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4 mar 2014

Sri Aurobindo biografía

Aravind Ghose nació el 15 de agosto de 1872 en India. Su nombre Aravind significa "Loto", aunque posteriormente todos lo conocerían por su apodo: Auro, para más tarde ser conocido como Aurobindo. Su padre fue el Dr. Krishnadhan Ghose, un médico indio que se formó en la Facultad de Medicina de la ciudad de Calcuta. Posteriormente el Dr. Ghose se perfeccionó en Inglaterra durante un espacio aproximado de dos años, para volver posteriormente a la India donde trabajó como cirujano en las ciudades de Khulma y Ragpur. A los 19 años contrajo matrimonio con la Sra. Swarnalota, hija del Rajanarayan Bose de Daughar. La joven resaltaba entre las demás por su belleza, motivo por el cual la apodaban la Rosa de Ragpur. El matrimonio Ghose tuvo cinco hijos de nombre: Benoybhusan, Sarojini, Barindra, Manmohan, Aravinda (Aurobindo), quien desde niño llamó la atención de todos por su carisma.

Cuando cumplió los cinco años Aurobindo fue enviado a estudiar a una escuela para niños ingleses en Darjeeling, junto con sus dos hermanos mayores. Esta extraña decisión de enviar a los niños a una escuela inglesa tiene su explicación. Durante su estadía en Inglaterra, el Dr. Ghose había adoptado todas las costumbres y maneras inglesas, incluso la vestimenta. Pero había llevado esta actitud hasta el extremo de considerar que todo lo indio, sin excepción, era deplorable y, en cambio todo lo inglés era a su parecer excelente. Tras estudiar dos años en Darjeeling, los tres hermanos viajaron a Inglaterra para completar su educación. Se dirigieron a Manchester, donde permanecieron a cargo de Mr. Drewetts (un pastor cristiano inglés) y su esposa. Estos recibieron instrucciones precisas de que los niños no debían tener ningún tipo de contacto con personas de origen hindú, ni con conocimientos acerca de la cultura de la India.

Sin necesidad alguna de salir de la casa, el pastor Drewetts le enseñaba a Aurobindo inglés y latín, mientras su esposa hacía otro tanto con la aritmética, historia, geografía y francés. Como le quedaba bastante tiempo libre, el niño se dedicaba a leer. La lectura fue una pasión que mantuvo durante toda su vida, y en esos primeros años disfrutó con lo mejor de la literatura inglesa, los clásicos, poesías, novelas, libros de historia e incluso la Biblia. Con Mr. Drewetts vivía su madre, esta mujer, que era muy cristiana, se había encariñado mucho con Aurobindo. Y como tenía el firme deseo de convertirlo al Cristianismo, lo llevó con ella a una reunión de pastores en Cumberland. Aurobindo no había tenido una educación religiosa, su padre era ateo y por supuesto no creía en Dios. (Sri Aurobindo comentó cierta vez: "Mi padre era un gran ateo"). En Cumberland, cuando terminó el servicio religioso y los devotos cristianos se empezaron a retirar, un pastor se acercó a Aurobindo y comenzó a hacerle preguntas. El niño, que a esa altura ya estaba realmente aburrido, le respondió brevemente. El mismo Sri Aurobindo relata lo que ocurrió después: "Entonces el pastor vino adonde yo estaba y me dijo que rezara. Yo no tenía la costumbre de rezar. Pero de alguna forma lo hice, de la misma manera en que los niños recitan sus plegarias antes de ir a dormir. Para mantener una apariencia".

Podemos ver, entonces, que Sri Aurobindo creció totalmente alejado de todo lo que era hindú: no conoció la cultura, pensamiento ni costumbres indias, tampoco conoció los aspectos religiosos de su país y ni siquiera aprendió a hablar el bengalí, su lengua materna. Tal vez por esa razón el Yoga Integral que él propuso es sin lugar a dudas de origen occidental y libre pensador, rechazando en sus raíces los métodos antiguos de Yoga de la India. 

Mientras aún vivía en Manchester, tuvo una experiencia que luego recordaría: "A los 11 años yo ya había recibido la fuerte impresión de que un período de tumulto general y de grandes cambios revolucionarios estaba comenzando en el mundo, y que yo mismo estaba destinado a tomar parte en eso". Esta sensación, de que le esperaba un gran trabajo, va a continuar creciendo interiormente con el paso de los años. Tras permanecer cinco años en Manchester, Aurobindo fue admitido en la St. Paul's School de Londres. Como era un alumno brillante el director de la escuela, el Dr. Walker, puso todo su empeño e interés personal en él, para hacerlo progresar aún más rápido. Las cualidades de Sri Aurobindo se desarrollaban cada vez más. Participó y dirigió debates, ganó varios premios (de Literatura e Historia) y sobresalió en todos los aspectos. 

A los 16 años empezará a componer poesías en inglés, griego y latín. También su pasión por la lectura aumentaba cada día. Pero pronto comenzaron las dificultades. El padre de Aurobindo era un hombre de gran corazón; ayudaba sin dudar un momento a cuantas personas podía, y como médico, usaba dinero de su bolsillo para solucionar los problemas de las personas que así lo necesitaran. Pero no pensaba en las consecuencias de esta actitud, luego no le quedaba dinero para enviar a sus hijos. Mientras éstos vivían en Manchester, el Dr. Ghose les enviaba unas 360 libras por año para sus gastos (es decir, 10 libras por mes para cada hermano).

Pero cuando fueron a Londres empezaron los problemas económicos. La pobreza fue tan grande, sobre todo durante dos años, que ni siquiera tenían dinero para comer o para un abrigo. A pesar de la terrible situación y de las privaciones, Aurobindo nunca se quejaba y trataba de vivir contento. Además, ponía todo su empeño y dedicación en el estudio. Pero en una carta al Secretario de Estado de la India se revelan los malos momentos pasados: "Fui enviado a Inglaterra con mis hermanos mayores cuando tenía 7 años, y los últimos 8 años nos encontramos solos, sin recursos, sin amigos ingleses que pudieran aconsejarnos o ayudarnos. Nuestro padre, el Dr. Krishnadhan Ghose de Khulna, no podía proveernos a los tres con lo suficiente para nuestras necesidades y durante mucho tiempo estuvimos en una difícil situación." En dos años no tuvo una sola comida completa: se alimentaba con un té y un sándwich. Por suerte ganó una beca de estudios en la St. Paul's School, y con esto trataba de salir adelante con sus dos hermanos. W. Prothero, un inglés que fue compañero y tutor de Sri Aurobindo en Cambridge, describió la situación: "... el tipo no sólo tiene habilidad, sino carácter (como todo buen hijo del signo de Leo). Tuvo momentos difíciles esos dos últimos años. Casi no llegaba dinero de su casa, y él tuvo que mantener a sus dos hermanos y a sí mismo; aún así nunca le faltaron coraje y perseverancia... Su total manera de vivir era simple y penosa en extremo". 

Tras siete años en Londres, Sri Aurobindo concurrió a la Facultad King, en Cambridge. En dos años terminó lo que a otros alumnos les llevaba en general tres años. Aunque pasó en primer lugar, no recibió el diploma de bachiller porque éste sólo se podía conceder después de los tres años. Además, recibió premios por sus versos en latín y en griego. Fue candidato para el I.C.S. (Servicio Civil Indio), pero él trataba de no presentarse a las pruebas. Luego explicaría esta actitud: "Me presenté al I.C.S. porque mi padre así lo quería y yo era muy joven para compren-der. Más tarde descubrí qué tipo de trabajo era: yo tenía aversión por la vida de administrador y ningún interés en el trabajo administrativo; mi interés era la poesía, la literatura, el estudio de las lenguas y la acción política". Y agregaría: "... Fui un gran cobarde. Nadie podría haber imaginado que más tarde yo pudiera enfrentar tal fuerza, o llevar adelante el Movimiento Revolucionario. (Aurobindo fue un revolucionario en la política y en la espiritualidad. Pero fundamentalmente fue un Revolucionario en el Yoga. Su negación de los antiguos métodos de Yoga dio origen al Yoga Integral). En mi caso, yo tenía que comenzar con toda la imperfección humana, sentir todas las dificultades, antes de encarnar la Conciencia Divina". 

Sri Aurobindo fue desclasificado en la prueba de equitación para el I.C.S. Le dieron una última oportunidad, pero perdió deliberadamente el tren y llegó tarde. Volvió a su casa despreocupado y sonriente, explicó a sus hermanos que había sido expulsado y se pusieron a jugar a las cartas. A pesar de todo, obtuvo una remuneración de 150 libras por pasar en el I.C.S. final. Uno de los motivos por los cuales a Sri Aurobindo no le entusiasmaba la idea de trabajar en el I.C.S. era que esto significaba en el fondo servir al régimen del Gobierno Británico. Y un profundo cambio interior hacia ya tiempo que se estaba produciendo en él. Nuevos sentimientos e ideas lo empujaban ahora a sacrificar todo para liberar a su tierra natal.

El origen de esta resolución es casi imposible de creer sabiendo de qué manera había sido criado Sri Aurobindo, lejos de todo lo que era hindú, en un intento por convertirlo en un verdadero inglés. Fue su propio padre quien despertó en él ese gran amor por la India. A pesar de su admiración por todo lo inglés, el Dr. Krishnadhan Ghose sentía un profundo cariño por su tierra natal. Y cada vez que escribía a sus hijos en Inglaterra, no podía dejar de contarles cómo le dolía ver el maltrato que recibían los hindúes de ese gobierno opresor e injusto. Incluso les enviaba recortes de periódicos en los que remarcaba los párrafos que se referían a esto y les describía la situación general. Un ardiente patriotismo y el anhelo de liberar a su país crecieron día a día en el corazón de Aurobindo. Mientras estaba en Cambridge se unió a una sociedad secreta de revolucionarios llamada "Majlis", que habían formado los estudiantes indios. Participó activamente en ella, fue su secretario e incluso líder. Sus fogosos discursos atrajeron la atención de Indian Office, y el gobierno comenzó a vigilarlo de allí en más. También fue miembro de la sociedad secreta "Loto y puñal", también formada por estudiantes hindúes.

