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1 abr 2014

Yoga y terapia, Sri K Pattabhi Jois

Sri K Pattabhi Jois
La mente es muy voluble, como el mercurio. Mente voluble sin discriminación entre pureza e impureza, fluye arbitrariamente, se conduce a sí misma sin control. Debido a su conducta descontrolada, la mente influencia los órganos del cuerpo no sólo causándoles enfermedad sino que además poniéndose en peligro a sí misma. Si la mente se unidirecciona o enmienda, regula los órganos del cuerpo protegiéndolos de las enfermedades. 

La ilusión es también una función de la mente que la lleva a varios desequilibrios.

El proceso de control y purificación de la mente es llamado yoga. Maharishi Patanjali expuso esto en un aforismo: Yogah cittavrtti nirodhah, lo que significa que yoga es el proceso de controlar todas las olas de la mente y ordenarlas en torno a un objeto específico. Esto también es llamado Ashtanga Yoga, que contiene 8 factores: yama –abstinencia, control- ; niyama –observancias- ; asana –posturas-; pranayama –pràcticas de respiración-; pratyahara –control de los sentidos-; dharana – concentración-; dhyana –meditación-; samadhi –contemplaciòn-.

Estos 8 factores están divididos en dos grupos llamados componentes internos y externos. Abstinencia, observancia, postura y prácticas de respiración pertenecen a los externos. Control de los sentidos, concentración, meditación y contemplación a los internos. No es nada fácil poner en práctica los dispositivos internos sin los externos. Es por ello que para comenzar uno debería practicar los externos. Entre ellos, postura y práctica de la respiración son muy importantes. 


Aquellos que están enfermos y débiles, con órganos defectuosos, difícilmente están listos para practicar abstinencias y observancias. Así que debemos aprestarnos a sanar nuestros cuerpos y dejar los órganos libres de defectos para practicar las abstinencias y observancias. Todas las Upanishads y yoguis bien versados en yoga consideran las posturas y prácticas de respiración como factores principales entre los dispositivos externos. Una autoridad para esto en las Upanishads nos dice:

Asanam pranasamrodhah pratyharashca dharana | dhyanam samadhiretani shadangani prakirtitah ||

Sri Svatmarama explica esto en el Hathayoga Pradipika:

Hathasya prathamangatvat asanam purvamuccate | Tasmat tadasanam kuryat arogyamcangalaghavam ||

Significa que uno difìcilmente cumple una tarea sin buena salud y movilidad en sus miembros. Salud y actividad del cuerpo son esenciales y de ahí la importancia dada a la postura y la práctica de respiración. Las asanas conducen a abatir la enfermedad y traen concentración mental, mientras que los métodos de rechaka-puraka (exhalar-inhalar) son pre-requisitos para la práctica de la postura. Sri Vamana explica en detalle los metodos de practicar posturas. Si uno practica posturas sin entender la técnica de inhalar y exhalar, es propenso a invitar enfermedades indecibles en vez de convocar la cura a las dolencias.
Pattabhi Jois en Setubandhasana


Sri Vamana lo ha dejado claro:

Vina vinyasa yogena asanadinnakarayet ||
 
No se debería practicar posturas sin el método de inhalar-exhalar.

Patanjali también explica prácticas de respiración en su discurso:

 
Tasmim sati shavasaprashvasayorgati vicchedah pranayamah ||
 
Pranayama es un proceso de suspensión interna de la respiración (kumbhaka), deteniendo la inhalación y la exhalación.

Mientras la suspensión interna de la respiración (kumbhaka) es pranayama, la regulación de rechaka y puraka debe adoptarse en la postura, y agrega, lo cual significa que las posturas deben ser practicadas sólo mediante la regulación de la exhalación e inhalación. 

Este método puede ser sólo aprendido de un yogui experimentado bien versado en Yoga Shastra. Practicando de este modo, uno es capaz de conducir enfermedades físicas y mentales y recomponer la mente resuelta y firmemente. Así para este yoga Yagnavalkya dice:

Tritiya kālastho rivah svayam samharate prabham | Tritiyange sthitho dehi vikaram manasam tatha ||

Así como el sol en su tercera fase, que es el atardecer, dibuja su forma con sus rayos creando una atmosfera de paz, del mismo modo el yogui, practicando el tercer factor, se libera a si mismo de contaminaciones mentales y se vuelve tranquilo.

Así es que la necesidad de las posturas es esencial. Una práctica regular de posturas con una respiración regular cura muchas enfermedades. Si se requiere curar enfermedades contagiosas, mejor recurrir a la ayuda de un médico, pero no así para enfermedades crónicas. Éstas pueden ser curadas con posturas y prácticas de respiración.

