde la mente (manas), pasa al intelecto (buddhi), la voluntad (sankalpa), la consciencia discernidora (viveka-khyáti o prajñá), la conciencia (sad-asad-viveka) y finalmente al Sí—mismo (Átmá).


Yama

4. Yama es un nombre colectivo dado a los mandamientos morales universales. Estos mandamientos son eternos, aplicándose sin consideraciones de clase, tiempo o lugar, Estos grandes votos (mahávratas) son la no violencia (ahimsa), la verdad (satya), el no robar (asteya), la continencia (brahmacharya) y el no codiciar (aparigraha). La no-violencia es abstenerse de infligir cualquier tipo de lesión, ya sea fisica o mental, de pensamiento o de hecho. Cuando se abandonan el odio y la animosidad, queda un amor que todo lo abarca. El yogui se muestra inexorable en su apego a la verdad y a la honestidad consigo mismo, y cuanto piensa o habla resulta ser verdad. El controla sus deseos y reduce sus necesidades, de forma que se vuelve más rico sin robar, y las cosas le vienen dadas sin pedirlas. La continencia (brahmacharya) se impone en todo cuanto concierne al sexo, ya sea imaginario o de hecho. Esta disciplina trae como resultado virilidad, así como capacidad de ver lo divino en todas las formas creadas sin que surga la excitación sexual. No se han de desear cosas que no sean necesarias para el mantenimiento de la vida, pues al deseo le sigue la avaricia, que lleva al pesar si uno no consigue lo que quiere. Cuando los deseos se multiplican, la conducta correcta se destruye.


Níyama

5. Niyamas son las reglas para la autopurificación, a saber: pureza (shaucha), contento (santosha), austeridad (tapas), estudio de las escrituras (svádhyáya) y abandono de todas las acciones al Señor (Íshvara pranidhána). El yogui sabe que su cuerpo y sus sentidos son susceptibles a los deseos, los cuales perjudican su mente; por ello observa estos principios. La pureza puede ser de dos clases, interna o externa, y ambas deben ser cultivadas. La última designa la pureza de comportamiento y hábitos, la limpieza de la persona y cuanto le rodea. La primera se basa en la erradicación de los seis males, a saber: la pasión (kama), la ira (krodha), la codicia (lobha), el engreimiento (moha), el orgullo (mada), la malicia y la envidia (mátsarya). Esta erradicación se consigue ocupando la mente con pensamientos buenos y constructivos que conduzcan hacia lo divino. El contento reduce los deseos, nos vuelve más alegres y nos proporciona equilibrio mental. La
austeridad le permite a uno disciplinar su cuerpo para aguantar el infortunio y la adversidad, al dirigir la mente hacia el Sí-mismo interior. El estudio representa aquí la educación de uno para ir en pos de la verdad y la autorrealización.

Por último viene el abandono de todas nuestras acciones al Señor y el total acatamiento de Su voluntad. Así pues, niyamas son las virtudes que calman la mente turbada, y que conducen al sádhaka hacia la paz tanto en su interior como a su alrededor.


Asana


6. Antes de abordar las ásanas, se hace esencial hablar de purusha y prakriti.

Purusha (literalmente “persona") es el principio psíquico universal, que, aunque incapacitado para realizar ninguna acción por si mismo, anima y aviva la naturaleza (prakriti o “el productor”), principio físico universal, el cual, a su vez, mediante sus tres cualidades y poderes evolutivos (gunas), produce el intelecto (buddhi) y la mente (manas).


Purusha y prakriti, actuando de forma conjunta. incitan al mundo material para que entre en actividad. Ambos son ilimitados, sin principio ni final. Prakriti consta de cinco elementos bastos (pancha mahábhutas), a saber: tierra (prithvi), agua (ap), fuego (tejas), aire (vayu) y éter (ákásha). Sus cinco contrapartidas sutiles (tanmátras) son el olfato (gandha), el gusto (rasa), la forma (rupa), el tacto (sparsha) y el sonido (shabda). Estos elementos bastos y sus contrapartidas se funden con las tres cualidades y poderes evolutivos (gunas) de prakriti, esto es, la iluminación (sattva), la actividad (rajas) y la inactividad (tamas), para formar el intelecto cósmico (mahat).