Con el tiempo se fue haciendo más fuerte la idea de retornar a su país, para trabajar allí por su liberación. Lamentablemente, se encontraba en una situación difícil debido a las dificultades económicas que no le dejaban llevar adelante sus planes. Gracias a James Cotton, un amigo de su padre, Aurobindo pudo conseguir un encuentro con Sri Sayaji Rao, el Maharajá de Baroda. Sri Sayaji Rao era muy perspicaz, reconoció enseguida en Sri Aurobindo a un hombre brillante y lo contrató por tan solo 200 rupias al mes. Era un salario bastante magro, pero le daba la oportunidad de volver a la India. Había permanecido catorce años lejos de su país y sentía que era hora de regresar.

En 1893 emprendió el viaje a la India en el vapor S. S. Carthage. Su padre lo esperaba ansiosamente, después de tantos años de dolorosa separación. Pero el reencuentro no fue posible. Los banqueros del Dr. Ghose en Londres (Grindlay y Cía.), al informar al padre de Aurobindo acerca del regreso de su hijo, se equivocaron en el nombre del barco. Y, casualmente, el vapor cuyo nombre le dieron por error naufragó en la costa de Portugal, muriendo todos los viajeros. El Dr. Ghose no pudo soportar esta noticia. Murió repitiendo el nombre de Aurobindo. 

Sri Aurobindo llegó a la India, al puerto de Bombay, a comienzos de febrero de 1893. Cuando cierta vez le preguntaron a Aurobindo si había tenido alguna experiencia espiritual siendo niño, recordó algo ocurrido en Darjeeling: "Un día yo estaba recostado cuando de repente vi una gran oscuridad que se dirigía hacia mí y me envolvía junto con todo el Universo. Después de eso, tuve un gran "tamas" siempre sobre mí, todo el tiempo que duró mi estadía en Inglaterra. Creo que la oscuridad tenía que ver con el "tamas" que cayó sobre mí. Recién me abandonó cuando estaba volviendo a la India". Al desembarcar y pisar tierra firme, en Bombay, una profunda paz descendió sobre Aurobindo. 
Esta paz lo rodeó totalmente y lo acompañó durante largos meses. Fue esta una de sus primeras experiencias espirituales.Tenía entonces casi 21 años. Pese a la tristeza que le provocó la noticia de la muerte de su padre, y en vez de ir a encontrarse con su familia para disfrutar del regreso, Sri Aurobindo se puso inmediatamente al servicio del Maharajá, el 8 de febrero de 1893. Recién pudo ir a visitar a su familia, en Bengala, durante el feriado a fin de año.
Leamos la impresión de su hermana Sarojini al verlo: "Un rostro muy delicado, cabellos largos... Era realmente muy tímido".

Sri Aurobindo tomó el puesto de Profesor de Francés en la Universidad de Baroda (más adelante será también Profesor de Inglés y Vice-Director). Además, escribía cartas y borradores para el Maharajá, le preparaba discursos, documentos y realizaba otros servicios personales. Aunque trabajaba con profunda dedicación y concentración, realizando las tareas a la perfección, Sri Aurobindo no adulaba ni temía al Maharajá. El escritor Maharashtran, en su Libro de Reminiscencias, narraba la siguiente anécdota: "Sri Aurobindo y yo solíamos encontrarnos frecuentemente en la residencia de Sayaji Rao. El acostumbraba a escribir siempre discursos para el Maharajá. Cierta vez, éste tenía que hablar en una conferencia pública. Sri Aurobindo preparó el discurso y lo leímos nosotros tres juntos. Preguntó entonces el Maharajá: 'Arvindbabu, ¿podrías hacer el discurso más simple? Está tan bien que nadie creerá que es mío'. Sri Aurobindo respondió: '¿Por qué cambiarlo innecesariamente? ¿Usted supone, Sahib, que si fuera un poco más simple, las personas pensarán que es suyo? Si es bueno o malo ellos dirán que el discurso del Maharajá es escrito por otro. La cuestión principal es ver si los pensamientos que contiene son suyos o no'." Y también agregaba Maharashtran: "Hablaba muy poco. Cuando le preguntaban alguna cosa, solía normalmente decir sólo 'si' o 'no', y nada más. No hablaba mucho al respecto. Había algo yóguico en él".
Aunque nunca se enojaba, le molestaba aquello que consideraba errado o injusto. Dinendra Kumar Roy, que conociera más tarde a Sri Aurobindo, relataría un hecho que nos muestra esa faceta de este gran hombre. En cierta ocasión el Maharajá dirigió una circular a todas las personas del servicio, ordenando que se debía trabajar los sábados y domingos. Aurobindo fue el único que no fue; el Maharajá decidió entonces castigarlo. Cuando Sri Aurobindo se enteró de esto, dijo: "Dejen que me multen cuanto quieran. Yo no iré". El Maharajá desistió de la idea de multarlo, pues sabía que nunca lo podría convertir en un hombre sumiso. Dinendra Kumar Roy agrega: "Algunas veces, a la tarde o a la noche, un caballero venía del Palacio con un mensaje para Arvindbabu: 'El Maharajá quedará satisfecho si acepta comer con él esta noche', o sino 'Usted podría decir al Maharajá a qué hora le sería conveniente encontrarse con él'." Mientras muchas personas importantes hubieran hecho cualquier cosa por tener algún encuentro con el Maharajá, Sri Aurobindo, un simple profesor, si tenía poco tiempo (pues vivía para su trabajo) rechazaba las invitaciones y favores de aquél.

Aurobindo no tardó en volver a desarrollar sus actividades patrióticas. Al llegar a la India enseguida había reunido información y estudiado todas las condiciones y actividades políticas, los líderes y sus ideas. K. G. Deshpande, un viejo amigo de Aurobindo en Cambridge y también miembro del "Majlis", le pidió que escribiera una serie de artículos para el "Prakash Hindú", periódico del que Deshpande era editor. Sri Aurobindo escribió estos artículos bajo el título de "Nuevas luces para lo antiguo"; no los firmó debido a que estaba al servicio del Estado de Baroda.

En esos artículos criticaba la política moderada del Congreso Nacional Indio. Veamos algunas de las ideas vertidas en ellos: "Observo entonces que este Congreso... sus objetivos fallan; que el espíritu del cual procede, en el sentido de sus acuerdos, no es un espíritu de sinceridad y de corazón;… los 
métodos... no son métodos correctos; los líderes... no son el tipo adecuado de hombres para el liderazgo;... estamos siendo guiados por ciegos, y sino exactamente por ciegos, por lo menos por bizcos". "Perdemos en sinceridad, que es otro nombre para el valor". O: "... Por medio de reflexión o instinto para tener una visión clara de nuestra posición, y por el deseo de hacer lo máximo, lo cual es el secreto de la política y es ni más ni menos lo que dejamos de hacer".

Al publicarse los dos primeros artículos se produjo un gran revuelo, sobre todo en los círculos políticos. Los líderes del Congreso no pudieron descubrir quién era el autor de ellos, aunque se hizo una indagación. El famoso líder Ranade avisó al dueño del periódico que si continuaba publicando esos artículos sería procesado por la justicia. Poco tiempo después, el mismo Ranade dijo a Sri Aurobindo en una corta entrevista que tuvieron en Bombay, que "en vez de atacar y criticar violentamente al Congreso, sería mejor intentar algo como la reforma penitenciaria. Ese trabajo sería más útil".

Por esta misma época, Sri Aurobindo se dedicó a escribir versos. Publicó su primer libro de poesía: "Canciones para Myrtilla", luego escribió "Amor y muerte" y comenzó la primera versión de "Savitri", un gran poema épico. Además, dedicaba todo el tiempo posible a la lectura, que incluía desde los clásicos hasta los pensadores y escritores indios. Leía rápidamente paquetes enteros de libros, en todos los idiomas: inglés, francés, alemán, italiano, griego, latín. Poseía un maravilloso poder de concentración. Su amigo Charu Chandru nos da un ejemplo:

"Cierta vez, de vuelta en la Facultad, Sri Aurobindo agarró una novela que tenía cerca y empezó a leerla mientras nosotros nos entreteníamos ruidosamente en un partido de ajedrez. Después de aproximadamente medía hora apoyó el libro y tomó una taza de té.

Como siempre lo veíamos hacer este tipo de cosas, estábamos ansiosos esperando una oportunidad para probar si había leído el libro desde la primera hasta la última página, o sólo lo había simplemente mirado. Entonces lo sometimos a una prueba. Abrí el libro al descuido y leí una línea, pidiéndole a Sri Aurobindo que dijera lo que seguía. El pensó un momento y luego repitió el contenido de la página sin error".

Durante este período, Sri Aurobindo también se dedicó a aprender sánscrito, luego algunos idiomas usados en el Estado de Baroda. Decidido a perfeccionar su conocimiento del bengalí, llamó para esto al autor Dinendra Kumar Roy, con quien vivió durante dos años. Kurnar Roy nos dejó la siguiente visión de Sri Aurobindo:

"Antes de conocer a Aurobindo, yo lo imaginaba como una figura alta, siempre vestido al estilo europeo desde la cabeza a los pies, midiéndonos con una mirada serena, con sotaque afectado, temperamental e intolerante. ¡Francamente, quedé un poco decepcionado cuando lo vi! Allí estaba un joven tímido, moreno, de ojos gentiles y soñadores. Su cabello era largo, suave y brillante, partido al medio y cayendo por los hombros. Estaba vestido con un daoti grueso y grosero, una chaqueta hindú y chinelas fuera de moda. Yo me pregunté: '¿Es este Srijut Aurobindo Ghose? ¿Es esta la imagen vivo del gran erudito del griego, francés y latín? ¿Quién lo podría imaginar?'.

"Por un corto período de tiempo yo viví con él. Vi claramente que su corazón era puro y celestial. Sonreía como un niño: franca y gentilmente. Las comisuras de sus labios expresaban una poderosa e inflexible voluntad, aunque en su corazón no había ni un rastro de ambición mundana ni cualquier tipo de motivos humanos egoístas. Sólo tenía un profundo anhelo, raro incluso entre los dioses: dar su ser enteramente en sacrificio para que los sufrimientos de la Humanidad pudiesen desaparecer... Yo solía estar con él y a medida que lo conocía más íntimamente, sentía cada vez más que este hombre no era de la Tierra; él era un Dios descendido de los cielos por algún encanto... Siempre vi que vivía una auténtica renuncia sannyasin. Rígido en su autodisciplina, pero sintiendo profundamente el dolor ajeno, me parecía que él tenía solo un objetivo en la vida: adquirir conocimiento. Y por su realización en el medio del barullo e inquietud del mundo, vivía una difícil vida de tapasvi... Nunca lo vi enojado..."

