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10 jun 2012

Asanas: Marichyasana A


Marichyasana A

En la mitología hindú, el dios Brahma es el creador de todo. Esta asana está dedicada al hijo de Brahma, el sabio Marichy, quien fue abuelo de Surya, el Dios del Sol, a quien saludamos al comienzo de la práctica: Surya Namaskara o Saludos al Sol. 

Se cree que fue Marichy quien descubrió esta asana, una entre ocho variantes, cuyas primeras cuatro se relacionan con el Yoga Chikitsa, la serie primaria, y se ocupan de la purificación del cuerpo. Las cuatro variantes - A, B, C y D - son beneficiosas para el aparato digestivo, ya que eliminan la flatulencia, el estreñimiento y mejoran todo el proceso de la digestión en general. En el caso de las mujeres esta asana beneficia así mismo su sistema reproductor.

Armar Marichyasana correctamente requiere de una buena "base", es decir, la parte del cuerpo que en la postura hace de sostén, en este caso la pierna estirada y la planta del pie que se apoya. Sólo a partir de un buen sostén, la otra mitad del cuerpo se puede doblar hacia adelante eficientemente. 

La respiración y los bandhas colaboran en la apertura del pecho y los hombros, el aire debe llegar bien arriba en la caja torácica, a fin de lograr el dominio del asana que permite descansar en ella a pesar del esfuerzo. 


Beneficios: 
Beneficia el aparato digestivo, elimina flatulencias, indigestión, estreñimiento. Beneficia el sistema reproductor femenino. 

Marichyasana según B K S Iyengar
EFECTOS 
Los dedos de las manos ganan fuerza por la práctica de esta asana. En las asanas precedentes, es decir, Janu sirsasana, Ardha Baddha Padma Paschimottanasana y Triang Mukhaikapada Paschimottanasana, la sujeción de una pierna con las manos obliga a los órganos abdominales a contraerse. En esta postura las manos no cogen ninguna pierna. A fin de estirarse hacia delante y apoyar la barbilla en la rodilla de la pierna estirada, los órganos abdominales han de contraerse vigorosamente. Con ello se proporciona una mejor circulación sanguínea alrededor de los órganos abdominales, lo que los mantiene en buen estado de salud. Al principio es muy difícil estirar el cuerpo hacia delante con ambas manos sujetas en la espalda, pero con la practica se obtiene. En esta postura se ejercita también la zona dorsal de la columna. 
NOTA. Las cuatro posturas, Janu Sirsasana, Ardha Baddha Padma Paschimottanasana, Triang Mukhaikapada Paschimottanasana y Marichyasana I, son posturas preparatorias para una Paschimottanasana correcta. A muchas personas les resulta difícil sujetar bien los pies en Paschimottanasana, incluso después de numerosas tentativas. Estas cuatro asanas proporcionan la suficiente elasticidad de espalda y piernas para llegar, paulatinamente, a una Paschimottanasana correcta, tal como se describe luego. Tan pronto como esta se practique con facilidad, las cuatro asanas podrán ejecutarse una o dos veces por semana en lugar de diariamente. 

Marichyasana según André Van Lysebeth
Concentración
En la columna vertebral, en espiración forzada y en la contracción de los abdominales. 
Efectos benéficos
Marichyasana estira y tonifica todos los músculos y ligamentos oblicuos de la columna vertebral y la torna más flexible, además de corregir su estática. 
Órganos abdominales
Esta asana comprime el bajo vientre. Sobre todo, la parte inferior del colon (ascendente o descendente según los casos) es la que se estimula por la presión del muslo en esta zona. 
Esta postura combate el estreñimiento. El hígado y el riñón derecho reciben un masaje y se tonifican al ejecutar la postura por la derecha; el bazo, el páncreas y el riñón izquierdo, cuando se ejecuta por la izquierda.
Marichyasana A y B exigen una poderosa contracción de la cintura abdominal, fortificándola, además de comprimir y masajear las vísceras. Influye favorablemente en todas las funciones orgánicas. 
Columna vertebral
Como otras flexiones hacia adelante, tiene las mismas ventajas que Paschimottanasana. Tonifica la parte pélvica de la columna. Las vértebras se separan ligeramente, liberando así las fibras nerviosas que emergen de los espacios intervertebrales. 
El fuerte estiramiento de los músculos vertebrales de la zona lumbar expulsa la sangre de esa área, lo que, al volver a la posición normal, provoca la afluencia de sangre y favorece la irrigación de la médula espinal. 
Musculatura y sistema nervioso
Además de la musculatura de la columna vertebral, se refuerza el cinturón abdominal. Los músculos y ligamentos de la parte posterior de la pierna se estiran, al igual que los nervios. Ésta posición alivia algunos casos de ciática, liberando el nervio en sus afloramientos y estirándolo. En la fase final además del sistema nervioso, el plexo solar (el cúal hay que abrir) es suavemente estimulado y descongestionado, por lo que esta posición ayuda a disipar todos los estados ansiosos, lo que no extrañará a ningún alumno de yoga, ya que conoce el poder de acción que poseen las asanas sobre el psiquismo, por increíble que pueda parecer esto  a quienes no lo han experimentado aún. 
Circulación linfática
Habitualmente sólo atendemos a la circulación sanguínea. Es un grave error subestimar la importancia de la circulación linfática, sobre la que el  yoga actúa poderosamente, lo que nos arma en la lucha contra las infecciones. Una circulación linfática muy lenta nos deja en estado de inferioridad en el combate contra las bacterias, que, en algunos casos, pueden ir contra la corriente y penetrar profundamente en el organismo, algo que resulta imposible cuando la circulación es normal. 
Efectos higiénicos
Los efectos higiénicos de esta asana se desprenden de los párrafos precedentes; por lo tanto no contentaremos con enumerarlos. 
Ésta asana actúa específicamente en los casos de: estreñimiento, hemorroides, diabetes, dispepsia, gastritis, inapetencia. Elimina numerosos trastornos funcionales del hígado, de la vesícula biliar, de los riñones, de los intestinos, del bazo y la debilidad seminal. Combate la hipertrofia hepática y renal, ayuda a evacuar completamente el estómago y previene, de este modo, ciertas formas de úlcera. Favorece también la eliminación de la lordosis (curvatura de la espina dorsal). 
Efectos estéticos
La mejora de la estática (relativa al equilibrio) de la columna vertebral corrige la postura vertical, y la flexibilidad vertebral confiere gracia a todo el movimiento. Los efectos estéticos de esta asana provienen, además, de la desaparición de las acumulaciones adiposas del vientre y caderas. La silueta se afina aún más gracias al refuerzo del cinturón abdominal, que reduce el contorno del talle. 

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