El ego (ahamkára), el intelecto (buddhi) y la mente (manas) forman la consciencia (chitta), contrapartida individual de mahat. Mahat es el germen primario sin evolucionar de la naturaleza, o el principio productivo de donde se desarrollan todos los fenómenos del mundo material. Existen cinco órganos de percepción (jñánendriyas) oídos, nariz, lengua, ojos, y piel— y cinco órganos de acción (karmendriyas) —piernas, brazos, habla, órganos excretores y reproductores. Prakriti, los cinco elementos bastos, sus cinco contrapartidas sutiles, el ego, el intelecto y la mente, los cinco órganos de percepción, los cinco órganos de acción, y purusha, constituyen los veinticinco elementos básicos (tattvas) de la filosofia sámkhya. No se puede hacer un cántaro sin un alfarero, ni una casa sin un albañil. De forma similar, la creación no puede tener lugar sin que purusha, la Fuerza Primordial, entre en contacto con los tattvas. Toda la existencia gira pues en torno a purusha y prakriti.


7. La vida es una combinación del cuerpo, los órganos de percepción y acción, la mente, el intelecto, el ego y el alma. La mente actúa de puente ente el cuerpo y el alma. La mente es imperceptible e intangible. El si—mismo colma sus aspiraciones y sus placeres a través de la mente, que actúa como un espejo. y del cuerpo, que le sirve como instrumento de disfrute y realización.


8. De acuerdo con el sistema de medicina indio (Áyurveda), el cuerpo se compone de siete elementos constituyentes (dhátus), así como de tres humores (doshas). Los siete elementos se denominan asi porque sustentan el cuerpo. Son el quilo (rasa), la sangre (rakta), la carne (márhsa), la grasa (medas), los huesos (asthi), la médula (majjá) y el semen (shukra), Estos mantienen el cuerpo inmune a la infección y las enfermedades.


9. El quilo se forma por la acción de los jugos gástricos sobre la comida. La sangre produce carne y refresca el cuerpo entero. La carne protege los huesos y produce grasa. La grasa lubrica y aporta firmeza al cuerpo. Los huesos sostienen el cuerpo y producen médula. La médula proporciona fuerza y produce semen. El semen no sólo procrea, sino que, según los textos antiguos, en su estado sutil fluye por el cuerpo sutil en forma de cierta energía vital.


10. Los tres humores (doshas) —viento (vata), bilis (pitta) y flema (shleshma)—, proporcionan una salud perfecta cuando se hallan en equilibrio uniforme, Todo desequilibrio que en ellos se produzca es causa de enfermedades. La energía sutil o vital llamada viento genera la respiración, el movimiento, la acción, la excreción y la procreación. Coordina además las funciones de las diferentes partes del cuerpo, así como las facultades humanas. La bilis crea la sed y el hambre. Digiere la comida y la convierte en sangre, manteniendo así constante la temperatura corporal. La flema lubrica las articulaciones y los músculos, y ayuda a curar las heridas. “Mala” son los desechos sólidos, líquidos y gaseosos. A menos que éstos sean excretados, se asientan las enfermedades, alterando el equilibrio de los tres humores.


Las Koshas

11. Según la filosofia del Vedanta, tres son las estructuras o tipos de cuerpo (sharira) que recubren el alma. Están formadas por cinco envolturas (koshas) que se muestran imbricadas e interdependientes.

Las tres Sharíras son: (a) sthula, la estructura hasta o envoltura anatómica;
(b) sukshma, la estructura sutil, que se compone de las envolturas fisiológica, psicológica e intelectual; y (c) karana, la llamada estructura causal —la envoltura espiritual.

Sthula sharira es la envoltura de la alimentación (annamaya kosha).

Las envolturas fisiológica (pránamaya), psicológica (manomaya) e intelectual (vijñanamaya) conforman el cuerpo sutil (sukshma sharira).

Pránamaya kosha incluye los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo, nervioso, endocrino, excretor y genital. Manomaya kosha afecta a las funciones de la percepción consciente, el sentimiento y la motivación que no se derivan de la experiencia subjetiva. Vijñanamaya kosha afecta al proceso intelectual del razonamiento y el juicio que si derivan de la experiencia subjetiva.

Karana sharira es la envoltura de la dicha (ánandamaya kosha). El sádhaka la experimenta de forma consciente cuando se despierta tras un sueño profundo y reparador, así como cuando se halla totalmente absorto en el objeto de su meditación.