"Era único. No sabía lo que eran los lujos y extravagancias. Nunca gastaba un centavo inadecuadamente, ¡y aún así, al final del mes, el dinero faltaba!"

Sri Aurobindo siempre separaba dinero para enviarlo a su madre, y para la educación de su hermana. Sriyut Patkar, un abogado de Baroda, se admiraba ante la actitud de Aurobindo con respecto al dinero:

"Otra cosa que observé en él fue la total ausencia de amor al dinero. Solía traer la suma que ganaba para tres meses en una bolsa, que luego vaciaba en una bandeja sobre su mesa. Nunca se preocupaba por guardar el dinero en un cofre bien cerrado, ni anotaba lo que gastaba. Un día le pregunté por casualidad porqué guardaba el dinero en aquella forma. Se rió, y entonces respondió: 'Bien, eso es una prueba de que estamos viviendo entre personas buenas y honestas'. Yo le dije: 'Pero nunca anotas nada como para poder comprobar eso.' Entonces, con el rostro sereno, me dijo: 'Es Dios quien toma nota por mí. El me da lo que yo necesito y guarda el resto para Sí. De cualquier manera, él no me hace pasar necesidades, ¿por qué entonces yo me tendría que preocupar?'."

Mucho antes de practicar yoga, Sri Aurobindo vivió una serie de profundas experiencias espirituales. Durante su primer año en Baroda, estuvo a punto de sufrir un accidente con un carruaje. Tuvo en ese momento la visión de Dios advirtiéndole el peligro. Luego, en Kashmir, mientras caminaba en la cima del Takht-i-Suleiman (Trono de Salomón), donde se halla un templo dedicado a Shankaracharya, sintió "la realización del vacío infinito".

Pese a estas vivencias, no se decidía a comenzar a practicar yoga. Decía que "un yoga que exige que yo desista del mundo, no me sirve. Tengo que liberar a mi país".

Este es el aspecto más brillante de Aurobindo, él quería un yoga social e integral. Tampoco le interesaba "una salvación solitaria, dejando al mundo librado a su destino". Basado en esta otra concepción, Aurobindo efectuará un Yoga Integral que busque la salvación de todos y no sólo de uno mismo.

Fue una demostración del poder de la ciencia del yoga, la que lo llevó a iniciar su práctica. Su hermano Barin contrajo una rebelde fiebre maligna, de la cual fue curado casi mágicamente por un yogui llamado Naga. (Algunos sostiene que el yogui pertenecía a la orden Naga de los Nathas Siddhas, una orden tántrica). 

El objetivo de Sri Aurobindo al comenzar a dedicarse al yoga era el de obtener poder para lograr la liberación de la India. El decía que ese objetivo "fue mi puerta de entrada hacia la vida espiritual". "Cuando tomé contacto con el Yoga... resolví practicarlo... y lo hice con esta oración: Si tú existes, sabes lo que hay en mi corazón... sabes que yo no pido mukti (liberación), ni nada de lo que otros piden. Sólo pido fuerza para levantar a esta nación, sólo pido permiso para trabajar por este pueblo que amo...".

Aurobindo nos muestra un camino de evolución yóguico, contrario al egoísmo propuesto por el Raja Yoga u otros tipos de Yoga Clásico Hindúes.

Y también decía: "¡El Sanatana Dharma, es decir, el Nacionalismo!” 

Aurobindo entendió siempre que el resurgir de la filosofía hindú era necesario para que su pueblo creyera en sí mismo. En las cartas que Sri Aurobindo escribió a Mrinalini Devi podemos descubrir sus sentimientos y pensamientos más íntimos. En la carta fechada el 30 de agosto de 1905, Sri Aurobindo le explicaba: 

"Yo tengo tres locuras: la primera es creer firmemente que cualquier virtud, talento, conocimiento y riqueza, me las dio Dios. Todo pertenece a El, y yo fui instruido para gastar sólo lo necesario para la manutención de mi familia. Lo que queda, debe retornar a El. La segunda locura se apoderó de mí recientemente: debo ver a Dios cara a cara, conseguir su realización directa. La religión de hoy consiste en repetir el nombre de Dios a toda hora y rezarle en presencia de todos, y en mostrar a las personas cuán religioso se es. Y, yo no quiero eso. Si Dios existe, entonces debe haber una forma de vivenciar su existencia, de constatar su presencia. No importan las dificultades del camino, yo estoy decidido a seguirlo... cualquiera puede llegar a la perfección así, pero depende de nuestra elección entrar en él". 

Aquí Aurobindo sobrepone la Espiritualidad sobre la religión lo que además de genial es por sobre todas las cosas un acto de Sabiduría y un nuevo giro que tomara el Yoga Integral posteriormente. 

“La tercera locura es esta: algunos miran a sus países como un pedazo de tierra, una porción de campos, planicies, florestas, montañas, ríos y nada más. Yo miro a la India como mi madre. La adoro y venero. ¿Qué haría un hijo si viera a un demonio sentado sobre el pecho de su madre, bebiendo su sangre? ¿Se sentaría tranquilamente a hacer susrefecciones y divertirse? ¿O correría a salvar a su madre? Yo sé que tengo la fuerza para levantar a esta raza decaída. No es un poder físico..., sino que es un poder de conocimiento. El coraje del Kshatriya no es la única fuerza, está el poder-fuego de Brahmín, 
la fuerza espiritual del conocimiento. Ese no es un sentimiento nuevo para mí: nací con él, es parte de mí. Es para realizar esta gran misión que Dios me envió a la Tierra...".

Y continúa: "El país entero está en mi puerta, buscando protección y ayuda... Millones de mis hermanos, muchos de los cuales están muriendo de inanición... ellos necesitan ser salvados".

Termina diciendo: 
"Este es el secreto que quería contarte. No digas ni una palabra de él a nadie". Estas cartas privadas que Sri Aurobindo escribió a Mrinalini Devi salieron a la luz cuando Aurobindo fue arrestado, años más tarde. Hubo una requisa policial y las cartas fueron leídas en la corte. Así pasaron a la Historia.

Paralelamente a esta profunda búsqueda interior, Sri Aurobindo continuaba participando en las actividades revolucionarias. Organizaba secretamente un movimiento nacionalista de gran alcance. Se consiguió material y dinero, se prepararon hombres y se entrenaron para una posible revuelta armada. 

En 1905, el surgimiento abierto del movimiento nacionalista fue detonado por la firma, por parte del Gobierno Británico, del acto de separación de Bengala. Esto produjo gran agitación en todo el país. Por esta época circulaba en la India el panfleto revolucionario "Bhavani Mandir", escrito por Sri Aurobindo. A través de los párrafos de este panfleto surge un plan completo para preparar a los patriotas revolucionarios. 

"Los Patriotas amantes de la tierra natal deben tener consigo una fuerza espiritual...". "Un templo debería ser construido y consagrado a la madre de la fuerza, la madre de la India". "Nosotros lo construiremos con ambiente puro y elevado, con calma y energía". "Aquí serán entrenados 'una nueva orden de Karma-yoguis'... Hombres que renunciaran a todo para trabajar para la 'Madre'... por la libertad de la India". "Estos serían ayudados por otros del resto del mundo que pudiesen sacrificar todo por su tierra natal. ¿Pero qué es nuestra Nación-Madre? Ella no es un pedazo de tierra, es una shakti poderosa.. La shakti que nosotros llamamos India, Bhavani Bharati, es la unión viva de las shaktis de 300 millones de personas...". "La energía de Dios está en nosotros... Para la India está reservado el destino más elevado, el más esencial para el futuro de la raza humana...". "La energía es la fuente de todas las otras fuerzas. Hay una fuente profunda e inagotable. Esa energía infinita es 'La Madre del Universo', 'La Madre de los Mundos', y ella dice: 'Para 
ustedes, que son mis niños de la tierra sagrada, Aryabhumi, hecha de su barro y acompañada por su sol y viento, yo soy Bhavani Bharati, Madre India". 

Escribió varios artículos para el periódico "Yugantar", del que era editor su hermano Barin. Este periódico promovía la revuelta y la resistencia a las medidas británicas. Sri Aurobindo, junto con Bepin Chandra Pal, empezó a editar en Calcuta el "Bande Mataram" ("Yo me inclino ante la Madre"). Con este diario pudo comenzar abiertamente la propaganda pública necesaria para los propósitos revolucionarios. Tuvo un éxito inmediato. El ideal propugnado era el de la total y absoluta independencia. El camino para lograrla consistía en la No cooperación, la resistencia pacífica, el boicot a los bienes y comercio 
extranjeros, el boicot a las leyes, justicia y educación británicas. Al mismo tiempo deberían desarrollarse las industrias nacionales, fomentar las cortes y escuelas indias. Sri Aurobindo defendía los resultados de una vida nacional libre e independiente. Con claridad, sutil fuerza y gran patriotismo, destacaba los desastrosos resultados de la política británica. El lenguaje que empleaba en los artículos estaba tan bien escogido que nunca podían ser censurados. Tal es así que cuando el gobierno lo procesó como editor del Bande Mataram, tuvo que ser absuelto por falta de pruebas. 

Sri Aurobindo siempre había dirigido desde atrás las actividades revolucionarías. El decía: "La Historia raramente registra las cosas que fueron decisivas pero que ocurrieron detrás del velo, pues ella sólo registra lo que ocurre en el frente de la cortina". Al ser procesado como editor del Bande Mataram se vio forzado a aparecer en público, y a partir de entonces fue abiertamente el líder del Partido Nacionalista. Habló ante multitudes, dirigió debates y conferencias, ideó programas y plataformas políticas. En todas sus expresiones destacaba permanentemente la importancia de la auto-entrega, del sacrificio, de la necesidad de la desaparición del apego y el miedo. Pero él era el máximo ejemplo de lo que predicaba. Había dejado su puesto en la Facultad de Baroda, tiempo atrás, para trabajar en la recién fundada Facultad Nacional de Calcuta, aunque su sueldo sería mucho menor. Cuando dio la Diksha (Iniciación Yóguica Revolucionaria) de la Revolución a Amarendranath Chatterjee, estas fueron sus palabras: 

"Si queremos asegurar la libertad de nuestro país, tenemos que sacrificar todo por él... ¿Es tan difícil sacrificarse por la tierra madre? Entrégate a Dios en nombre de la Divina Madre y da tu servicio a la India. Esta es mi diksha para ti". Para Amarendranath Chatterjee (que más adelante será un famoso líder revolucionario): "Esta diksha moldeó mi vida entera... Todo miedo, todo apego desapareció". 