Desde mi propia y madura experiencia, puedo decir que muchas dolencias que no pudieron curar los doctores, fueron remediadas mediante posturas y práctica de respiración. Por ejemplo asma, diabetes, problemas gástricos y reumatismos dados como incurables por los médicos, son curados sin asistencia médica. Estas dolencias bien conocidas, para las cuales no han sido inventadas nuevas medicinas, son consideradas irremediables. Ninguna medicina ha superado esas enfermedades. Pero debo repetir que todas esas dolencias crónicas pueden ser curadas por yogasanas y pranayamas. Evidencia de esto es que nuestra institución ha traído alivio a muchos pacientes crónicos a través de la guía apropiada de asanas y pranayama. Dolencias tales como paralisis, constipación, hemorroides pueden aliviarse tan sólo con la práctica de anupara (líquidos) sin apoyarse en ningún medicamento. Lo que se necesita esencialmente para sostener el conocimiento del yoga es fe, coraje y osadía.

En esta era científica, los criterios para diagnosticar enfermedades han sido desarrollados por máquinas. Nos resistimos a aceptar este estándar. Por ejemplo, un paciente que sufre presión sanguínea siente disminución de la visión, se siente crecientemente fatigado cuando tiene un esfuerzo en el trabajo, prefiere quedarse descansando. Estos síntomas indican que su presión sanguínea le da problemas. Por otro lado, si ninguno de esos síntomas aparece, y el doctor advierte al paciente basándose tan sólo en lo que el equipamiento médico indica, el paciente por mera alucinación es propenso a invitar a la presión dificultosa, que el originalmente no tenía. Esto, por lo tanto, me compele a decir que nos resistimos a admitir la teoría de la diagnosis de enfermedades mediante equipamiento médico.
Pattabhi Jois en Galavasana

Por la práctica del yoga es posible purificar númerosos pulsos internos, células, venas, plasma, aire, flema, circulación de sangre, etc. Así, la purificación interna del cuerpo por sí mismo facilita la curación de enfermedades. Generalmente la purificación de cualquier materia requiere fuego y aire. Asì como el oro purificado en un crisol con ayuda de fuego y viento, lo cual elimina las impurezas, lo vuelve brillante, similarmente la eliminación de las enfermedades como impurezas necesita fuego y viento. Por eso el sabio ha dicho:

Pranayamabhyasayuktasya sarvarogakshyobhavet | Avuktabhyasayuktasya sarvarogasamudbhava ||

Quien practica asana y pranayama apropiadamente encuentra que todas las enfermedades se anulan, mientras toda clase de dolencias aparecen practicando inapropiadamente.

Asanas son pre-requisito para pranayama, lo cual debe practicarse siguiendo métodos de rechaka y puraka. Pequeños logros se alcanzarán con asanas practicadas con el conocimiento del control de la respiración.

Ahora hemos visto cómo son de importantes las asanas en la cura y prevención de enfermedades. Por ejemplo, ciertas asanas se prescriben para curar diabetes: Janushirshasana, baddhakonasana, y upavishtakonasana. Para constipación y enfermedades del ano se prescribe baddhakonasana. En esta postura, contrayendo el ano, se profundiza rechaka y puraka. Sri Vamana dice que esta práctica cura las enfermedades del ano. Sé por propia experiencia que muchos se han beneficiado con estas prácticas.

Pero para asegurar la estabilidad de estas asanas, muchas otras deben precederlas. Mientras se practica una postura prescripta para una cierta dolencia, uno debe permanecer en ella al menos 50 respiraciones. De esa forma las dolencias se curan. Pero no puede decirse que sólo por realizar esas asanas prescriptas una persona puede curarse de una enfermedad específica. Solamente cuando todos los órganos están funcionando con una apropiada irrigación sanguínea puede disolverse una enfermedad, no de otra forma. Para entender este punto, uno debería acercarse a un yogui bien versado, lo cual significa que un Guru es esencial.

En conclusión, una práctica de yoga con correcto conocimiento no conoce ni teme a las enfermedades. Pero difícilmente se logren beneficios si al mismo tiempo se falla en regular el alimento, los hábitos, el habla. Así es que mi experiencia acuerda con la opinión de aquellos bien versados en los shastras, en que quien practica yoga regulando alimentos, hábitos, habla y compañía se encontrará a sí mismo libre de toda clase de dolencias, físicas y mentales.


De Yoga and Science, Buddha Vacana Trust; Bangalore, India, 1977
Prodedente de  International Conference on Yoga and Psychic Research, Mayo de 1977, con el auspicio de International Sivananda Yoga Vedanta Centers

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