La piel recubre todas las envolturas y cuerpos. Ha de ser por tanto firme y sensible al menor movimiento. Todas las envolturas se entremezclan en sus diferentes niveles desde la piel hasta el Si-mismo.


Objetivos de la vida (Purushárthas)

12. El hombre tiene cuatro objetivos en su vida: dharma, artha, káma y moksha.

Dharma es el deber. Sin éste y sin la disciplina ética, el logro espiritual resulta imposible.

Artha es la adquisición de riqueza para lograr la independencia y las metas más altas de la vida. No puede proporcionar una dicha duradera; no obstante, un cuerpo pobremente alimentado es campo fértil para las preocupaciones y las enfermedades.


Kama designa los placeres de la vida, los cuales dependen en gran medida de que el cuerpo se encuentre sano. Como dice el Kathopaníshad, el “sí—mismo” no puede ser experimentado por un individuo débil.

Moksha es la liberación. El hombre iluminado comprende que el poder, el placer, la riqueza y el conocimiento pasan, y no traen la libertad. Es por ello que intenta alzarse por encima de sus cualidades sáttvicas, rajásicas y tamásicas, y así escapar de las ganas de los gunas.


13. El cuerpo es la morada de Brahman. Juega un papel fundamental en la consecución de los cuatro objetivos de la vida. Los sabios eran conscientes de que, aunque el cuerpo se va deteriorando, sirve de instrumento para alcanzar la realización, y por ello ha de mantenerse en buen estado.


14. Las ásanas purifican el cuerpo y la mente y tienen efectos preventivos y curativos. Su número es incontable, y responden a las diferentes necesidades de los sistemas muscular, digestivo, circulatorio, glandular, nervioso, asi como de otros sistemas del cuerpo. Ellas ocasionan cambios a todos los niveles, desde el físico al espiritual. La salud es un equilibrio delicado del cuerpo, la mente y el espíritu. Por la práctica de ásanas, las incapacidades físicas y las distracciones mentales del sadhaka desaparecen, y se abren las puertas del espíritu. Las ásanas proporcionan salud, belleza, fuerza, firmeza, ligereza, claridad de palabra y expresión, sosiego de los nervios y una alegre disposición. Su práctica puede compararse con el crecimiento del árbol del mango. Si el árbol ha crecido sano y fuerte, su esencia se encuentra en el fruto. De igual modo, la esencia destilada de la práctica de asanas es el despertar espiritual del sádhaka, quien se ve libre de todas las dualidades.


15. Existe un error común, y es pensar que tanto ásanas como pránáyáma han de ser practicados conjuntamente desde el momento en que comenzamos la yoga-sádhaná. La experiencia ha demostrado a este autor que si un novicio atiende a buscar la perfección de las posturas, no puede concentrarse en la respiración. Pierde el equilibrio y la profundidad de las asanas. Alcancen firmeza (sthirata) y quietud (achalatá) en asanas antes de acometer ninguna técnica de respiración rítmica. La amplitud del movimiento corporal varía de una postura a otra. Cuanta más pequeña sea la amplitud de movimiento, menor será el espacio en los pulmones y más corto será el ritmo respiratorio. Cuanto más grande sea la amplitud de movimiento corporal en las asanas, mayor será la capacidad pulmonar y más profundo el ritmo respiratorio. Al realizar conjuntamente pranayáma y ásanas, observen que no se vea perturbada la postura perfecta. No aborden el pránáyáma hasta que hayan perfeccionado las posturas. Uno se da cuenta pronto de que cuando se ejecutan correctamente las asanas, la respiración pranayámica se instala automáticamente.


Pranayama

16. El pránáyáma es una prolongación consciente de la inspiración, la retención y la espiración. La inspiración es el acto de recibir la energía primordial en forma de respiración, y la retención se da cuando la respiración es suspendida a fin de degustar esa energía. En la espiración, todos los pensamientos y emociones se vacían con la respiración: entonces, mientras los pulmones están vacios, uno abandona la energia individual, “yo", a la energía primordial, el Átma.

La práctica de pranayama desarrolla una mente estable, sólida fuerza de voluntad, y un juicio fume.