En 1904, Sri Aurobindo había comenzado a aprender pranayama con un amigo que era discípulo de Swami Brahmananda. De esta práctica obtuvo fructíferos resultados: "En mi primera experiencia, descubrí que el cerebro se torna Prakasha- maya (lleno de luz). Yo solía practicar pranayama durante 5 o 6 horas por día... La mente trabajaba con gran claridad y poder. En ese momento me gustaba escribir poesía... Al comienzo, escribía cerca de 200 líneas por mes. Después del pranayama conseguía escribir 200 líneas en media hora... Podía ver una energía eléctrica alrededor de todo el cerebro". 

Tiempo después viajó con algunos amigos a Chandod, para ver a Brahmananda. Ocurrió entonces un hecho muy interesante. Cuando estaba por terminar la reunión, mientras Aurobindo aún hacía pranam, Brahmananda (que en las prácticas tenía por costumbre mantener los ojos cerrados) de repente abrió los ojos y miró de lleno a Sri Aurobindo. Lo observó como si viera algo extraordinario, o como si reconociera a alguien. Otra experiencia se produjo cerca de Chandod, cuando fue a visitar el templo de Kali en las márgenes del Narmada. Leámoslo en una carta suya: "Estás delante del templo de Kali, al lado del río sagrado, y, ¿qué ves? Una escultura, una graciosa pieza de arquitectura, pero en un momento, misteriosa e inesperadamente, hay en vez de eso una Presencia, un Poder, un Rostro, que mira hacia el tuyo, una visión interior recuerda en ti la Madre-Mundo". 

En el soneto "La Diosa de Piedra", refleja esta vivencia: 
En la ciudad de los dioses, protegida en un pequeño altar, la Divinidad de miembros esculturales miraba hacia mí una presencia viva, inmortal y divina, una Forma que aportaba todo infinito... Ahora oculta para la mente ella habita y no habla por palabras... Escondida hasta que nuestra alma vea, oiga el secreto de su extraña encarnación.

A pesar de la intensa actividad política, Sri Aurobindo se había empezado a dedicar seriamente al yoga integral. Al ir avanzando en este camino, sintió la necesidad de más guía para el trabajo espiritual. Esta le fue dada por el yogui Vishnu Baskar Lele. Cuando Lele recibió el telegrama solicitándole que fuera a Baroda, sintió que debía "ir para iniciar a una gran alma". Sri Aurobindo y él permanecieron solos durante tres días en un pequeño cuarto. Lele le dijo a Aurobindo: "Siéntate, mira y verás que tus pensamientos vienen de afuera... Antes de que ellos entren, apártalos, aléjalos de vuelta". 

Aurobindo así lo hizo: 
"Yo nunca había oído decir antes que los pensamientos vinieran de afuera visiblemente hacia la mente, pero nunca pensé tampoco en cuestionar esta posibilidad o su verdad. Simplemente me sentaba y hacía eso. Llegó un momento en que mi mente se tornó silenciosa como el aire parado en la cima de una alta montaña; entonces vi venir de afuera, en forma concreta, un pensamiento tras otro. Los alejé antes de que pudieran entrar... y en tres días yo estaba libre... Mi mente se llenó de un silencio eterno, que aún permanece". "Ocurrieron una serie de poderosas y tremendas experiencias que me hicieron ver con increíble intensidad todo el mundo como una película cinematográfica, de formas vagas, en el universo impersonal del absoluto Brahma. Eso me trajo una paz inexplicable, un gran silencio e infinita libertad". 

Mientras aún permanecía bajo las condiciones de esa intensa experiencia, fue invitado por la Unión Nacional de Bombay para dar una charla. Su mente se había tornado vacía. Pero igualmente aceptó la invitación, tras consultar a Lele: "El me pidió que rezara. Pero yo estaba tan envuelto en la conciencia del silencioso Brahmán que no pude hacerlo. Le dije entonces que no estaba en condiciones de orar. Y respondió que no importaba. El y otros lo harían, yo simplemente tenía que ir al estrado y hacer Namaskar hacia el público, como Narayana ... y, entonces, ... una voz hablaría. Hice exactamente lo que él me dijo... Y, de repente, alguien habló". 

Las palabras fueron estas: 

"Intenta realizar la fuerza que está dentro tuyo, intenta traerla hacía fuera, de tal forma que todo lo que hagas no sea tu propia acción, sino la acción de la verdad en ti... porque no eres tú, es algo dentro tuyo. ¿Qué pueden hacer todos los tribunales, todas las fuerzas del mundo, contra lo que está dentro tuyo, el Inmortal, el eterno no nacido, al cual sus espadas no pueden herir, y su fuego no puede quemar". 

Aurobindo se dio cuenta de que ya no necesitaría ningún gurú. El divino guía interior permanecería con él para siempre. Luego de estas experiencias, Sri Aurobindo retomó su trabajo y la participación política, pero algo había cambiado profundamente: "En primer lugar tuve la realización del Nirvana, luego vino la experiencia de la acción; no ya la mía, sino la de la fuerza divina...". "En la condición del Absoluto Silencio Interior, proseguí con el periódico e hice una docena de discursos en el transcurso de tres o cuatro días..."."Algo, además de mí mismo, dirigía mi actividad dinámica, hablaba y actuaba a través mío...". 

El 30 de abril de 1908 se produjo un terrible atentado en Muzzaffarpur. Como consecuencia, numerosos revolucionarios fueron apresados. Se produjeron numerosas requisas e indagaciones por toda Bengala. En la mañana del 2 de mayo, Sri Aurobindo también fue arrestado. Lo llevaron a la prisión de Alipur, donde lo encerraron en una pequeña celda, solo. Luego fue transferido a un cuarto con otros revolucionarios, hasta que un prisionero fue asesinado y todos fueron confinados en celdas separadas. Aún en su reclusión, Aurobindo continuó con su práctica de yoga integral, intensa meditación y lectura. Inclusive se había acostumbrado a meditar en el medio de las conversaciones, ruidos y bromas. 

Sentía que había un motivo especial para que se encontrara en la cárcel: 
"... Fui llevado a Alipur y colocado en una celda solitaria, Allí esperé día y noche escuchar la voz de Dios dentro mío para saber qué tenía que aprender y hacer, o qué tenía él que decirme. Recordé que, más o menos un mes antes de mi arresto, me había llegado un llamado para que dejara de lado toda la actividad y fuera hacia adentro, para mirar en mi interior... Yo... no pude aceptar el llamado; mi trabajo era demasiado querido para mí... El habló otra vez y dijo: 'No tienes fuerza para romper los juramentos que hiciste; Yo los 
rompí por ti... Tengo otra cosa para que hagas, y fue para eso que te traje aquí: para prepararte para Mi trabajo'." 

En el medio de una gran angustia, Sri Aurobindo esperaba la guía divina: "Invoqué a Dios con intensidad y ansiedad, y oré para que él evitara la pérdida de mi cordura. En ese mismo momento se extendió por todo mi Ser una brisa fresca y suave, y mi cerebro se relajó... un deleite supremo que nunca conocí antes en mi vida... A partir de aquél día, todos los problemas de mi vida en la prisión terminaron. En un instante, Dios dio a mi ser interior, tal fuerza que aquellos sufrimientos desaparecieron sin dejar ningún rastro... Es posible vivir feliz durante un largo y solitario confinamiento... También constaté la extraordinaria fuerza y eficacia de la oración. Una plegaria puede unir la fuerza del hombre a una fuerza trascendente".

Las experiencias espirituales y transformadoras continuaron. Mientras Aurobindo caminaba por el patio de la corte de la prisión, algo extraño sucedió: "Yo miraba hacia la prisión.... y ya no estaban los altos muros que me atrapaban; no, era Vasudeva que me rodeaba... Yo caminaba bajo las ramas de los árboles frente a mi celda, pero no había árboles; sabía que era Vasudeva, era Krishna a quien yo veía allí, proyectando su sombra sobre mí. Yo miraba hacia las rejas de mi celda y otra vez vi a Vasudeva. Era Narayana que me estaba cuidando como un centinela... O yo me acostaba sobre los rústicos cobertores que me habían dado y sentía los brazos de Sri Krishna envolviéndome, los brazos de mi Amigo y Amante. Cuando miré a los prisioneros, los ladrones y los asesinos, vi a Vasudeva; era a Narayana a quien yo encontraba en aquellas almas oscurecidas y cuerpos desgastados". 
Esta experiencia continuaba también en la Corte, durante las sesiones del juicio: "Cuando el caso fue abierto.... Tuve la misma visión... El me dijo: 'Mira ahora al juez. Mira ahora al fiscal'. Yo miré... No era al juez a quién yo veía, sino a Vasudeva, era Narayana quien estaba sentado allí. Miré al fiscal y no era al fiscal a quien yo veía, era Sri Krishna quien se sentaba allí y sonreía. El dijo: '¿Ahora sientes miedo? Yo estoy en todos los hombres y dirijo sus acciones y sus palabras'." 

Ocurrieron más experiencias extraordinarias: 
"Día tras día él me mostró sus maravillas... Las cosas que ninguna ciencia material podría explicar, fueron abiertas para mí". Junto a estos hechos, tuvo lugar la aparición de determinados siddhis (poderes). Incluso fue visto por el carcelero mientras flotaba en el aire sin ningún esfuerzo. 

El juicio contra Sri Aurobindo había comenzado el 19 de mayo, pero se demoró casi un año debido a la gran cantidad de testigos y a las numerosas presentaciones de pruebas. Sarojini, la hermana de Aurobindo, destacó: “El espíritu público y generosidad de mis compatriotas... Para su defensa, en todo el país, ricos y pobres dieron su parte. Pues él era profundamente amado por su sacrificio y devoción a su Tierra Madre". El tiempo que duró el proceso y el juicio, Sri Aurobindo permanecía meditando, sin prestar atención a lo que pasaba y sin responder a las preguntas que se le hacían. Solamente escuchaba aquella voz interior que le repetía: "Yo te estoy guiando, no tengas miedo; ocúpate del trabajo para el cual te envié a la prisión". 

