1.12
अयासवैरायाअयां तिरोधः ॥१.१२॥
abhyāsavairāgyābhyāṃ tannirodhaḥ
La detención [de los procesos mentales] se produce mediante la práctica y el
desapego.
abhyāsa-: mediante la práctica -vairāgyābhyāṃ: y el desapego tan-: de estos
(procesos mentales) -nirodhaḥ: la detención, la obstrucción
Los dos medios para detener u obstruir la oscuridad de la mente −dado que la mente, al ser inconsciente, es esencialmente oscuridad− son la práctica y el desapego de los objetos de los sentidos, que nacen al observar los defectos intrínsecos de las cosas. El desapego es necesario para contrarrestar la tendencia innata de la mente a salir al exterior e interesarse por los objetos de los sentidos. Para alcanzar la contemplación es importante invertir el flujo mental, de forma que las funciones mentales descansen en su propia causa, que es la misma mente.
Por otro lado, mediante la práctica conseguimos la estabilidad del flujo mental, que produce una sensación de calma y, por lo tanto, de bienestar, que es muy importante para la práctica del yoga. Vyāsa, en este sūtra, emplea la metáfora del río. La mente es como un río que puede fluir en dos direcciones opuestas: hacia la liberación de la conciencia, o hacia la esclavitud de la materia. De nuevo vemos cómo la misma mente es el instrumento que sirve para deshacerse de toda forma de pensamiento condicionado, si bien no basta con la práctica para llegar a la contemplación no cognitiva, que finalmente depende del desapego supremo.
En lo que concierne a la práctica y el desapego la Bhagavadgītā se expresa exactamente de la misma manera. Arjuna duda mucho de la posibilidad de un yoga que consiste en el control de la mente y aspira a conseguir que el flujo mental sea tan estable como la llama de una lámpara en un lugar sin viento (yathā dīpo nivātastho neṅgate sopamā smṛtā BhG 6.19). La mente es inestable por naturaleza, extraordinariamente inquieta y poderosa y tan difícil de controlar como el viento (cañcalaṃ hi manaḥ kṛṣṇa pramāthi balavad dṛḍham / tasyāhaṃ nigrahaṃ manye vāyor iva suduṣkaram BhG 6.34). La respuesta de Kṛṣṇa es muy clara y va en la misma línea que los Yogasūtra.
Ciertamente, la mente es difícil de controlar, pero mediante la práctica y el desapego es posible conseguirlo (asaṃśayaṃ mahābāho mano durnigrahaṃ calam / abhyāsena tu kaunteya vairāgyeṇa ca gṛhyate BhG 6.35).
ÍNDICE "Patañjali Yogasūtra, Los aforismos del yoga" Oscar Pujol
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