Pratyahra

17.Se trata de una disciplina para poner la mente y los sentidos bajo control. La mente juega un papel dual, Por un lado, busca la gratificación de los sentidos y, por otro, la unión con el Sí-mismo. Pratyáhára aquieta los sentidos y los atrae hacia el interior, conduciendo al aspirante hasta lo Divino.


Dharana, Dhyana y Samadhi

18. Dháraná es la concentración en un solo punto, o la total atención en lo que se está haciendo mientras la mente permanece inmóvil e imperturhable. Con ello, la percepción consciente interior se ve estimulada a integrar la inteligencia siempre móvil, lo que relaja todas las tensiones. Cuando esto continúa durante largo tiempo, se convierte en meditación (dhyána), un estado indescriptible que ha de experimentarse para ser comprendido. 


19. Cuando el estado de dhyana es mantenido durante largo tiempo sin interupción, se funde en samádhi, donde el sádhaka pierde su identidad individual
en el objeto de la meditación.


20. En samádhi, el sádhaka pierde consciencia de su cuerpo, respiración, mente, inteligencia y ego. Vive en la paz infinita. En ese estado, su sabiduría y pureza, combinados con la sencillez y la humildad. resplandecen. Mas no sólo él resulta iluminado, sino que también ilumina a aquéllos que a el acuden en búsca de la verdad.


21. Yama, niyama, ásana y pránáyama constituyen partes esenciales del yoga de la acción (karma). Ellos mantienen el cuerpo y la mente sanos para realizar todos los actos que complacen a Dios. Pránáyáma, pratyáhára y dháraná son partes del yoga del conocimiento (jñána). Dhyána y samádhi ayudan al sádhaka a fundir su cuerpo, mente e inteligencia en el océano del Sí—mismo. Tal es el yoga de la devoción y el amor (bhakti).


23. Estas tres corrientes de jñana, karma y bhakti vierten en el rio del yoga y pierden su identidad. Así, la sola senda del yoga dirige a cada tipo de sadhaka, desde el flojo (mñdha) hasta el controlado (niruddha), hacia la libertad y la beatitud.


Fuente: Luz sobre el pranayama. BKS IYENGAR

INDICE DEL LIBRO
LUZ SOBRE EL PRANAYAMA

11 ago 2020

La respiracion alternada de yoga

 


Instrucciones y práctica de la respiración alternada. Esta respiración equilibra los nadis, canales sutiles del cuerpo energético. Según la filosofía yóguica la respiracíón alternando las fosas nasales tiene un efecto directo en el cuerpo sutil y en el sistema nervioso. Los hermisferios cerebrales trabajan equilibradamente, influyendo en la acción del sistema nervioso simpático y parsimpático. Para el hatha yoga, esta respiración conciente contribuye a unificar y armonizar los canales solar y lunar, ida y píngala. Lo puede practicar cualquier persona, ideal para practicar antes o después de hacer asanas. Calma y aquieta la mente, relaja y estabiliza. Es el paso previo para la práctica de pranayamas y meditación. Se puede practicar al despertar, al atardecer, antes de ir a dormir, o para concetrarse en alguna otra práctica (no solo yoga, también en actividades artísticas, laborales y de estudio).


6 ago 2020

Surya Namaskar A y B. Ashtanga yoga.

 Namaste !

En este video les comparto una introduccion al Surya Namaskara, o Saludo al Sol. Veremos lo que es un vinyasa, como coordinar respiración y movimiento, y como hacer el Saludo al Sol adaptado para principiantes. Luego haremos una práctica de yoga Surya namaskar. 



Efectos de Surya Namaskar

Ejercicio de concentración, desarrolla la atención y nos coloca en el momento presente. Aprendemos a estar atentos siguiendo la respiración, y conectando la respiracion con el movimieto. 

Calienta el cuerpo, genera calor. Calienta músculos y articulaciones. 

Estira músculos, abre articulaciones, extiende la columna vertebral, crea espacios nuevos. Moviliza el cuerpo en general. 

Abre la respiación, nos ayuda a mejorar la capacidad pulmonar por ser un ejercicio cardiovascular. 

Estimula todos los sistema del cuerpo: circulatorio, digestivo, respiratorio, nervioso, escretor, hormonal, etc. 