Su defensor fue su amigo C. R. Das. Sri Aurobindo estaba preparando algunas instrucciones para darle cuando sintió que la voz interior le decía: "Este es el hombre que va a salvarte... Deja de lado todos esos papeles. No eres tú quien va a instruirlo. Yo voy a instruirlo". 

El día del juicio, el 5 de mayo de 1909, C. R. Das hizo un discurso tan inspirado que arrebató a todos los presentes con sus proféticas palabras:"... Mucho después que la controversia se haya aquietado, mucho después que el tumulto y la agitación hayan cesado, mucho después que él haya muerto y partido, será considerado como el poeta del patriotismo, como el profeta del nacionalismo, y el amante de la Humanidad. Mucho después que él haya muerto y partido, el eco de sus palabras aún resonará, no sólo en la India sino por mares y tierras distantes".

Y agregó:
"Un hombre como él no sólo está de pie ante el estrado de este tribunal, sino delante del estrado de lo alto del tribunal de la Historia".Mientras, Sri Aurobindo seguía escuchando la voz interior:"Soy yo quien está haciendo eso... soy yo quien está haciendo eso..." El veredicto fue: inocente.

Ya libre, el 30 de mayo de 1909, Sri Aurobindo dirigió a casi 10.000 personas su famoso discurso en Uttarpara, en el que habló de las experiencias vividas en la prisión. La gente lo escuchó en un total silencio, lleno de amor y respeto. Sri Aurobindo recordó lo que la voz divina le había dicho durante sus días en la cárcel: "Yo estoy alzando a esta nación para enviar mi palabra... Es para el mundo... Y no para ellos... ¡Que despierten! Estoy concediéndoles la libertad para servir al mundo".

Sri Aurobindo comenzó a trabajar esforzadamente, pero ahora con una nueva visión de la vida. Las experiencias místicas habían operado profundos cambios dentro de él: ya no se trataba de liberar a la India, sino que ahora tenía un objetivo para toda la humanidad. Su trabajo se volvió el resultado de la vida espiritual interior y la realización alcanzada. Con esta visión hizo discursos, dictó conferencias políticas y comenzó a editar dos periódicos: el "Karmayogin" (en inglés) y el "Dharma" (en bengalí), que tuvieron gran circulación. En ellos proclamó nuevamente el ideal de absoluta independencia y pidió la "no cooperación".

Mientras Sri Aurobindo permaneció en la cárcel, se habían producido muchos cambios en la situación política. La mayoría de los líderes nacionalistas y de los jóvenes revolucionarios estaban exiliados o prisioneros, y la represión aumentaba día a día. Pese a esto, el sentimiento de rebelión en el pueblo indio era cada vez más profundo y más fuerte.

Con respecto a la represión, Sri Aurobindo dirigió a su pueblo el siguiente mensaje: "Es... una idea tonta... Es siempre la misma historia, pensar que una nación que haya sido grande, que fue llamada por la voz de Dios para elevarse, será impedida por una simple represión física. La Represión no es más que el Martillo de Dios que nos está forzando para que puedan ser transformados en una poderosa Nación y en un instrumento de su trabajo en el mundo".

Temiendo por el resultado de la fuerte influencia de Sri Aurobindo y sus ideas, el Gobierno buscaba febrilmente la forma de librarse de él. Los amigos de Aurobindo, que sabían esto, le pidieron que abandonara la India Británica y fuera al exterior, donde podría continuar su trabajo.

Aurobindo bromeaba al respecto:
"Yo fui informado que estaba calificado para la deportación".
Ante esta amenaza escribió un artículo en el "Karmayogin", una "Carta abierta" que denominó "Mi última Voluntad y Testamento". Esto disuadió por el momento al Gobierno de sus intenciones, pues deseaban evitar problemas. El Gobierno pronto encontró otro pretexto para librarse de Aurobindo, en un artículo en el que éste realizaba un análisis de la situación política. Finalmente, una noche de febrero de 1910, mientras se encontraba en la redacción del "Karmayogin", fue avisado de que era buscado por la Policía para ser arrestado. Entonces, una voz venida de arriba le dijo: "Ve a Chandernagore".

Inmediatamente obedeció la orden y partió en el mayor secreto. "Escuchaba, en la total soledad de mi espíritu, la voz que habla cuando los labios mortales
enmudecen". En Chandernagore permaneció aproximadamente un mes y medio. Durante ese tiempo nadie, ni siguiera sus más íntimos colaboradores, sabían donde estaba. Motilal Roy, un amigo de Sri Aurobindo, tomó las providencias para su corta estadía.

De allí en más, Sri Aurobindo dejó toda la exterior actividad política, e hizo eso porque: "Vine porque... tuve un Adesh (llamado interior)... Corté totalmente mi nexo con la política; pero antes de eso yo sabía, interiormente, que el trabajo que yo había comenzado tenía que ser llevado adelante... Que el triunfo máximo del movimiento que yo había iniciado, era necesario...".

En Chandernagore permaneció todo el tiempo en silenciosa meditación y reclusión. Motilal Roy describe ese período:
"... Una entrega individual completa. Cuando él hablaba se sentía como si alguien estuviera hablando a través de él. Coloqué el plato de comida delante suyo, ¡simplemente lo miró y entonces comió un poco, mecánicamente! Parecía estar absorto, incluso cuando estaba comiendo. Acostumbraba meditar con los ojos abiertos y ver formas sutiles, tener visiones espirituales".

Hacia fines de marzo, la voz interior le ordenó a Sri Aurobindo que fuera a Pondicherry, a la que luego describirá como "Mi lugar de retiro, mi Cueva de tapasya, no del tipo ascético, pero sí de mi tipo".

Para ir a la colonia francesa de Pondicherry, Sri Aurobindo tenía que abandonar
Chandernagore (bajo la tutela francesa) y volver a Calcuta, donde correría el riesgo de ser apresado por el Gobierno Británico. Debían actuar con suma precaución y total secreto. Motilal Roy hizo los preparativos para la partida. Escribió una carta a Amar Chatterjee (en Uttarpara) y otra a Sukumar Mitra, primo de Aurobindo (en Calcuta). Les pidió que esperaran a Sri Aurobindo en el "pier" del río y lo llevaran a borde del "Dupleix". Sukumar debía preparar todo para el viaje de Aurobindo; debía actuar con sumo cuidado. La policía siempre estaba vigilando su casa, pues era editor del periódico nacionalista "Sanjivani" y, además, era costumbre de Sri Aurobindo alojarse en su casa.

Sukumar llamó a un trabajador nacionalista, llamado Nagendra Kumar Guha Roy (Nagen), le dio dos nombres (sacados de la lista de colaboradores del periódico, por si hubiera un interrogatorio policial) y le encargó comprar dos pasajes a Colombo, para confundir a la policía. También debía reservar una cabina doble. Sukumar preparó dos baúles, pues Aurobindo estaría acompañado por su amigo Bijoy Nag, que lo acompañaría a Pondicherry. Sri Aurobindo – Cuando Nagen vio los baúles preguntó, con humor, si tenían bombas. Sukumar le dijo que hiciera lo que le tocaba, sin preguntar; luego le encargó que alquilara una embarcación y llevara los baúles al "Dupleix".

Con la embarcación tendría que esperar a dos pasajeros que vendrían del otro lado del río para ser llevados al vapor. Sin saber corno reconocerlos, a Nagen de repente se le ocurrió que uno de los pasajeros debía ser Sri Aurobindo. Entonces preguntó a Sukumar: "¿No es su Auro-Da (hermano) quién viene?". Sukumar respondió afirmativamente y le advirtió que fuera extremadamente cauteloso y no contara esto a nadie.

Mientras tanto, como habían combinado, Amar Chatterjee había ido a buscar a Sri Aurobindo al pier del río, y lo llevó a orillas del Ganges, en Calcuta. Pero algo había pasado: no había nadie esperándolos. Lo que había ocurrido era que, lamentablemente, Nagen se había demorado en la travesía del río y perdió el barco de Sri Aurobindo. Volvió e informó de esto a Sukumar, que lo envió enseguida a sacar los baúles de la cabina. Cuando Nagen llegó al barco se dio cuenta de que, como era tarde, el médico que examinaba a los pasajeros y daba los certificados de salud, ya había vuelto a su casa. Puso los baúles en un carruaje; el cargador que los llevaba le dijo que conocía la casa del médico, y que lo ayudaría a resolver su problema.

Nagen le pidió que lo esperara allí, regresó a avisar a Sukumar y corrió de vuelta para buscar a Sri Aurobindo. Lo encontró esperando en el carruaje. El cargador le explicó: "Su Babu llegó. Yo le hablé sobre usted. Ya es muy tarde. Si no nos apuramos, el médico se irá, a dormir".
El cargador llevó el carruaje a casa del médico, habló con el ayudante y la inspección fue preparada, aunque tuvieron que esperar media hora para que el médico los atendiera. El cargador observó que Sri Aurobindo se había sentado en silencio, y comentó a Nagen: "Su gran Babu parece asustado. Quizás nunca se encontró con un Sahib inglés y tiene miedo. Por favor, dígale que el médico es un buen hombre y no tiene porqué temer".

Nagen le respondió: "No, Babu no tiene miedo, está sufriendo malaria y parece débil". Igualmente, el cargador se acercó a Aurobindo y le dijo: "Babuji, ¿por qué tiene miedo? El doctor es un hombre muy bueno, no tiene nada que temer...", y sacudió suavemente los brazos de Aurobindo, que sonrió dulcemente. El examen médico fue rápido, Durante todo el trayecto Sri Aurobindo permaneció inmóvil, como en una profunda meditación, y en su rostro no había ningún signo de ansiedad o temor. El y Bijoy Nag embarcaron en el "Dupleix", que dejó Calcuta al comenzar la mañana del 1º abril de 1910. Mientras tanto, en Chandernagore, Motilal Roy habla avisado a Suresh Chakravarty (conocido como Moni), joven amigo de Sri Aurobindo, que fuera a Pondicherry y preparara todo para cuando Aurobindo llegara allí. El 28 de marzo Moni se vistió como un anglohindú, para evitar sospechas, y partió en tren.