4 ago 2020

¿Qué es el Yoga? BKS Iyengar en Luz sobre el pranayama



1. Nadie conoce el Uno absoluto, primordial e intemporal; ni tampoco el momento en que el mundo comenzó a existir. Dios y la naturaleza existían antes de que apareciese el hombre, pero a medida que éste evolucionó, fue cultivándose y comenzando a realizar sus propias potencialidades. Producto de este proceso surgió la civilización. Con ella evolucionaron las palabras, desarrollándose así los conceptos de Dios (purusa) y naturaleza (prakriti), religión (dharma) y yoga.


2. Dado que se hace bastante difícil definir estos conceptos, cada hombre ha de interpretarlos según su propia comprensión. Cuando el hombre cayó preso en las redes de los goces mundanos, descubrió que se había separar de de Dios y la naturaleza. Fue así presa de las polaridades del placer y el dolor, el bien y el mal, el amor y el odio, lo permanente y lo pasajero.


3. Atrapado en estos opuestos, el hombre sintió la necesidad de una divinidad personal (Purusha) que fuera suprema, no se viera afectada por las aflicciones, las acciones y las reacciones, y que se hallara libre de la experiencia de la dicha y la tristeza.

4. Ello llevó al hombre a buscar el ideal superior, encarnado en el Purusha perfecto o Dios. Fue así como el Ser Eterno. al que llamó Íshvara, el Señor, el guru de todos los gurus, se convirtió en el centro de su atención, de su concentración y de su meditación. En esta busca fundamental por alcanzarlo a El, el hombre ideó un código de conducta por medio del cual podría vivir en paz y armonía con la naturaleza, con sus semejantes y consigo mismo.

5. Aprendió a distinguir entre el bien y el mal, la virtud y el vicio, lo moral y lo inmoral. Surgió así un concepto global de la acción correcta (dharma) o la ciencia del deber. El Dr. S. Radhakrishnan escribió que “Dharma es lo que sustenta, apoya y sostiene", guiando a la humanidad a vivir una vida superior sin consideraciones de raza, casta, clase o fe.


6. El hombre se dió cuenta de que debía mantener el cuerpo sano, fuerte y limpio si quería actuar conforme al dharma y experimentar la divinidad que se halla dentro de el. Los videntes indios, en su búsqueda de la luz, destilaron la esencia de los Vedas en los upanishads y los darshanas (espejos de percepción espiritual), Los darshanas o escuelas son: sámkhya, yoga, nyaya, vaisheshika, purva mimánsa, y uttara mimánsa.


7. El Sámkhya afirma que toda creación es producto de los veinticinco elementos esenciales (tattvas), pero no reconoce al Creador (Íshvara). El Yoga si reconoce al Creador. El Nyaya pone el acento en la lógica y se ocupa principalmente de las leyes del pensamiento, apoyándose en la razón y la analogía. Acepta a Dios como resultado de la inferencia. El Vaisheshika hace hincapié en nociones tales como el espacio, el tiempo, la causa y la materia, y viene a completar a nyaya. Defiende, además, la misma visión de Dios del nyáya. El Mimánsa, que se supedita a los Vedas, consta de dos escuelas: el Purva Mímamsa, que se ocupa del concepto general de la Divinidad, aunque subrayando la importancia de la acción (karma) y los ritos; y el Uttara Mímánsa, que acepta a Dios sobre la base de los Vedas, si bien pone especial énfasis en el conocimiento espiritual (jñana).


8. Yoga es la unión del sí—mismo individual (jivatma) con el Si—mismo universal (Paramatmá). La filosofía sámkhya es teórica, mientras que el yoga es práctico. El sámkhya y el yoga combinados proporcionan una exposición dinámica del sistema del pensamiento y la vida. El conocimiento sin acción, y la acción sin conocimiento, no ayudan al hombre… Han de aparecer entremezclados, Es por eso que el samkhya y el yoga van juntos.


9. Según el yoga, Yájñavalkya Smriti, el Creador (Brahma), bajo la forma de Hiranyagarbha (El Feto Dorado), fue en origen el difusor del yoga como sistema para la salud del cuerpo, el control de la mente y la consecución de la paz, El sistema fue compilado y puesto por escrito por Patanjali en sus Yoga Sutras o aforismos. Más que de un estudio prolijo, se trata de directrices que revelan los medios y el fin. Cuando se combinan y practican las ocho disciplinas del yoga, el yogui experimenta la unidad con el Creador, perdiendo su identidad de cuerpo, mente y sí-mismo. Este es el yoga de la integración (samyama).