El 31 llegó a Pondicherry. En cuanto llegó fue a ver a Srinivasachari (ligado al periódico revolucionario "Tamil India"), y le entregó una carta de presentación que le había dado Motilal Roy. Además, le pidió que hiciera los preparativos para la llegada de Aurobindo. Pero nadie creía que Sri Aurobindo se hubiera decidido a ir a Pondicherry, tan lejos de su área de trabajo. Sospechaban que Moni fuera un espía. Moni observó que no le hacían caso: el día de la llegada de Aurobindo se acercaba y nadie tomaba ninguna providencia. Según lo planeado, el "Dupleix" llegó a Pondicherry el 4 de abril. Srinivasachari y Moni, que estaban esperando a Sri Aurobindo en el puerto, lo llevaron como huésped a casa de Shankar Chetty.

Dos semanas más tarde recibió allí una visita: alguien que había sido enviado desde Francia por Mirra Richard (a quien luego conoceremos como "La Madre"), quien le había dado un cuadro con un Yoga Chakra (un símbolo místico). Le dijo al enviado que quien pudiera interpretarlo (Aurobindo lo hizo) sería su Maestro de Yoga.
La Madre

Mirra se encontraba practicando su propio yoga en Francia, pero desde mucho tiempo atrás tenía un contacto íntimo con Aurobindo, aún sin conocerse exteriormente. (Mirra era también una revolucionaria que junto con varios franceses estaba haciendo germinar el Yoga Integral inconscientemente). Alguien más sabía internamente acerca de Sri Aurobindo: el famoso yogui Nagai Japata (que vivía cerca de Trichinapdli). Poco antes de morir, este yogui reunió a sus discípulos; uno de ellos, K.V.R. Iyengar, le preguntó a quien se podría dirigir en busca de guía espiritual ahora que su maestro partía. Nagai Japata permaneció un rato en silencio y luego dijo que un mahayogui vendría, y que lo reconocería porque vendría desde el norte buscando refugio, y, además, sería conocido por tres hechos. Esos tres hechos corresponden a las "tres locuras" que Aurobindo mencionaba en sus cartas a Mrinalini Devi, que se habían hecho famosas tras el juicio. Iyengar observó que los datos coincidían exactamente, y fue a buscar a Sri Aurobindo.
Fue Iyengar (que era muy rico) quién hará publicar, costeado por él mismo, "Yoga y Sadhana", que Sri Aurobindo había escrito (o más bien "recibido") mientras experimentaba escritura automática.

Los años siguientes fueron muy difíciles para Sri Aurobindo y sus compañeros. Casi no tenían dinero, y Aurobindo ni siquiera podía contar con sus amigos, pues era muy peligroso en esos momentos ayudar a un líder revolucionario. Sri Aurobindo y sus amigos vivían en un pequeño cuarto, casi sin muebles. Dormían en colchones de paja, en el suelo y Aurobindo en una cama estrecha.
Su casa, sus movimientos, sus visitas, eran constantemente vigiladas por agentes secretos, ya que el Gobierno Británico nunca creyó que Sri Aurobindo fuera a Pondicherry para dedicarse al yoga y la búsqueda interior. Creían que todo era un teatro destinado a ocultar actividades revolucionarias. Esta situación duró años, y numerosas conspiraciones fueron organizadas por el Gobierno Británico y el C.I.D. para librarse de Aurobindo.

Durante la campaña electoral, Pondicherry se convirtió en un centro de anarquía y violencia. Intentando aprovechar la situación, los espías del Gobierno Británico conspiraron con un influyente líder político local. Pretendían hacer llevar a Sri Aurobindo fuera de la India Francesa, y así poder arrestarlo.
Los jóvenes compañeros de Sri Aurobindo se enteraron del plan y se armaron con botellas de ácido para defender la casa. Esperaron toda la noche, pero los secuestradores no vinieron. Lo que pasó fue que ese día, por casualidad, había sido decretada una orden de arresto del partido opositor contra el líder de la conspiración, que tuvo que huir de Pondicherry. Pero el C.I.D. no se daba por vencido, e intentaron otro plan para eliminar a Sri Aurobindo. Hicieron falsos documentos, fraguaron fotos, mapas, panfletos, cartas y afiches, los metieron en una lata y la tiraron en el pozo de la casa de Aiyer, un revolucionario amigo de Aurobindo. La idea era comprometer a todo el grupo, mostrando que los refugiados mantenían contacto con revolucionarios extranjeros para conspirar contra el Gobierno Británico. Pero la Providencia volvió a dar vuelta las cosas: una mujer que trabajaba en la casa de Aiyer encontró la lata cuando sacaba agua del pozo.

Aconsejados por Sri Aurobindo, informaron esto a la Policía francesa. Pero el C.I.D. continuó inventando informaciones, historias imaginarias y buscando pruebas acusatorias. El Gobierno Británico presionaba al francés, para que los revolucionarios refugiados allí fueran repatriados. Hubo aún una tercera conspiración importante. Había llegado a Pondicherry, seis u ocho meses antes, el primo de Bijoy Nag. Enfermo de tuberculosis, le habían recomendado
cambiar de aire; además, tenía la esperanza de que Sri Aurobindo lo curara con su yoga. Trajo con él a un servidor bengalí, Biren Roy; éste se convirtió pronto en un miembro más de la casa.

Un día, sin motivo aparente, Biren Roy se rasuró totalmente la cabeza. Moni, que era muy cuidadoso de su aspecto, pensó que esa era la moda. Aunque Biren Roy trató de disuadirlo, Moni también decidió rasurarse la cabeza. Uno o dos días después, todos estaban sentados alrededor de Sri Aurobindo cuando, de repente, Biren Roy se levantó y empezó a gritar como loco: "¿Usted sabe quién soy yo? ¡Soy un espía, un hombre del C.I.D! Ya no me puedo callar. ¡Necesito hablar, necesito confesar...!"

Cayó a los pies de Sri Aurobindo y todos comenzaron a reír pensando que se trataba de una broma. Entonces, Biren Roy extrajo de su baúl 50 rupias y las mostró a Sri Aurobindo diciendo: "Vea, aquí tiene la prueba. ¿Dónde podría yo haber conseguido todo ese dinero? Esta es mi recompensa por mis malas acciones. Nunca, nunca haré este trabajo nuevamente. Les doy mi palabra, les pido perdón..."

Aunque había una gran parte de verdadero arrepentimiento, ese no fue el único motivo por el cual Biren Roy confesó. Resulta que él se había rasurado la cabeza para que los espías del Gobierno Británico lo distinguieran del resto de los jóvenes bengalíes. Pero cuando Moni hizo lo mismo, Biren Roy se asustó pues pensó que podían haber descubierto su secreto. Por eso había confesado. Después de lo ocurrido, Biren Roy abandonó Pondicherry temiendo la venganza de los revolucionarios. Aunque él se marchó, dentro de la casa permaneció un ambiente de tensión e intranquilidad. Todos se encontraban muy preocupados por lo que había ocurrido. No podían creerlo y tampoco entendían cómo había podido pasar algo así.

El 29 de marzo de 1914, a las 15:30 horas, tuvo lugar un acontecimiento muy especial: Sri Aurobindo y Mirra Richard ("La Madre") se encontraron por primera vez, aunque hacía años que se conocían a través de sus experiencias espirituales.

Cierta vez le preguntaron a La Madre porqué había viajado desde Francia a buscar a Sri Aurobindo. Ella dio la siguiente explicación: "Entre los 11 y los 13 años de edad, tuve una serie de experiencias psíquicas y espirituales que me revelaron no sólo la existencia de Dios, sino también la posibilidad del hombre de encontrarlo o revelarlo íntegramente en conciencia y acción; de manifestarlo sobre la Tierra en una vida divina. Esto, junto con una disciplina práctica para su realización, me fue dado durante el sueño de mi cuerpo, a través de varios instructores, algunos de los cuales encontré más adelante en el plano físico. Más tarde, a medida que se producía el desarrollo interior y exterior, la relación espiritual y psíquica con uno de esos seres se volvió cada vez más clara. Yo lo llamaba Krishna, y me di cuenta más tarde que era con él con quien el trabajo divino iba a ser hecho (y con quién debería encontrarme, un día en la Tierra)... En el momento que vi a Sri Aurobindo,lo reconocí como al Ser al que yo solía llamar Krishna... Esto es suficiente para explicar porqué estoy plenamente convencida de que mi lugar y trabajo son cerca de él en la
India".

El resultado de ese primer encuentro lo podernos leer en las palabras que al día siguiente escribió la Madre en sus "meditaciones": "No importa si hay millares de seres sumergidos en la más profunda ignorancia. Aquél a quien vimos ayer está aquí en la Tierra. Su presencia es suficiente para probar que llegará un día en el que la oscuridad será transformada en luz... En que su reino deberá establecerse realmente sobre la Tierra".

Por esa época, Sri Aurobindo fue convencido por el pensador francés Paul Richard (el esposo de Mirra) de llevar adelante un proyecto muy interesante: comenzar la publicación de una revista filosófica y de desarrollo espiritual. Así, el 15 de agosto de 1914, apareció el primer número de "Arya". Unos meses más tarde estalló la Primera Guerra Mundial y Paul Richard tuvo que volver a Francia. Sri Aurobindo continuó el trabajo solo. Escribía aproximadamente 64 páginas de filosofía cada mes. Escribió alrededor de 5.000 páginas, y, lo que es más increíble, escribía cuatro, cinco y hasta seis libros al mismo tiempo. Tal fue el ritmo de trabajo que, entre 1914 y 1920, Sri Aurobindo escribió casi toda su obra, de manera veloz e interrumpida. El explicaba como podía hacer esto:

"Es a partir del silencio de la mente que yo escribo lo que de pronto viene de arriba". Las obras más importantes de Sri Aurobindo fueron escritas, en un principio, para "Arya". Los temas desarrollados eran amplios y diversos: el conocimiento interior derivado de la práctica del yoga; la verdadera interpretación de los Vedas; la esencia de la civilización y cultura hindú; poesía; el progreso de la Humanidad, etcétera.

En cuanto a la Madre, volvió a Francia el 22 de febrero de 1915. La correspondencia que mantuvo con Sri Aurobindo a partir de entonces es un testimonio revelador de sus experiencias espirituales, de las dificultades en su labor, su misión en común y su fe inquebrantable.

La Madre volvió definitivamente a Pondicherry el 24 de abril de 1920. A partir de su regreso, comenzaron a llegar espontáneamente más y más personas para seguir el camino espiritual (Sri Aurobindo antes no había aceptado discípulos). Aunque vivía con algunos compañeros de su época de político, la relación era de amistad. "Pero la sadhana y el trabajo estaban esperando por la llegada de la Madre".