10. Los Yoga Sutras se componen de 196 aforismos divididos en cuatro capítulos, El primero se ocupa de la teoria del yoga. Va dirigido a quienes ya han logrado una mente serena, y establece lo que han de hacer para conservar esa serenidad. El capítulo segundo, acerca del arte del yoga, inicia al principiante en la práctica. El tercero trata de la disciplina interna y de los poderes (siddhis) que adquiere el practicante El capítulo cuarto y último habla de la emancipación o liberación de las cadenas de este mundo.


11. El vocablo “yoga” procede de la raíz sánscrita “yuj”, que significa atar, juntar, sujetar y uncir; dirigir y concentrar la atención a fin de utilizarla para la meditación. El yoga es, pues, el arte que lleva a una mente incoherente y dispersa a un estado reflexivo y coherente. Es la comunión del alma humana con la Divinidad.


12. El hombre recibe como legado de la naturaleza las tres características o cualidades (gunas), que son: la iluminación (sattva), la acción (rajas) y la inercia (ramas). Ubicado en la rueda del tiempo (kalachakra, kala : tiempo, chakra:rueda) como una vasija en el torno de un alfarero (kulálachakra), el hombre es modelado y remodelado de acuerdo al orden predominante de estas tres características fundamentales entremezclada.


13. El hombre se halla dotado de mente (manas), intelecto (buddhi) y ego (ahamkara), denominados colectivamente “consciencia” (chitta), la cual es fuente de pensamiento, entendimiento y acción. A medida que gira la rueda de la vida, la consciencia experimenta las cinco desgracias de la ignorancia (avidya), el egoísmo (asmita), el apego (rága), la aversión (dvesha) y el amor a la vida (abhinivesha). Estas a su vez colocan a chitta en cinco estados diferentes, a saber: embotado (mudha), oscilante (kshipta), parcialmenteestable (vikshipta), de atención unifocal (ekagra), o controlado (niruddha). Chitta, como el fuego, se ve avivada por los deseos (vasanas), sin los cuales su fuego se extingue. En ese estado puro chitta se torna fuente de iluminación.


14. Patanjali desarrolló ocho estadios en la vía de la realización, de los cuales hablaremos en el próximo capítulo. Chitta en estado de embotamiento se ve purificada a través de yama, niyama y asana, que espolean la mente hacia la actividad. Ásana y pranayama llevan la mente oscilante a un estado de cierta estabilidad. Las disciplinas de pránáyáma y pratyáhara vuelven atenta la mente y focalizan su energía. En este estado la mente es controlada por dhyána y samádhi. A medida que se progresa, serán los estadios superiores del yoga los que predominan, si bien los estadios previos, que sientan las bases, no han de ser ignorados ni descuidados.


15. Antes de explorar el “Átma", al que desconoce, el sádhaka ha de aprender acerca de lo conocido: su propio cuerpo, mente, intelecto y ego. Una vez conocido lo “conocido” en su totalidad, éstos se funden en lo “desconocido” como ríos que se funden en el mar. El sádhaka experimenta en ese momento el más alto estado de gozo (ánanda).


16. Primero el yoga se ocupa de la salud, la fuerza y la conquista del cuerpo. Después, levanta el velo de diferencia entre el cuerpo y la mente. Finalmente, conduce al sádhaka a la paz y la pureza diáfana.


17. El yoga es una forma sistemática de enseñar al hombre a ir con meticulosidad y eficacia en pos de la divinidad que se halla en su interior. Desentraña al hombre desde el cuerpo externo hasta el sí-mismo interior. Avanza pasando del cuerpo a los nervios, y de los nervios a los sentidos, Desde los sentidos se adentra en la mente, controladora de las emociones, Desde la mente penetra en el intelecto, que guía la razón. Desde el intelecto, su senda conduce a la voluntad, y de ahí a la consciencia (chitta). La última fase va de la consciencia al Si—mismo, su ser auténtico (Átmá),

18. Así, el yoga conduce al sadhaka desde la ignorancia al conocimiento, desde la oscuridad a la luz, y desde la muerte a la inmortalidad.



Fuente: Luz sobre el pranayama. BKS IYENGAR