Fue la Madre quien dirigió la organización de la comunidad y su administración. Se construyeron alojamientos, se buscó la forma de responder a las necesidades básicas de manutención y alimentación. Además, había que realizar la guía espiritual. Lentamente se fueron organizando todas las actividades. Con el tiempo, Sri Aurobindo se fue retirando hacia un trabajo en reclusión, y la Madre tomó todo el trabajo de guiar a los discípulos.

La sadhana, entre 1920 y 1926, se volvió extremadamente intensa. Sri Aurobindo concentraba todas sus energías para poder realizar el enorme trabajo espiritual que tenía por delante. Las meditaciones se fueron volviendo cada vez más intensas, profundas y concentradas. Todos los discípulos comenzaron a sentir que algo ocurría. Tenían la extraña impresión de que un poder descendería y Sri Aurobindo estaba trabajando para eso.

Finalmente, el 24 de noviembre de 1926, aquella fuerza descendió.

Pero además Aurobindo quería hacer descender un poder aún más elevado: la
"Supramente". Como él mismo explica: "Entendemos por Supramente la total Conciencia-Verdad de Dios... Entre la Supramente y la mente humana hay una serie de niveles, de planos... La Sobremente es el más elevado de estos niveles; ella está llena de luz y de poderes... La Sobremente debe ser traída hacia abajo, debe ser alcanzada, para que sea posible el Descenso de la Supramente, pues la Sobremente es el pasaje..."

Sri Aurobindo también se refirió a este poder en "Savitri": "Hay una conciencia que la mente no puede alcanzar; su palabra no puede definir, ni el pensamiento revelar". Estos conceptos no son fáciles de captar por la mente ordinaria. Para ello es necesaria una ampliación de la conciencia.

Ese 24 de noviembre (llamado por la Madre el "Día de la Victoria") marcó un gran paso en la obra que llevaba a cabo Sri Aurobindo. Además, ese día fue oficialmente fundado el "Sri Aurobindo Ashram".

A pesar de su retiro en soledad, Sri Aurobindo compartía con la Madre el trabajo de guiar a los discípulos. Lo hacía fundamentalmente a través de cartas. Centenares de éstas (que conforman tres grandes volúmenes en la Edición Centenaria de sus obras) nos muestran na Sri Aurobindo explicando sus experiencias y dificultades, dando auda interior y conocimiento a quienes así lo necesitaban.

En una de ellas responde a la queja de un discípulo por la demora en contestar las cartas: "¿No te das cuenta lo que es pasar doce horas con la correspondencia, artículos, etcétera? Trabajo tres horas a la tarde, y luego la noche entera hasta las 6:00 de la mañana en eso". Muchos son los temas que Sri Aurobindo tocaba en las cartas. A veces analizaba el significado de determinados conceptos:

"Fe es un sentimiento de todo el ser interior, Creencia es mental, Confianza significa confiar en una persona o en Dios, o en un sentimiento de seguridad acerca del resultado de la aspiración o esfuerzo de cada uno". O daba una guía espiritual a alguien en dificultades: "En momentos de dificultad, fe en la protección divina y el llamado de esa protección; en cualquier época, la fe de que la voluntad divina es la mejor". "Las plegarias deben estar llenas de confianza, sin tristezas o lamentos".

A veces su respuesta consistía en una sola frase:
"Un corazón sincero vale más que todos los poderes extraordinarios del mundo". "Permanece firme a través de la oscuridad; la luz está allí y vencerá".

En muchas de las cartas daba instrucciones para el progreso interior:
"Ser capaz de mantenerse constante es una gran fuerza, nos volvemos maestros de nuestro tiempo y nuestros movimientos. Solamente aquellos que sean solidarios pueden ayudar. Ciertamente, también deberíamos ser capaces de ver los errores de los otros sin odio. El odio lastima a ambas partes, no ayuda a nadie". "El sacrificio depende de la actitud interior. Si no tenemos nada externo para sacrificar, siempre nos tendremos a nosotros mismos para darnos".

Hay otros en los que afloran toques de humor, como él decía:

"¿Sentido del humor? Es la sal de la existencia. Sin él el mundo quedaría sin equilibrio (y el mundo ya está bastante desequilibrado) y se habría terminado hace mucho tiempo".

Sri Aurobindo, aunque permanecía en su retiro, se mantenía informado acerca de todo lo que ocurría en el mundo, en la India y en su propia comunidad, y cuando lo consideraba necesario intervenía activamente. También hacía "darshan" en público cuatro veces al año. Cuando le preguntaron a Sri Aurobindo porque se había retirado de las actividades externas, explicó que debía dejar ese trabajo en manos de la Madre, para tener tiempo para realizar su verdadero trabajo y llevar adelante su yoga integral.

Vemos a que se refería cuando decía esto:

"El objetivo de mi Yoga es transformar la vida trayendo a ella la luz, el poder y el deleite de la Verdad Divina". Su Yoga no enseña a huir de la vida como el de Patanjali, sino a realizarse en ésta, creando una vida divina sobre la Tierra. La vida debía ser "un descubrimiento fulgurante de Dios sin velo".

"Nosotros estamos aquí para hacer la Voluntad Divina y crear un mundo en el cual la Voluntad Divina pueda manifestar su verdad... Nuestro Yoga no es para nuestro propio beneficio y satisfacción, sino para la satisfacción de Dios".
"El objetivo del Yoga es amor a Dios y solamente a él, estar sincronizado en nuestra naturaleza con la Naturaleza de lo Divino, y en nuestra voluntad, trabajos y vida, para ser un instrumento de Dios... Su objetivo no es ser un gran yogui o un superhombre... Solamente Dios es nuestro objetivo".

Sri Aurobindo sabía que detrás del Universo aparente hay una Realidad Única y Eterna, en la que todos los seres se encuentran unidos. El problema es que ignoramos esa verdadera realidad. Pero a través del yoga podemos romper el velo que nos enceguece y nos aleja de la Verdad. A través del Yoga podemos
reencontrar la naturaleza divina en nosotros y en todas las cosas. Este mundo aparente es el escenario para nuestra evolución, y en él el hombre ahora debe desarrollar una nueva conciencia espiritual, más amplia y elevada, la que Sri Aurobindo llamaba "Supramente".

La Madre explicaría que:

"Durante toda su vida en la Tierra, Sri Aurobindo dedicó todo su tiempo a establecer en sí mismo esta conciencia... y para ayudar a aquellos a su alrededor a realizarla".

Su principal trabajo lo podemos sintetizar así: traer hasta abajo ese gran poder para transformar la vida en la Tierra. El camino del Yoga Integral (Purna Yoga) es realizarse, realizar a Dios con amor, servirlo con nuestro trabajo y entregarnos totalmente a él. Así nuestro ser será transformado y divinizado.

Desde noviembre del año 1938, Sri Aurobindo cambió el rumbo y el ritmo de su trabajo; necesitaba una concentración profunda y permanente. Recluido en la soledad de su cuarto, a través de esa concentración libraba una gran batalla espiritual: la lucha contra las fuerzas de la oscuridad y aquellos que se oponen a la Verdad. Sólo por medio de esa lucha se podría producir el ascenso de la conciencia de todos los hombres; sólo así llegarían la Luz y la Verdad para transformar a la Tierra y a la Humanidad. Pero el peso de este trabajo era terrible:

"Solamente el Amor Divino puede soportar todos los que han sacrificado todo con el único objetivo de elevar a la Tierra de su oscuridad, en dirección a Dios". Además, "mis heridas abiertas son mil y una...".

Sri Aurobindo debía sumergirse en lo más negro y profundo de la Oscuridad, luchar la batalla y así la Verdad y la Luz se establecerían sobre la Tierra. El trabajo se hace más difícil porque el mismo hombre y la Tierra luchan contra la Luz y la Verdad: "La verdad de las verdades, los hombres temen y niegan; la Luz de las luces, ellos rechazan...". Por eso, "cada batalla debe ser peleada y vuelta a pelear".

Ese mismo poder espiritual, tan fuerte y eficaz, lo empleaba Sri Aurobindo tratando de ayudar a superar la crisis mundial, interviniendo con ese poder en acontecimientos de vital importancia para la Humanidad.

También se basó en ese poder el movimiento de liberación de la India. Al respecto, no podemos dejar de leer el mensaje (levemente acortado) que Sri Aurobindo dejó el Día de la Liberación de la India, el 15 de agosto de 1947: "El 15 de agosto es mi cumpleaños y es naturalmente gratificante para mi que esa fecha haya asumido este enorme significado". "Realmente, en este día, puedo observar a casi todos los movimientos mundiales que esperaba ver realizados durante mi vida, aunque en otro tiempo pareciesen sueños imposibles, hoy puedo contemplarlos acercándose al éxito o iniciados y en el camino de su realización". 

"Uno de esos sueños era una revolución que lograse la libertad de India y su unidad.... India es libre, pero no ha alcanzado la unidad, la división de las comunidades Hindú y Musulmana parece haberse intensificado y convertido en la característica de una división política permanente del país... Si esta división continúa, la India podría ser seriamente debilitada, incluso arruinada; las luchas civiles siempre pueden ser posibles, incluso puede ser posible una nueva invasión y conquista extranjera. El desarrollo y prosperidad internos de la India pueden ser impedidos... su Destino puede ser perjudicado... esto no debe ocurrir; el partidismo debe desaparecer; la Unificación debe y será alcanzada, pues es necesaria para la grandeza del futuro de la India".

"Otro sueño era el resurgimiento y liberación de los pueblos de Asia y su retorno al gran papel en el progreso de la civilización humana... Allí la India tiene su papel que cumplir y comenzó a cumplirlo con una energía y habilidad que ya indica la extensión de sus posibilidades y el lugar que puede tomar en el Consejo de las Naciones".

"El tercer sueño era la unión mundial, formando la base de una vida mejor, más brillante y más noble para toda la humanidad... Esa unificación del mundo humano está en camino... Aquí, también, la India comenzó a cumplir un papel prominente... un nuevo espíritu de Unidad se apoderará de la raza humana". (Estas ideas guiarán para siempre la política de todo el Yoga Integral).

"Otro sueño, el regalo espiritual de la India para el mundo, ya comenzó... en medio de las calamidades de este tiempo, cada vez más ojos se vuelven en dirección a ella con esperanza, y hay incluso una creciente afluencia no sólo hacia sus enseñanzas, sino también hacia su práctica espiritual y mental".

"El sueño final era el de un paso en la evolución que llevaría al hombre hacia una conciencia más amplia y más elevada... Esa evolución... ya que ella debe proceder a través del crecimiento del espíritu... la iniciativa puede provenir de la India y ... el movimiento central puede ser de ella". "Tal es la felicidad que yo encuentro en esta fecha de la Liberación de la India..."

"Estoy elevando esta nación para enviar mi palabra... Es para el mundo... que se levanten... Yo les estoy concediendo libertad para servir al mundo".

Sri Aurobindo consideraba que el hecho de que el 15 de agosto se celebrara la Liberación de la India, y también se festejara su cumpleaños, no era una coincidencia. Más bien estimaba que este hecho no era casualidad, sino "la sanción y señal de Dios" sobre su trabajo.

Hemos visto a Sri Aurobindo en todas sus facetas más conocidas: como filósofo, como político y como yogui integral. Pero no se puede dejar de conocer su labor como poeta. El mismo dijo, cierta vez:

"Yo fui un poeta y un político, no un filósofo".

Y es verdad, más que teorizar Auro había puesto en práctica sus opiniones. Recordemos que ya lo habíamos visto escribiendo versos en Inglaterra y en Baroda. En Baroda escribió largos poemas narrativos: Amor y muerte, Urvassie y varios dramas poéticos. Durante el tiempo de su actuación política también escribió muchos poemas y otras piezas, algunas de las cuales publicó en un diario político.

Sri Aurobindo continuó escribiendo poesía hasta el fin de su vida. Y sus mejores trabajos en este campo, los sonetos demás fuerza, el épico Ilion, grandes poemas narrativos, surgen a partir de su estadía en Pondicherry.

Los poemas que escribió de allí en más son el reflejo de profundas experiencias espirituales. En referencia al período en que estaba en Pondicherry, dijo Sri Aurobindo: "Todo lo que escribí vino de la experiencia yóguica, conocimiento e inspiración". "Así también mi mayor dominio sobre la poesía y perfecta expresión fue adquirido a través de la elevación de mi conciencia..."

Podríamos llamar a Sri Aurobindo con sus propias palabras. "Un poeta de los misterios cósmicos". Y toda su obra fue coronada por un poema épico maravilloso, un gran legado para toda la Humanidad: "Savitri". Esta leyenda, de aproximadamente 23.800 líneas, basta por sí sola para hacer perdurar en la historia el nombre de Sri Aurobindo. El la escribió y rescribió, la pulió y perfeccionó a través de los años. En esta obra están contenidos todo su conocimiento y experiencia espiritual; su visión de la Verdad, del Universo y de la Vida, su visión acerca del futuro de la Humanidad y del desarrollo de una conciencia divina manifestada.

La Madre dijo, con respecto a Savitri:
"Su revelación es profética".
"Es una poesía intuitiva, reveladora".
"Y su estilo es la palabra inevitable, inspiradora".

Savitri es una obra simbólica, llena de profundo significado y de un sentido que sobrepasa en sí la historia del poema. Todo lo expresado tiene un sentido más amplio. La historia de "Savitri" está basada en la leyenda del Mahabharata. "Savitri, la palabra divina, hija del Sol (Savitur, el Sol, símbolo de la Supramente o Conciencia-Verdad), Diosa de la verdad Suprema que descendió a las profundidades de la muerte y de la ignorancia".

Savitri pide a Dios:
"Vuestro abrazo que deshace el nudo vivo del dolor, Vuestra alegría, Señor, en la cual todas las criaturas respiran, Vuestra mágica agua corriente de profundo amor, Vuestra dulzura dadme, por la Tierra y por los hombres".

Entonces Savitri recibió la promesa de que un nuevo poder y fuerza despertaría en el hombre cuando el trabajo fuera cumplido (recordemos el concepto de "Supramente"):

"La verdad eterna debe moldear sus pensamientos y actos, la verdad eterna debe ser su luz y guía. Entonces todo debe cambiar, una orden mágica venir...
Una armonía divina debe ser la ley de la Tierra, belleza y alegría deben transformar su modo de vida... La naturaleza debe vivir para manifestar el Dios secreto... Esta vida terrestre tornarse la vida divina".

Sri Aurobindo trabajó durante años para componer este poema épico; lo revisó, rehizo y perfeccionó varias veces. Trabajaba en él con un ritmo tranquilo e imperturbable.

Repentinamente, en septiembre de 1950, asombró a su discípulo escritor cuando le dijo: "Debo terminar Savitri ya". Estas palabras de Sri Aurobindo recién cobrarán sentido unos meses más tarde, en diciembre de ese mismo año (1950).

En las primeras horas del día 5 de diciembre de 1950, por su propia voluntad, Sri Aurobindo se retiró de su cuerpo. Es difícil saber porqué tomó esta decisión.

Sólo la Madre sabía el porqué de esa deliberada actitud: "Nuestro Señor se ha sacrificado totalmente por nosotros... El no fue forzado a dejar su cuerpo; escogió actuar así por razones tan sublimes que están más allá del alcance de la comprensión...". "El sacrificó su vida física para ayudar más plenamente al trabajo de transformación". También pueden echar un poco de luz sobre este misterio las palabras de "Savitri". "El debe cruzar hacia otra playa del mar de la falsedad. El debe entrar en la oscuridad del mundo para llevar luz... El debe entrar en la eternidad de Dios tal como conoce su Sol, para eso debe descender al Abismo, para eso debe invadir la dolorosa Vastedad... Entonces deberá terminar aquí la Ley del Dolor".

A pesar de la desaparición física de Sri Aurobindo, dos días después la Madre dijo: "Señor, tú me aseguraste que estarías con nosotros hasta que tu obra fuese llevada a cabo... hasta que la Tierra fuera transformada". Durante los cuatro días en que una multitud pasó para tener su último Darshan, el cuerpo de Sri Aurobindo permaneció inalterado. La Madre explicó que esto ocurría porque estaba lleno de una gran concentración de Luz Supramental. A las 17:00 horas del 9 de diciembre, en el centro del patio del Ashram, el cuerpo fue colocado en una cripta sobre la cual se grabó una oración escrita por "la Madre":

"A ti que fuiste el envoltorio material de nuestro Maestro, a ti nuestra infinita gratitud. Delante de ti, que hiciste tanto por nosotros, que trabajaste, luchaste, sufriste, esperaste, perseveraste tanto, delante de ti que quisiste tanto, intentaste todo, preparaste, llegaste a todo por nosotros, ante nosotros nos inclinamos y rogamos para que nunca podamos olvidar, ni por un momento, todo lo que te debemos".

La Madre dirigió y continuó el trabajo de Sri Aurobindo.

El Ashram Sri Aurobindo: Esta comunidad espiritual, que al fundarse estaba conformada nada más que por 24 sadhakas o discípulos, hoy día cuenta con unas 2000 integrantes de diversas nacionalidades, edades y clases sociales. Sri Aurobindo consideraba al Ashram un "laboratorio" en el que todos los problemas inherentes a la vida humana deben ser enfrentados y resueltos. Por esta razón, los integrantes de la comunidad desarrollan todo tipo de profesiones. Cualquier trabajo se considera un camino de autodescubrimiento, un medio hacia la unidad con la Verdad y con nuestra esencia.

Según Sri Aurobindo: "Conocer la verdad más elevada y estar en armonía con ella, es la condición para una actitud adecuada, para expresarla en todo lo que somos, experimentar y hacer es la condición de la vida correcta".

Centro Internacional de Educación: El "Sri Aurobindo International Centre of Education" fue fundado por "La Madre" en 1951. Sri Aurobindo pensó que la formación de un Centro así sería una de los mejores medios de preparar a la humanidad futura para recibir la Luz Supramental que manifestará sobre la Tierra nueva luz, fuerza y vida, transformando a la Humanidad.

Este Centro se basa en los lineamientos y principios empleados por Sri Aurobindo y la Madre en su enseñanza. Cientos de personas estudian en él. Además, en todo el mundo se fueron creando centros para la difusión de la práctica y enseñanza del Yoga de Sri Aurobindo.

Auroville: Símbolo de la fraternidad humana y unión del mundo, esta ciudad modelo fue inaugurada por la Madre el 28 de febrero de 1968. En su reglamento se aclara que: "Para vivir en ella, se debe ser un servidor voluntario de la Divina Conciencia". La hora de Dios, Heráclito, El problema del renacimiento (la reencarnación), EI Súper Hombre, La manifestación supramental sobre la Tierra, Pensamientos y vislumbres, Pensamientos y aforismos.

Obras sobre Yoga: La síntesis del Yoga, Bases del Yoga, Luces sobre Yoga, Más luces sobre Yoga, La Madre, Cartas sobre Yoga (tres volúmenes).

Traducciones y ensayos sobre Escrituras Antiguas: El secreto de las Vidas, Los
Upanishads, Himnos del Fuego místico, Ensayos sobre el Gita.

Obras de Política y Sociología: El ciclo humano, El ideal de la unidad humana, Guerra y autodeterminación, El ideal del Karma yogui, La doctrina de la resistencia pacífica, Ideales y progresos, Discursos, Espíritu y forma de la Diplomacia hindú, Un sistema de educación nacional, El valor nacional del arte.

Obras sobre la cultura, arte y literatura hindú: Los fundamentos de la cultura hindú, El renacimiento en la India, El significado del arte hindú, La poesía futura, Cartas sobre Poesía, Arte y Literatura, Kalidasa, Visiones y Revisiones, Vyasa y Valmiki, Cartas sobre Savitri.

Obras de teatro: Eric, Perseus, El Entregador, Rodogune, Vasavadutta, Visires de Bassora, Recopilación de Piezas y Cuentos (dos volúmenes).

Poesía y poemas épicos: Savitri: una leyenda y un símbolo, Amor y muerte, Más poemas, Poemas pasado y presente, Sonetos, Amor y muerte, Últimos poemas, Recopilación de poemas, La abducción de la Princesa Usha, Baji Prabhou.

Obras referentes a su vida: Sri Aurobindo y la Madre sobre sí misma, Correspondencia sobre Sri Aurobindo (3 series), Nirodblaron, Conversaciones nocturnas con Sri Aurobindo (3 series), A. B. Purani, Conversaciones con Sri Aurobindo (3 series).

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